sweet, sugar, candy man
<3
︵ ͡ ⏜ ͡ ⏜
Lo conoció para cenar un viernes por la noche, ella estaba acompañando a su padre. Él se miraba tan apuesto con su traje negro a la medida, marcando sus duros músculos, y sus fuertes manos pálidas adornadas con la tinta negra que se extendía más allá de ellas, podría jurar que terminaba en todo su torso, ese que soñó con lamer. Entre otras partes de ese gran cuerpo.
Él era Jeon Jungkook, el empresario de treinta y ocho años que, luego de su segundo divorcio, se había enfrascado en hacer crecer su fortuna.
Pasó toda la noche mandándole miraditas cada vez que su padre se enfrascaba en una platica con otros de los hombres que los acompañaban. Fue con su padre obligatoriamente, ni siquiera sus rabietas la salvaron de esa, al parecer, ser su única hijita no significaba que en cuanto lo pidiera se lo darían. Aunque, claro, nunca se imaginó que tremendo adonis se encontraría allí también, de haberlo sabido, hubiera sido ella quien apurara a su padre.
Realmente le hizo abrir el apetito.
Su encuentro sin ropa fue en una reunión que su padre había organizado, se escabulleron por los grandes pasillos de la mansión hasta dar con una habitación y follaron como dementes. Y sí, tenía tatuajes arriba y abajo de sus brazos, manos y torso, tatuajes que ella, gustosamente, lamió como si fuera una gatita, no hubo tatuaje que su lengua no haya mojado.
No hay nada más peligroso que un hombre con encanto, cada maldita cosa que de su boca saliá, por más indecente que fuera, sonaba como el cántico de los ángeles, como si le resitara los poemas más románticos del mundo, aunque él simplemente le dijera un ronco:
—Quiero conservar tus bragas.
Sólo porque quería recordar cada vez que se encontraban, para revivir cada uno de los momentos que pasaban en la cama, ducha, encimera de su casa; cualquiera de esas.
Él es una ventanilla única, la de su libertad, aunque ella es quien lo incita a cometer todos y cada uno de los pecados que ni Lucifer ha de pensar. Quizá sólo sea porque su joven alma de veintiún años se lo exige, y sacar de su zona a un hombre maduro que pasaba sus días libres leyendo libros y tomando whisky caro como si afuera no lo esperara un poco de diversión.
Es un hombre dulce, romántico, una capa de empalagosa azúcar lo cubría por completo, ella estaba acostumbrada a que, después de follarla como si no existiera un mañana, el mayor le susurrara cosas bonitas, mientras besaba su rostro acanelado y paseaba sus manos por toda su piel desnuda y marcada por él mismo, con ayuda de su experta boca culta. Esa que hace que sus bragas se caigan.
Un hombre de dulce, recubierto por una capa de azúcar que habla dulcemente.
Y cómo olvidar la noche que Jungkook la llevó al club Spider en Hollywood, bebieron champán y bailaron toda la noche, aún con ella moviéndose a saltos sobre la polla del hombre, seguía meneando sus peligrosas caderas para él.
Sacudieron a los paparazzi con la gran sorpresa, porque, obviamente, no todos los viernes por la noche te encuentras al gran Jeon Jungkook paseándose de la mano con Kim Taehyung, la hermosa hija del gran Kim Namjoon. Sí, su padre no tenía ni idea de en dónde se encontraba su dulce pequeña.
Oh, sólo siendo follada en un lujoso hotel por uno de sus socios, simple.
Los chismes de esa noche fueron los titulares del día siguiente, y como portada, tenían a Taehyung sobre el regazo de Jungkook mientras ambos se comen la boca con esmero.
A sweet talkin' sugar coated candy man.
﹌﹌﹌﹌﹌ ♡ ﹌﹌﹌﹌﹌
Bueno, a estas alturas Jungkook ya se está molestando y calentando, Taehyung simplemente lo dejó ahí en la cama con una gran erección, y ella se largó al baño para hacer algo que no se molestó en decirle. Su polla se encontraba palpitante, y su mente sólo se imaginaba a sí mismo enterrandose de lleno en el mojado coño de su nena.
Estaba a punto de lamentarse otra vez, pero se detuvo al escuchar la puerta, por la que su chica había entrado con anterioridad, abrirse, y su boca se abrió de igual manera al ver cómo se encontraba vestida.
Era. Un. Maldito. Atuendo. De. Colegiala.
Literal, Taehyung salió del baño con un diminuto uniforme de secundaria, que sólo constaba con la faldita entablada, y que ni siquiera debería llamarse así el que ella portaba. La falda que no llegaba ni a cubrir su abultado trasero, y que le dejaba una grata vista de la tanga negra que se encontraba escondida entre esos dos grandes cachetes, sus piernas estaban desnudas, y portaba una de sus tantas camisas blancas, desabotonada, dándole la oportunidad de mirar con libertar su plano estomago y esas dos tetas que amaba con su vida.
Ella se acercó hasta él, descalza, él la siguió con los ojos hasta que la tuvo sobre sus muslos, sus pechos a la altura de su rostro. Taehyung lo tomó por el cabello e hizo que la mirara a los ojos, luego ella bajó su cabeza hasta que sus caras estuvieron de frente y así tuvo la oportunidad de juntar sus labios. Cuando lo besó, realmente dio en el clavo. Sabía a fresas; dulces, dulces fresas se encontraban en esos labios suaves.
Luego de eso, ella se separó.
—¿Los ves, Jungkookie? Las cosas buenas vienen para los chicos que esperan.
Jungkook soltó una risa ronca ante lo dicho por la pequeña, llevó sus manos a las caderas de Taehyung y las fue bajando hasta dar con su jugoso trasero, el cual apretó, robando un jadeo de la contraria.
—Estoy lejos de ser un chico, preciosa. Pero jodidamente sí, me llegó lo más bueno al esperar. Estás hermosa.
Lo sé, lo sabes, lo sabemos. Él es una parada al paraíso, te tiene caliente, está haciendo que todas las bragas se caigan.
Sí, él es una parada a lo inimaginable, haciendo que su coño haga un obsceno pop cuando la tiene clavada contra el colchón, follandola tan duro hasta hacerla perder el conocimiento, mordiendo su almohada, unos minutos más tarde, dejando marcas de más en esa bonita espalda, haciendo de la curvilínea chica un mar de gemidos, sollozos y ruegos de más.
Y Taehyung sólo lo alienta con sus:
—C-consiguelo mientras aún está caliente, bebé, no te d-detengas. — Con sus manos enterradas en los suaves y ondulados cabellos de su hombre.
Aún cuando ella está completamente delirando de placer, sintiendo esos dulces labios recorrer sus pechos, yendo directo hacia el sur, justo en su lugar mágico. Es una ventanilla única al placer, con una gran polla.
Un hombre cubierto de azúcar que habla dulcemente, aun si la está partiendo por la mitad, él aún sigue diciéndole lo bella que es, aun si la tiene hecha un desastre en la cama, le dice cosas lindas.
Porque es un hombre de caramelo.
Sippin' from a bottle of vodka double wine
Jane lost her grip and down she fell
Squared herself away as she let out a yell
fin.
⫘݂⫘ׂ⫘ ਏਓ ⫘݂⫘ׂ⫘
¿¿¿¿¿¿wtf??????
corto como mis ganas de vivir, lo sé, pero desde que escuché esa canción, quise hacer esto.
sin smut, sólo un poquito de calentón.
— yessi. ♡
✦ inspirado en "candymen" by christinaaguilera. ( ˘ ³˘) <3
Merci pour la lecture!
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