Fantasmas de la vida cotidiana Suivre l’histoire

Es una relajada noche de Miércoles, en el mes de Junio lo único que se escucha en el aire son los mosquitos que rondan en busca de alimento. En este momento tengo en la sangre dos botellas de tequila, y más cervezas de las que pueda contar en este estado, esto debido a que la ajetreada noche anterior, mis alas cayeron y mi corazón se alejó de mi vida. Terminé por refugiarme en la más tétrica de las posadas de la zona centro de mi ciudad. En fín. El tabaco y el alcohol no tardaron en hacer efecto y me desplomo en el sillon mediano en la casa de mi amigo e inmediatamente me quedo dormido. De repente recupero la conciencia, estoy despierto. Una misteriosa y profunda oscuridad me rodea, sé que es de madrugada.

-Mierda, acaso querré vomitar? Me levantaré y trataré de hacerlo, quiza así pueda dormir otra vez.-

Trato de mover las piernas y en ese instante siento un mortal y seco golpe en la sien. No puedo moverme. Es como si mi cabeza vibrara a partir de donde recibí el golpe. Siento como una fuerza extraña jala mis manos, y las pone como garras, mis dedos curveados sin poder hacer nada. De la misma manera, mi boca se cierra al punto de hacerme rechinar los dientes.

-Rod... Rodo... Ro... .-

Trato de gritar, llamando a mi amigo pero la voz solo alcanza a rasparme la garganta.

De pronto, comienzo a escuchar como si muchos niños jugaran a un lado mío, como si fuera una escuela al otro lado de la pared. Ríen, juegan, son felices. Pero esto me altera aún más, porque mi alma siente que sus risas son sutílmente macabras. Algo dentro de ellas me esta haciendo palidecer. La desesperación va en aumento.

-Rodolfo, Rod... .-

Aún siento que mi voz esta en mi garganta, lastimando dentro de mi, sin embargo es fisicamente cansado abrir la boca, por no decir imposible.

-Espera, quíen se asoma lentamente? !Si!-.

Veo a mi amigo como se acerca lentamente a mí, lo puedo ver entre la penumbra de la madrugada, entre una débil luz que acaricia el ventanal frente a mí

-Mau, estas bien? -. Dice

Trato de pedir ayuda pero no puedo gesticular mi auxilio. Pero de repende veo como la escena cambia a unos tintes horrorosos. Veo vomo una cruel sonrisa se dibuja en el rostro de mi mejor amigo. Disfruta mi estado. un sudor frío recorre mi espalda.

Despierto. Era un sueño. No, aún no puedo moverme. Y veo por la ventana, que mencione con anterioridad, una sombra muy oscura. No puedo verle ningún rasgo facial. Fría y pesada sensación. De algo puedo estar muy seguro en este momento, me esta observando y sonríe. Una gélida y perturbadora sonrisa. Mis ojos sólo ven la silueta, pero mi mente y corazón ven sus terribles ojos que te queman las entrañas, y te hunden a un abismo de desesperación, en el que no eres dueño de tu cuerpo. Estás a su merced.

Sí, por fin despierto. Esta vez sí es real, es de mañana y las aves me dan los buenos días. Despierto y una nueva pesadilla comienza, la realidad. Realidad donde estoy sólo y triste por ella. Acaso mis emociones negativas habrán proyectado ese ser que me causó desesperción?. La tristeza, el estrés, se ha de ver como una sombra que te consume tu escencia como cual sanguijuela devora la sangre?. No puedo saberlo, quiza fue así. Solo de algo estoy seguro, nunca olvidaré esos ojos invisibles, que me veían en la profunda noche y me lastimaron el alma.