sasakiyumeno Yumeno Sasaki

La secuela del primer volumen de Watashi no koto wo, una inusual comedia romántica de instituto protagonizada por Nakamura Yoshiro. Tras haberse unido al club de novelas ligeras, Shimizu y Yoshiro se enfrentarán por el puesto de presidente del club (que provisoriamente pertenece a Yami, una artista genio sin la capacidad de ver). Por otro lado, con el festival cultural a la vuelta de la esquina, se avecinan un sinfín de cambios que afectarán para siempre la vida de Yoshiro.


Fiction adolescente Déconseillé aux moins de 13 ans. © Sasaki Yumeno

#watashi no koto wo #novela ligera #web novel #sasaki yumeno #hermana menor #comedia romantica de instituto
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Capitulo 13: El festival cultural

Por fin, luego de mucho esfuerzo, el festival cultural había llegado sin problemas (claro, omitiendo ciertos detalles).
El día era perfecto. Las nubes se desplazaban libremente por el cielo azul, y los rayos del sol se reflejaban en las numerosas ventanas de la preparatoria Akarui Tani.
Los estudiantes encargados de atender los puestos corrían de aquí para allá, terminando con los últimos preparativos, y revisando que todo estuviera en orden antes de que las personas pasaran por ahí.
Claro está, el consejo estudiantil tampoco estaba holgazaneando, ni nada por el estilo.
Naturalmente, nosotros teníamos la tarea de supervisar el festival.
Ummm… veamos…”
Luego de comprobar la hora de mi reloj de pulsera, me volví hacia los demás, y con una gran sonrisa, exclamé:
¡Que el festival comience!”
¡Oh!”
¡Sí!
¡…!”
Tsubasa y Hanabi habían alzado sus brazos, tan alto como podían, radiantes y llenos de energía.
Por otra parte, aunque no lo demostrara, era obvio que Shimizu también estaba muy emocionada.
¡Bien! Por ahora, ¿Qué les parece si pasamos por los salones, y vemos que prepararon los estudiantes?”
Tras haber propuesto mi idea, Tsubasa senpai acomodó sus anteojos triunfantemente, haciendo que el reflejo del brillo desaparezca la imagen de sus ojos verdes, y con un tono de arrogancia, dijo:
Por mí, no hay problema”
Como siempre, tan deshonesto con sus sentimientos. Al igual que Shimizu hace un momento, Tsubasa también intentaba contener su emoción.
Acomodándose el cabello, Shimizu dijo con una voz serena:
Ummm… ya que estuvimos despiertos desde muy temprano, ¿Por qué no vamos por un café antes?”
Al imaginar el sabor del café, Hanabi no pudo evitar arrugar el rostro. Y al ver esta situación, luego de tragar saliva y resignarse, Tsubasa dijo forzosamente:
E-esperen un momento, ciertamente el café no es una mala opción, pero…”
En ese instante, las palabras de Tsubasa fueron ahogadas por la saliva excesiva de su boca.
Sin embargo, Tsubasa fue más fuerte que sus impulsos, y apretando los dientes…
¿Qué tal si simplemente desayunamos alguna otra cosa?”
Con una gran sonrisa, Hanabi se volvió alegremente hacia su salvador de anteojos.
¡Ohhh! ¡Es una excelente idea!”
Suspirando, Shimizu se volvió hacia Hanabi y le preguntó:
¿Y bien? ¿Tienen algún lugar en mente…?”
¡Sí! ¡Así es!”
Salón de la clase 2-B
Tres especiales y un café, por favor”
Entiendo, ¡Pyon! Por favor aguarden un momento ¡Pyon!”
Luego de tomar nuestra orden, la chica con el traje de conejita nos dio la espalda y se fue.
Apartando la mirada, Tsubasa parecía algo avergonzado. Sin embargo, era muy entendible, después de todo, ese traje dejaba ver bastante.
¿Huh? ¿Sucede algo Yumeko kun?”
¡N-no es nada!”
Tras ver a los lados repetidas veces, Hanabi se volvió hacia el ruborizado Tsubasa, y viéndolo desde abajo con una mirada llena de picardía, dijo:
Así que de eso se trataba…”
Enfatizando, se llevó el dedo índice al labio inferior.
Las conejitas... te excitan, ¿Cierto, Yumeko pyon?”
¡Kghjj!”
En ese instante todos dimos un pequeño salto, todos menos la autora de aquellas palabras tan libidinosas.
¡¿E-es enserio?!
¡¿Realmente fue capaz de preguntárselo de forma tan abierta y desvergonzada?!
¿Huh? ¿Sucede algo?”
Aun estando en frente del petrificado Tsubasa, Hanabi se volteó a vernos a Shimizu y a mí. Su expresión era muy tranquila, y no parecía haberse dado cuenta del sentimiento que provocó lo que dijo hace un momento.
Todos en la mesa nos mantuvimos en silencio.

Aquí están sus órdenes ¡Pyon!”
Irrumpiendo en la tensión del momento, la camarera cuyo traje era la principal razón de esta situación, había asentado una bandeja metálica sobre nuestra mesa, y retirando nuestros pedidos, los colocó suavemente a un lado.
¡Que lo disfruten! ¡Pyon!”
Al inclinarse para hacernos una relativamente prolongada reverencia, el peso de sus voluptuosos pechos empujaron el sujetador, e hicieron que estos quedaran colgando, enseñando mucha más piel que la última vez.
Sin apartar la vista, los anteojos de Tsubasa se empañaron completamente, y acto seguido, una fina línea roja comenzó a salir de su nariz.
Al levantarse, nuestra camarera nos mostró una gran sonrisa.
Si necesitan algo, no duden en llamarme ¡Pyon!”
Dando media vuelta, se disponía a dar sus primeros pasos, pero entonces…
*Tkrrr*
¡¡G-G-G-GRA-C-CIAS!! ¡¡D-D-DE S-SEGURO L-LO DIS-DISFRUTARÉ!!”
Tsubasa se levantó bruscamente de su asiento para esbozar sus palabras de agradecimiento. Situación realmente cortés (claro, dejando de lado el hecho de que su rostro estaba completamente rojo y empapado, sus anteojos empañados, y su respiración era ruidosa y estaba demasiado acelerada).
Ignorando completamente su exaltación, la camarera hizo una pose similar a la de un conejo, y guiñándole un ojo, le sonrió nuevamente.
¡No es nada! ¡Pyon!”
*Boing*
Dando un ligero saltito, los pechos de la conejita dieron un rebote.
¡¡Pwaghhhhhjj!!”
En ese momento, un gran chorro de sangre emergió de las fosas nasales de Tsubasa, y empujándolo de forma abrupta, hizo que nuestro secretario regresara a su asiento.
Viéndolo con algo de preocupación (y mucha, mucha lastima) le pregunté:
¿E-estás bien…?”
“…”
Antes de que pudiera dar alguna señal de vida, Hanabi me interrumpió explicándome:
No debes preocuparte, senpai. Él siempre ha sido así”
Sintiendo algo de curiosidad en nuestra conversación, Shimizu se volvió hacia Hanabi.
¿A qué te refieres con ’Siempre’…?”
Haciendo una pausa, Hanabi nos vio algo confundida.
¿Acaso nunca se los había dicho? Yumeko kun y yo nos conocemos hace mucho tiempo. Se podría decir que somos ‘amigos de la infancia’”
“…ya veo”
Vaya, eso explica muchas cosas.
Cruzándose de brazos, Shimizu se apoyó en el espaldar de su asiento.
En cualquier caso, deberíamos apurarnos. Recuerden que todavía debemos visitar muchos más sitios”
Tras haber terminado nuestro desayuno, nos dispusimos a salir del salón. Coincidencialmente, la camarera de antes estaba pasando por ahí.
¿Ya se van? ¿Pyon?”
Así es, nos gustaría quedarnos un rato más, pero… aún tenemos mucho trabajo por hacer”
Me llevé una mano a la nuca, e incliné la cabeza un poco en señal de disculpa.
Viéndome algo desilusionada, hizo una pequeña pausa, y luego, con una voz tenue, respondió:
Ummm… ya veo”
No obstante, como por arte de magia, recuperó el buen ánimo, y con una gran sonrisa exclamó:
¡Vuelvan cuando quieran! ¡Pyon!”
Dando un gran salto, la camarera volvió a adoptar la posición de antes. Sin embargo, en esta ocasión sus pechos dieron un rebote mucho más grande que el de antes, hasta el punto de que por un instante se salieron un poco de su sostén.
¡Pwaghjj!”
Llevándose rápidamente una mano a la nariz, Tsubasa intentó cubrir su hemorragia nasal.
Esta vez, la camarera no pudo evitar dejar escapar una risita, y sonriendo se despidió de nosotros.
No tienes remedio”
Gwh-go zhiemto…”

Después del café-Cosplay decidimos seguir patrullando.
Los pasillos estaban repletos y los puestos de comida, abarrotados a no poder más. También habían estudiantes de otras escuelas; seguramente, amigos invitados por estudiantes de esta preparatoria.
Viendo la cantidad de personas que había, sin lugar a dudas, el festival cultural estaba siendo todo un éxito.
Por ahora, deberíamos ir a ver al segundo piso”
Ahora mismo estábamos en el cuarto piso, por lo que debíamos encontrar las escaleras para llegar allí.
Tomando la delantera, Shimizu comenzó a caminar dificultosamente, abriéndose paso entre la gente.
Tal parece que los puestos de comida de este piso eran famosos, ya que en ciertos tramos había acumulaciones de personas, realmente densas.
¡P-permiso! ¡Permiso!”
¡Hey! ¡Espera tu turno, yo llegué primero!”
Tranquilo, no pienso quitarte tu lugar en la… ¿Fila? Esto es, se supone que es una fila, ¿Verdad?
En cualquier caso, sólo quiero pasar por aquí.
¡Permiso!”
La primera en llegar hasta las escaleras fue Shimizu, y volteándose ágilmente, nos fulminó con la mirada.
De seguro estaría pensando algo cómo ‘¡Muy lentos!’
Suspirando, ella se disponía a apoyar su mano en el barandal, dándole la espalda a las escaleras.
Al levantar la mirada, instintivamente vi más allá de la gente, buscando a Shimizu, con un mal presentimiento.
Este era un pasillo lleno de comidas fritas, por lo que no sería extraño si alguien intentara bajar sosteniéndose del barandal con las manos grasosas.
Y en efecto, aquella madera barnizada brillaba más de lo normal.
*Fnshh*
¡Wah-wahhh!”
Al momento de apoyar sus dedos en la madera, inevitablemente, la mano de Shimizu se deslizó hacia adelante. Sin poder evitarlo, ella perdió totalmente el equilibrio, y ahora estaba cayendo hacia atrás.
Su cabello oscuro comenzó a flotar en el aire, siguiéndola en su caída.
Sus ojos estaban bien abiertos, y sus pupilas se mantenían fijas en el techo.
Como si quisiera pedir ayuda, su boca parecía moverse levemente.
Traspapelándose con las cortinas de las ventanas adyacentes, Shimizu era contemplada por las nubes que flotaban libremente, despreocupadas e indiferentes a la joven que se había quedado congelada en el tiempo.
Sin resignarse a su destino, la cabeza de Shimizu se acercaba cada vez más a la altura del barandal.

¡¡MUEVANSE!!”
Apartando a empujones a las últimas dos personas que tenía en frente, entregado totalmente al instinto, di la zancada más prolongada que pude.
En un abrir y cerrar de ojos, había terminado sobre Shimizu.
Como si el tiempo hubiese dejado de fluir también para mí, pude presenciar detenidamente su rostro blanco y suave.
Sus ojos temblorosos estaban fijos en los míos, y a su vez, sus pestañas humedecidas brillaban intermitentes.
Entonces, para cuando las lágrimas de Shimizu se estrellaron en mis mejillas, me apresuré a tomar su brazo, y sabiendo que no podría salvarnos a ambos, pues yo también estaba cayendo junto con ella, la jalé con todas mis fuerzas mientras rotaba sobre mi cuerpo.
Para cuando el tiempo volvió a fluir, ya tenía a Shimizu entre mis brazos, protegiéndola, y rodando ferozmente, descendí escalón a escalón, sintiendo como mi espalda era fuertemente golpeada.
No cabía en mi mismo, y no podía entender porque lo había hecho.
Sin embargo, sin importar que, no podía soltarla.
No importaba que tan fuerte pudiera ser el dolor, o que tan grande sea la duda.
Tras abrir un ojo, pude vislumbrar uno de los tubos del barandal, y extendiendo mi brazo en el momento preciso, intenté alcanzarlo.
Rozando con la punta de mis dedos, logré alcanzar el tubo, y empuñándolo con todas mis fuerzas, me aferré a él.
¡Nos salva—
*Fshh*
En lugar de frenar, perdiendo el equilibrio, nos salimos del camino y terminamos cayendo por el segundo tramo de escaleras, es decir, a las que llevaban al segundo piso.
Ya no había ninguna forma, por lo menos uno de nosotros debía salvarse.
*Tash*
¡Ugh!”
¡Definitivamente…!
*Tash*
¡Mgh!”
¡Debo protegerla!
*TASH*
¡…!”
Una vez más, de un momento para el otro, todo se había tornado completamente oscuro.
Una vez más, los recuerdos de aquel accidente.

18 Juillet 2017 16:49 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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