Nunca….
No desee tanto la muerte como en aquel momento en que sus sucias manos marcaron por primera vez mi cuerpo y digo primera vez porque fueron miles los momentos en que la sangre abandonaba mi cuerpo y corría como un rio de esos que desembocan lejos y a los que luego llamamos mar dejando las más agudas cicatrices de esas tan profundas en las que el dolor tarda en sanar. Los dia lluviosos eran mis favoritos el gris del cielo me hacía sentir viva pero desde aquel entonces los días de lluvia no guardan más que malos recuerdos, no tuve la opción de elegir un destino o un curso de vida de segundo plano todo fue tan rápido como chasquear los dedos, un torbellino se abalanzó sobre mi viejo y gastado barco de papel dejándome a la deriva de sentimientos, recibí golpes de los que hacen que tu piel arda como los mil demonios, me privaron de la luz del sol y jugaron a interesarse en mí , a pensarme ,a extrañarme, a quererme, a tocarme, a nombrarme y yo comencé a necesitar el tacto tan caliente de sus labios al moverse sobre los míos, a extrañarlo, a no querer escapar, a necesitar que sus manos manchadas con mi sangre recorriera cada pequeño rincón de mi alma y cuerpo desnudo. Sentí como quemaba y me aleje en el momento justo que clavo ese puñal en la tierra levantando el polvo del que un dia no muy lejano seremos parte, con el me tape de la lluvia y de los potentes rallos del sol, jugué muchos roles y ambos confundimos nuestra sombría realidad con el calor del cuerpo del contrario, quisimos mas pero traicionar al jefe se paga con la vida.
¿Qué sentido tiene vivir en el recuerdo de una sombrilla si esta no puede contar nuestra tan peculiar historia?
Rógale a dios y anda con el diablo
Merci pour la lecture!
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