N
Nahúm González


Él Buscaba amarla más de lo que ella mercería y Ella encontró más en él de lo que no sabía.


Thriller/Mystère Déconseillé aux moins de 13 ans.

#fortuna #adinerados #romance #lobos #sangre #asesinatos #secretos #Familia #misterio #suspenso #drama
0
383 VUES
En cours - Nouveau chapitre Tous les dimanches
temps de lecture
AA Partager

Prólogo

El ascensor ascendía y esa mujer no hacía más que frotarse las manos con desesperación, con nervios y tal vez con… miedo. Miró la hora en su reloj de aguja blanco y se humedeció los labios, esperaba que esa entrevista saliera bien ya que después de la última todo había sido una catástrofe, esta vez no lo pasaría lo mismo era lo que pensaba no sería tan tonta como para cometer los mismos errores.

Las puertas del ascensor se abrieron y salió de ahí más segura de lo que estaba unos segundos atrás O eso se estaba esforzando que pareciera Llegó hasta donde estaba una mujer de cabello corto, era como el de un hombre, su edad era algo avanzada y usaba lentes.

La he estado esperando señorita le habló la señora apenas la vio ¿Cómo sabía que era? pensó. Había pedido que no se revelara su nombre por lo ocurrido anteriormente.

Pareció notar su confusión y sonrió con gracia.

Tranquila, no me han dado tu nombre pero si me han enviado una foto de ti, es parte de nuestro protocolo, es más por seguridad en realidad le explicó.

Entiendo, no tengo problema, entonces… trató de decirle y entendió.

Finalmente entró, dando pasos mentalmente inseguros e aparentemente firmes. Sabía que no debía estar ahí, que podría quedarse sin su trabajo y sin algo más que eso.

Sin su vida por ejemplo.

¿Esto valdría la pena? se preguntó a sí misma.

No lo sabía pero estaba a punto de averiguarlo.

Señor, ella es la mujer que va a hacerle la entrevista le notificó la recepcionista.

Ella estaba en su gran Mansión, tomó asiento para encontrárselo de espaldas, Su cabello era de un rojizo profundo.

El dio la vuelta sobre su silla para recibirla con una sonrisa genuinamente afable. Su oficina le parecía extraña, sin duda ninguna de las que había visto antes se parecía a esa. Un gran espejo se extendía de forma onda y redonda por la mitad de ese despacho.

Bienvenida señorita su voz sonó ronca e intimidante.

Buenos Días, es un placer conocerlo en persona saludó ella igual con una sonrisa honesta y una voz suave.

Muchas gracias.

Señor estoy aquí porque quiero hacerle unas preguntas reafirmó la chica que traía un vestido negro ajustado. Sus labios son rojos y sus ojos de color miel intenso.

Odiaba los rodeos.

Lo sé señorita, así que comencemos, me he tomado la molestia de buscar este descanso en mi agenda para recibirla respondió el hombre apático.

La chica casi frunció el ceño pero luego sacudió la cabeza, no debía perder segundo alguno con el empresario.

Bien señor, muchas gracias, de esta entrevista depende mi trabajo confesó abriendo su bolsa para sacar la grabadora.

El entornó su mirada en ella analizándola.

No me diga pronunció con un disimulado tono burlón.

La mujer percibió su mirada y lo observó directo a los ojos, ella no era la clase de chica que un hombre podía intimidar pero si lo conociese estaría mucho más que eso… estaría en pánico.

Así es señor. Le repito, muchas gracias, ahora comencemos aseveró seria.

Está bien señorita, espero poder responder a todas sus preguntas asintió sutilmente pasando su pulgar por una de sus espesas cejas.

El individuo comienza a golpear el suelo reiterada veces con la punta de su zapato mientras conversa con la periodista. Tener a una mujer ahí lo hace tener que controlarse, siente impulsos que con ansias trata de calmar golpeando el pavimento.

Entonces para controlar la presión optó por levantarse de su asiento y darle la espalda para observar la vista que su despacho posee. A través del extenso vidrio se visualiza una pradera que casi se asemeja a un pequeño bosque, hay una cascada acompañada de una lagunilla fabricada y algunas jaulas con aves dentro. Estaba tratando de relajarse con el sonido provocado por el agua al caer sobre la misma.

¿Le sucede algo señor? preguntó la chica poniéndose de pie para reposar sus manos sobre el escritorio.

Él mantuvo el silencio por algunos segundos, algo estaba cruzando por su mente, se había prometido a si mismo controlarse pero le estaba resultando difícil, así que tomó fuerza de donde no creía tenerla y tensó su cuerpo para responderle:

Antes de comenzar con la entrevista quiero saber qué es lo que realmente quieres saber de mi respondió con escepticismo.

Ella relajó el rostro e asintió para contestar:

Voy a serle honesta señor, solo me han permitido hacerle las preguntas que sabían que usted contentaría confesó mirando su espalda .Pero si me respondiera otras preguntas me ayudaría mucho con mi trabajo.

―¡Otras pregunta! repitió . ¿Qué clase de preguntas?

Preguntas personales, si les diera más información de la que pidieron seguramente van a dejarme mi empleo explicó segura.

Me da cierta curiosidad saber porque quieren quitarte tu empleo admitió . ¿Qué has hecho para que quieran hacer eso?

El seguía de espalda y eso la disgustó ¿acaso no sabía que la base fundamental de una conversación es verse a los ojos?Pensó. Los ojos hablan más que una boca, expresan más que una palabra y delatan más de lo que a cualquiera le gustaría.

disculpe, es algo personal respondió volviéndose a sentar.

Entonces el hombre por fin dio la vuelta para clavar su mirada en ella. Serio, completamente serio, su mandíbula también se tensó.

¿Usted quiere que yo le diga cosas que no le contado a nadie y pretende reservarse algo tan sencillo de responder? inquirió con molestia.

¿Sencillo? Usted no sabe eso, y si bien tiene razón, yo no estoy obligándolo a nada, no tiene necesidad de decirme algo si no quiere replicó sin dejar de mirarlo.

El entornó su mirada en ella y sacó una pelota roja de su bolsillo, ella frunció el ceño y él comenzó a apretar la esfera en su gruesa mano derecha. La chica fijó su mirada en la pelota confundida, al parecer tenía un dibujo en el centro.

Tiene razón soltó como si aceptarlo le fastidiara . Pero véalo de esta forma, yo voy a contarle lo que usted necesita, si me cuenta el motivo por el que está por perder su trabajo y la entiendo sabré si valdrá la pena decirle lo que necesita detalló con perspicacia.

Ella lo observó con contrariedad asintiendo:

Claro, así son todos ustedes ¿no? Tu por tu, si no das nada a cambio no recibes nada rebatió aun con decepción en sus ojos.

Él hombre apretó aún más fuerte el objeto rojo y sonrió para darle la espalda de nuevo.

Eres muy perspicaz le dijo con un tono jocoso.

Solo dígame si va a contestar las preguntas.

Estas aquí para eso.

Entonces no le demos más vueltas a esto.

Déjame ayudarte.

No voy a decirle nada aclaró.

En cuanto ella soltó esas palabras él volvió a girarse para mirarla, esta vez mantuvo la pelota exprimida y tomó asiento de nuevo en lo que afincó sus codos sobre la mesa e agarró la esfera con ambas manos dejando a la vista un dibujo que ésta tenia, lo observó bien… eso era un lobo

Lo que el objeto rojo tenía en el centro dibujado era un lobo, entonces él le dio más curiosidad aun, quería saberlo todo de él, sabía que solo debía contarle lo que preguntaba para eso.

No me quedan dudas de que eres una chica muy inteligente le comentó . Solo quiero saber porque tus jefes están considerando quitarle el empleo a una dama como tú.

Eso la tomó desprevenida.

¿A qué se refiere con una dama como yo?

Contéstame y te lo diré respondió con una sonrisa ladina.

Solo estaba haciéndose la difícil, tratar a ese hombre le había despertado una inquisición abrumadora. Tomó por fin la decisión.

Está bien señor, pero debe prometerme que esto va a quedar entre nosotros aceptó con esa condición.

Él amplió su sonrisa y puso la pelota en la mesa para entrelazar sus dedos.

¡Muy bien! pero antes…pensó . Tú ya sabes quién soy y yo no sé quién eres planteó mirándola tan fijamente a los ojos como si eso fuese a revelarle su nombre quizás .

¿Eso es necesario?

Para mí lo es.

Prefiero mantener mi identidad oculta señor, espero no le moleste instó firme.

¿Sabes que puedo saberlo todo de ti si quiero, no? sonó amenazante.

Estoy segura que nadie va a darle información concreta de mi replico divertida.

En ese instante el gran señor dejó caer el objeto rojo de sus manos y observó algo de reojo. Ella siguió la pelota rodando por el brillante suelo rustico de rallas negras y grises.

Está bien mujer enigmática. La escuchó dijo sin más.

Volvió su mirada a él y asintió.

La razón por la que mis jefes están considerando despedirme es porque he quedado mal ante ellos relató insegura.

¿Qué hiciste? estaba expectante.

No hice nada, solo mi trabajo. Me enviaron a entrevistar a un diseñador de ropa, sin duda uno de los mejores, me ofreció una copa, la cual acepté por educación, luego trató de seducirme y para percatarme comencé a grabarlo, yo solo busco ganarme mi dinero para sobrevivir sin necesitar de nadie y me negué a acostarme con él.

Creí que todos los hombre diseñadores de moda eran homosexuales se burló en su cara.

También yo, pero ahora ya sabe que no es así. Intenté escapar y fue entonces cuando el hombre comenzó a actuar extraño, ahora hablaba con voz femenina, aseguró que había sido una broma pero no fui tan tonta como para creerle y lo bofeteé, le dejé muy claro que no jugaría conmigo.

Eres valienteadmitió.

Tal vez, pero ser valiente solo me sirvió de distracción, apenas lo golpee pasó todo muy rápido, se enfureció y en menos de lo que pude tenía mi cartera en sus manos, sacó mi grabadora, de alguna forma él sabía que lo estaba grabando, eso es lo último que recuerdo, luego todo se vuelve confuso en mi cabeza, él le había puesto algo a mi bebida.

―¡Valla¡ y ¿Qué pasó luego?

Desperté en un callejón, tenía ropa distinta, más atrevida y estaba demasiado maquillada, cualquiera podía confundirme con una prostituta. Después regresé a trabajar y mis jefes me observaron molestos, dijeron que me despedirían, no entendí nada hasta que me mostraron unas imagines, era yo, sí, pero claramente no lucida, no recordaba eso.

Fue inteligente aceptó.

Creo que abusó de mí.

No negó seguro.

¿Ah?

Escucha, un buen psicópata siempre prefiere a su carnada consiente.

¿Cómo ust… intentó hablar.

Continua.

Estaba realmente impresionada.

¡Dios¡

Ella nunca había tenido una conversación como esa.

Finalmente me despidieron, salí de esa oficina decepcionada, me quedé frente a la puerta, él, se había quedado con mi grabadora. Estando ahí, escuché cuando comenzaron hablar de usted.

Él seguía sumido en lo que ella relataba, incluso sus ansias se calmaron un poco.

Nadie quería entrevistarlo, nadie quería venir hasta aquí, y justo ahí me atreví a entrar y aseguré que yo lo aria, que yo vendría. Todos me miraron como si estuviera loca pero fue la oportunidad que me otorgaron para recuperar mi trabajo.

Silencio.

¿Y sabes porque nadie quería entrevistarme? indagó.

Dudó en responder.

Usted señor, usted es el motivo, todos saben cómo derrumba a las personas de su sitio, cualquiera que le haga algo sabe que tendrá una desgracia de vida.

Sin embargo aquí estás tú, a quien parece no importarle eso dijo observándola serio.

Así es señor, pero eso no importa, ahora es su turno, debe contarme aquello que nunca le ha contado a nadie de su vida.

Enserio eres valiente, te admiro. Cumpliré con lo que dije pero ahora soy yo quien debo advertirte esclareció con una seriedad implacable.

¿Advertirme?

Sí, voy a contarte dos versiones de mi vida. Una: la que verdaderamente nunca nadie sabrá. Y dos: la versión que sabrán tus jefes y las demás personas.

Pero…

La advertencia es esa, si aceptas debes estar consciente de que yo me aseguraré de que seas la única que lo sepas especificó.

Está bien asintió confunda.

Ella era la primera persona que escucharía aquella historia, había conseguido que él decidiera contarle aquello que juró que nunca nadie sabría, solo él y…

Había sido valiente, a pesar de que sabía más razones por las cuales nadie había querido ir.

Eso no es respuesta para mí.

La chica tragó grueso; pensó.

Acepto.

El asintió con una sonrisa maliciosa y marcó su celular.

Suspendan mi agenda de hoy ordenó a través de la línea.

Ya mismo Señor respondieron al otro lado del teléfono.

La miró. Lo miró.

Hazme un Favor le pidió él con una nota calculadora y una mirada discretamente maliciosa.

¿Qué quiere?

Tráeme mi pelota.

13 Février 2022 02:32 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
0
Lire le chapitre suivant C1. Falsa Credibilidad

Commentez quelque chose

Publier!
Il n’y a aucun commentaire pour le moment. Soyez le premier à donner votre avis!
~

Comment se passe votre lecture?

Il reste encore 3 chapitres restants de cette histoire.
Pour continuer votre lecture, veuillez vous connecter ou créer un compte. Gratuit!