Pero esa desvelada le estaba pasando factura, tenĂa mucho sueño y de paso tenĂa la cámara encendida, si la apagaba era inasistencia.
YoonGi se estaba dejando vencer por el sueño hasta que sintiĂł un aroma intenso que conocĂa a la perfecciĂłn.
— Vainilla —murmuró el pelinegro, tratando de olfatear con disimulo.
El aroma se estaba haciendo más intenso y eso significaba una sola cosa.
— ¡Oh no! —alarmado se acomodó en su asiento y chequeo el calendario en su laptop—. No puede ser... No puede ser.... —se desesperó.
— Yoonie~ —el ronroneo proveniente de la puerta que daba a su dormitorio lo alarmó más—. ¿Estás ocupado? —el omega rubio trató de sonar lo más tierno e inocente posible.
Jimin habĂa olvidado su celo por completo y esto fue gracias a todas las tareas que tenĂa y de paso las tareas de su novio, por eso ahora se encontraba viendo a su alfa con ojos de cachorro mientras por dentro un dolor intenso yacĂa en su abdomen bajo. Él se habĂa peleado con su lobo, no querĂa interrumpir a YoonGi en su clase pero el dolor y su lobo pudieron más que su lado humano, ahora sĂłlo esperaba que el pelinegro no se molestara.
— ¡Demonios! Ahora no bebé, estoy en clases —advirtió de una manera discreta.
— Pero amor.... Te necesito —puchereo Jimin.
YoonGi dirigiĂł su vista hasta la laptop y vio que aĂşn su maestra siguiera con la diapositiva para luego restregar su cara con frustraciĂłn y apagar la cámara. Bien, no lo culpen, el aroma de su omega lo estaba matando y necesitaba actuar rápido o tendrĂa una maestra gruñona y un omega angustiado por su toque.
— Bebé estoy en clases, dame unos 15 a 20 minutos y te ayudo, ¿por favor? —suplicó—. Dile a mochi que luego estaré con ustedes y te recompensare la ayuda de anoche.
El pelinegro mirĂł suplicante a Jimin, esperaba que su lado racional actuará y lo ayudara un poco pero un destello azul en los ojos de Jimin supo que su sĂşplica fue en vano. Se disponĂa a usar su voz de mando pero un carraspeo seguido de un "Señor Min la cámara" provocĂł que el alfa encendiera la cámara y prestará atenciĂłn a la clase aunque se encontraba un poco inquieto.
Por el rabillo del ojo observó que Jimin ya no se encontraba ahà por lo cual suspiró aliviado creyendo que su omega habia regresado a la cama a tratar de calmarse mientras él terminaba la clase.
Se acomodĂł mejor en la silla y contando los minutos se dispuso a prestar atenciĂłn hasta que sintiĂł unas manos recorrer sus piernas sobresaltandolo al instante y apartándose un poco para ver que habĂa sucedido.
Pero mayor fue su sorpresa al ver a su hermoso novio arrodillado tan sumiso y necesitado debajo de la mesa.
— Por favor... No haré ruido —suplicó el omega.
Pero YoonGi sabĂa que el que hablaba era Mochi el lobo de Jimin puesto que vio los ojos del menor con la tonalidad caracterĂstica de su lado animal, azul.
— Tu aroma —mencionó el alfa hipnotizado por las feromonas que estaba desprendiendo Jimin—. Asà no me podré controlar mi amor
— Alfa tu solo presta atención a tu clase, yo haré el resto
Rendido YoonGi se acercĂł de nuevo a la mesa con su silla y se dispuso a prestar atenciĂłn o eso era el plan, pero no podĂa cuando tenĂa a su omega debajo de la mesa acariciando tan malditamente despacio cerca de su entrepierna encima de su pantalĂłn de pijama.
Jimin estaba jugando sucio con su alfa y este se vengaria después de clases, asà que solo se mantuvo serio con los puños apretados y siguió viendo la pantalla mientras aspiraba de a poco y de manera disimulada el aroma del rubio.
El menor estaba debajo de la mesa arrodillado pasando sus manos de una manera lenta y tortuosa que se detenĂa cuando llegaba a la entrepierna del mayor, harto del juego previo que Jimin tenĂa YoonGi soltĂł un gruñido que tomĂł por sorpresa al menor pero no lo detuvo en su siguiente acciĂłn.
ColocĂł sus manos cerca del dobladillo del pantalĂłn de pijama que tenĂa YoonGi y al no ver reacciĂłn de este, acariciĂł con delicadeza la piel de la cintura del mayor logrando asĂ que este se levantará un poco para que Jimin logre bajarle la prenda.
Pero grande fue su sorpresa cuando sintiĂł que Jimin no sĂłlo bajaba su pantalĂłn sino tambiĂ©n su bĂłxer provocando que estuviera más ansioso e intranquilo de lo que ya estaba, pues las caricias del menor junto con su aroma habĂan hecho efecto en su entrepierna, pero no sintiĂł nada y eso lo desespero provocando que se moviera más al filo de la silla para tener algĂşn contacto con el rubio.
Jimin al ver el acto del pelinegro sonrió orgulloso y no sólo por la erección que se levantaba imponente frente a sus ojos sino también por la acción de YoonGi, asà que sin esperar más rodeó la dura y gruesa erección con una de sus manos para comenzar un movimiento lento de arriba y abajo para luego repartir unos cuantos besos en la pelvis del mayor sin dejar de realizar su primera acción.
— Hazlo más rápido —pidió el pelinegro mientras se impulsaba hacia delante para tener más contacto.
— ssshhh —lo calló el menor—. Se supone que estas en clases Yoonie
— ¿Ahora si te importa que estoy en clases pequeño travieso? —preguntó burlón.
Y aunque Jimin no podĂa verlo, lo intuyĂł, lo conocĂa perfectamente como para saber que hasta el sueño se le habĂa quitado a su preciado alfa y para no perder más tiempo al ver tan necesitado a su alfa como Ă©l lo estaba, acercĂł su boca hacia la erecciĂłn del mayor y comenzĂł a succionar mientras jugaba con su lengua en el interior y no dejaba de bombear la base del falo con su mano.
YoonGi comenzĂł a hiperventilar y a jadear por culpa de la lengua del omega que se movĂa impetuosamente sobre su glande, provocando que se tensara completamente. Debajo de la mesa Jimin soltaba el miembro del mayor con un leve sonido obsceno mientras sonreĂa ladino por como estaba reaccionando su alfa. Continuando con su cometido repartiĂł besos por todo el falo sin dejar de mover su mano masturbandolo.
Una presiĂłn en su abdomen bajo lo hizo quejarse un poco y detener su tortura hacĂa el mayor, YoonGi dejĂł de sentir las pequeñas manos de su omega y se desesperĂł, acto que lo provocĂł a tirar la silla hacia atrás mientras se arrimaba a la mesa con sus brazos para darle más acceso a Jimin y pueda cumplir todo lo que su cabecita perversa e influenciada por el celo deseaba.
Jimin por su parte se encontraba quitándose su pantalón de pijama junto con su boxer soltando leves gemidos por el roce de la ropa sobre su miembro, pero este acto tan inocente provocó que YoonGi gruñera por el aroma que el lubricante natural expulsaba, el omega estaba lubricando muy bien y esto llegó al olfato desarrollado de su alfa haciendo que se desespere más.
— Jimin~ —gruño el alfa como advertencia.
Con una sonrisita Jimin gateo hasta el sitio que estaba anteriormente para rodear el miembro rojizo de YoonGi y continuar con su cometido pero esta vez haciendo la misma acciĂłn con su miembro.
El omega sentĂa la desesperaciĂłn de su alfa por liberarse cada que aumentaba el ritmo, pero no sĂ© lo permitĂa y esto frustraba al alfa.
— So..solo deja...déjame terminar bebé —logro articular en un murmullo YoonGi mientras pegaba su frente en la mesa.
— No quiero que lo hagas en mi mano, lo quiero dentro —pidio el omega sin dejar de cariciar todo el miembro del alfa.
— Minnie...ahora no puedo —murmuro evitando que la maestra lo viera mover sus labios.
— Yo si sé cómo —y lo que YoonGi no vio, fue la sonrisa emocionada de Jimin ante la idea que se le cruzó—. Solo baja un poco más...alfa~
YoonGi se lamento, su omega sabĂa bien cuánto lo ponĂa escuchar que lo llame alfa de una manera provocativa — Estoy en clases bebĂ© y tengo la cámara encendida y.....
— Ya sé —Jimin no lo dejó continuar—. Arrodillate más y apoya tus brazos en la silla para que te impulses y te vean
YoonGi frunciĂł su entrecejo analizando la postura que le dictĂł su precioso omega y cuando logrĂł comprender lo que le pedĂa, lo ejecutĂł.
— Listo, ahora que vas ha...
YoonGi se quedĂł callado repentinamente cuando sintiĂł algo hĂşmedo y estrecho, pero cuando sintiĂł que esa estrechez se iba extendiendo por todo su miembro supuso que Jimin se estaba autopenetrando y lo Ăşnico que le quedĂł al pelinegro fue morderse el labio para no gemir por culpa de las sensaciones que lo estaban llevando a la locura. Su omega lo estaba matando no literal sino figurativamente.
Jimin ahogĂł un gemido con su mano y siguiĂł empalandose con el miembro erecto de su alfa, no podĂan culparlo, el dolor en su abdomen era muy fuerte y necesitaba a su alfa, pero estaba en clases y tĂ©cnicamente aĂşn seguĂa en clases, nadie veĂa lo que en realidad pasaba, siempre y cuando a YoonGi no se le escapara un gruñido o un gemido.
Cuando tuvo por completo el miembro de su alfa dentro, el omega comenzó a moverse despacio pero dicho movimiento no duró mucho cuando sintió a su alfa empujar duro hacia delante tocando su punto p volviéndolo loco y deseando más aquel caricia interna.
Jimin siguió con su movimiento más rápido, siendo un mar de sudor y gemidos bajos que si fueron audibles para el alfa, el omega era un desastre y él no se quedaba atrás, con suerte aún su labio no sangraba, pero no dudaba que en cualquier rato iba a suceder.
— Al...alfa...se siente ri...rico —gimió Jimin cerrando sus ojos por el placer intenso que estaba sintiendo—. Es...toy...estoy cerca...ah~
Y ese gemido fue todo para que YoonGi tirará todo sentido de racionalidad a la basura y con un destello amarillo en sus ojos cerrara su laptop con fuerza para luego tomar con ambas manos las caderas de su omega y asà poder tomar el control de las embestidas.
Una nalgada y unas cuentas embestidas rápidas, sumándole a esto los gemidos de ambos, fueron todo lo que necesitaron para que el nudo se formará y con ello ambos se corrieran.
YoonGi apoyĂł un brazo en la mesa para reposar su frente en esta, tratĂł de calmar su respiraciĂłn errática mientras esperaba que el nudo se desinflamara. Por otro lado Jimin habĂa caĂdo rendido y su pecho ahora estaba en el piso mientras que sus brazos le servian de apoyo para no apoyar su cabeza en el piso.
— Eres...un omega muy travieso —le dio una nalgada—. Hiciste que me salga de la clase
— Ah~....No veo que te arrepientas amor
— Oh bebé, no me arrepiento, pero no sabes lo que te espera ahora —le advirtió con una sonrisa malvada que mostraba sus colmillos.
Porque sĂ, desde que YoonGi cerrĂł su laptop este habĂa sido influenciado por su alfa y luego de recuperar el aliento que le fue arrebatado en ese fuerte orgasmo no ocultĂł sus colmillos porque sabĂa lo mucho que le gustaban a Jimin y porque los iba a usar en el desquite.
Jimin no sabĂa lo que le esperaba pero lo que si sabĂa es que lo iba a disfrutar y no iba a caminar muy bien durante dĂas.
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