Luego de que la campana anunciara el final del día, la encargada de hoy dio la orden para levantarnos, hacer una reverencia y despedirnos del profesor a cargo.
“Casi lo olvidaba. Dime, Yoshiro, ¿Ya tienes algún capítulo nuevo?”
“¡Claro! Aguarda un momento”
Tras pedirle a Izumi que me esperara en lo que busco el libro, introduje la mano en mi bolso y comencé a tantear, buscándolo entre las demás cosas que estaban en su interior.
Ya saben: libros, cuadernos y… esos “otros” libros.
Para entender de qué se trata todo esto, debemos remontarnos hace no mucho tiempo atrás.
Resulta que a mediados de Agosto del año pasado, empecé a escribir una novela ligera.
Como era de esperarse, ya que es mi primera obra decidí no enviarlo a ninguna editorial. ¿Cómo decirlo? Quería adquirir un poco más de experiencia en la práctica. Después de todo, tengo más posibilidades de ser aceptado si doy una buena primera impresión.
A pesar de que revolví todo el interior en busca del libro, no fui capaz de encontrarlo. Sin embargo, poco antes de rendirme, pude sentir algo con una contextura similar.
Al retirar lo que imaginé como el libro que buscaba, algo en su portada llamó mi atención.
Sin lugar a dudas se trataba de una novela ligera. No obstante, no era la mía.
No tenía el nombre del autor, ni el logo de ninguna editorial; por lo que me pareció realmente extraño.
Ojeando rápidamente las paginas, me di cuenta de que habían excesivas ilustraciones, talvez… una ilustración por cada tres páginas.
Además, tenía una narrativa horrible.
Aunque por otro lado, indiferentemente de lo mala que pudiese llegar a ser la parte narrativa, no pude evitar quedarme plasmado por los dibujos, que aun siendo excesivos, eran realmente fabulosos.
La calidad de detalles, las sombras, las proporciones… ¡Es increíble!
“¿Huh? ¿Sucede algo, Yoshiro?”
“Oh… es solo que no recuerdo haber guardado esto”
“¿A qué te refieres?”
“Esta novela ligera... no es mía”
Tras decir estas palabras, me volví hacia el bolso que aún estaba abierto a medias. Y luego de abrir el cierre por completo, empecé a registrar meticulosamente su interior.
Luego de encontrarme con dos cuadernos de colores distintos a los que recordaba, tomé uno y lo acerqué a mi rostro para comprobarlos.
En la etiqueta que estaba en el frente decía «Shimizu Fuyu»
…
“¿Dices que no es tuya?”
“O-oh, no. Sí es mía. Es solo que no la reconocí a primera vista”
Es una excusa patética, pero conociéndolo de seguro funcionará.
Sé que está mal, pero... no podía decirle la verdad.
Izumi es... es del tipo de personas que sobrepasan los límites de la amabilidad, hasta el punto de resultar molesto.
Si supiera que habíamos confundido los bolsos, de seguro hubiese hecho un escándalo con el fin de persuadirme para ir a buscarla hasta su casa (de ser necesario).
A pesar de su aterradora apariencia, él realmente es un buen tipo. Pero en ocasiones como estas, no tengo más remedio que ocultarle la verdad.
“Discúlpame. Creo que olvidé el nuevo capítulo en casa. Pero tranquilo, de seguro lo traeré mañana”
“No te preocupes. ¡Lo estaré esperando!”
A pesar de que la situación ameritaba una expresión de decepción. Izumi, al contrario, me mostró una particular sonrisa (bastante aterradora debería agregar).
Lo siento, Izumi. Sonreír no es lo tuyo.
Como ya dije antes, él es un buen tipo. Pero esos dientes afilados son realmente aterradores. Si no lo conociera, de seguro interpretaría una sonrisa suya como una invitación a entrar en sus metafóricas fauces.
Tras llevarme una mano a la nuca para enfatizar mi distraimiento, volví a pedirle disculpas a mi compañero. Acto seguido, tomé el bolso y salí del salón.
Ya casi no había nadie en los pasillos.
Luego de caminar por unos cuantos minutos, llegué a las escaleras que conducían al tercer piso, en donde estaba la sala del consejo estudiantil (el único lugar en el que se la puede encontrar en este horario).
Esa Shimizu… espero que aun esté en la escuela. Sería todo un fastidio si pasara tiempo a solas con mi novela.
De seguro estaría burlándose por un largo tiempo.
Resonando en mi cabeza, su malévola risa me recordó de lo que sería capaz.
“Definitivamente debo arrebatársela antes de que abandone la escuela”
Con este pensamiento perturbando mi tranquilidad, aumenté la velocidad de mis pasos.
*Gararara*
Al abrir la puerta corrediza, a primera vista no pude ver a nadie ahí. Así que sintiéndome frustrado por haberme molestado en venir hasta aquí, di media vuelta y comencé a salir.
“¿Necesitaba algo, senpai?”
Al escuchar la voz femenina que me llamaba, rápidamente me volví hacia el interior de la sala.
Hanabi, la tesorera del consejo estudiantil estaba sentada en frente de una laptop, aparentemente haciendo algún trabajo relacionado con la contabilidad del festival cultural.
“¿Aun sigues aquí?”
“Así es, no puedo irme hasta terminar con estas planillas. Después de todo, ya queda cada vez menos tiempo para el festival”
Justo como lo supuse, ella estaba trabajando con eso.
Pobrecilla… desearía quedarme a ayudarla, pero mi vida escolar tiende de un hilo. Y aun si me quedara con ella, ¿En qué podría ayudarla?
Nunca he hecho un trabajo contable.
Por supuesto, he estudiado la materia, pero esto no es un simple examen. Se trata de algo mucho más serio.
No quiero imaginar que podría llegar a pasar si introdujera un número mal.
Después de todo, estamos hablando del presupuesto de la escuela. No es un tema para tomarse a la ligera.
“Hanabi, realmente valoramos tu trabajo”
“¿Huh? ¿De qué habla, senpai?”
“O-oh no, olvídalo. Por cierto, ¿Sabes en donde puede estar Shimizu san?”
Tras pensarlo durante un momento, Hanabi me dio su respuesta.
“Ummm hace algunos minutos estuvo por aquí. Si mal no recuerdo, ella dijo que pasaría por la biblioteca. ¿Por qué no la busca en ese lugar?”
¡Maldición! Perdí mucho tiempo en lo que venía hacia aquí.
“¡Gracias!”
“De nada, por favor tenga cuidado al regresar a casa”
Como siempre, Hanabi se despidió de mí utilizando palabras impecables.
Su vocabulario formal, combinado con aquella dulce voz, hacía que sus palabras provocaran una sensación de calidez en el pecho de quien las oyera.
Sin lugar a dudas, una señorita refinada y delicada de la alta sociedad.
Al salir de la sala del consejo estudiantil, me despedí con una sonrisa de Hanabi, y me dispuse a caminar por el mismo pasillo, que en una primera instancia, me condujo hasta aquí.
Naturalmente, sería sancionado si alguien del comité disciplinario me viera corriendo por los pasillos…
Es una lástima que ya nadie de ese estricto grupo esté en la escuela.
“¡Jeje!”
Con una preocupación menos en mi haber, comencé a subir la velocidad de mis pasos, hasta que de un momento para el otro, ya estaba dando largas zancadas por el pasillo.
Espero que aun esté ahí cuando llegue.
Bajo ninguna circunstancia puedo permitir que lea mi novela.
A lo lejos, la puerta de la biblioteca se erguía triunfante, como si esperara ansiosamente por mi llegada.
“¡Ya casi!”
¡Sólo un poco más!
“Shimizuuu—“
*PAM*
“¡Pwuagh!”
La puerta estaba cerrada, e inevitablemente me estrellé contra ella.
“¡A-auch...! ¡E-eso dolió mucho...!”
Refunfuñé mientras me cubría la nariz con ambas manos.
Al final, todos mis esfuerzos habían sido en vano.
Con el cabello alborotado por tanto ajetreo, me puse de pie, y al resignarme a la realidad, levanté el bolso ajeno que traía conmigo y bajé por las escaleras que conducen a la planta baja.
Ahora solo queda esperar a ver qué pasará mañana.
M-maldita Shimizu…
Incluso estando ausente, nunca deja de hacerme la vida imposible…
“Ya es tarde… supongo que por ahora, sólo regresaré a casa…”
—
Algunos minutos más tarde, en casa.
“¡Ya llegué!”
*Beep, beep, beep, beep*
Segundos después de que cerrara la puerta, el teléfono comenzó a sonar. Así que me quité los zapatos tan rápido como pude y me dirigí a la sala para atender la llamada.
“Residencia Nakamura, ¿Con quién tengo el honor de hablar?”
[¡Ya era hora de que contestaran!]
La voz era de Asuka. Se oía un tanto irritada.
[Estuve intentando llamar durante unos cuarenta minutos]
¿Huh? Acaso Ayano…
¡Oh! Es cierto, en la mañana Ayano me había dicho que pasaría la noche en casa de una amiga.
Creo que estudiarían juntas para un examen o algo así. Aunque conociéndola, de seguro pasarán toda la noche jugando videojuegos y comiendo golosinas.
“Disculpa. Sucede que Ayano está en casa de una amiga, y yo acabo de llegar de la escuela”
[Ummm… pero... ¿No deberías haber regresado hace ya una hora?]
¡Kghjj!
“T-tenía que hacer algunas cosas…”
[Oh, ya veo]
Me alegra que lo entiendas, ¡Ah! y por cierto, hoy me la pasé realmente bien.
[De cualquier forma, necesito que hagas algo por mí]
“¿Qué es lo que quieres…?”
[Necesito que le lleves el CD que dejé sobre la mesa a Hanako chan]
Sintiendo la necesidad, me giré un poco para mirar de reojo con el fin de comprobar si realmente había un CD ahí. Y efectivamente, justo como lo había dicho, sobre la mesa yacía el objeto en cuestión.
“¿Sólo necesitabas eso?”
[¡Jajaja! Que cruel… por supuesto que también quería preguntar cómo estaban]
Repentinamente, comencé a escuchar gritos desde el otro lado de la línea.
[¡Lo siento! ¡Debo colgar!]
“O-oh…”
[¡Ya voy!]
*Tiiiiim*
Ella colgó el teléfono sin siquiera darme tiempo para corresponder a la despedida.
A juzgar por lo que pude escuchar, seguramente sus jefes estaban regañándola por holgazanear con el celular.
…
Suspiré.
¿Acaso no aprende nunca?
Esta es la tercera vez que la descubren usando su teléfono a escondidas.
Supongo que algunas personas simplemente no entienden que el horario de descanso funciona para hacer esas cosas.
Luego de frotarme las sienes, me encaminé a mi habitación para cambiarme la ropa por una más casual. Después de todo, no soy ningún aficionado de andar todo el tiempo con el uniforme escolar.
Al salir, me aseguré de cerrar bien la puerta.
Es un barrio seguro, pero nunca está de más ser precavidos.
Ya que no hay necesidad de tomar ningún autobús, opté por caminar tranquilamente mientras admiraba la belleza de la noche.
Actualmente ella vive sola en un departamento, no muy lejos de nuestra casa.
Talvez... a veinte minutos a pie aproximadamente.
Al llegar al edificio en donde vivía Hanako, toqué la puerta y di algunos pasos atrás.
Reposé mis brazos en la barra de seguridad y me dispuse a disfrutar de la vista que se tiene desde aquí arriba mientras esperaba a ser atendido.
Luego de algunos minutos esperando, volví a tocar la puerta, esta vez con más fuerza.
No hubo respuesta alguna.
Tras pensarlo un momento, llegué a la conclusión de que no había nadie.
“Ummm… talvez salió a hacer algunas compras. Supongo que la esperaré adentro”
Ya que Hanako y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, tenemos bastante confianza (hasta el punto de que en una ocasión, Hanako me entregó una copia de la llave de su departamento).
“…”
En fin, es mejor no darle muchas vueltas al asunto.
“Con permiso…”
Al entrar al departamento, repetí la misma tarea de hace un momento.
Cerré la puerta, me quité los zapatos, y por ultimo, me encaminé hacia la sala para esperar por el regreso de mi amiga de la infancia.
No pasó mucho antes de que me aburriera y comenzara a dar vueltas de aquí para allá, un tanto nervioso.
Entonces, recordé que Hanako tenía una gran cantidad de libros en su habitación.
“Ahora que lo pienso, talvez podría leer un poco mientras la espero”
Al pasar, pedí permiso aun sabiendo que nadie me respondería.
Me acerqué a la estantería en donde guardaba sus novelas ligeras y tomé una para matar el tiempo.
“Veo que se mantiene al día con los volúmenes de esta obra”
Dream of Love, una comedia romántica de instituto protagonizada por Nagasaki Daichi, un joven de preparatoria que se ve envuelto en un sinfín de enigmas.
Actualmente, el último volumen publicado en el mes pasado fue el número cuatro.
Según lo que escuché, el autor de esta serie comenzó trabajando con la historia en un formato manga, aspirando a que su obra llegara a tener una adaptación al anime algún día. Sin embargo, luego de investigar más acerca del tema, se dio cuenta de que hacer un manga no era la única forma para llegar a cumplir su objetivo. Entonces, vio una nueva oportunidad en las novelas ligeras.
Y aquí lo tenemos, ‘Dream of Love, Volumen cuatro’.
Son interesantes los giros de la vida. Me pregunto qué hubiese pasado, si en lugar de novela ligera, la serie estuviera orientada al mundillo del , manga.
En cualquier caso, estoy seguro de cuál sea el método que hubiese elegido, de seguro esta serie obtendrá una adaptación al anime. Después de todo, la historia es muy interesante y entretenida; esto, sin mencionar que tuvo una gran aceptación por parte del público.
Si mal no recuerdo, el autor comenzó con esta serie a los dieciséis años de edad y fue publicada a mediados de Abril del año pasado, algunos meses antes de que yo comenzara con mi propia obra.
Se podría decir que fue él, quien me inspiró para comenzar a escribir, y eventualmente tener el sueño de convertirme en un escritor profesional.
Mientras leía con mucho interés el cuarto volumen, sentía como las líneas me atrapaban. Casi me sentía… como si yo mismo estuviese dentro de una novela ligera.
Y así, pasé un tiempo leyendo hasta que inevitablemente terminé durmiéndome con el libro sobre el rostro.
No obstante, mi sueño no duró mucho, ya que el sonido de la puerta abriéndose hizo que me despertara.
Luego de frotarme los ojos, los abrí lentamente.
Una vez que me acostumbre a la luz del ambiente, la antes borrosa imagen que presenciaba, ahora era completamente nítida.
Frente a mí, una Hanako completamente desnuda y algo empapada con una mano en la perilla, estaba terminando de abrir la puerta con medio cuerpo dentro de la habitación y una toalla rosa colgando de su hombro.
En ese momento, ambos nos quedamos completamente congelados, viéndonos el uno al otro atentamente.
“¡¡Hy-hyaaa!!”
Tras romper el silencio con su grito, Hanako tomó un reloj despertador y se preparó para aventármelo con todas sus fuerzas.
Al lanzarlo, instintivamente me moví hacia un costado y logré evitar que el objeto me golpeara.
“¡¡N-no lo esquives!! ¡¡Idiota!!”
“¡L-lo siento!”
Al volver la mirada hacia ella, Hanako, en un abrir y cerrar de ojos, se apareció en frente de mí, difícilmente reconocible ya que ahora estaba envuelta en un torbellino rosa.
Y de entre las confusas líneas que señalaban en donde se encontraba, una pierna salió disparada a toda velocidad, acercándose agresivamente hacia mí.
*Dogya*
“¡¡Pwuagh!!”
Tras recibir la patada circular, mi cabeza chocó contra la parte inferior de la cama y perdí el conocimiento.
Yumeno Sasaki
