natarya13 Mss Natarya

Mei comparte piso con su mejor amigo Jin, todo va bien hasta que todo se vuelve patas arriba


Romance Érotique Interdit aux moins de 18 ans.

#jin #seokjin #bts #hot #sexo
1
621 VUES
Terminé
temps de lecture
AA Partager

1

No teníamos mucho, eramos una pareja de joven con ganas de experimentar después de salir de la universidad. Alquilamos un apartamento a las afueras de itaewon, la verdad tuvimos mucha suerte y nos salió por poco dinero a pesar de la zona.

SeokJin trabajaba los fines de semana en un bar nocturno como seguridad, mientras que yo estaba dando mis primeros pasos en la industria musical. Quería ser productora en alguna gran agencia importante, pero para mi pesar por aquel momento sólo tenía la tarea de llevar cafés y el papeleo

Jin y yo éramos amigos desde la preparatoria, mi madre tuvo que trasladarse a seúl por que mi abuelo había muerto y no había manera de que mi abuela viajará a españa, así que acabamos allí las tres. Al entrar en medio del semestre mi vecino Seokjin, con el que mi abuela quería liarme, me ayudó a ir al día y desde ese momento fuimos inseparables pero nada más por mucho que mi yaya insistiera. Jin no me atraía nada era un flacucho que contaba chistes malos y muy inteligente, ya sabéis yo vengo de españa y allí nos van los malotes de pueblo.

Piqué al timbre cargada hasta arriba de papeleo, pero nadie me abría.

-¡¡Jiiin abreme!! -Aporree la puerta.

Cogí como pude los archivadores para buscar la llave en el bolso, parecía que no había nadie en cada.

-A ver dónde está este hombre.

Cuando entonces se me cayó todo al suelo.

-¡Joder! - suspiré.

Miré desde arriba la que se había liado y solo recé para que todo el papeleo estuviera señalizado con un número a pie de página. Me agaché y sin ganas volví a juntar todos los papeles.

Entonces la puerta se abrió.

-Mei, perdón estaba en la ducha. Pero que ha pasado

-Intentaba buscar las llaves pero...- Levanté la cabeza en mitad de mi explicación y empece a tartamudear. -P-pero T-tu que ha-haces medio ¡¡desnudo!!

Sobresaltada me tape los ojos, que verguenza y desde cuando este chico estaba tan grande.

-Lo siento, ya te he dicho que estaba en la ducha.

-P-ponte algo hazme el favor.

-Si-si a-ahora vuelvo, tu, tu quedate aquí.

Tímido corrió por el pasillo hasta su cuarto y se puso una camiseta y un pantalón para volver conmigo.

-Ya puedo yo sola, tranquilo.

Deje los archivadores sobre la mesa del comedor y me quedé mirándolos en silencio

Podía sentir en mi nuca la mirada de Jin observando cuál sería mi siguiente paso.

-¿Desde cuándo has evolucionado a Jin 4x4?

-¡Oi ya está la cena!

Aquel moreno huyó hacia la cocina y yo me quedé riendo sola en el salor. A ver era normal que tuviera ese cuerpo al fin y al cabo trabajaba de seguridad en una discoteca y sabía que iba al gimnasio pero Jin tiene una cierta vestimenta que no revela esos músculos, siempre tan obercice.

Fui hacía la cocina y me apoyé en el marco de la puerta

-Entonces eso te lo guardabas para ti...

-Por qué crees que tengo ese trabajo, sino hubiera estado entrenando no me tomarían en serio - me contestó mientras emplataba la cena.

-Entiendo, entiendo... ¿Que hay para cenar?

Me acerqué y disfruté de aquella olor tan rica.

-Pollo marinado, como a ti te gusta con verduras.

Sonreí feliz tenía mi cocinero particular

-¿Y a qué se debe esta comida tan rica?

-No me digas que no sabes que día es hoy

Abrí los ojos sin saber de qué hablaba.

-Mei es tu cumpleaños

-Joder ahora entiendo por que mi madre insitia tanto llamandome. No he podido contestarle porque estaba hasta arriba de trabajo. -froté mis sienes.

-¿Seguro que no te explotan?

-Por mucho que lo crea necesito este trabajo, se que algún día cogerán mis ideas.

-Eso espero, por el momento vayamos a cenar.

-Dejame llamar a mi madre un momento.

Jin aprobó la idea y me dejó sola en la cocina llevándose consigo los platos.

Salí al salón después de la charla de mi madre.

-¿Está preocupada verdad?

-Siempre. No entiende que trabaje tantas horas y que encima me lleve trabajo a casa.

-Ya sabes que opino lo mismo, es algo abusivo, pero que te voy a decir yo si trabajo solo los fines de semana.

-Y aun así eres el que más dinero trae a casa.

-Bueno deja de pensar en eso, ahora vamos a cenar. Te he preparado una tarta más rica.

Las charlas con mi madre siempre me hacían pensar demasiado ¿estará bien lo que hago? ¿Algún día me tomarán en serio o por ser mujer nunca lo harán?

Daba vueltas a la comida tal y como hacía con la cabeza cuando noté la mano de Jin sobre la mía.

-Eh, deja de pensar no has probado ni un bocado y se te va a enfriar -endulzó su rostro con una sonrisa acogedora y reconfortante.

-Gracias...

-Come, vamos.

Recogimos la mesa después de la tarta, lo cierto es que este hombre tenía manos de oro, la mejor tarta de cumpleaños que había comido.

-Con esos músculos ahí debajo ¿como puedes ser tan buen cocinero?

-Mei déjalo ya -sus orejas se volvieron rojas y se las retorcí como mi habitual juego. -Ah, Mei me ha-haces daño.

Lo solté y me miro con cara de odio.

-Sabes que odio que me hagas eso.

-Tus orejas rojas tienen la culpa. Me voy a mi cuarto.

Arrastré los pies hasta mi habitación y cerré tras de mí. También escuché la puerta de Jin cerrarse y la casa se quedó en silencio.

Estaba tan cansada y aún no había acabado de trabajar, comencé a desnudarme para ponerme algo más cómodo.

-Se me ol... Lo siento, lo siento -Jin cerró la puerta a toda prisa- Lo siento no me mates, pensaba que estaría nos sé, Joder que estúpido soy.

-¿¡Que quieres!?- le grité por el susto.

-Es solo que se me había olvidado darte tu regalo. Joder -susurró eso último.

-Y no podías picar

-Lo sé lo siento, no era mi intención.

-Anda ya puedes pasar.

-¿Seguro?

-Si, además como si no hubieras visto a más chicas desnudas.

Jin abrió despacio la puerta a la espera de un manotazo mío, pero se encontró con una Mei muy tranquila, es mi amigo pueden pasar estas cosas y encima vivimos juntos.

-Lo siento mucho de verdad.

-No pasa nada, anda ven, querías vengarte de mi eehh.

-¿Desde cuándo tienes tanto pecho? -se mofó de mí.

-¿Desde cuándo eres tan estúpido? Vamos dame mi regalo. -dije sonriente, a quien no le gustan los regalo.

- Cierra los ojos.

-Está bien -le hice caso -No me harás alguna broma no -abrí un ojo.

-Noo, pero cierra los ojos.

-Vale, vale.

-Sabes cuando esperábamos sentados fuera de la escuela soñando con nuestro futuro, y escuchábamos aquel pinzón a las seis de la madrugada.

Yo asentí sin decir nada.

-No hace mucho me encontré con uno y me hizo recordar aquellos momentos, a pesar de que mi madre pasó por aquello, estar contigo fue mi vía de escape y gracias a ti he podido tener una salud mental positiva y no destructiva.

Ensimismada con su voz y sus palabras, noté como me rodeaba el cuello y algo fino caía sobre mi pecho.

-Abre los ojos, espero que esto te haga recordarme cuando estés mal. Es mi deuda contigo.

Llevé las mano aquel colgantito fino con forma de aquel pajarito que intentábamos imitar todas las mañanas.

-Es precioso Jin... -susurré y emocionada abracé aquel chico, quería llorar por todo, por el cansancio, por mis sueños que no se cumplían y por aquel recuerdo tan bonito -Gracias...

Nos quedamos abrazados durante mucho tiempo, no quería que me viera llorar a pesar de que sabía que me escuchaba y él tampoco se despegó de mí y sin dejar de abrazarme nos recostó en la cama. Lo único que recuerdo fueron sus caricias en mi cabeza hasta quedarme dormida.

24 Février 2022 22:28 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
0
Lire le chapitre suivant 2

Commentez quelque chose

Publier!
Il n’y a aucun commentaire pour le moment. Soyez le premier à donner votre avis!
~

Comment se passe votre lecture?

Il reste encore 6 chapitres restants de cette histoire.
Pour continuer votre lecture, veuillez vous connecter ou créer un compte. Gratuit!