Viernes 13, 2:58 am
Han Jisung terminaba de dibujar los símbolos de su ritual en el piso de su habitación, emanaba una seriedad que lo hacía irreconocible. Desde hace días se preguntaba qué hubiera pasado si no hubiera visto aquel anime que su amigo le recomendó, tal vez hubiera seguido con su vida como hasta ahora o tal vez… algún vídeo en Youtube le hubiera dado la idea.
Pero pensar en qué hubiera pasado no le servía de nada, justo ahora lo único que le importaba a Jisung era poder hacer el conjuro correctamente y que así no muriera antes de poder vengarse.
Se sentó en medio del círculo de tiza y cerró los ojos esperando a que llegarán las tres de la mañana, estaba listo, se preparó mentalmente durante horas y si algo salía mal tenía un frasco de sal y agua bendita debajo de su cama que lo protegería durante las siguientes doce horas.
3:00 am
Jisung respiro profundamente y comenzó lo que sería la condena para él y su verdugo.
—Oh, señor dios del mal, tú que desde las profundidades del infierno me observas —aún con los ojos cerrados soltó un suspiro que le hizo estremecerse —te entrego mi alma a cambio de que uno de tus sirvientes me ayude con la misión de vengar mi honor —tomó la daga que escondió en la cintura de su pantalón y la acercó a su mano derecha —Con mi sangre selló nuestro trato —y entonces Han Jisung penetro su piel con la daga y dejó que su sangre goteara sobre la copa y dejó que se mezclara con la sangre del pequeño hermano de su amigo —Ahora mi alma te pertenece.
Jisung sujeto la copa entre sus manos y con algo de duda la acercó a sus labios y bebió el líquido color carmesí sintiendo de inmediato el horrible sabor metálico.
Cuando dejó la copa en su lugar abrió los ojos y se dió cuenta que nada pasaba. Miro a los alrededores de su habitación y no había nada fuera de lo común. Suspiro pesadamente y se levantó cuestionando sus actos.
—Demonios ¿Hice algo mal? Tal vez compré las velas equivocadas o dije algo que no debia —Jisung se jaló los cabellos completamente frustrado —Sabía que seguir un tutorial de YouTube no era buena idea, debo conseguir un libro, sería mejor.
El peli castaño resignado decidió salir del círculo, no sin antes agarrar la botella de agua bendita debajo de su cama y al momento de levantarse y dar un paso hacia adelante la copa se volcó dejando que la única gota que quedaba dentro cayera sobre la línea de tiza. Jisung la vio y al momento de tomar la copa las marcas de tiza se empezaron a volver rojas, el muchacho se quedó quieto viendo como luces rojas iluminaban su habitación.
Se volvió a sentar y nuevamente cerró los ojos a la espera de que algún ser ancestral tocará su hombro, sin embargo, no pasó. Por lo que abrió uno de sus ojos dándose cuenta que su habitación estaba completamente oscura, las velas se habían apagado. Volvió a suspirar y se levantó saliendo del círculo.
—Esto es ridículo —dijo molesto —voy por agua, esas estúpidas líneas no se van a limpiar solas.
En el momento en que Jisung sujeto la perilla de la puerta, nuevamente las luces rojas iluminaron su habitación. El peli castaño dió la vuelta y vio como la estrella en su piso brillaba cada vez más, hasta que en cierto punto la luz le pareció insoportable.
Tan solo cerró los ojos por unos momentos. Sentado en el piso tras unos segundos de ceguera miró hacia el frente y en plena oscuridad pudo ver la figura masculina de alguien o… algo. Este ser se acercó hacia él.
Jisung con el corazón latiendo demasiado rápido se levantó como pudo y encendió la luz, de inmediato aquel ser que se acercaba a él desapareció, suspiró aliviado y entonces.
—Para ser alguien tan lindo es muy grosero —el cuerpo de Jisung se estremeció y lentamente empezó a girar sobre sus tobillos, soltando el grito de su vida al ver al ser que lo miraba fijamente.
3:09 am
Jisung estaba sentado mientras observaba al atractivo ser frente suyo, vestido con un traje completamente blanco. El esperaba que el demonio que le ayudaría sería alguien viejo y para nada atractivo pero tal parece que se equivocó y el anime en si tenía razón, los Shinigami pueden llegar a ser atractivos si lo pides o simplemente su alma vale más de lo que pensó.
—Tienes nombre o… ¿Tengo que ponerte uno?
—Como guste.
—Te llamaré Sebastian, como el anime
—Me llamo Min-ho —le dijo el demonio y Jisung rio.
—Sebastian no es un nombre tan malo pero… Min-ho tampoco, así que… supongo que está bien.
Sin saber que hacer para romper el hielo, Jisung se acercó gateando a Min-ho y se sentó frente a él y sonrió tratando de conmover a su demonio que solo tenía una cara sin expresión.
—Debería dormir, es tarde —le dijo el demonio.
—Eres muy atractivo para ser un demonio —dijo Jisung tratando de persuadir a Min-ho ya que no quería dormir —¿Cómo te convertiste en uno? Te ordeno que me lo digas.
—Si lo supiera se lo diría. Solo sé que desperté en el camino del Inframundo y caminé durante mil años para que pudiera estar aquí.
—Eso es mucho tiempo.
—Debería dormir, amo.
Jisung se sorprendió por el ronco tono que el demonio usó para decirle eso, se había oído tan sexi que sus mejillas tomaron un color rojizo que esperaba que Min-ho no notará. Se tocó las mejillas sintiendo de inmediato un ardor en su mano y entonces recordó que se había cortado.
Miro como el demonio se levantaba y salía por la puerta, no supo que estaba haciendo hasta que regresó con su botiquín y empezó a curar la herida de su mano. Trato de demostrar que no sentía dolor pero que Min-ho se disculpara por hacerle daño le hizo entrar en cuenta que no podía lograrlo.
Su mente vagó durante mucho tiempo antes de quedarse dormido, Min-ho lo cuido por unos minutos antes de salir de la habitación y ver cómo el resto de la casa estaba desordenada. Se quitó el saco y ramango su camisa, si quería complacer a su amo para mantener su alma en buen estado debería hacer cualquier cosa por tenerlo feliz.
6:15 am
La luz tenue que entraba por su ventana le molestaba, pensó en cerrar las cortinas pero se sentía muy cansado. Invocar demonios puede ser muy agotador, así que no se lo recomendaría a nadie.
Cambió de posición para seguir durmiendo por lo que sus ojos se abrieron un poco, llegando a ver al apuesto demonio al lado de su puerta. Jisung sonrió y volvió a cerrar los ojos hasta que se dió cuenta del hombre al lado de su puerta, abrió los ojos de golpe y al tratar de levantarse se cayó de su cama.
Se levantó lentamente sujetándose de los bordes de su colchón, vio nuevamente a su demonio parado al lado de su puerta y suspiró, había olvidado ese detalle. Camino hasta la puerta parándose al lado del demonio y le dijo:
—Toca la puerta antes de entrar —le golpeó el hombro en pequeños toques.
—Si, amo —le respondió y otra vez Jisung se estremeció.
—Está bien —Jisung sin pensarlo se fue corriendo al baño y se encerró en él, se acercó al lavabo y vio su rostro en el espejo. Otra vez estaba sonrojado, ese demonio tiene una voz muy sexi, tenía que completar su venganza lo antes posible o Min-ho le causaría problemas en el futuro.
7:00 am
Jisung salió de casa y tomó el autobús para ir a la universidad, ahora tendría que planear una mentira lo suficientemente creíble para explicar al chico que iba con él, quería dejarlo en su casa pero el demonio le dijo que debía acompañarlo a todos lados porque estaba en el contrato que hicieron. Jisung pensó que era algo ridículo pero no podía ir en contra de las reglas del infierno, tal vez su castigo por incumplirlas es algo doloroso y no quería pasar por ello.
Su demonio no le preocupaba, ya que según él, no sentía dolor físico pero Jisung, Jisung sentía dolor incluso hasta cuando no debía, ¿Por que quien en su sano juicio sentía dolor cuando respiraba de mala manera? Era absurdo.
—Si alguien pregunta eres un amigo que conocí por internet y que vino de intercambio, por… casualidad.
—Como diga, amo —muy bien, Jisung empezó a creer que el demonio lo hacía a propósito.
7:45 am
El peli castaño bajó del autobús con Min-ho detrás de él, se sintió incómodo cuando sintió las miradas de los demás estudiantes sobre ellos o más bien dicho, sobre Min-ho. Pareciera que nunca vieron a alguien alto y extremadamente guapo.
Se detuvo de golpe y miró a Min-ho que también lo miraba a él de manera sería, frunció sus labios y cerró los puños con fuerza, no estaba celoso, solo estaba molesto porque se sentía incómodo con tantos susurros de la gente.
—¿Pasó algo? Amo —pregunto Min-ho confundido ante el actuar de su alma.
—Nada —dijo hostil —iremos con mis amigos así que no me trates como tú "amo".
—Como desee, am-
—No lo digas. Ya no. Por favor —suplico Jisung y Min-ho, solo asintió.
Ambos chicos entraron a la universidad siendo recibidos por más miradas y susurros de los demás estudiantes. A lo lejos Jisung pudo ver a sus amigos que al igual que todos, miraban al chico detrás de él con curiosidad. Especialmente su mejor amiga.
—Hannie~ —le llamó su mejor amiga, Yeji
—Hi bro —le saludo el gemelo de su amiga, Hyunjin.
Los tres eran amigos desde la secundaria, se había hecho amigo de Yeji sin contar que ella venía en combo con su hermano y desde ese día nunca se volvieron a separar, eran como el trío de Harry Potter muy divertido con un toque de violencia por parte de Yeji. Era el costo de tener una amiga perfeccionista.
Los gemelos se acercaron a Jisung y a su demonio que se puso frente suyo a la defensiva, miro a los hermanos y éstos retrocedieron dos pasos por sentirse intimidados por Min-ho.
—Bajale a tu humor —dijo Jisung apartando a Min-ho para acercarse a sus amigos que se negaban a hacerlo.
—Hannie, ¿quién es tu acompañante? —preguntó Yeji detrás de su hermano.
—¿Y, por qué está en traje?
—Un amigo de internet, vino de intercambio por… casualidad.
—Oooh, muy bien.
Bien, muy bien.
Parecía que sus amigos estaban convencidos con su historia o eso quería creer ya que sus amigos durante el camino hacia su salón no dejaban de preguntar de dónde venía su amigo, cuántos años tenía, si tenía novia y por poco le preguntan su tipo de sangre. Jisung sabía que su demonio tenía una apariencia exótica pero no había por qué exagerar.
Además, como le diría a sus amigos que su amigo de internet venía del infierno y que tenía más de mil años y que no sabía si tenía novia ya que es un demonio que solo le contó cómo llegó hasta donde está ahora sin lujo de detalle. Y si les llegaba a contar había la posibilidad de que no le creyeran y de que lo encerraran en un manicomio por andar diciendo estupideces.
No.
Definitivamente no les diría nada.
No ahora.
Al llegar a su salón todos se sentaron en sus respectivos asientos, sin embargo, Min-ho solo se quedó parado al lado de Jisung ganándose las miradas de todos en el lugar.
—Min-ho, siéntate aquí —dijo Jisung golpeando la mesa al lado suyo, —Para que estés cómodo.
Min-ho acató la orden de su amo y se sentó donde se lo dijo mirando únicamente al frente. Hyunjin lo miraba de manera extraña por lo que Jisung le explicó con simples y falsas palabras lo que pasaba, resultaba que su amigo de internet era muy tímido por lo que lo verían haciendo cosas extrañas. Aunque su amigo no parecía convencido no hubo tiempo de pedir más explicaciones ya que su maestro entró al aula con el rostro serio.
—Buenos días alumnos, hoy veremos… —el maestro se detuvo en el momento que noto la presencia de Min-ho y con el rostro lleno de confusión revisó su lista para luego volver a poner la mirada sobre el joven —Lee Min-ho ¿Cierto? —el nombrado asintió —Chicago —dijo sorprendido —Bienvenido.
Y entonces el maestro continuó con su clase mientras que Jisung quedó completamente confundido, miraba a su demonio con ganas de preguntarle cómo es que circulaba en la lista de su maestro. Se lo preguntaría luego.
Sí, eso haría.
1:35 pm.
Jisung tuvo que esperar hasta la hora del almuerzo para que su demonio le quite las dudas sobre lo que pasó en la mañana, a pesar de que no le gusta hacerlo tuvo que sentarse en una mesa apartada para que cuando quede a solas con Min-ho le preguntara.
—¿Min-ho no come? —pregunto Yeji luego de notar que Min-ho no tenía una bandeja.
—No, él… —ahora Jisung tenía que idear una nueva mentira para explicar porqué su demonio no comía —Comió mucho en la mañana y no tiene apetito.
—Pero…¿Lo tienes que decir tú? ¿Acaso no sabe hablar? —dijo Hyunjin con un tono molesto, pareciera que no le gustaba la presencia de Min-ho.
—Ya te lo dije es-
—"Muy tímido", lo se, lo dijiste muchas veces pero- ¿Tienes que responder por él siempre? Es muy extraño.
—Ya déjalo —dijo Yeji golpeando el muslo de su hermano —Mejor vámonos, se nos hace tarde —Nos vemos luego.
Cuando los hermanos desaparecieron de la visión de Jisung, este se aseguró que el resto de los alumnos no pudieran escucharlo y es que a pesar de estar en una mesa alejada no se podía librar de las atentas miradas de los demás alumnos.
—¿Cómo lo hiciste? —preguntó a su demonio en un susurro.
—¿A qué se refiere?
—Estabas en la lista del maestro, ¿Como lo hiciste?
—No puedo revelarlo —le dijo y Jisung bufo molesto.
Merci pour la lecture!
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