Sin usar táctica o estrategia,
llegó el día en que por fin nos necesitamos.
Sin buscar pretextos para quedarnos en el recuerdo del otro,
como dice Mario Benedetti en su hermoso poema.
Ni siquiera tuvimos que mirarnos,
porque sólo hablando y escuchando en la distancia,
supimos construir con las palabras,
ese puente de amor indestructible al que se refiere el poeta,
Nuestros caminos se unieron para siempre
sin precisar de vendernos simulacros.
Permanecimos el uno en el otro,
y entre nosotros jamás hubo ni habrá telón ni abismos.
Conquistamos un lugar desconocido para ambos,
donde se hallaba un tesoro de amor indescriptible
oculto en lo profundo de nuestros corazones,
pretendiendo ser descubierto en algún momento inesperado.
La franqueza de nuestras intenciones derribó toda estrategia;
y un día,
llegó como un feliz regalo
lo que nuestro travieso destino nos tenía preparado;
y entonces,
no solo nos necesitamos sino que también nos amamos
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