El león de las melenas de oro Suivre l’histoire

Había una vez, en una ciudad radiante y próspera, un rey que tenía dos hijos: Kaleb y Taimon.

Kaleb, el mayor, era el príncipe heredero de la reino del león. Y el favorito de su padre. Por el contrario, Taimon, el menor, era considerado un cobarde y una deshonra para la familia.

Cada vez que había una pelea, él siempre era el que huía, tenía miedo de la oscuridad hasta de los animales.

Un día, un mensajero se presentó ante el rey con la noticia de que el enemigo había cruzado las fronteras para atacar.

Entonces, envió al hijo mayor con sus tropas a defender la nación.

Taimon, quería superarse a sí mismo y hacer que su familia se sintiera orgullosa de él. Pero sabía que aquello sería muy difícil.

Al poco tiempo después de la partida del príncipe, corrió la noticia de que éste y el ejército habían sido derrotados y capturados.

El rey, afligido, había perdido las esperanzas de proteger al pueblo. Pero el joven príncipe, supo que ahora todo el destino dependería de él, se preparó y partió al anochecer.

Cabalgó por el bosque, y de repente, se le apareció un resplandor. El jinete se protegió los ojos de la luz con un brazo.

-¡No temas, Taimon!- se oyó una voz desde la luz.

-¿Quién eres?- preguntó el príncipe.

Entonces, la luz se disipó dando paso a un león de melenas doradas.

-Soy Lion, el espíritu de tu reino y he acudido a ti por tu gran valor.

-¿Valor? Pero si yo soy un cobarde- respondió el príncipe con humildad.

-Lo ERAS-corrigió el león-porque demostraste tu valentía en el momento en que partiste de tu hogar ¡Por ello, te ayudaré a cumplir con tu misión!

Con su aliento, creo un ejército de animales dorado y todos juntos partieron hacia las tierras del norte.

Finalmente, llegaron a un tenebroso castillo.

Allí, tuvo lugar una gran batalla, liberaron a todos los prisioneros, incluido a su hermano Kaleb y cuando Taimon derrotó al malvado mago que los había capturado, ocurrió algo inesperado.

Varios animales que habían salido del castillo, se convirtieron en humanos.

-¡Enhorabuena, príncipe Taimon! Has logrado romper el hechizo. Por ello, tu vida estará llena de felicidad y honor.

Y con un solo toque de su melena de oro, la vida de Taimón mejoró.

Taimon, empezó a ser valorado por su valentía y su padre le otorgó grandes títulos y tierras. Su familia no podía estar más orgullosa de él.

Finalmente, Taimon se casó con una joven, una de las personas que habían sido hechizadas, y su familia como gratitud aceptó la unión.

Y fueron felices para el resto de sus días.