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En la epoca de los gauchos en Argentina caen luces que nos guiaran en un camino de historias. Esas luces dan "habilidades de luz", seguiremos el camino de personas que aprovechen dicha habilidad y enfrentan adversidades.


Action Déconseillé aux moins de 13 ans.

#paranormal #pelea #gauchos #accion #fantasia #cruda #argentina
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Salazar, el impaciente por emprender.

Se encontraba Salazar en el patio de una casa mendocina, intentando convencer a su posible socio de no perderse el negocio de su vida

_Acepta, sin eso no voy a poder empezar mi changa, Pedro­_

O más importante, lo necesitaba para que los indígenas no lo sigan toda su vida.

_No soy boludo_ dijo Pedro _No te voy a fiar un mapa, con lo que cuesta conseguirlo.

Salazar se intranquilizaba. Su trueque ya estaba a un día de distancia.

_Vos me lo prestas y le juro que vas a poder vivir forrado_ Le retruco.

_Si no tenés la plata, me marcho_ Respondió Pedro.

Mientras el posible socio se marchaba a un ritmo casi tan lento como el atardecer.

_Bueno, sabes que tengo para darte algo, y es la razón de tu tan lenta caminata_ Le dijo Salazar como rindiéndose.

Le agarro del hombre a su ya asegurado socio, el cual se empezó a voltear con su amarga cara, expresando que tan caro es su mapa. A lo que Salazar respondió tironeándolo más fuerte.

_ ¡Y esta trompada es lo que te voy a dar!_ Le grito Salazar a la par de una buena piña potenciada con la tremenda inercia que le dio su tironeada.

Pedro cayo seco en el piso, y apenas toco tierra se empezó a revolcar huyendo del otro gaucho.

_¿Qué haces salvaje hijo de puta?_ Le grito el aterrado negociante.

_ ¿No te convenció una piña?_ Pregunto Salazar al desparramado oferente. ­_Entonces voy a aumentar el trueque, ¡te doy una paliza por ese mapa de mierda!_ Retruco el imponente demandante.

El temeroso Pedro empezó a rebuscar entre su cinto. Pedro previene no por prevenido ni astuto, sino por miedoso, ¡cobarde! Algo que ya se empezaba a salir de su cuerpo, como si se evaporara. A lo que se le cayó el objeto tan brillante y desafilado que buscaba. Su posible socio vio tal objeto y metiendo patadas empezó a buscar el arma, el atardecer ya había concluido y la noche empezó a dificultarles la búsqueda, cuando el anhelado socio le agarro las piernas al demandante y logro tirarlo a tierra, entre los dos socios se empezaron a meter piñas y revolcarse en el piso hasta que Pedro sintió rozar algo, empezó a tirar manotazos con una mano a la tierra, buscando, mientras con la otra seguía luchando con el socio, y sus ojos solos se enfocaron en las estrellas tan brillantes, esas luces que parecen tan pequeñas normalmente, pero este día es distinto, estaban más grandes y fuertes de lo normal, cuando sintió el mango entre la tierra y toda su distracción se apagó cuando logro agarrar el preciado objeto por el que tanto se pelearon: ¡El fajón!. Tras armarse, se levantó de un salto y le piso el pecho a Salazar, quien ya se estaba intentando levantar. Solo podía enfocarse en su socio.

_Tenías que pagarme nomas, pero ahora te voy a desangrar por creerte el vivo_ Le dijo Pedro desde su altura.

Empezó a bajar con cuidado, sin perder fuerza con su pie en el pecho de Salazar. Mantenía los manotazos a distancia, hasta que algo lo encandilo, una luz, una de las estrellas que tanto había mirado, la luz lo atraía e intrigaba muchísimo. Acerco el fajón a la luz y al tocar esta, desapareció la atractiva estrella.

Salazar se sentía ridiculizado, pero sabía que el camino con menos riesgo era intentar robar el mapa. Pero ya todo se le desbalanceo en su contra, su socio estaba no solo aplastando su pecho, sino que casi como burla le prestaba más atención a una de las tantas estrellas que caían, que a su pelea. La cual una de las tantas desapareció al tacto del fajón y la segunda se asomaba por el hombro de Pedro. Pedro sin la luz se pudo reenfocar en su odioso negociante y empezó a tirarle cuchillazos uno, tras otro, tras otro, cada tantos cuchillazos recalculaba en ángulo, cuando en un movimiento reacomodo su fajón y tiro otro fajonazo la luz se tragó un codazo para ser absorbida por Pedro, el cual se apagó cayendo como un muñeco sobre Salazar, el cual tiro a un costado a Pedro, se levantó y tomo más distancia. Este escucha una puerta abrirse, este salta y voltea rápido, ve a su mujer dentro de su casa, temerosa esperando la transacción.

_Perdón, pero este era la única forma de que me diera lo que necesitamos, se puso tan terco que nos empezamos a dar como si fuéramos animales, ¿viste?_ Dijo Salazar intentando tranquilizar a su señora e intentar engañarse a sí mismo.

Estuvo un rato observando el cuerpo contrastado con las estrellas en shock o hipnotizado por las luces quizás. Entonces volvió en si cuando escucho a su mujer avanzar, él no podía pareces temeroso, se acercó al cuerpo inmóvil de Pedro solo para agarrar el fajón, este lo sintió raro, casi como si algo latiera dentro de él, lo levanto y vio como todas las luces le daban espacio y casi como si estuvieran vivas mantenían su distancia al fajón, Salazar empezó a juguetear con el cuchillo y las luces cuando de repente escucho algo desplomarse, volteo y vio a su amada tirada en el piso a unos metros.

_ ¡Levántate!, ¿Qué te hiciste, mi vida?_ grito Salazar tironeando a su mujer. La cual debió empezar a empujar hacia adentro de la casa al no escuchar respuesta. _Dale amor, me tienes que ayudar a sacarnos al fiambre este…_

Espero una respuesta que no iba a llegar, por lo que el demandante se levantó de encima de su mujer y se fue a buscar a su tan preciada compra. Afuera fue a buscar el mapa, lo ajusto al cinto e intento levantar a su socio, el cual ya no se sentía como el liviano muñeco de trapo, se le hacía imposible levantar a su compañero. Salazar trago saliva, no perdió el tiempo y acepto la dura decisión que debía tomar, saco el fajón, le arremango la ropa y acerco el filo al codo, la parte por la que se decidió a empezar a trocearlo. Apenas hundió un poco el cuchillo vio como todo el codo se cortó, no, no solamente eso, el corte avanzaba por algo parecido al brazo. Salazar alejo la vista un poco para apreciar la vista y vio como eso ya no era su compadre, sino unas tiras de cuero, estas eran livianas, aunque por desgracia en algunas partes se seguía notando de quien pertenecían esas tiras. Salazar salió a buscar su caballo, lo acerco y empezó a subir las cintas de Pedro al animal, atando algunas a la silla. El hombre subió a su caballo y acomodo algunas tiras en su regazo y empezó lento a avanzar, y con cada paso sentía más confianza y empezó a avanzar más rápido y más lejos y lejos, como si no fuera a ningún lugar, sino solamente a escapar. Hasta que sintió un mayor peso y leves movimientos en sus piernas, bajo la mira y vio medio torso del ex socio con tiras en lugar de extremidades, a lo que Salazar se sobresaltó y lo tiro a un costado. No lo medito mucho y bajo a intentar ocultar el cuerpo, el lugar ya le parecía bueno, estaba lejos de todo, con taparlo entre los yuyos le basto. Ahora si subió al caballo y empezó a meditar a paso lento, a pesar de todo lo que le paso se sentía libre o al contrario, preso con un solo camino. Sentía que la policía lo podía perseguir, que tenía el cadáver escondido de su esposa y todos los indígenas lo esperaban para el trueque, aunque cualquiera hubiera temido de que lo mataran para quedarse con el mapa, Salazar se sentía seguro, tenía una inmensa adrenalina encima, además de que era su único camina y que no se sentía tan solo, se sentía acompañado por su fajón latente. Empezó el trote hacia el sur donde estos animales erectos le iban a poder cumplir emprendimiento. Empezaba a amanecer, la temprana hora del trueque. Vio a lo lejos a los animales que iba a tener de obreros. Bajo del caballo y empezó a caminar calmo hacia la tribu.

12 Janvier 2024 21:11 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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