iceinblack Ross M

Taehyung nunca había creído en esas historias que su abuelo le contaba de pequeño. Las leyendas sobre hombres-lobo que vivían en las montañas que rodeaban el pueblo. No creía en ellas hasta que lo vio con sus propios ojos, y ahora, estaba viviendo con uno de ellos. Un chico que se transformaba en lobo, un candidato a Alfa que era estúpidamente alto, guapo y con tendencia a pasearse desnudo.


#81 Dan Fanfiction #59 Dan Groupes/Chanteurs Interdit aux moins de 18 ans.

#kookv #taekook #slt-2023 #alfa #bangtan #fantasia #hombres-lobo
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Frío, solo y polvoriento

Solo, así se sentía sentado en ese salón enorme. Solo como no se había sentido nunca, porque la única persona que había sido su familia ya no estaba.

Sollozó con ese vacío enorme devorándolo por dentro, ahora sí, sin ningún tipo de duda; estaba solo. Su abuelo había fallecido y con él la idea de formar parte de algo, de tener una familia. Nadie, solo con ese amigo que por mucho que se esforzara no podía llenar ese vacío que era frío y gélido contra más tiempo pasaba.

Se secó las lágrimas y sonrió sacando sus cosas de las cajas enormes que habían viajado desde Seúl hasta ese pueblo de las montañas. ¿Y ahora? Jimin, que era su único amigo, seguía en la cuidad lejos de una forma dolorosa y él estaba ahí con el eco de los recuerdos rodeándolo.

Taehyung arrastró la caja y la colocó a los pies del enorme mueble. Estaba sudando y le dolía cada músculo del cuerpo, ¿en qué momento le había parecido buena idea mudarse allí?

Esa casa vieja hecha de madrea y recuerdos no era lo más cómodo del mundo, pero había sido su hogar y el de sus abuelos durante años. ¿Qué iba a hacer? ¿Venderla? La sola idea le ponía los pelos de punta.

Su abuelo había fallecido unos meses atrás y le había dejado esa casa en herencia. Así que ahí estaba, sacando cosas de cajas y desempolvando recuerdos con el corazón encogido y el alma llorando en silencio.

—Dios mío, cuánto polvo —susurró para sí mismo estirando el cuello.

El chico empezó a quitar libros de la estantería y a colocarlos en la caja. Iba a limpiarlo todo sin ponerse a llorar, o al menos lo intentaría. Pasó un trapo con mucho esmero y cuando vio la madera limpia comenzó a recolocar los libros.

Tenía todo el verano para instalarse y empezar su nueva vida de paz y tranquilidad en ese pueblecito de montaña. Iba a ser profesor de preescolar y estaba convencido de que lo habían elegido por ser el nieto de su abuelo.

Pero a él le había ido genial, ahora que ya no tenía nada ni nadie, un cambio radical como aquél solo podía traerle cosas buenas, ¿no?

—Y si no, pues no hay más opción —rio ante su propio chiste cuando el móvil sonó.

Para ser sincero no, no estaba tan solo.

—Hola Minnie.

—¡Tienes cobertura!

Taehyung rodó los ojos con diversión, ese chico era el único capaz de hacerlo sonreír de esa forma.

—Eh, que estoy en un pueblo, no en la nada.

—Lo que sea, ¿cómo estás?

—Mmmm, limpiando. Triste, solo y aburrido —Taehyung se sentó en el suelo al lado de la caja de libros—. Ya sabes.

—¿Por qué tu abuelo tenía que vivir tan lejos?

—El lugar es precioso Minnie —El chico miró por una ventana cercana—. Montañas.

—Uoooh montañas, ¿tienes restaurantes, tiendas de ropa? ¿¡TIENES NI SIQUIERA UN BAR?!

Taehyung rio a pleno pulmón, su amigo de cuidad era un desastre.

—Sí y agua corriente, ¡idiota!

—Mira Tae, yo no sé cómo puedes. Me volvería loco sin las comodidades de vivir en la cuidad.

—Pues te vendría bien un poco de desconexión.

Jimin rio y su amigo se lo imaginó enfundado con su ropa de marca, un vaso de vino y una sonrisa enorme tumbado en el sofá.

—Lo que necesito es una buena polla, ¿tienes alguna en esa montaña tuya?

—Árboles, animales y humedad.

—¿Ves? No me interesa tu relax. En fin, lo importante, ¿estás bien instalado?

—Limpiando, pero sí, mi abuelo lo tenía todo muy bien. Una pena...

—Tae…

—Estoy bien. A-Además tengo un par de meses para disfrutar antes de empezar a trabajar y la gente está siendo muy buena conmigo.

—Me alegra oír eso —La voz de Jimin era muy suave y cálida.

—Creo que mañana iré a dar un paseo, creo recordar que había un pequeño lago cerca.

—Qué rupestre.

Taehyung sonrió moviendo las piernas sobre el suelo.

—Cuando tengas unos días vente y me haces compañía.

—Hasta el mes que viene imposible.

—Bueno, yo no me moveré de aquí.

—Hecho, haré el esfuerzo, pero como me piquen los bich-...

—¡Vamos, Minnie! —Taehyung rio con fuerza— Voy a colgar que me queda mucho.

—Sí, sí, tu limpia cenicienta. Te llamo cuando pueda. Te quiero Tae, vas a estar bien.

—Y yo M-Minnie, gracias…

Colgó con ese sentimiento tan amargo en la boca. Su vida había dado una vuelta muy desagradable y ahora se encontraba de nuevo en esa casa que lo había visto crecer tantos años atrás.

Su abuelo, quién le había criado, ya no estaba y todos los recuerdos flotaban en el aire con un olor muy particular.

Taehyung sonrió poniendo más libros en la estantería, Jimin siempre le recordaba lo raro que era por oler cosas en todos los lugares. Pero la realidad era que Taehyung tenía un olfato algo distinto y olía lugares como aquél, que tenían un aroma nostálgico que se le estaba clavando en el alma.

Tal vez aquello lo había hecho sentir tan raro y alejado de los demás. El niño extraño que olía cosas que los demás no, el joven que podía sentir cuando alguien se estaba riendo de él, ese chico que no quería conectar con nadie porque nadie parecía estar ni siquiera en el mismo lugar que él.

Suspirando miró uno de los libros de su abuelo y sonrió; “Lobo Tibetano, las últimas manadas de la Península de Corea.”

—Lobos, lobos, siempre igual.

Su abuelo era un fan de esos animales y desde que había sido pequeño le había leído libros sobre ellos. A Taehyung le había gustado mucho saber tanto, aunque al final nunca le había servido de mucho en su vida de adulto.

Ahora solo eran recuerdos bonitos que iban a decorar ese armario.

Cuando acabó de recolocarlo todo decidió darse un pequeño descanso y bajar al pequeño supermercado de la esquina a comprar víveres. Con la ropa todavía sucia salió a la calle, vivir en un pueblo tan minúsculo le daba algunas libertades que la gran ciudad no tenía.

Sus vecinos le habían recibido con sonrisas cálidas e incluso muchos todavía se acordaban de él siendo pequeño.

Así que, cuando llegó al supermercado y empezó a llenar su carrito con comida y agua, no se sorprendió que la dependienta lo saludara por su nombre.

—¡Taehyung! ¿Eres tú?

El chico saludó con un toque de cabeza, esa mujer seguía igual que siempre.

—Sí, señora Cho, soy yo. ¿Cómo está?

—Ay cariño, ¿estás aquí por lo de tu abuelo? De verdad, lo lamentamos muchísimo.

—S-Sí, g-gracias —Taehyung apretó el carrito—. A-Ahora viviré aquí de nuevo.

—Oh cielo, si necesitas algo avísanos. Es bueno verte tan grande y guapo.

—Gracias.

La puerta del local se abrió y un olor algo ácido picó en la punta de la nariz. La señora Cho se disculpó con media sonrisa y fue a atender a quién hubiera entrado.

Taehyung siguió con la compra agradecido de que la gente fuera tan amable y buena con él. Habían pasado casi diez años de la última vez que había pasado más de un fin de semana allí y se hacía extraño. Todo seguía igual, las mismas personas, las mismas tiendas y el mismo olor a lluvia y hierba.

Cuando estuvo listo fue hasta el pequeño mostrador, pero se quedó algo apartado. Había un chico hablando con la señora Cho.

Taehyung frunció el ceño y lo observó, era la persona que había entrado oliendo de esa forma tan ácida. Era un chico algo mayor que él, un poco más bajito, pero con una mirada nada amigable. Su piel era muy blanca y destacaba mucho con sus ojos y su pelo negro.

—¿Le dejo las bolsas dónde siempre? —su voz era muy grave.

—Por favor.

El chico asintió con un toque de cabeza y salió del local dejando a Taehyung sorprendido. Parecía un poco arisco o al menos olía así.

Dejó sus cosas con calma sobre el mostrador mientras la señora Cho le hacía algunas preguntas. Él contestó encantado colocando su compra en una bolsa enorme antes de despedirse.

—Adiós cielo.

—Adiós.

Taehyung sonrió y salió a la calle para ver una camioneta muy vieja aparcada delante de la tienda. Ese chico tan ácido estaba moviendo unas bolsas enormes sin mucho esfuerzo y Taehyung se preguntó cuánto debía pesar aquello.

“Yo cojo una de esas y me rompo la espalda.”

Reanudó la marcha y giró la cabeza asustado hacia la parte trasera de la camioneta.

—Oh.

Allí, tumbado tranquilamente, había un perro gigantesco.

El animal levantó la cabeza y movió las orejas con diversión e hizo que su cola jugueteara con gracia.

Taehyung sonrió, pero no se acercó, no tenía claro si aquello era un perro, era demasiado grande, aunque no parecía peligroso en ningún sentido. Le sonrió al animal y este movió la cola de nuevo con ritmo.

Qué mono.”

El chico volvió a casa algo más contento, tal vez era un buen momento para adoptar a un perrito o un gatito, algo que le hiciera un poco de compañía. Abrió la que ahora era su casa y suspiró al cerrar con un golpe de culo.

Estaba más solo que nunca.

Ordenó los víveres y con un poco de apatía fue a darse una ducha para quitarse el sudor, el polvo y esa sensación amarga de encima. El reflejo del espejo del baño no le mostró nada nuevo, eran sus ojos tristes y solitarios de siempre, aunque esta vez tenían algo más; pena.

Se frotó con fuerza mientras los recuerdos de esa casa lo inundaban en ráfagas a veces nada agradables. Todavía parecía que su abuelo estuviera allí, al igual que todos esos momentos que habían vivido juntos.

Tal vez de todos los recuerdos, había uno especial.

Taehyung tenía diez años y había llegado a esa casa de madera con un golpe debajo del ojo. En esa época su abuela todavía estaba viva y fue la primera que lo vio entrar con esa guisa.

—¡Madre de Dios! ¡¿Qué te ha pasado?!

—N-Nada, m-me he caído.

La mujer sabía que eso no era verdad, no hacía falta un olfato prodigioso o un detector de mentiras, la carita de ese Taehyung de diez años los decía por sí misma.

Entonces, su abuelo llegó al salón, Taehyung siempre le había parecido el hombre más guapo y alto del pueblo, ¡incluso siendo muy mayor tenía a todas las vecinas enamoradas! Todo el mundo lo amaba, era dulce y cálido, aunque muchas veces fuera estricto con él.

En esa ocasión solo le hizo falta fruncir el ceño para que Taehyung bajara la mirada intimidado por su enorme estatura.

—¿Te sientas conmigo en el sofá?

—S-Sí a-abuelo…

El niño se sentó con los ojos fijos en sus pies y con el dolor punzante en su ojo. Miró con cuidado a su abuelo y vio una sonrisa de esas tan especiales, no estaba enfadado.

—¿Te duele mucho?

—N-No…U-Un poco solo…

El señor sonrió y le pidió a su mujer algo frío para el golpe de la cara de su nieto. La señora apareció con otra sonrisa cálida y le ayudó a colocar el hielo bajo el ojo. Su abuela también era muy guapa y sabía que nadie le había querido tanto como ella.

—¿Entonces te has caído?

—Mmm…—Taehyung hizo una mueca con lágrimas en los ojos—.N-No…

—Oh, vaya, así que no te has caído —El abuelo rio con esa voz tan rasposa—, ¿entonces? ¿Te has peleado?

—¡Yo n-no he hecho nada! —estalló el niño apretando el hielo contra su carita— ¡E-Estaba jugando y me h-han pegado ellos! ¡Y t-tampoco soy raro!

SungJae asintió con calma y le apartó el hielo con esa enorme mano. Le apartó el pelo de la cara y analizó el golpe con cuidado.

—¿Y por qué ibas a ser raro? ¿Mmm?

—Mmm…—El niño bajó la mirada con dolor—. Po-Porque s-sabía que e-estaban diciendo mentiras a la profesora y l-luego le han quitado un lápiz a Hyuk-ah y t-también han dicho mentiras.

—¿Eso han hecho?

—S-Sí —El pequeño Taehyung asintió con los ojos llorosos—. Y ellos han dicho que soy raro porque no lo podía s-saber. ¡Pero olían a mentiras! ¡Y son malos! ¡Huelen mal!

—Oh, huelen mal —SungJae sonrió y le aplicó el hielo con cuidado mirando a su mujer—. Yo también huelo que dices la verdad y que estás enfadado.

—Mmm…

—¿Por qué no le preguntas a tu abuela si huele algo?

Taehyung miró a YeJin que sonreía agachada delante de él.

—L-La abuela no huele cosas, e-ella es normal.

—¡Vaya lo que ha dicho! ¡Dice que soy normal! ¡Qué aburrimiento!

SungJae rio con fuerza ante la contestación de su mujer y cogió a Taehyung para sentarlo en sus piernas aun cuando el niño ya era muy alto.

—No se trata de ser raro o no, tú y yo tenemos esto que se llama sinestesia. No es raro, existe y hay gente que, por ejemplo, huele colores.

Taehyung abrió la boca a cámara lenta.

—¿E-En serio?

—Claro, mola, ¿eh?

Taehyung volvió a asentir, sí, molaba un montón.

—Eres diferente, no raro. Y ser diferente no tiene nada de malo, es genial. No hay nadie como tú —SungJae le dio un beso en la sien—, y quién no quiera ser tu amigo porque eres muy genial ellos se lo pierden. ¿Vale?

—V-Vale…

—Y por el amor de Dios, dime que no le diste un puñetazo a alguien.

Taehyung apretó los labios evitando una sonrisita.

—N-No…Bueno, un poco.

Su abuelo rio con fuerza y lo abrazó, era un calor increíble, el olor a hierba mojada y tierra, a sol y miel desecha. Era el olor que Taehyung ya no olería jamás pues su abuelo ya no estaba y solo quedaban sus recuerdos, nada más.

Lloró dentro de la ducha, hacía tiempo que su abuela había fallecido, pero ahora sin su abuelo también, se sentía drenado hasta los huesos. Negó con furia y decidió ponerse algo fresco para ir por esa bonita casa, estaba cansado de sentirse así.

Fue hasta el pequeño sofá para ver algo en el televisor y, aunque allí había poca cobertura, el internet era un desastre y los programas de la televisión no eran lo más animado que conocía, decidió entretenerse con su teléfono.

El silencio era más que evidente, invadiendo cada rincón, volviendo su mente un puré lleno de recuerdos sin digerir de su vida con su abuelo. Suspiró y miró hacia el techo con unas ganas inmensas de llorar, la soledad olía a humedad. A ese olor tan característico de ropa mojada y olvidada, a una habitación sin ventilación, ese aroma que rascaba en la nariz y la garganta.

Así se olía, solo.

Su abuelo había muerto durmiendo, sin sufrir, de un día para otro, pero por desgracia Taehyung no pudo darle el último adiós. No pudo decirle cuánto lo quería de nuevo, cuánto había significado para él, cómo había sido ese padre que tanto había necesitado.

Lloró haciéndose una bola en el sofá y se dejó romper con fuerza mientras los bonitos recuerdos lo atropellaban sin descanso. Su abuelo falleció siendo muy mayor, pero él hubiera dado lo que fuera por tenerlo junto a él para siempre.

—J-Joder…Ah —Se frotó la cara y se sentó en el sofá—. E-Esto es un p-puta mierda.

Se levantó y fue hasta el baño para lavarse la cara con rabia, no quería sentirse tan triste y solo, pero ahora que vivía allí no tenía muchas opciones más. Jimin vivía en Seúl a casi cuatro horas de ese pueblo perdido de la mano de Dios, no tenía amigos de su edad allí y casi no conocía a nadie.

Un desastre.

Fue a la cocina y bebió algo de agua fresca para dejar pasar ese nudo horrible de la garganta. Miró su teléfono con la mente pastosa y se le ocurrió algo; ¡podía aprovechar para hacer una pequeña excursión!

Algo de aire libre, la montaña y el sol, la idea le apetecía muchísimo. Corrió de nuevo hasta el sofá, algo más animado, y rebuscó en el mapa acordándose de que a un par de horas caminando había un lago muy bonito. La ruta era fácil y él ya había ido allí de pequeño con su abuelo, ¿por qué no ir a pasar el día?

Emocionado se descargó el mapa (sabía que no iba a tener internet entre los árboles) y rebuscó entre sus cajas a medio deshacer una mochila y su ropa de deporte. Cogió su gorra, crema solar, agua y un poco de fruta y montó la mochila para el día siguiente.

Lo necesitaba, oler la tierra y las flores, relajase un poco y olvidarse por un momento que estaba tan solo en este mundo.

Cenó tranquilo revisando el mapa, estar entretenido era mejor que lamerse las heridas. Lo recogió todo y con mucho gusto se metió en esa cama que había sido suya muchos años atrás.

¿Debería cambiarse a la habitación de su abuelo?

Dio la vuelta sobre el colchón y frunció el ceño, no estaba listo para entrar ahí todavía y mucho menos para ocupar su espacio.

Cerró los ojos y dejó que el despertador fuera quién le diera los buenos días.

Se había puesto la alarma a las siete de la mañana, quería salir pronto y estar en el lago sobre las nueve para poder bajar con tranquilidad de vuelta.

Desayunó con algo cálido dentro y se preparó para una pequeña excursión que esperara le curara el alma o al menos que le diera unas cuántas horas de paz. Con la gorra puesta, su pequeña mochila y una sonrisa salió de su casa a esas horas tan tempranas.

Se dirigió al pequeño camino que daba al gigantesco bosque que rodeaba el pueblo y empezó su caminata. No se había llevado música para poder disfrutar de la sensación, del ruido de los animales, del olor de la madera y, sobre todo, para dejar que su mente fluyera con algo de tranquilidad.

Durante su trayecto se cruzó con algunos vecinos que también estaban dando un paseo con sus perros. Taehyung saludó encantado y siguió, parando de tanto en tanto, para hacer alguna foto o beber un poco de agua.

La montaña era un lugar espectacular, tranquilo y lleno de un olor que lo elevaba sin esfuerzo. Intentó enviarle alguna fotografía a Jimin, pero como bien había supuesto, allí entre los altísimos árboles no había ni una pizca de cobertura.

Un buen rato después, por fin, vislumbró el bonito lago.

—Guau…

Se acercó con prisa y sonrió al ver el agua cristalina brillando bajo el sol, olía a paz.

Caminó saltando alguna piedra enorme y llegó hasta la orilla con mucha emoción. Tocó el agua y sonrió encantado de estar allí. Había visitado aquél lago siendo un niño, a su abuelo le gustaba tumbarse bajo un árbol y dormir cerca del lago, aunque a su abuela siempre le había parecido peligroso irse tan lejos de la cuidad.

Se apartó un poco y se sentó en una zona plana para deleitarse con las vistas. Sediento dio un trago del agua con una sonrisa enorme en la cara, ese lugar era tan bonito como recordaba.

Volvió a hacer unas cuantas fotos y las guardó para enviárselas a Jimin cuando por fin tuviera cobertura de nuevo. Estiró las piernas y se tumbó con la mochila siendo un cojín.

Paz.

Olor a hogar, suave y cálido.

Una gotita cayó sobre su frente y abrió los ojos.

—Oh, no. ¡No!

El cielo empezó a oscurecerse a toda velocidad y esa gotita se transformó en una cascada sin fin. Asustado por cómo había cambiado el tiempo cogió su mochila y corrió hasta los árboles más cercanos.

—¡J-Joder!

Eso era un desastre, estar en la montaña solo y lloviendo de esa manera era peligroso. Suspiró y se sentó en una raíz enorme para ver como el cielo se habría por la mitad. Solo le quedaba esperar a que bajara un poco el ritmo y volver a casa cuanto antes.

Era un gafe, ni una excursión tonta le podía salir bien.

Se frotó los brazos con un poco de frío calándole la piel, estaba mojado hasta los calcetines.

—E-Es que s-soy idiota —jadeó frustrado.

Se apartó la lluvia de la cara y miró el mapa que se había descargado y buscó el camino con asco. Había un caminito que cortaba por el otro lado y que podía llevarlo hasta casa algo más rápido.

¿Debería ir por allí?

Se vio la ropa mojada y asintió para sí mismo, no iba a quedarse allí a morir congelado.

Cogió la mochila y caminó rodeando el lago hasta que vislumbró el caminito. Empezó a moverse con cuidado, la lluvia seguía siendo fuerte y escandalosa a su alrededor. Las gotas rebotaban en las hojas de los árboles provocando ese sonido tan característico, inundando el aire de ese olor que ponía a Taehyung tan nervioso.

¿Tendría que caminar más de dos horas bajo ese chaparrón?

—Joder...Ah-...

Se tropezó con una piedra, pero por suerte no cayó de bruces contra el suelo. Tenía que tener cuidado o iba a hacerse daño.

Avanzó lentamente con el agua chorreando por su cara y empapando su ropa, quería una ducha caliente, un platito de sopa y un pijama seco y limpio, nada más.

Un ruido lo detuvo en seco.

Giró la cabeza y miró de lado a lado sin ver nada, ¿qué había sido eso?

“Oh Dios, animales salvajes.”

Asustado empezó a caminar más deprisa cuando el ruido se hizo más evidente, era alguien corriendo. Enfocó en la lejanía y vio a un niño corriendo entre los árboles.

—P-Pero qué-...¡Eh, chico!

Taehyung se movió asustado al ver al pobre muchacho y lo llamó para ayudarlo gritando entre la lluvia. Estaba más que claro que se había perdido y que correr por medio de la montaña en pleno diluvio no era muy sensato.

—¡Chico! ¡Cuidado!

El niño frenó a unos cuantos metros, iba vestido con una ropa extraña, empapada y manchada de sangre.

—¡¿Estás bien?! —Taehyung se acercó pisando barro—. Dios mío, ¿te has perdido?

El niño jadeó tocándose la cabeza y viendo toda esa sangre.

—¿M-Me puede ayudar?

—Claro que sí, Dios Santo ven aquí y-...

Un gruñido.

Taehyung movió la cabeza y vio a un lobo a pocos metros de ellos. Era marrón y blanco, enorme, aunque no tan grande como el perro que había visto el día anterior.

El corazón se le subió hasta la garganta y se colocó delante del niño que se agarró a él con esfuerzo.

—J-Joder….—Miró al chico que tenía los ojos medio cerrados—. T-Tranquilo, s-será mejor que no nos movamos, ¿mmm?

Taehyung empezó a pensar a toda velocidad cuando vio a unos cuantos lobos más acercarse, era una pequeña manda.

“Mierda, mierda, mierda.”

Empezó a pensar a toda velocidad y se movió hacia atrás con cuidado, retrocediendo con ese pobre niño sujetándose a su pantalón. Se agachó con mucha calma sin dejar de mirar a esos animales salvajes para coger en brazos al chico. Se había dado un golpe en la cabeza y sangraba con fuerza. Apoyó su carita contra su hombro y dio otro paso hacia atrás.

“—Si un día te encuentras con lobos no hagas movimientos bruscos. Hazte grande, que vean que eres más fuerte que ellos.”

—C-Cómo voy a ser m-más grande que estos bichos, abuelo…

Cogió aire y gritó haciendo mucho ruido con los pies. Los animales gruñeron, pero no se acercaron más así que Taehyung aprovechó para dar otro pasito hacia atrás.

Hizo mucho ruido palmeando su pierna para que sonara con estridencia y dio otro paso hacia atrás. Giró la cabeza y vio el caminito, ¿tenía que alejarse más?

Dio un paso y se trastabilló con una rama provocando que cayera de culo haciéndose mucho daño.

—N-No, no…

Los lobos se acercaron y él se puso en pie tan rápido como pudo, tenía que correr. Con un dolor horrible en las piernas intentó huir con el peso del pobre niño entre sus brazos.

Vaya forma de morir más estúpida.

¿Jimin le echaría de menos?

Cogió aire y saltó una piedra para acabar tropezándose de nuevo, pero esta vez cayó por una pequeña rampa llena de piedras, barro y ramas. Se golpeó en cada rincón de su cuerpo mientras intentaba que el pobre niño estuviera protegido entre sus brazos.

Acabó tumbado con el cuerpo embarrado y un montón de heridas en su cuerpo. Miró hacia arriba y vio a los lobos bajar entre gruñidos guturales.

—C-Chico ah-...—Taehyung intentó avisar al niño, tal vez él podría salir corriendo, pero el pobre no estaba despierta—. Mierda ah-...

Intentó sentarse entre la tierra, las hojas y ese terror que lo estaba devorando por dentro. Dejó al muchacho entre sus brazos y cerró los ojos con fuerza, morir así no iba a ser agradable.

El primer animal se acercó sin dudarlo y Taehyung intentó defenderse deplorablemente colocando su brazo delante de su rostro. Los dientes del enorme animal mordieron sin dificultad atravesando la carne y el hueso dejando a Taehyung gritando con un dolor que lo mareó.

Cerró los ojos, aplastando al niño contra su pecho, notando la carne de su brazo desgarrarse. Era un dolor que le subió hasta la nuca noqueándolo por completo. Jadeó con un olor suave acariciándolo, ¿estaba muerto?

Abrió los ojos al ser consciente de que había unos ruidos cerca de él, pero no sobre él.

Tembló apretando al niño inconsciente entre sus brazos oliendo a sangre y a carne rota para ver más lobos cerca de él.

Pero estos eran enormes, gigantescos, comparados con los que habían estado persiguiéndolo.

Tembló de puro dolor e intentó no cerrar de los ojos, ¿por qué no se lo comían?

Abrió los ojos de nuevo y vio a pocos centímetros un lobo totalmente negro, gigante y precioso.

—Ah-...Ah-...

Todo estaba borroso a su alrededor, pero antes de perder la consciencia del todo Taehyung juró que ese lobo se convirtió en otra cosa, en alguien.

En un joven con cara de pánico y ojos violetas.

1 Septembre 2021 15:53 70 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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Pau Pau
Aquí vamos
August 04, 2023, 13:38
D Daiana
Primera vez🫶🏻
December 22, 2022, 20:10
Bangtan World Bangtan World
Oh Dios, esto está increíble
December 01, 2022, 06:21
ᴮᴱGeral⟭⟬⁷ ᴮᴱGeral⟭⟬⁷
Leerlo por segunda vez es aún mejor, noto detalles preciosos que antes se me pasaron💜
November 27, 2022, 21:16
Ana Flora Ana Flora
Lo comenzaré por segunda ves <3
November 27, 2022, 04:07
Kim Minjeon Kim Minjeon
Amooooo🤩
October 28, 2022, 03:37
🎀Anaís 🎀 🎀Anaís 🎀
El primer capítulo es increíble 😳 Esta muy interesante y la narración es atraparte, me encantó 💕
August 24, 2022, 04:48
Tae&Kook KV Tae&Kook KV
Me encantó el primer capítulo 😍
August 21, 2022, 19:51
Kim Vante Kim Vante
Primera vez leyendo está historia 🥰 estoy emocionada
August 10, 2022, 21:57
Cherrykoo🍓 Cherrykoo🍓
La fresi amiga pesada empieza esta maravilla y va a darte el coñazo con sus panics 🍓🖤 te quiero
July 06, 2022, 13:39
Daniela Mendez Daniela Mendez
Primera vez por aquí y me a encantado así que pienso llegar al final de esta bella historia 🥰💜
June 03, 2022, 20:26
Natalia Damary Natalia Damary
Oohhh por favor, primera vez aquí contigo. Nueva seguidora y ya estoy fascinada con esta historia. Me quedaré hasta terminarla, gracias por compartir con nosotros tu talento 💜
May 26, 2022, 18:23
Sandra Medina Sandra Medina
Estoy fascinada 💜
March 18, 2022, 18:49
Yarely González Yarely González
Ahhhhhh xfin lo voy a empezar!!!! 😁😍💜 y ameeeee este primer capítulo senti el miedo y literal griteeee al ver al lobo negroo!!! 😱😱😱😱😍😍😍😍😍
March 02, 2022, 14:31
꧁𝕊𝕣𝕥𝕒𝔻𝕦𝕤𝕜𝕤𝕠𝕦𝕝꧂ ˢᵒ ᶠᵃʳ ᵃʷᵃʸ ꧁𝕊𝕣𝕥𝕒𝔻𝕦𝕤𝕜𝕤𝕠𝕦𝕝꧂ ˢᵒ ᶠᵃʳ ᵃʷᵃʸ
Ayyyy que emocion, por fin empezare YEONJIRI, acabo de terminar ROCKSTAR despues decasi 1 Año <3
December 20, 2021, 01:02
Belen Sam Belen Sam
OJOS VIOLETAS... HERMOSO, ME CUESTA IMAGINAR PERO HERMOSO
December 18, 2021, 21:41
Otilia Lopez Otilia Lopez
Bueno después de mucho logre bajar la aplicación y vine solo por ti, autora te sigo desde hace mucho y aquí no te había seguido, mmm te mandaré msj luego de que me pasó a leer ten buena lectura, te quiero
December 18, 2021, 19:10
BTS7SunShine 💜🦢 BTS7SunShine 💜🦢
Hola! Sos una gran escritora. Me encanta que allas encontrado este espacio para publicar tus obras!! Me encanta esta historia y voy a ver si releo las otras que ya las habia lei en twitter!!
December 18, 2021, 14:55
BTS7SunShine 💜🦢 BTS7SunShine 💜🦢
Hola! Sos una gran escritora. Me encanta que allas encontrado este espacio para publicar tus obras!! Me encanta esta historia y voy a ver si releo las otras que ya las habia lei en twitter!!
December 18, 2021, 14:55
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