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Sebastián Díaz Zuleta


Aquello que tanto has deseado, o eso en lo que tanto has pensado, se ha vuelto en tu contra... Pero, que otra opción tienes, sino es sobrellevarlo y seguir adelante, aunque todos tus huesos crujan cuando te mueves y tu sangre se escurre en el suelo. Finalmente se vuelve en una rutina, levantarte, y seguir adelante.


Fiction adolescente Déconseillé aux moins de 13 ans.

#suspenso #acción
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Introducción - El lugar a donde los deseos van.


El fino grueso de la realidad se había roto justo en ese instante, en el que el primer hombre sacrificó una parte de su ser a costa de conseguir algo que anhelaba, nos fijamos en un punto extremadamente primitivo donde los deseos materiales no eran si quiera concebidos, sino la necesidad y voluntad para seguir con vida. No existe certeza alguna de que fue aquello que pidió ni que entregó a cambio, si acaso habían más como él que cedieron a la tentación, pero pronto la historia fue manchada por los pactos, por una necesidad incipiente de vivir con una carga imborrable por el resto de sus días.


Es de este modo como viven todos, con habilidades especiales y sus consecuencias, a cada una más estrafalaria o más sínica, dependiendo de la maldad del contratista. Tal era el caso de la maldición que sufrió el psicótico Williams, un degenerado que disfrutaba del placer que le generaba consumir carne humana, se murmura que había realizado un pacto para obtener una fuerza colosal, a cambio, el contratista anónimo le impuso que por cada persona que matase, ella aparecería en sus sueños para atormentarlo hasta el día que muriera. Aquel bastardo logró llevarse a mucha gente, pero no duró ni media semana hasta que lo encontraron con un revolver en la mano y tres disparos en el pecho, seguramente deliraba tanto que no pudo ni pensar en darse un tiro en un lugar que lo matará al instante, como en la cabeza o el corazón.


Cualquiera pensaría que la solución era sencilla "sino los busco, no caeré en su juego", y entonces se darían cuenta que pecaban de inocentes ¿Les gustaría saber por qué? ¿Recuerdan a ese hipotético primer ser humano que realizó el primer contrato desde el comienzo de la historia misma? Adivinen cuál era su condición, su talón de Aquiles, esa escalera en el mazo del tipo al otro lado de la mesa... Es correcto, todos sus descendientes tienen la obligación, a partir de la edad de los 30 años, de firmar un contrato. Mientras tanto, tienen algo de tiempo para vivir sus vidas, pensar en que podrían pedir, intentar ser inteligentes para que esa línea escondida entre las estipulaciones del contrato no los mate tan rápido. Ahora bien ¿Qué pasa si por azares del destino, una persona muere antes de cumplir sus 30 años? Te diré que, eso es imposible, porque por algún motivo este mundo desquiciado no te permite algo así, hay algún tipo de fuerza indescriptible que te impide en realizar ideas como tirarte al vacío desde un rascacielos, rebanarte el cuello o cualquier forma de atentar contra tu vida, sencillamente no es posible, tu cuerpo y tu propia mente se negará a hacerlo. Aunque, de todos modos ¿Para qué quieres acabar con tu vida ahora, no sería más interesante y divertido hacerlo después de que pidas eso que tanto anhelas? La mayoría dirá que no, pero al final,


La verdad es que todos queremos algo.

18 Avril 2022 03:50 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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