El delegado enamorado del rockero. Suivre l’histoire

Pensar en ese chico hace que mi corazón se acelere, pero al mismo tiempo es molesto. -

Deja de molestarme. - dije enojado. - Castiel ¿No tienes algo más que hacer?

La verdad, no. - respondió Castiel. - Disfruto el estar aquí contigo.

No dijo más y solo sonrió mientras seguía mirándome, era claro que estaba ocupado, pero a ese chico no le importaba, tenía que revisar unos documentos que la directora me entrego, pero con el peli-rojo aquí me era difícil concentrarme. -

Por favor. - dije mientras continuaba revisando papeles. - Tengo que concentrarme en esto.

Castiel se acercó y bajo los papeles, acerco su rostro al mío y sin aviso me beso, mi mente me decía que me alejara, pero mi cuerpo no reaccionaba, quería seguir sintiendo los labios del peli-rojo rockero, pero reaccione y lo aleje. -

¿Estás loco? - dije molesto. - Alguien podría vernos.

Castiel no respondió, su sonrisa había desparecido y salió del salón, sentí una punzada en el corazón al verlo marchar, pero no podía permitir que esto me perjudicara. -

Perdóname Castiel. - dije en voz baja.

Miré la puerta y aun con la cara roja puse mis dedos sobre mis labios, quería más, pero muchas razones me lo impedían. Al día siguiente al llegar a la escuela lo primero que mire fue al chico peli-rojo, al intentar acercarme oí una voz detrás de mí. -

Nathaniel. -

Al voltear pude ver a Melody, acercándose con una gran sonrisa. -

B-Buenos días Melody. - dije al tratar de recuperarme del susto.

¿Estas bien? - pregunto la chica. - Te vez pálido.

Claro que estoy bien. - dije. - Es solo que me sorprendiste.

Melody rio y sujeto mi brazo, me jalo hasta el salón de delegados, solo me dejé llevar por ella, sin mirar a Castiel, oí un golpe a los Lakers, pero aun así no me atreví a mirar. -

Nathaniel. - dijo Melody. - ¿Peleaste con Castiel?

No respondí, solo me dispuse a trabajar en mis pendientes y ya no hablamos. Al terminar las primeras 2 horas de clases salí al patio de la escuela para poder tomar un poco de aire fresco, pero al salir mire a Castiel sentado en una banca hablando con una chica, pude sentir como mi corazón se aceleraba, trate de no mirar a esa dirección y continúe mi camino, pero al oírlos reír no me pude contener y me acerque a ellos. -

C-Castiel. - dije algo nervioso. - ¿Puedes venir al salón de delegados?

¿Para qué? - el chico peli-rojo. - ¿Tengo problemas otra vez?

No respondí, lo tome del brazo y lo lleve a rastras al salón de delegados, no puso mucha resistencia, pero pude sentir lo molesto que estaba por como lo trataba. -

Muy bien. - dijo al soltarse. - ¿Que hice?

Lo mire a los ojos, muchas palabras pasaban por mi mente, palabras que si llegaba a pronunciar seria el fin, al verlo molesto coloque mis manos sobre su pecho y lo empuje contra pared, aun viéndolo a los ojos acerque mi rostro hacia el de él y sin pensarlo más lo bese, ya no lo deje ir, sentí sujetaba mi cintura y me acercaba más a él, ese beso se volvió más intenso, no podía recordar cuando fue la última vez que estuvimos así, me detuve un momento y sintiendo mi rostro caliente no deje de verlo a los ojos.-

Castiel. - dije al mismo tiempo que recuperaba el aliento. - ¿Estas enojado?

¿Por qué lo estaría? - respondió el pelirrojo abrazándome más fuerte.

Por lo de ayer. - dije apenado. - Creí que estarías enojado.

Castiel no dijo nada, me guio hasta la mesa y con cuidado hizo que me sentara sobre ella, se acercó más a mí. -

¿Como podría enojarme contigo? - respondió. - Eres mi delegado consentido.

N-No digas eso. - dije apenado. - ¿Entonces que fue lo de esta mañana? y ¿Quién era esa chica?

Castiel sonrió aun abrazándome y beso mi frente, seguía sonriendo, pero pude notar que también estaba rojo. -

Verte con Melody me molesto. - dijo desviando la mirada. - Esa chica con la que me viste, es solo una amiga que me aconsejaba como ya no hacerte enojar.

¿Ella sabe lo nuestro? - dije sorprendido.

Eso lo discutimos luego. - dijo el peli-rojo.

Castiel eres un idiota. - dije molesto.

¿Enserio? - susurro en mi oído.

Al verlo a los ojos sentí mi corazón acelerado, no pude seguir discutiendo con él, solo me quedaba sonreír y comenzar a besarlo, continuamos, ya no importo el lugar, ni el momento, solo importaba que ambos sentíamos lo mismo y que a pesar de lo que diga la gente Castiel y yo teníamos que estar juntos y nada ni nadie nos iba a separar, en ese momento deje que todo siguiera su curso. A la mi reunión con Castiel, salimos del salón y nos dirigimos al baño cuidando que nadie notara lo desarreglado que estaba. -

No puedo creer que lo hiciéramos en el salón. - dije al entrar al baño.

Fue interesante. - dijo Castiel. - Descubrió que también puedes ser un travieso, seños delegado.

Cállate. - dije al verme al espejo, traté de acomodarme la camisa y el cabello.

Nunca cambiaras. - dijo mientras me veía arreglarme.

Tu tampoco. - respondí mientras lo veía por el espejo.

Aun así, me amas. - dijo Castiel acercándose a mí.

Sonreí, me gire hacia él y comenzamos a besarnos, a esto no lo llame un final feliz sino un comienzo un tanto extraño, pero ya no importa lo amo y es lo que importa ahora.