A
Ag Mil


«y seremos como el Sol y la Luna, queriendo amarnos pero no poder hacerlo. Buscando el consuelo en regalos, como las estrellas y todos los astros.»


Histoire courte Tout public.

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Sueños de otoño

“...Paseé lentamente la punta de mis dedos, sintiendo la áspera textura de aquel puente de concreto en el que estaba. El frío del material viajó perfectamente entrelazado con el antiguo recuerdo de él, mandando una corriente eléctrica por toda mi espina dorsal. Por más ridículo que pareciera, aún podía sentir su cálido y familiar tacto en esa viga sucia de cemento. Algunas flores secas y marchitas adornaban el pasadizo, dándole un aire melancólico al ambiente.

Esa fría tarde otoñal, me transportó a ese momento en mi mente de cuando él me llevó a ese lugar por primera vez: su sonrisa, su voz, su manera de actuar y reír y de cómo se burlaba de mi por llevar mis pantalones del lado contrario. De alguna manera siempre lograba sacarme una sonrisa a pesar de todo. Era un chico increíble, de locas mechas negruzcas y ojos de colores distintos, todo un comediante y extrovertido, deseando sacar de su rígido esquema a la estricta Arilee (yo), llevándola a descubrir nuevas aventuras.

Ah,mi querido Demian...

Recuerdo que le gustaba mucho la música: cantaba y tocaba la guitarra también. Solía ser muy fanático de las bandas de rock y artistas de jazz antiguos, como Green Day y Queen o Louis Armstrong y Frank Sinatra, reproducía sus canciones una y otra vez en un viejo tocadiscos que había hallado en la calle a la orilla del camino. Y, con toda su emoción me las hacia oír. Y, con toda su ilusión, me invitaba a bailar junto a él en su diminuta sala de estar. Ambos decíamos que éramos jóvenes que habían nacido en épocas incorrectas, que perteneciamos a los años 90's... O a los 80's, o quizás tal vez a los años 70's, no lo sabíamos pero lo deseábamos. Ambos éramos los inmaduros niños del secundario, que anhelaban un romance pero que no eran lo suficientemente valientes como para enfrentarlo. Fuimos todo sin serlo nada. Y, a pesar de que nunca hubo una etiqueta oficial entre los dos: sabíamos que éramos parte importante del otro. Por más efímero que haya sido nuestro informal romance, aún después de cinco años sigo esperando por él. Con la madurez para enfrentarme a la vida tomada de su mano, o con la madurez como para comprender que, quizás él... Ya no me recuerde. Porque sí, quizás fui una linda etapa en su vida, pero no fui la única.

Aún lo amo como hace años atrás.

Aún lo espero como en nuestros sueños de adolescentes.

Aún deseo, por una vez más volver a ver su rostro.

Con un profundo suspiro, retiré mi mano de la barandilla, susurrando:

—Aún siguen en mi mente, nuestras últimas tardes de otoño. Aún que, sinceramente; es difícil olvidarlas.

Y, con toda mi valentía, comencé a caminar hacia el final del puente, hasta que una voz a mis espaldas me detuvo diciendo:

—¿Arilee…?”


La sala se inundó en un inmenso silencio, el rostro confuso de una chica me hacía entender que algo no iba bien, o que no sabía de qué estaba hablando llenó mi campo de visión.

—¿Que está contando?—le susurró a otra persona a su lado.

—Historias.

—¿Y por que lo hace?

—Es una señora de 86 años, con una enfermedad que la mantuvo en hospitales toda su vida, Arilee— respondió la otra persona—, siempre hace eso, la ayuda a olvidarse de su horrible realidad.

Yo, confusa, quise preguntar a qué se refería con eso.

Pero cuando quise hacerlo, fue muy tarde.

Mi ojos ya se habían cerrado.

Mi respiración había cesado.

Mi corazón se había detenido.

Y en aquella gélida y depresiva habitación de hospital, el alma longeva que residía dentro de mí, se había marchado.

En esa sala quedaron todas aquella historias y sueños, que una vez deseé, pero que solo pude contarlas como simples historias, y, con el solo ensordecedor sonido del monitor cardíaco inundando el cuarto; mi vida llegó a su completo fin…

6 Octobre 2022 18:51 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Ag Mil ¡Loca escritora argentina! Soy nueva en esto y me gustaría conocer más gente. En cada historia, cuento o poema encontrarás un pedazo de mi, gracias por leerme, te quiero mucho por eso. 🖤

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