Mónica Arranz
Nos empujan sin compasión, mi padre tira de mi mano en medio de la gente. Huele a sudor, a pólvora, a tierra; hace un calor horrible, me caigo, lloro y me vuelvo a levantar. Oigo mil voces pero no entiendo nada, miro hacia arriba, miro hacia los lados y no se dónde estamos.
Hemos dejado muy lejos nuestra casa, mis hermanos se han adelantado en la huida y hace meses que no sabemos dónde están. Mis amigas del colegio, mis compañeros de natación, mis vecinos de toda la vida, están buscando refugio para sus familias. Los adultos no tienen trabajo, los ancianos no tienen médicos y nosotros no pudimos terminar el último curso, ya me faltaba poquísimo para ser bachiller. Cada día aparecen más extraños para preguntarnos nombres, edades, familiares, enfermedades y un montón de cosas que a veces no entiendo. Mi padre desconfía de todos porque dice que no les importa de verdad nuestra situación, solo quieren salir en las noticias para que vean lo buenos que son . Dice que siempre ganan los grandes jefes, los dueños del dinero y el poder.
Mi madre fue la primera en morir, estaba en el mercado cuando empezó el ataque, pero me han dicho siempre que no sufrió porque la bomba cayó justo a su lado. No me ha dado tiempo ni de llorar, no la pude ver. ¡La extraño tanto! Luego murieron mis tíos. Todo el tiempo llegan malas noticias de amigos encarcelados o torturados, gente sin brazos o sin piernas.
Todo lo que tenemos ahora está en su mochila y la mía. En mis sueños veo a mis hermanos, los abrazo con fuerza en ese sitio hermoso y pacífico a donde todos queremos llegar. Allí donde la ayuda prometida se va a hacer realidad. Comida, agua, una cama, ropa limpia, tal vez hasta un baño limpio y una habitación…..
De repente vuelvo a la realidad por el estruendo de muchos motores que rugen desde el cielo dejándonos sordos. Cada vez hay más gente, menos amigos, más gritos, menos aire, más estallidos, menos luz.
Aprieto su mano resbalosa pero se hace repentinamente más gruesa, busco rápidamente su cara y me doy cuenta de que no es él.
Pozo Valenzuela
Por mi en un relato excelente.
Dar más detalles,no. Todo va
en nuestra lectura;la crudeza
de esa huida es ya bastante
explícita.
Gracias por compartirla.
Mónica Arranz
Gracias a ti por leerlo y tu valoración! No había podido responder a tu comentario antes porque como nos suele pasar: " Lo urgente nos aparta de lo importante " :)
June 11, 2021, 11:52
Diego E.
el texto ubicado entre el primer y último párrafo es una especie de pausa y auto análisis hecho por la protagonista; esto es execelente. :D (¿puedo hacerte algunas sugerencias?).
Mónica Arranz
Por supuesto que recibo sugerencias, gracias por tu tiempo. También te comento que el relato es un poco más largo, pero escribiendo por el móvil no cabía en microrelato, así que en la web lo volví a subir como cuento corto.
May 06, 2021, 21:08
Diego E.
oh, entiendo. Bien, tomando en cuenta que tu relato es muy realista y crudo, recomiendo usar descripciones más detalladas, que inviten al lector a imaginar. Por ejemplo, para la oración "gente sin brazos o sin piernas", redactar algo así: " restos de extremidades humanas conformaban nuestro horizonte, a nuestro alrededor cuerpos desfigurados, inertes, atormentaban mi ser...". En fin, a mi parecer, es cuestión de algunos detalles pendientes, y tu trabajo resultará fuerte y potente, acorde al tema tan atroz que escojido( muy poco tratado en esta web, por cierto). Saludos!.
May 06, 2021, 21:32
Merci pour la lecture!
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