mymemoriesdie_ 𝖘𝖆𝖒 𝖜𝖔𝖔𝖋𝖊𝖗

Donde Taehyung esta absolutamente seguro con que su amado bebé Jungkook no es mas que un exagerado y llorón!  Y se le ocurre la mejor manera de demostrarlo. Aunque quiza las cosas no terminan como las espera… Escrita: 12-4-2016 Finalizada: 16-4-2016 Editada: En proceso. Está no es una historia DaddyKink convencional,TAEKOOK /KOOKV  Versátil,Taehyung moreno. TwoShot!  NO PERMITO COPIAS, ADAPTACIONES, DERIVADOS, PDFS DE NINGUNA DE MIS OBRAS. EVITE DER REPORTADO. OBRA REGISTRADA BAJO LA POLÍTICA PRIVADA DE SAFE CREATIVE.


Fanfiction Groupes/Chanteurs Interdit aux moins de 18 ans.

#taekook #kookv #vkook #jungkook #tae #taehyung #kim #jeon
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Parte I

Aburrido. Así es como Jungkook se sentía ese lunes.


Había despertado mucho antes que su despertador sonara, había tenido tiempo de sobra para arreglarse, desayunar y caminar perezosamente a su auto para ir a su trabajo.


Jungkook amaba su trabajo como recepcionista, era tranquilo. Solo responder una que otra llamada, dar indicaciones a pobres tontos perdidos en el gigante lugar donde trabajaba y alguna otra trivialidad... Más ahora mismo lo estaba odiando.


Pasado el mediodía y ni una alma había cruzado por sus lares, a excepción de los trabajadores mismos del edificio, y estaba a punto de caer dormido sobra la muy amplia y moderna superficie que tenía por escritorio.


¿Quién dijo que alguien no puede cansarse de no hacer nada?


Ahora mismo podría estar en su casa, lavando las pilas de platos sucios de la cena, mismos que creció esta mañana como por arte de magia. Ojalá así mismo se multiplicaran sus ganas de vivir.


Dándose por vencido y pasándose por sus lindos y rosados huevos la política de los empleados se recostó. No iba a luchar más, no podía más con su existen...


—No holgazanees en el trabajo bebé, no querrás que te lleve a mi oficina y te castigue...— escucho un susurro tras él.


A la china. A la china fue a parar todo color existente en su rostro del tremendo susto.


Había saltado de la manera más humillante que pudo hacerlo y algo había impactado contra la parte posterior de su cráneo. Solo esperaba que su cabello estuviera aún en orden, sino alguien iba a morir esa tarde.


Volteo y se encontró con el escultural rostro de su amado jefe. Amado y SUYO, con mayúsculas por supuesto.


—Tú me estás exigiendo un castigo definitivamente...— hablo una vez más, mientras le rodeaba los hombros con un brazo y lo atraía más cerca —Primero durmiendo en el trabajo y ahora golpeando a tu Daddy— dijo eso último en un susurro.


Jungkook rápidamente se alejó con las mejillas sonrojadas y viendo hacia todos lados en busca de posibles testigos de lo que allí ocurrió. Por suerte no había nadie.


—Te he dicho que te comportes en el trabajo Taehyung. No quiero habladurías sobre mí— espeto de mal humor.


—Deja lo mojigato conmigo bebé...


Kookie soltó un suspiro y se encogió en su silla, al poco tiempo Taehyung había vuelto a rodearlo con sus brazos.


—Mejor dime... ¿Lo estás usando?


Esa pregunta llego a su oído acompañada de un sensual beso justo en el lugar correcto para hacerlo apretar las piernas.


—No sé... De qué hablas...


Perfecto, ahora hablaba como retrasado.


Sintió como la mano del otro bajaba hasta el cierre de sus pantalones. A tiempo lo detuvo, entendiendo sus intenciones e intentó alejarse, pero ¡oh sorpresa! Do Jungkook es un maldito debilucho comparado con su bien marcado y alto esposo.


—Taehyung no... No hagas es...


Fueron inútiles sus palabras para alejarlo, este continuó hasta haber abierto sus pantalones en medio de sus lloriqueos. Pero vaya que se alejó tan pronto como sus bóxers aparecieron en su campo de visión.


— ¡Te dije que...!


— ¡Basta! No. Te dije que no usare eso en la oficina. — dijo firmemente girándose en su silla viendo a su esposo con el ceño fruncido directo a los ojos.


— ¿Por qué nunca me obedeces?


—No eres mi jodido padre, cabron— le escupió mientras regresaba a su lugar, murmurando maldiciones en voz baja.


Murmullos que se detuvieron en el momento que sintió un jalón en el cabello que lo hizo irse hacia atrás patéticamente, aterrizando sobre un hombro firme y musculoso.


— ¿Cómo te atreves a hablarle así a tu daddy, baby boy?


Okay. Tal vez se pasó un poco y si merecía la corrección justo ahora.


—Papi va a ser amable y hará como que no dijiste nada. Pero quiero que respondas, ¿Por qué no estás usando la lencería que escogí para ti?— Su voz era más dura y ronca contra su oído.


—Es que... ¡Es incómoda! Me deja marcas y duele— dijo bajito y con los ojos con algo de lágrimas.


—Creo que estás exagerando bebé...


Rápidamente se levantó, se puso de pie frente al hombre llegándole miserablemente apenas a la barbilla.


— ¡No! ¡Lo que sucede es que tú no lo entiendes! Quisiera verte usar esa mierda para que sepas que se siente— dijo mientras apuntaba.


Taehyung permaneció en silencio observando el semblante de su bebé.


Jungkook era una pequeña bolita emocional. Saltaba de emoción en emoción casi cada momento.


Desde que se conocieron hace cinco años Taehyung tiene muy presente que Kookie no es alguien que maneje bien la sumisión. Jungkook puede ser sumiso en la cama, pero definitivamente no lo es tanto fuera de ella.


Taehyung no es un mandilón ¡Por supuesto que no! Él es el macho aquí y se hace respetar de todos y cada uno de sus empleados. Bueno, no todos si contamos a su adorable bolita de amor que le está apuntando ahora mismo como tanto odia que lo haga, pero Taehyung no dirá nada al respecto, ¡no porque sea un mandilón!, sino porque no quiere cambiar de tema.


—Yo quisiera verte a ti intentando llevar una empresa, una familia y un hogar con una persona que por mucho no te comprende.


Aunque quizá igual lo hizo.


Y se equivocó.


Se equivocó horrible...


Pequeñas lágrimas empezaron a caer por las mejillas de su bebé, amenazando con causar una inundación, pues caían y caían sin parar.


Taehyung se llevó una mano a la frente y se restregó todo el rostro frustrado ¿Es que se puede ser más Imbécil?


—Te vas a la mierda Kim Taehyung— Jungkook logró decirlo correctamente mientras las lágrimas caían y tomaba su bolso del piso, poniéndose en marcha fuera del edificio.


Mientras tras él, Taehyung sabía que no debía seguirlo.


✾✾✾


—Papi Kookie va a preparar algo delicioso para ti pequeño Nini.


Jungkook cargaba a su hijo en brazos mientras caminaba por la vereda camino a casa.


Kookie había ido a casa luego de su pelea con Taehyung, pero la casa era demasiado silenciosa y solitaria para esos precisos momentos. Así que no se le ocurrió mejor idea que ir y raptar a su pequeño de la guardería, obviamente pidiendo a la encargada no mencionar a su esposo que él ya había recogido a Ggukie.


Esa por mucho no era una venganza, era solo un pequeño detalle que sería mágicamente olvidado a un precio justo.


Caminar lo había ayudado a despejarse.


Llegando a casa dejo a su lindo niño de tres años y medio sobre la alfombra y este corrió hacia sus juguetes, mientras Jungkook fue hacia la cocina, en busca de su pila de trastes.


Cada uno con su diversión.


Termino maldiciendo su propia idiotez al haber olvidado los guantes, sus manos estaban arrugadas y olían fuerte a desinfectante, pero era el precio a pagar por su placer.


Preparo un refrigerio para Ggukie y ambos se sentaron en el sofá más grande viendo la tele.


Pasadas las cuatro un portazo los hizo saltar y apartar la vista de los enanitos azules de la película.


— ¡Papá!


Jungkook no se perdió de la cara de cachorro rabioso, cachorro porque definitivamente ningún perro adulto que se respete puede ser tan adorable hasta estando enojado, con la que su esposo le vio antes de recibir a su mini él entre sus brazos con la mejor de sus sonrisas.


Pero Jungkook era más perra y aun sabiendo que su moreno esposo ni siquiera estaría hablando en serio en primer lugar, se levantó del sofá meneando sus bien formadas -gracias a su pequeño Tae- caderas de lado a lado lo más posible camino a la cocina.


Porque podía estar enojado, pero estaba más hambriento.


✾✾✾


—Kookie...


Clavado en la tabla de picar quedo el cuchillo que usaba para cortar verduras, cuando su querido esposo apareció arruinando su paz interior imaginando pequeños Taehyungs ser rebanados por su cuchillo favorito.


— ¿Qué?— Respondió seco sin voltear.


—Kookie yo... Sabes que yo...— Taehyung soltó un bufido acercándose aún más a su espalda — ¿Sabes qué debiste llamarme para decirme que pasarías por él no?


Un trueno.


Como si su enojo y la naturaleza estuviesen conectados, el sonido había hecho la tierra sacudirse, provocando el llanto de su hijo que permanecía aun viendo la tele.


Taehyung había cambiado abruptamente su tono pacífico a uno de enojo. Y no, Jungkook no iba a permitir que le hablaran así.


Se volteó con su cara más neutra encarando a su esposo y le lanzó una mirada mortal antes de ir por su pequeño y cargarlo.


Taehyung mientras se quedó ahí en la cocina, sintiendo su cabello humedecerse a causa del sudor que los nervios le estaban causando.


Obvio sabía que era su culpa, obvio que quería remediarlo ¿Pero quién podía culparlo cuando no sabía controlar su propia idiotez?


Estaba enojado también. Había estado dando vueltas por todo el preescolar por más de una hora preocupado por la nula información que se le daba, Dios, que si no hubiese sido porque una pequeña se acercó a su muy angustiado ser y le dijo que Ggukie había sido llevado a casa por su "papi" estaría en la delegación de policía poniendo una denuncia.


Incluso se había sentido tentado a tirar por la ventana del auto la pequeña y nada discreta bolsa de sus más nuevas adquisiciones, que habían venido a él en forma de solución para esta absurda situación, que le ayudarían no sólo a demostrar que Jungkook era un exagerado, sino que también serviría según él como un manera de hacer a Kookie canalizar su enojo en diversión, según él.


Había ido a la tienda de lencería que había nombrado su favorita desde la primera vez que pisó el establecimiento acompañado de un Jungkook sonrojado hasta las orejas. Fue en ella recibido por su querida EunSeol, que se convirtió en amiga de la pareja luego de su segunda visita. La chica le había ayudado a encontrar justo lo que necesitaba, aunque no está de menos decir que la chica disfruto cada minuto entre risas y comentarios lascivo/burlescos (Si eso siquiera existe).


Taehyung iba a demostrarle a su bebé que era un maldito exagerado e incomprensivo. ¡Él no le pedía que usara un maldito calzón de hierro, vamos! Era simple lencería, linda y nada peligrosa.


Él podía sobrevivir una semana entera si era su amado Kookie quien se lo pedía. Porque eso era amor.


Volviendo a su papel de mujer indignada camino fuera de casa hacia el auto, no perdiéndose de la mirada de Jungkook cuando lo vio cruzar la puerta.


Él piensa que me voy.


Iluso.


Desbloqueó y abrió la puerta del piloto, tomó la bolsa rosa con tribales en negro y dorado y dando un portazo, regreso adentro.


Pero Jungkook ya no estaba en la sala.


Con el ceño fruncido subió las escaleras hacia la habitación que compartían, de camino escuchó como Jungkook hablaba con su hijo, convenciéndole de que la lluvia no era sinónimo de miedo.


Se sintió enternecido, amaba esta faceta de su Jungkook, siendo una mami perfecta para su pequeño retoño de amor. Porque Ggukie fue hecho con amor. Mucho amor y un Jungkook amordazado a la cama soltando grito tras grito, algo como "¡Taehyung el condon!", pero vamos, estaba amordazado y Taehyung pudo haber escuchado mal.


Volviendo de su nube de pensamiento entro en la habitación y dejó cada prenda que escogió sobre la cama, acomodadas artísticamente, para luego lanzarse a un lado de esta, de lado y con una mano sosteniendo su rostro viendo hacia la puerta.


Su brazo se entumeció en lo que esperaba a Jungkook, por lo que su plan de un recibimiento sexy se transformara en una burla total, porque terminó con el rostro aplastado contra alguna de las prendas cuando su brazo cedió al fin.


— ¡Kim Taehyung eres un maldito enfermo!


El grito de Jungkook fue opacado por el sonido de la lluvia que azotaba con fuerza esa noche.


Tenía una expresión entre asco y sorpresa mientras caminaba hacia la cama observado las prendas, que a pesar de tener muchas parecidas, sabía que no eran suyas.


— ¡¿Qué haces olfateando ropa interior de extraños Imbecil?! ¡Kim Taehyung más te vale tener una buena explicación o satán tendrá un nuevo amigo con quien pasar la noche en el patio! Y te aseguro que él no compartirá su casa.


Taehyung se asustó y quedo prestigiado unos segundos. Conocía a su esposo y sabía que hablaba muy en serio sobre dormir con el perro.


¡Reacciona Taehyung!


—Escoge uno. — dijo mientras se alzaba sobre sus pies.


—Tu puta madre usara esas mierdas Tae. — le respondió con los ojos bien abiertos apretando los puños.


Okay las cosas no estaban yendo bien, cuando Satán y la señora Kim eran mencionados en la misma pelea más le valía huir...


¡Pero no! ¡Taehyung es un macho!


—Calla tu sucia boquita bebé...— oh era un genio —No pruebes mi paciencia y hazme caso. — Supo utilizar el tono correcto. Autoritario, pero dulce.


La expresión de Jungkook cambió drásticamente. Nadie podría creerle en un millón de años el poder que podía tener sobre ese demonio de satán.


Jungkook bajo la mirada e inconscientemente se irguió, juntando sus pies sobre la alfombra y sus manos al frente, igual juntas, sobre su abdomen.


—Te he pedido que hagas algo...— dejo la reprensión en el aire y vio a Kookie moverse despacio pero con decisión más cerca de la cama.


Observo un minuto y con el ceño fruncido señaló una prenda.


— ¿Quieres que me lo ponga ahora?


En el tono de Jungkook pudo denotar cansancio, pero no reproche. Iba a obedecer si se lo pedía.


Pero el plan no era ese por supuesto…





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𝑲𝒉𝒂𝒐𝒔 👑 𝑲𝒉𝒂𝒐𝒔 👑
No digo que amo. Pero si me gusta la versatilidad
November 05, 2022, 02:38
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