10:35-Nueva York,Despacho del detective Douglas.
-”Ring,ring”
-”Ring,ring”
-¿Quién coño será a estas horas?¿Los del alquiler otra vez?-Murmuró Jack entre dientes.
Jack,que había pasado la noche bebiendo whisky barato en aquel oscuro y deprimente despacho se dispuso a descolgar el teléfono sin mucha prisa.
-Detective Jack Douglas,¿En qué le puedo ayudar?-Respondió con una voz carrasposa.
-Hola Jack, Soy Will.
-¿Qué Will?
-Veo que no has cambiado Jack. Por tu voz sé que has pasado la noche bebiendo.
-Will,¿Por qué me llamas? Hace años que no nos vemos.
En ese momento Jack se recostó en su silla de piel de cuero y mientras sostenía el teléfono con una mano, con la otra sacó un cigarrillo del paquete de Lucky Strike y se lo puso entre los labios.Lo encendió con la ayuda del Zippo de oro desgastado de su padre y del cigarrillo que prendió ,salió una nube de humo que impregnó la habitación.
-Verás Jack, ha ocurrido algo y necesito tu ayuda.
-Bien,dime de qué se trata.
-Por teléfono no. Te lo contaré en persona.
-Vale,y ¿Dónde quiere que nos veamos?,Times Square queda a un par de minutos desde mi oficina.
-Jack,creo que no me has entendido.Es algo más serio y necesito que vengas a España.
- Escucha Will, no tengo a penas para pagar el alquiler y... ¿Pretendes que viaje hasta España sin que me digas de qué se trata?-Le contestó Jack con desdicha.
-Es por mi hija.Lleva dos semanas desaparecida.Tienes un vuelo que sale mañana a las 8:00 desde el JFK hasta Barajas.Todos los gastos corren a mi cuenta.
-Jack, ¿sigues ahí? -Se escuchó a través del micrófono del teléfono.
-Si,perdona.-Respondió el detective con voz de ultratumba.
-Una vez llegues al aeropuerto, te recogerá uno de mis hombres y te llevará desde Madrid hasta Galicia.Aquí te lo explicaré todo con más detalle.
-Está bien.Ya hablaremos cuando aterrice. Tengo muchas preguntas que hacerte.
Aquella llamada le generó una amarga sensación en el cuerpo que lo perturbó a lo largo de día y no le dejó pegar ojo en toda la noche. Su relación con Will nunca fue ejemplar y a menudo en las pocas comidas familiares en las que se reunían solían discutir por sus idelaes;conservadores por la parte de Will y algo más librales por la de Jack.
7:30 del día siguiente.Neva York, de camino al aeropuerto en un taxi con olor a vómito.
-¿Y usted es de por aquí?Lo digo porque no tiene el aspecto típico de un Neoyorquino.-Preguntó el taxista de mediana edad que tenía aspecto de haber hecho al menos tres turnos seguidos sin dormir.
Jack dedujo que el hombre debía ser de origen indio por su tono moreno de piel y su particular acento.Llevaba una camisa blanca con líneas verticales negras que parecían no tener fin entre los pliegues de sus michelines.Las gotas de sudor caían por su frente de una forma tan lenta que hacía exasperar a Jack cada vez que le miraba por el espejo retrovisor.
-¿Aspecto Neoyorquino? ¿A qué se refiere?
-Ya sabe,la gente de por aquí anda todo el dia estresada, cabizbaja y sin fijarse en los colosales rascacielos y las emblemáticas calles que les envuelven a diario. En cambio usted no deja de mirar por la ventanilla como un turista que visita por primera vez una ciudad.
-Es cierto, no soy neoyorquino.Viví en California hasta los 18 y siempre he estado viajando de acá para allá.En esta locura de ciudad solo llevo dos años.
-Vaya.De la costa Oeste¿Quién lo diría?-Contestó en voz baja el taxista.
El resto del trayecto hasta el aeropuerto fué tranquilo y tanto el taxista como el detective se mantuvieron en silencio exceptuando puntuales momentos en los que la incomodidad se hacía tan presente que parecía asfixiar a ambos. Tras pagar por el trayecto y darle casi cuatro dólares de propina a aquel simpático hombre,Jack salió del coche dispuesto a pasar 12 agotantes horas encerrado herméticamente en un trozo de metal volante a 12.000 metros de altura.
En el avión su asiento se encontraba en la zona de primera clase y tras una breve caminata por el estrecho pasillo de asientos llegó al suyo. Reclinó ligeramente el respaldo para sentarse y cuando se hubo acomodado, levantó la mano e hizo un gesto para llamar la atención de la azafata. Le pidió un Whisky con agua y hielo a la joven y hermosa chica que por lo inquieta y nerviosa que parecía, a Jack le dió la impresión de que ese podría ser su primer día de trabajo como asistente de vuelo.
Cuando se hubo bebido dos vasos de aquella tóxica sustancia en menos de una hora, el sueño y el cansancio invadieron cada centímetro de su cuerpo hasta que se quedó dormido. El detective tuvo un extraño sueño en el que se encontraba encadenado a un poste de madera desgastada en medio de un prado alumbrado solo por la tenue luz de la luna.Tenía un frío y un miedo que jamás antes había sentido en sus carnes.Tras pasar un rato temblando en la oscuridad,apareció la figura de una mujer mayor completamente desnuda con aspecto descuidado y sucio. Pudo ver con más detalle el rostro de la mujer cuando se acercó a unos cuatro o cinco metros de él.
-¿Qué hago aquí?¿Quién eres?
-¿Suéltame!-Gritó Jack desesperado
La mujer a pesar de las súplicas de Jack,no movió un solo músculo de la mandíbula y se limitó a mirarlo con una mirada perdida y grotesca al mismo tiempo. Cada segundo le parecía una eternidad a medida que la mujer se acercaba y acercaba cada vez más lento.Cuando la ansiedad parecía que en cualquier momento iba a hacer parar su corazón, de imprevisto le despertó una turbulencia que hizo temblar toda la estructura metálica con forma de pájaro.
Al despertarse le echó un ojo a su viejo Rolex y observó que se había pasado todo el vuelo durmiendo.Tras unas copas de gintonic sin tónica y alguna que otra cabezada ,Jack junto con el resto de pasajeros acabaron aterrizando en Madrid media hora antes de lo previsto.
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