Abrió los ojos y ve el cielo totalmente azul, parece que está amaneciendo. También se oye el sonido del agua.
La cabeza le duele horrores. Descubre una herida cubierta de sangre seca, aunque no es nada grave, no va a morir por esta pequeñez.
Intenta recordar qué ha pasado,pero te resulta imposible. De hecho ahora mismo solamente sabes tu nombre y que vives en Herennon, pero no recuerdas nada más sobre lo sucedido recientemente.
Se levantas y observa a su alrededor. A la derecha está el bosque y a su izquierda hay un río bastante ancho.
Das un par de pasos cuando de pronto oye un fuerte rugido tras de ti.
¡Un oso!
Está a pocos metros y se acerca lentamente, enseñando sus fauces.
Se metes en el río y aprieta los dientes. ¡El agua está jodidamente fría!
Nada los primeros metros sin problemas, pero de pronto nota que la corriente se vuelve mucho más fuerte de lo que pensaba y empieza a arrastrarte río abajo.
Consigue mantenerse a flote, aunque el agua va adquiriendo velocidad y para colmo distingue un estruendo que augura lo peor…
¡Una cascada!
Mira desesperadamente a su alrededor. Si nada con todas tus fuerzas a lo mejor puede alcanzar la orilla, aunque la corriente es cada vez más fuerte, se prepara para la caída...
Llega al borde del precipicio asomando su cabeza entre la bruma blanca y se da cuenta de que la cascada no es tan peligrosa como parecía.
Se precipita en el centro del salto de agua hasta que…
¡Chof!!!
Se zambulle sin problemas y rápidamente remonta hacia la superficie, no muy lejos del chorro de la cascada.
Luego nada hasta la orilla, sale del agua y se tumba un rato boca arriba para descansar.
Una vez te has recuperado miras a tu alrededor.
El salto de agua forma un pequeño estanque y luego el río sigue su curso, más estrecho y rápido. A ambos lados el bosque también parece espesarse.
Mientras piensa qué hacer oye voces que se acercan por la rivera, así que busca un sitio donde ocultarse. Al poco rato ve llegar un grupo de 4 trasgos.
“¿Trasgos?”, piensa. “No deberían estar tan al sur, ¿qué demonios hacen aquí?”
Además entre los cuatro están arrastrando... ¡el cuerpo de una mujer! La llevan sujeta de las muñecas y tiran de ella con fuerza, en dirección a la cascada.
Puede que esté muerta, o puede que no.
Pero lo que realmente te pone en alerta es que ella viste el mismo uniforme que Becka.
Mientras sigue observando, los trasgos llegan al pie de la cascada y se meten detrás.
Espera un par de minutos. Luego sale de donde estaba y camina con cuidado hacia allí.
Cuando llega confirma sus sospechas: hay una pequeña gruta detrás del salto de agua.
Entonces una idea asalta su mente: ¡su arma! Se lleva la mano al cinto, pero no la tiene.
Mira de nuevo hacia la gruta e intenta recordar si los trasgos iban armados, diría que sí.
Esto no tiene buena pinta... pero si quiere averiguar por qué estaba inconsciente en medio del bosque, no tiene más remedio que entrar.
Merci pour la lecture!
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