La calle Salem Suivre l’histoire

Jim llegaba con su coche destartalado, oxidado y con el color de la pintura bastante gastado, soltado demasiado humo y cada vez que rodaba una de sus ruedas parecía que seria el ultimo metro que avanzaría. El chico había conseguido un pequeño apartamento para poder vivir mientras terminaba sus estudios en la universidad, había conseguido un buen precio compartiéndolo con otro alumno, lo que no sabia quien sería con quien compartiría su nuevo hogar.

El chico de unos veinte años, de rostro aniñado, cuerpo delgaducho, imberbe que hacia que pareciera mas joven de lo que parecía, sobre todo con esas gafas que llevaba, un ser bastante frágil con lo poco que llegaba a pesar.

Llego al barrio donde estaba el apartamento, el barrio de “Nueva Salem” y allí mismo frente a la puerta dio su último suspiro su vehículo agotado por los años. El chico suspiro al ver que había llegado a su destino, se puso bien las gafas y negó con la cabeza:

-Harry llegaste a tu ultimo destino, porque creo que te venderé a una chatarrería para pagarme algunos meses de alquiler.

El chico cogió una maleta y una mochila, donde llevaba todas sus cosas, su ropa y sus libros para la universidad. Miro una hoja y se dirigió hacia la portería de su nuevo hogar y allí se encontró con Sonia Salem, la casera. El chico se quedo mirando por unos segundos aquella voluptuosa mujer, de pelo rubio, extremadamente atractiva y vestida totalmente de negro, con unos tacones que marcaban sus gemelos, que realzaban su perfecto culo respingón.

Jim se quedo callado al ver aquella mujer, se moría de timidez al ver esa belleza tan sensual, desde siempre la timidez hacía que su relación con las féminas fuera algo complicado.

La mujer sonrió al ver aquel chico y supuso que era el universitario que quería alquilar su apartamento, sobre todo por su apariencia, sobre todo por su juventud. sabia jugar con sus armas de mujer y disfrutaría jugando con el chico, mientras que le soltaba las normas y el tema del dinero.

-¿Jim Thompson?

El chico miro a la atractiva mujer y trago saliva:

-Si, si soy yo.

Sonia saco de su portafolios una hoja y se la dio al chico:

-Venga subamos, no tengo todo el día.

Sonia comenzó a subir lentamente, haciendo que sus perfectos pechos votaran sin cesar en ese amplio escote, ese escote presionaba sus perfectas tetas. Al llegar al quinto piso del apartamento, la mujer se paro en el descansillo y espero que el delgaducho, débil chico subiera cuasi arrastrándose con la maleta y su mochila, estaba agotado de cada escalón que subía. El sudor se le resbalaba por su rostro.

La mujer sonrió:

-Vamos chico.

Jim consiguió llegar a su altura, forzó una sonrisa, ya que se había quedado sin fuerzas, esperaba que se pudiera acostumbrar a su nuevo hogar y vivir en un quinto piso sin ascensor:

-Si, si ya estoy soy joven, necesito hacer ejercicio.

La bella mujer abrió la puerta y miro al chico:

-Tendrás que pagarme a primero de mes, no quiero retrasos y aparte de eso, no hay problema con el ruido ya que eres el único vecino que vives aquí….

Jim pudo ver al abrirse la puerta, su nuevo hogar y el olor a viejo le entro por sus orificios nasales, eso hizo que sonriera, ya que le recordaba a su hogar en el pequeño pueblo donde venia. Lo que le sorprendía era que no tenía ningún vecino:

-No hay vecinos??

Sonia entro en el apartamento y se cruzo de brazos contra sus perfectos senos:

-Tu y tu compañero has conseguido que no tiren a bajo el bloque de apartamentos…No salgáis de aquí mas de 24h, si no queréis tener la bola de demolición entrando por la ventana.

El chico asintió con la cabeza y entro en el apartamento, la atractiva mujer vestida de negro saco de su bolso las llaves del nuevo hogar de Jim. Y se la dio al chico:

-Bueno aquí tienes las llaves de apartamento, puedes ver la cocina, esta a lo último, pero lo ultimo de los años 80.

El chico fue hacia la cocina y Sonia sonreía al ver como el chico se alejaba de su lado, al ver que le dejaban sola abrió la puerta de una de las habitaciones, se desnudó para entrar, dejando atrás las prendas que cubrían su perfecto cuerpo. Jim volvió hasta donde estaba Sonia y solo encontró su ropa tirada en el suelo, se agacho y lo cogió, aun estaba caliente, se quedo mirando a su alrededor y negó con la cabeza:

-Mmm, gracias, señorita.

El chico fue por apartamento, observando como seria su nuevo hogar, esperando encontrar su nueva habitación ya que no encontraba a su compañero de apartamento. Entro en una de las habitaciones y al entrar su cuerpo se transformó rápidamente sin darse cuenta, se había transformado en una chica, de pelo castaño bastante corto, cuerpo delgaducho y con pocas curvas, como el chico que se había transformado en chica tenia unas reducidas medidas pues la ropa le quedaba perfectamente.

En ningún momento se dio cuenta de su transformación, no tenia un peso excesivo en su pecho, ya que la chica que se había transformado no tenía unas medidas excesivas estaba cuasi plana. Tampoco un culo muy marcado ni muy grande, con finas piernas. Paso por al lado del espejo y se quedó mirando por unos instantes ya que no reconoció aquella persona que se había transformado, asintió con la cabeza y al ver que su reflejo le imitaba a sus movimientos, pensó que le estaba saludando. Salió de la habitación, volviendo a su cuerpo original.