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Lilith Di Angelo


El típico triángulo amoroso, la pareja feliz y un tercer roto, el cual siempre intenta con todas sus fuerzas arruinar la pareja. ¿Qué pasaría si en realidad lo lograra? ¿Qué pasaría si el "tercer corazón" llega cuando la pareja está formada y la destruye? Eso le pasa a Katsuki Yūri, que de tener el amor más perfecto pasa a tener su corazón tan roto que lo cambió por completo. 》One-shot 》Angst 》Este one-shot originalmente fue subido en una cuenta de wattpad en la cual actualmente solo ocupo para leer. 》La portada es un edit hecho por mi, pero los dibujos de esta no me pertenecen. **TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS**


Fanfiction Déconseillé aux moins de 13 ans.

#angst #lgbt #yuri-on-ice #fanfic
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Destrúyeme

El típico triángulo amoroso, la pareja feliz y un tercer roto, el cual siempre intenta con todas sus fuerzas arruinar la pareja. ¿Qué pasaría si en realidad lo lograra? ¿Qué pasaría si el "tercer corazón" llega cuando la pareja está formada y la destruye? Eso le pasa a Katsuki Yūri, que de tener el amor más perfecto pasa a tener su corazón tan roto que lo cambió por completo.

Por toda la red circulaba un vídeo en el cual Viktor estaba con una chica en una cita, en la cual se ve como si se estuvieran comprometiendo, él se arrodilla y le coloca un anillo en el dedo anular, ella se emociona y rompe a llorar con una gran sonrisa en el rostro, y Viktor, él pareciera que es el que más disfrutara del momento.

Katsuki Yūri después de ver aquel vídeo, cabe decir que fue uno de los primeros que lo vio, no supo si llamar a Viktor para que terminara de romper su corazón, o aislarse de todo y todos para poder olvidar todo.

En cambio, Viktor Nikiforov al enterarse del vídeo tomó el primer vuelo que pudo de vuelta a Japón para informarle de frente que romperían, junto con su nueva prometida, tenían planeado decírselo unos días después con calma, pero aquel vídeo cambió los planes y fueron inmediatamente a Japón.

Katsuki Yūri no pudo decidir que era mejor, por lo que apagó su celular, comió un tazón de cerdo y se fue a dormir, pero para dormir tomó unas pastillas para que lo ayudaran, ya que conociéndose a sí mismo sabía que no podría. Al despertarse fue a desayunar y se encontró con su amado y su "supuesta" prometida, tuvo la intención de darse media vuelta e irse, pero aquella voz que tanto adoraba lo detuvo, diciendo que no se fuera, que se quedara y hablara con ellos. El japonés entró al principio con la idea de hacer caso, pero luego pensó que primero sería mejor que comiera algo, por lo que pasó igualmente, ignorándose, comió un pote de cereal y cuando llego a la puerta nuevamente para retirarse lo único que salió de su boca fue que si él quería hablar lo hicieran a solas, sin nadie más. Lanzó una mirada cortante a la chica y salió de allí con un portazo.

El ruso con los ojos más hermosos del planeta solo suspiro, sabiendo que su Yūri ya había visto el vídeo, se paró y le informó a su prometida que se quedara allí, hablaría con él lo más rápido posible y se irían nuevamente a su Rusia querida. Al llegar a la habitación del menor toco la puerta y acto seguido la abrió, sin esperar respuesta, y lo que vio no se lo esperaba. Yūri estaba con el traje de eros que él le había regalado, a espaldas de él, pues también estaba descalzo, Viktor cerró la puerta y como respuesta de parte del contrario solo obtuvo un "ciérralo con pestillo". El peli-plateado lo hizo, y al hacerlo el pelinegro se dio media vuelta, tenía los ojos rojos e hinchados, al igual que sus labios que estaban inusualmente más hinchados que de costumbre, como por inercia se acercó para ver si estaba bien, pero solo logró que el otro se apartara bruscamente.

Yuuri, el mayor solo susurro, pero aquella palabra fue suficiente para desmoronarse, ya nunca más lo oiría decir su nombre de nuevo, él creía, mejor dicho sabía, que no soportaría vivir sin que aquel ser no le hablara amorosamente.

—Vamos Viktor, dime lo que tengas que decir, dilo, por favor.—

—No soy cruel Yuuri, y lo sabes— elevó suavemente su mano para posarla con la misma suavidad en su mejilla— mi intención jamás fue hacerte daño, pero no pude impedirlo.—

—¿Impedir que, Viktor? ¿Impedir romperme el corazón o impedir jugar conmigo? —Su voz estaba rota, igual que su corazón.— Sé a lo que viniste, termíname, mátame, destrúyeme de una vez Nikiforov.

Aquello definitivamente sorprendió al ruso, el cual no se esperaba aquella respuesta tan directa, pero entre más rápido terminara y saliera de allí, mejor.

— De acuerdo Yuuri, tú lo pediste. — Lo empujó muy brusco a la cama y se posicionó encima de él.— Ya no te amo, ahora soy más feliz con ella que contigo, y dejaré definitivamente todo lo relacionado con el patinaje.

Yūri no se esperaba que de verdad fuera tan directo, pero lo que le sorprendió aún más fue que él decidiera alejarse del patinaje. El forzó una sonrisa y solo salió un pequeño susurro, aquella frase que sería una de las últimas en salir de su boca. Destrúyeme, destrúyeme en su totalidad, no a medias.

El contrario sabía que a su pequeño cerdito no le gustaban las cosas a medias, él lo sabía, pero no quería dañarlo más de lo que ya estaba, pero ahora no tendría más opción. Besó sus labios, pero en ellos no sintió aquella suave calidez que siempre lo caracterizaba, se separó nuevamente y le repitió una y otra vez la misma frase, tú pediste ser destruido ahora no me culpes de lo que haré. El pequeño ruso no solo iba a destruir a su alma gemela, sino que también a sí mismo sin poder evitarlo.

El joven de apellido Nikiforov ese día destruyó aquello que por un tiempo creyó que amaría por siempre, aquel día también fue el último para aquel cerdito que muchas veces le había prometido que nunca le haría daño, y ahora lo único que podía escuchar de su boca eran simples "Destrúyeme".

Varios años después el penta-campeón del patinaje artístico fue casi completamente olvidado, de vez en cuando lo mencionan, pero nada más. Katsuki Yūri, en cambio, él fue reconocido por sus rutinas que mostraban lo completamente destruido que estaba, aquel ser que había sido muy amable y amigable ahora ya no existía, había sido destruido en su totalidad, en su lugar había alguien distante y frío, que no hablaba con nadie, y si llegaba hacerlo era tan cortante que llegaba a dar miedo.

Así fue como dos almas gemelas, destinadas a estar juntos por la eternidad no lo estuvieron, porque aquel "tercer corazón" logró su cometido, y separar lo inseparable, dejando no solo a dos personas destruidas, sino también a todos aquellos que veían las rutinas del joven japonés, que eventualmente fue desgastando, hasta destruir su cuerpo, y que este quedara igual de destruido que su corazón.

13 Juillet 2022 23:12 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Lilith Di Angelo I'm alone in this world, so I'm just gonna do what i like.~ ♡ studying architecture ♡ complejo de escritore ♡ español/english ♡ queer -> elle//they Para saber un poco más de mi encuentrame en Twitter y en ao3 como lilith_1214

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