shiori_taekook Shiori

Un escándalo mediático sin precedentes sacudirá los cimientos del grupo más poderoso del mundo y dejará a uno de sus miembros al borde del abismo.


Fanfiction Groupes/Chanteurs Interdit aux moins de 18 ans.

#taekook #drama #romance #homosexualidad #homofobia #banda
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Animal

ATENCIÓN: como inkspired me permite un límite de 100 cap por historia, tuve que abrir otra para terminar TLBTS. Quedan tres capítulos más para el final. Abrazos a todos/as los/as que llegaron hasta acá.


......


De nuevo el presentimiento de que algo abominable iba a suceder fue aplastado por el nuevo día. Taehyung lo abrazaba y esa sensación era una que había perdido con el tiempo y volvía misteriosamente. No le sorprendía que el primer contacto que tuviera con un hombre, sin sentirse amenazado y lleno de miedo, fuera con él. Acaso su hermano del alma le estaba tan predestinado que había recibido los mismos golpes con la misma furia. Su brazo descansaba pesado sobre su vientre.



¿Sería muy tarde para desayunar? Tenía hambre. Parecía que el sol había estado sobre la ventana por demasiado tiempo, junto al canto de los gorriones golpeando los vidrios.



Movió el brazo de su amigo con cuidado. No era necesario perturbar el sueño de Tae. Todavía necesitaba relajantes para dormir y la noche anterior los había compartido con él. Las orejas de Kirbi, desde el lado derecho de la cama, asomaron ante el movimiento del colchón o quizás por el rugir de su panza.



Eran las 10.30 de la mañana.



Se metió en la ducha sorprendido ante la idea de que ya no estaba atrapado en su cuerpo adolescente, flaco y frágil. Se tocó despacio. En silencio. Reconociéndose. Encontró su cicatriz.



"Adoro la ambivalencia poética de una cicatriz, que tiene dos mensajes: aquí dolió, aquí sanó" había leído en internet.



Al bajar los escalones, la sensación de extrañeza siguió rodeándolo. Un paso y otro paso. Hacia otro lado. Hacia otra dirección. Sin importarle a dónde, al menos no era en círculos.



Tampoco sintió el temor paralizante al encontrar un hombre en la cocina. No quiso correr hacia el baño donde las baldosas frías le recordarían de qué estaba huyendo. La espalda de esa persona, que podría reconocer entre una multitud, se movía de un lado a otro. Allí todo olía a condimentos y arroz.



—¿Eso es para taehyung?



Yoongi dejó caer la cuchara al suelo sobresaltado.



Aishhh, ¿no podrías aparecer de otra forma?



—¿Qué?



—¿Podrías dejar de aparecer como si fueras un fantasma? —, se agachó para levantar la cuchara, antes de que Kirbi pudiera lamerla —y sí, es para Taetae, y para ti. Puedes subir. Lo llevaré todo en un momento.



Quiso darle las gracias pero a cambio soltó



Tengo manos. Puedo hacer mi desayuno.



—Tener manos y saber cocinar no es lo mismo.



Y él estuvo de acuerdo con eso, así que lo dejó cocinar, observando cada movimiento sentado en el taburete del desayunador. Eso hizo que las manos de Suga se volvieran erráticas y su ceño se frunciera, molesto por no encontrar esto o aquello o más que nada por no comprender lo que estaba sucediendo. Entre quejas probaba el arroz, salteaba la verdura, y le servía la comida al perro, pidiéndole a cambio que al menos dejara en paz sus zapatos.



Lamentó interrumpir esa escena tan doméstica con su pregunta, pero lo lamentó muy tarde



Jungkook... ¿se quedó?



Suga hyung siguió en lo suyo, mirándolo de reojo.



No. Pero volverá. No fuiste lo suficientemente dramático ayer.



No pudo evitar sonreír avergonzado. El movimiento en su rostro tiró de músculos que había olvidado tener. Yoongi trató de hacer como si nada pasara, pero era difícil ocultar sus emociones sin una gorra. No era el Jimin que había esperado encontrar. Él mismo no era el Jimin que había esperado encontrar.



Pero ahí estaba.



Suspiró aliviado. Una vida sin poder reír no era realmente nada parecido a una vida.



Dejaron pasar el hecho restándole importancia. Actuando, porque era preciso no asustar a la ilusión que aquello representaba. Jimin había construido su adultez debajo de un recuerdo anulado. Las termitas se habían comido las bases de su castillo durante todos esos años, trabajando afanosamente, y su caída había sido hacia adentro, interminable.



Colocó los pocillos y los vasos sobre la mesa, esperando que Tae saliera del baño, tan ensimismado que no supo en qué momento Yoongi se marchó, dejándolo.



Luego de que recuperara su memoria, ese único recuerdo extraviado se convirtió en el centro de sus días. Lo revivía en su cabeza sin parar, tratando de hacerse del rostro, o la voz del hombre que lo había sodomizado. Un tatuaje. Un acento. Pero solo podía traer a sus noches de insomnio la frialdad del elemento que introducía a su cuerpo, el sabor de sus propias lágrimas, el aliento a caramelo de menta. La fuerza de una mano aplastando su cabeza, y la presión de una rodilla enterrada entre las costillas.



Buscó los nombres y las fotos de los hombres que habían formado parte de la Academia en ese año. Vio a su violador en todos, incapaz de reconocerlo. Pensó que no volvería a mirar de frente. Que la humillación lo arrinconaría al suicidio una y otra vez. Pero ahí estaba, en los espejos, en su sombra, en los objetos que tocaba, en el iris de quien lo anhelaba. Levantándose con la idea de no permanecer bajo el poder de su depredador.



Habían pasado más de dos años, solo, tiritando de frío en el suelo. Tenía el cuerpo entumecido, pero la sangre que cosquilleaba desde lo profundo de su corazón hacia las venas, había comenzado a correr.


........ ...... ....... ........ ...



Jungkook jugó sucio. Cuando tu único objetivo es ganar, los métodos no se miden. Y estaba claro para él, que el maknae no contemplaba otra cosa que no fuera una victoria.



Los primeros días no se acercó demasiado, comprobando la resistencia de la capa de hielo ¿podía pisar allí? ¿podía avanzar un poco más? ¿Acaso podría correr o saltar?



Conforme la semana fue pasando, y después de mucho rodeo, llegó hasta el segundo piso.



Dos golpes en la puerta: hola, Tae, V hyung, soy yo. Por favor no te enojes. Estoy aquí.



Dos golpes en la puerta: Tae, ya me voy. Que duermas bien.



Dos golpes en la puerta: hey! Soy yo. Estoy aquí. Sigo aquí.



Dos golpes en la puerta: vine a despedirme. Por favor descansa.



Lo odiaba. Porque aunque la cara de su amigo permaneciera imperturbable, era imposible no adivinar el suplicio de tener a la persona amada a solo unos metros. Escucharlo. Adivinarlo detrás de la puerta y solo, no rendirse.



Al principio creyó que su determinación flaquearía. Se veía más tenso que de costumbre, pero lejos de ceder, nunca dejaba que Jungkook entrara, ni como sospecha ni como palabra, dentro de esa habitación. El menor podía anunciar su presencia pero allí había un vacío que ninguna palabra podía romper.



Serían tiempos difíciles. Se consolaba pensando en las pequeñas muestras del destino de querer enmendar su ensañamiento. Por ejemplo: Tae subía de peso, rellenaba sus adorables mejillas, dejaba de perder pelo, incluso había adquirido un brillo envidiable. Jimin peinaba con dedicación su melena, cortaba y limaba sus uñas, ponía crema en su cara, elegía los calcetines más alegres. Dejaba que Kirbi se acomodara en la cama y todas las mañanas sacudía las sábanas. Regaba las plantas, perfumaba el ambiente. Y sin embargo, todo en ese lugar era triste.



Proteger a Taehyung de Jungkook era angustiante. Ah! Qué desastre! Se preguntaba hasta cuándo estaría encerrado en aquella torre. Hasta dónde. La posible respuesta lo angustiaba. Al menos ahora hablaba por teléfono con sus padres. Los llamaba desde su teléfono porque Tae había perdido el suyo en aquel episodio con los guardias de Gan y aunque le ofrecieron uno el cantante lo había rechazado.



No le interesaba nada del mundo exterior.



Las conversaciones escuetas con sus padres puede que no consiguieran tranquilizarlos sino todo lo contrario.



Jimin abandonaba la habitación varias veces en el día. Estaba seguro que Kook no entraría sin invitación y estaba seguro de que Tae no lo invitaría. También tenía la seguridad de que alguno de los dos sucumbiría ante el dolor de una puerta cerrada.



Le hubiese gustado que el maknae solo desistiera, que aceptara que lo único que conseguiría sería traer más y más dolor. Pero luego veía sus ojos castaños, duros como canicas. Determinados. Fieramente determinados.


Cuando lo encontraba por la casa, de alguna manera disociaba al Kookie que se empecinaba afuera del cuarto y lo embargaba una emoción parecida a la nostalgia. Esos ojos determinados estuvieron ahí como semilla, desde el inicio, cuando era un niño ingenuo, ajeno a todo lo que atravesaría.



¡Y quería abrazarlo! Por Dios, quería abrazarlo y pedirle que se detuviera, que el mar solo consigue romper el acantilado de tanto empujar sobre él.



Esa noche calurosa de grillos copulando (porque ¿qué otra cosa los haría sonar así?) antes de marcharse, Kook golpeó dos veces, pero no dijo nada. Un sonido hueco le indicó que se había apoyado contra la madera. Kim se mantenía silencioso. Estaba sentado en el borde de la cama hacía tiempo, mirando un punto fijo. Estaba perdido en otra dimensión en la que posiblemente se encontraba con sus hijos. Vestía su pijama azul favorito. Cosas que a Taetae ya no le importaban.



Esa noche JK dio su golpe más bajo: él le cantó. Jimin apenas había recuperado su capacidad de decir. Decir para explicar su pasado, para desear su futuro. Escucharlo cantar removió un océano dormido. Cantar. Él no podía entonar ni una nana sin sentir vidrios en su garganta y ahí estaba el imbécil, metiendo su dulce y emocionada voz en la carne viva de Taetae.



Para empeorar el drama Yoongi tocaba algunas notas acompañando, consintiendo toda esa locura.



"*I told you something safe
Something I've never said before
And I, I, I can't keep my hands off you
While you lie in the wake
Covered all in the night before
I'm high, high, high, no one's got me quite like you
I want you all to myself
Don't leave none for nobody else
I am an animal with you
No angels could beckon me back
And it's hotter than hell where I'm at
I am an animal with you
An ode to the boy I love
Boy, I'll die to care for you
You're mine, mine, mine, tell me who do I owe that to?
And as the days fly by
We'll be more than getting through, yeah
And in time, time, time, we'll build a home for two



Dos tristes lágrimas recorrieron el rostro de Tae. Meses sin verlo llorar y ahora quería matar a los responsables.



—¡Ah! ¡Cierra la boca ya!



Le había gritado, pero el daño estaba hecho. Ningún antidepresivo podría curar aquello.



Jungkook y los grillos apagaron su música y cerraron las cortinas de la noche.



……………………………………………………



Estaba seguro que alguna bomba detonaría en algún lado. Caminaba con la idea de que pisaría una mina en cualquier momento o que una bala perdida iniciaría una masacre.



Amaba verlos en su hogar. Era un hogar porque estaban allí. HyeSun y ellos. Podría haber sido feliz de esa forma pese a que sus suegros y sus padres no entendieran en absoluto qué hacían 6 adultos bajo el trecho de los recién casados ¡Era una puta locura!



En el momento en que Jin habló sobre lo que estaban haciendo en su pequeño estudio de grabación, las cosas perdieron su brillo.



Suga, Hoseok y él solo no habían pensado el asunto. De hecho, las canciones habían nacido más que nada como una distracción y terminaron siendo piezas alucinantes. No podía esperar para terminar los siete temas que se habían propuesto y encarar a Lee Bae. Nadie con un poco de criterio musical rechazaría el material. Pero la voz de su hyung había entrado como veneno.



Jin era una columna en su historia. Nunca había sido reemplazado su lugar por ninguna otra persona. No después de todo lo vivido. Le dolía que le retirara la mirada, le dolía que no hiciera bromas absurdas para distender el ambiente, le dolía que no soportara quedarse a solas con él.



Los días eran más difíciles de ese modo.



El segundo frente tenía que ver con Taehyung y Jungkook.



Ver morir de a poco su historia y solo poder sentarse a verlo era una agonía de la que escapaba refugiándose en la música o en su compañera.

Habían pasado por demasiadas cosas como para que ese amor menguante no se transformara solo en tristeza. Esperaba que no en odio, y aunque el menor quisiera ocultarlo y obstinado, se plantase cada mañana y cada noche detrás de la puerta, no tendría forma de evitarlo.



Él nunca había podido protegerlos.



Había saboteado el romance cuando los mismos amantes todavía no se reconocían como tales. Siempre había actuado en beneficio y en nombre del grupo, para terminar descubriendo que solo había sido en beneficio y en nombre de una empresa. Y ahora hubiese quitado años de su vida para reparar un poco el lazo muerto y putrefacto que se negaban a soltar.



Sí, debajo de la alegría de tenerlo otra vez, existía la fatalidad.



Y podía olfaterla y saborearla con demasiada precisión.



Un día por ejemplo, un Jin triste se encontró con un JK más triste cantando la estrofa de una canción, cuando el primero caminaba por los pasillos hacia su cuarto. Fue un testigo involuntario.



El mayor se detuvo a contemplar la escena a sus pies. En su semblante era capaz de adivinar que lo estaba ahogando la misma impotencia. Solo que Jin entendía la fragilidad de la condición humana mejor que él.



El mayor se puso en cuclillas y cantó con el menor y fue algo tan agridulce, tan difícil... porque la fatalidad también se hacía oír.



"And when I was younger
I knew a boy and a boy
Best friends with each other
But always wished they were more
'Cause they loved one other
But never discovered
'Cause they were too afraid
Of what they'd say
Moved to different states
Oh, and I'm afraid that's just the way the world works
It ain't funny, it ain't pretty, it ain't sweet
Oh, and I'm afraid that's just the way the world works
But I think that it could work for you and me
Just wait and see
It's not the end of the story"



A partir de ese momento, hyung y maknae se reencontraron en la música. Le pidieron un día para ocupar el estudio y allí pasaron cosas de las que no podía ser parte. Y lo merecía. Claro.



Solo dime...



Se sacó la camiseta y la miró, sin intensiones de ocultarle algo con lo que no podía lidiar. Ella abandonó el libro que leía y se sacó los lentes para darle toda su atención. Ponía cara de preocupación al hacerlo. Se veía muy tierna con ese rodete alto enganchado con lapiceras que después no lograba encontrar.



—Me gustan las canciones que compusimos —le respondió, sentándose en la cama tal y como están.



—Pero...



No quisiera cambiarlas... pero no soporto esta situación con Jin hyung. ¿Tú crees que se le pase? Sé que lo herí, sé que no estuvo bien... sé que si toco los temas perderán su magia. Y de verdad esos temas son... tú los escuchaste ¡son perfectos así como están! no quisiera arruinarlos. No podemos darnos el lujo de fracasar otra vez. Estoy cansado de fracasar.



—¿Tú crees que, si Jin y JK intervienen, lo arruinarán?



—Cuando lo dices así... suena horrible. Pero si tocas algo que ya es perfecto...



—Cuando te conocí... Kim Namjoon, me dijiste que hubo un gran error en tu vida, un solo error que nunca te perdonarías.



—Abandonar a Tae...



—Como ya sabes, no existe máquina del tiempo para arreglar eso. Solo el presente. Y en el presente, ¿Qué es más importante para Kim? ¿Su música o su familia?



—Su familia.


—Bien —, le sonrió con extrema dulzura. Dejó el libro y lentes sobre la mesa de luz, se alejó del almohadón para acercarse a él y tomar una de sus manos. La llevó con lentitud hacia su cuerpo y la apoyó sobre su vientre.



—Entonces no tengo de que preocuparme, serás un buen padre.



........... ...... ...................



Esa mañana bajó de a tres escalones y casi terminó de cabeza en el suelo. Era tarde y no encontró a nadie en la cocina. Le había sido difícil dormir con tanta adrenalina bullendo por dentro. Aceptar que no tendría hijos no le fue tan complicado. Después de todo, eran felices. Pero ahora que la realidad cambiaba el juego, no podía dejar de sonreír. Un hijo o una hija. Suyo.



De ella.



No.



Mejor libre.



Mejor de sí mismo.



¿Cuál era ese nombre qué tanto le gustaba? Era de una cantante... ¡ah! ¡no podía recordarlo!



Los abuelos serían difíciles de controlar. Tendría que haber comprado una casa más alejada del centro. Estaba seguro que se horrorizarían de pensar que un Kim iba a crecer junto a gays, rehabilitados, pacientes psiquiátricos... no podía evitar sonreír al pensar que sería un consentido y mucho peor si era una niña.



Subió con la misma torpeza y fue al gimnasio.



Kirbi le ladraba desde algún sitio.



Hizo un barrido rápido con la mirada. Hobi y Kookie frente al espejo mostrándose algún movimiento de baile. Jimin en el suelo manejando el sonido. Jin y Yoongi en los aparatos. Le hubiese gustado ver a Tae saltando por todos los rincones, inventando algún juego para pasar el rato. Estuvo a punto de sentir que había ingresado al pasado con solo traspasar el umbral. Pero algo había cambiado para siempre.



—¡Voy a ser papá!



Gritó, y los chicos abandonaron lo que hacían para mirarlo con las bocas abiertas. Después sonrieron, no con la sonrisa de felicidad que esperaba sino con la sonrisa de qué idiota eres.



¡Al fin!



—¿Qué? ¿Ustedes sabían?



—Oh Jonnie ¿en serio pensabas que era mi comida la que tenía así a HyeSun?



Comprender que había sido un ciego todo ese tiempo no afectó en nada la alegría que hacía querer abrazarlos. Por suerte sus amigos lo entendieron y palmearon su espalda y lo felicitaron, deseando para esa criatura la belleza de la madre y la inteligencia, también de la madre. Se aferró un poco más de lo necesario a Jin hyung, pero aquello era solo una tregua y lo entendió.



Se dio vuelta hacia Jimin que lo miraba pequeño desde el rincón. No esperaba nada, a decir verdad, pero la sonrisa que le regaló fue más cálida que cualquier otro gesto que alguien pudiera darle.



—¡Quiero celebrar! Hoy a la noche — les dijo sin perder el entusiasmo, aunque la respuesta fue tajante.



Ok, nosotros estaremos en el estudio si nos necesitas.


...... ..... ....... .......



La vida se mantuvo dentro de los límites de la normalidad. Jimin acudía al estudio por una cuestión de principios. Aquello parecía una competencia entre raperos y cantantes y él por primera vez no quería quedar al margen. Aunque no cantara ni escribiera. Aunque solo se quedara viendo las manos de Yoongi manejar la consola.



El infiltrado era un mal necesario. Y eso había ocasionado algunas discusiones que escuchó sin querer.



—¿Por qué tú puedes pasar y yo no?



—Los estoy ayudando con la consola para que puedan grabar. Es todo.



—Sé que es un castigo, pero, no fui el único que lo dejó de lado.



—Sí, pero tú eres el líder.



—Nosotros ya no somos una banda.



—¿Y qué somos entonces? ¿Un trío? Cuando iniciamos el grupo nosotros eramos los de más experiencia. Creo que fue nuestro error pensar que los chicos no tenían nada que ofrecer. Taehyung tuvo que irse de Bangtan para que lo entendiéramos. Tú, yo, los putos CEOs, todos pensaron en Jin y en Tae como bonitos accesorios para atraer desprevenidos. Los maniquíes en el escaparate. Incluso, ellos llegaron a creer esa mierda ¿En serio Jin hyung es un artista? Yo creo que es la pregunta que nunca pudiste hacerte. Creo que no ves al cantante. Pero solo es porque no te has tomado el tiempo para verlo…



El asunto no llegaría a buen puerto.



En el mientras tanto disfrutaba escuchar al mayor y al menor grabar temas muy lejos del pop inofensivo que podría esperarse. Habían vivido demasiado como para escribir sobre los sueños rosas, las pistas de baile, el éxito sin consecuencias y los amores para siempre.



Las letras eran ácidas, retorcidas o melancólicas pero estaban bien envueltas en sonidos edulcorados.



Ya iban por el tercer tema y ninguno sabía qué harían después con ellos. Era obvio que Lee Bae no compraría algo tan impopular.



Taehyung seguía apartado. Recluido. Comiendo por inercia. A veces su mirada encontraba en el jardín a Jungkook jugando con Kirbi.



¿Qué veía realmente? ¿Veía al joven con el que había crecido, lleno de energía, fuerte, incansable, estancar su vida detrás de la puerta? ¿veía el cuerpo sobre el que había girado toda su existencia como una debilidad de la que nunca podría apartarse? ¿Veía el pecado de su propia sexualidad? ¿Veía los días en lo que había sido feliz solo jugando, inventando saludos, abrazando sin querer soltarlo?



Cuando se apartaba no dejaba traslucir absolutamente ni uno de sus pensamientos.



Su cara era una tabula rasa. La más bella y expresiva cara que alguna vez naciera en Corea del Sur, ahora no decía nada.



A principios de octubre ya en pleno otoño, Jimin entendió.



Tae se había levantado como siempre, a las 9 en punto. Se bañaba como cada día y cambiaba su pijama por otro limpio. Yoongi subía el desayuno a las 9.30. A las 10.30 Jimin llevaba los trastos a la cocina y Tae solo se quedaba sentado en el sillón, no muy cerca de la ventana, porque Jungkook había abusado de ese recurso.



En el tiempo en que Tae tomaba su ducha él aprovechaba para cambiar o sacudir las sábanas. Fue cuando empujó sin querer la mesa de luz y por poco la lámpara de porcelana no se reventó contra el suelo. Tantos movimientos para que nada se rompiera y de cualquier manera el sonido de un golpe le dijo que había sido inútil. Corrió la mesa para levantar lo que fuera que hubiese caído por detrás.



Entonces entendió... Taehyung solo esperaba.



En el suelo estaba el teléfono que había dicho extraviar, cargándose.



Taehyung estaba esperando.



Un mensaje o una llamada.



Esa idea lo atravesó como un rayo.



Taehyung solo esperaba.



...... ....... ........ ......... ........... ............



Declaro oficialmente a Troye Sivan y Conan Gray como la banda de sonido de este ff. Aplausos para él 👏 merecido premio 🤣..

Bien, estamos a dos o como mucho tres capítulos para cerrar esta historia. Costó, y de corazón espero que su interés no haya decaído. Abrazos!

29 Décembre 2021 11:41 7 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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Zheila Franco Zheila Franco
Belleza de capitulo 😍
January 02, 2022, 20:39
Ariam Ariam
Un increíble capítulo escritora como siempre,desde que comienzas a leer te envuelve y no deseas que termine porque su magia te llega.Gracias de nuevo 🌺 Feliz Navidad 🎄
December 29, 2021, 17:22
Mary Janne Mary Janne
Hermoso, como siempre. Muchas gracias Al fin veo una luz al final del túnel. Me reconforta mucho.
December 29, 2021, 14:18
Moon ᥇ꪶꪖᥴ𝕜⁷ Moon ᥇ꪶꪖᥴ𝕜⁷
Amé este capítulo! En realidad toda la historia la siento muy cercana a algo que podría suceder en la realidad de ese mundo
December 29, 2021, 13:48
RT Rosa Trujillo
Excelente relato como siempre, espero q llegue esa llamada, felicitaciones por escribir tan bien, y por tan ingeniosa historia
December 29, 2021, 12:56
Francis Espi Año' Francis Espi Año'
Casi me provocaste un infarto ! Lo leí tan rápido que pensé que era una segunda parte de la historia! Y siendo mi Historia preferida de todas todas, no sabes el nervio que me dio! 🙈🙉🙊
December 29, 2021, 11:56

  • Shiori Shiori
    sí!! perdón! supuse que pasaría eso! gracias igual por tus palabras! December 29, 2021, 12:02
  • Shiori Shiori
    sí!! perdón! supuse que pasaría eso! gracias igual por tus palabras! December 29, 2021, 12:02
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