Jimin suspiró, tremendamente aburrido. Las clases de Literatura eran una jodida mierda con la profesora Kim tocando la moral durante dos largas horas, siempre vigilando que ninguno de sus alumnos se atreviera a dar una cabeceadita, abrir la boca o mirar su teléfono móvil.
Era una dictadora. Jimin la odiaba, al igual que Taehyung, quien convenientemente había decidido que se encontraba tan mal como para quedarse en su casa aquel día. Jimin tuvo que hacer lo mismo, lo supo cuando la maldita señora Kim estuvo 5 minutos regañando a uno de sus compañeros por mirar hacia atrás mientras ella explicaba.
—Bien, hoy tengo una noticia que daros —minutos después, a tan solo algunos de terminar la clase, la señora Kim se levantó de su cómodo asiento tras el escritorio de la tarima y habló mucho más relajada—. Me temo que dejaré mi cargo como profesora al finalizar esta semana, debido a la aprobación de mi jubilación.
Un murmullo se extendió por la clase, provocando que la mujer se cabrease de nuevo. Jimin rodó los ojos. ¿A quién le importaba que ella se fuera, después de todo?
—¡Silencio! —exigió Kim, chillando estridentemente y generando que el micrófono en la solapa de su camisa blanca provocara un pitido por los altavoces—. Como decía, quería presentaros a vuestro nuevo profesor. Señor Min, pase, por favor.
La mujer señaló a la puerta. Jimin siguió con la mirada, notando entonces a un hombre de pie que debía llevar allí algunos segundos. El rubio lo miró con curiosidad, por su mente pasando la idea de que era mucho más joven de lo que se había esperado.
Y condenadamente guapo. Joder, Jimin supo que aquel podría ser perfectamente uno de los muchos hombres con los que follaba al salir de fiesta. Era un poco más alto que la señora Kim, tal vez de la misma estatura que él, tenía el pelo profundamente negro y la piel muy blanca y pálida. Llevaba un traje de color negro con corbata gris, y un maletín del mismo color colgaba de una de sus varoniles manos, donde Jimin logró divisar un anillo en su dedo anular.
¿Estaba casado?
El rubio revisó su cara cuando él mantuvo una conversación con la señora Kim, generando algunos cuchicheos por parte de los alumnos. Sus facciones eran duras, pero esbeltas a la vez, con una nariz de dimensiones perfectas que acompañaban a unos labios delgados de color rosa y unos ojos felinos, dentro de los que Jimin observó algo que llamó su atención.
No pudo evitar darse cuenta de que la sonrisa cortés que tenía en sus labios no llegaba a su mirada.
Cuando el profesor se dio la vuelta para presentarse frente a la clase, los ojos negros cayeron directamente sobre Jimin. El rubio tragó fuerte al recibir aquella mirada fría y, aunque el contacto no duró más de algunos segundos, fue suficiente para despertar por completo su interés.
—Buenos días. Mi nombre es Min Yoongi —el hombre se inclinó un poco, con semblante serio—. Es un placer conoceros.
A Jimin le gustaba y eso pintó una enorme sonrisa en su cara.
Esta historia es la segunda parte de Fuck the Police . La podéis encontrar aquí. ¡Disfrutad!
Merci pour la lecture!
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