Estrella mariposa Suivre l’histoire

Empujada entre dimensiones,

Sentís tu eje volverse horizontal,

Luego vertical.

Luego diagonal.

Ahora estás en nuestro plano.

Bienvenida.

Estudiante de intercambio en un mundo nuevo.

Te dejás adoptar por la tierra.

El eco del arroyo es tu nuevo hogar.

Llegás a la escuela.

Conocés a quien será tu huésped terrenal.

“Hola, soy Mark Wayne” se presenta.

“Saludos, mi nombre es Estrella” respondés,

“Soy la princesa del reino mágico de Múnich”.

Invocás un arcoíris a tu nombre.

El arcoíris se quema sobre tu cabeza

Y aun así vos solo posás y sonreís.

Salen a recorrer la ciudad y divertirse.

A hacer lo que los niños sin obligaciones hacen.

Mientras coleccionan diversión son atacados.

Cuando te creías en problemas,

Descubrís que tu enemigo es un juego

Para que vos lo juegues.

Un juego ajeno a la dignidad.

Algo con lo que barrer el piso

Una y otra y otra vez.

Y lo barrés.

Recibís una visita inesperada.

Un golpe a la puerta del pasado.

Es una cabeza viviente de unicornio.

Entre abrazos y risas se saludan,

Y deciden salir los tres a bailar

A una disco interdimensional.

Lobos laser aúllan a la luna espejada

Durante tu danza con seres de todos los colores.

En medio de tu diversión

Ves a tus dos amigos peleando.

Intervenís.

“Te olvidaste de mí”

Dice la cabeza entre lágrimas de arcoíris.

“Vos me diste vida con tu magia

Para que fuera tu mejor amiga.

Dormimos juntas,

Me maquillabas,

Me sacabas a bailar

Cuando nadie más te quería.

¿Y ahora me cambiás por esta mierda terrestre?”

Jura enterrarte.

Se lanza en estocada contra vos,

Dispuesta a empalarte.

Mark Wayne te empuja lejos

Y recibe la cornada ciega de odio.

“Nunca vuelvas a acudir a mí, princesa”.

La cabeza de unicornio desaparece.

Te acercás a tu amigo,

Cubrís su herida

Y lo llevás a un hospital terrestre.

Pronto él estará bien.

¿Vos lo estás? Todavía no se sabe.

Recibís una llamada en tu espejo mágico.

Es tu ex prometido invitándote a salir.

Él es un príncipe demonio

Que vive su propia vida.

Puede parecer estúpido

Pero su tercer ojo puede verlo todo,

Y ahora lo tiene puesto en vos.

Te invita a bailar.

Te dice que el pasado es el pasado.

Vos le creés.

Bailan bajo la luna mágica.

Todo parece marchar sobre ruedas.

Cuando estás a punto de amarlo por siempre

Te encontrás con que es como siempre fue.

Miles de llamitas de ira arden dentro de él.

No puede soportar una vida sin vos.

Vos querés otro destino.

Escapás hacia el plano terrestre.

Otro enemigo para tu lista.

Te levantás y es un día soleado.

Perfecto para vivir aventuras.

Buscás a tu amigo

Pero no está acá ni allá.

No está en ninguna parte.

Encontrás un rastro y una carta.

“Te desafío a encontrarme”.

Usás tu magia para rastrear su paradero.

Mark Wayne está siendo exprimido

En una caja de cristal.

El lagarto de chocolate te supera

Y quiere destruir tu estrella.

Tu única opción es obedecer.

Susurrás un conjuro secreto

Y ocasionás una gran explosión

Que devora todo alrededor.

Caés inconsciente al suelo.

Despertás del desmayo.

Ves a tu mejor amigo velando por vos,

Apenas a salvo.

Movés tus ojos de lado a lado

Solo para ver que tus enemigos desaparecieron.

Todo parece estar bien,

Excepto por algo:

¿Dónde está la otra mitad de tu estrella ahora?

Retomás tu vida cotidiana,

Pero ocurre algo nada cotidiano.

Tu cabeza está sucia.

Sucia con recuerdos contaminados.

Esas garras no pertenecen a tu mente.

Solo te hacen causar daño.

Sentís que cruje tu interior,

Pero no sabés definir qué sucede.

¿Es un vacío o es al menos algo?

Usás el espejo mágico.

Lo usás para comunicarte con mamá.

Le preguntás qué está sucediendo.

“El mal corre en nuestra familia.

Un eslabón rico en vileza.

Un gen envenenado querrá pervertirte.

Tenés que mantenerte en el camino del bien”.

Intentás no sucumbir ante vos misma.

Te decís que no,

Que solo vas a hacer el bien,

Pero caés víctima de tu propia bondad.

Limpiás la estatua sagrada.

Por accidente la destruís.

Destruís el pasado,

El presente,

El futuro.

Ya no queda nada que defender.

Algo anda mal.

Una gran luna roja orbita en tu interior.

Se traga tu sol.

Eclipsa en tu sangre y en tu corazón.

Visitás tu reino.

Mamá luna y papá río te reciben.

Te desconocen.

Desconocen los gusanos de tu alma.

Los despojás de sus poderes y beneficios.

Pasan a ser tuyos.

Ahora el poder es tu esclavo.

Que ellos mueran en un calabozo.

Liberás a los monstruos de sus cadenas.

Ellos pueden hacer lo que quieran.

Matar a quienes quieran.

Devorar a quienes quieran.

Destruir lo que quieran.

Te ves al espejo.

No al espejo en el que ves a los demás,

Sino al que te muestra como sos.

¿Y qué es lo que ves?

Que tu cabeza luce perfecta

Sin el tumor de la conciencia.

Estrenás tu paraguas de murciélagos

Que vuelan sobre el sol y te protegen.

Estás a salvo de la luz

Y estás a salvo de la vitalidad.

Tomás una barra de chocolate,

La llevás a tu boca vampirizada.

La saboreás.

Te gusta.

Sabe a pureza.

Es tu último contacto

Con el reino de los seres sintientes.

Vestís tu odio.

Lo mimás.

Lo alimentás cada día.

Nunca te sentiste tan libre

Como cuando te pusiste estas cadenas.

Niña reina.

Cada vez que te atacan

Acuchillás con tu sonrisa.

Cada vez que te amenazan

Asediás con tus estigmas.

¿Quién se opondría a vos?

Tu esencia nada en un océano de magia muerta,

Lejos del gran esquema del mundo.

Puede ver con tus ojos,

Escuchar con tus oídos

Pero no actuar.

Estás encerrada en vos misma.

Encarcelada en tu propia carne y huesos.

¿Cómo podés gobernar un reino

Cuando no sos ni la reina de tus heridas?

Tu espíritu deja de huir de vos.

Medita en esas aguas enfermas.

Busca una salida al mundo exterior.

Desafortunadamente, la encuentra.

Cerca de una decisión

Pero lejos de una sólida convicción,

Coloca sus manos en la mugre.

Repite su mantra.

El mantra sin nombre que alguna vez fue útil.

Un resplandor enceguecedor se expande.

La pulsión de muerte sacude todos los flancos.

No hay lugar seguro que no sea la otra vida.

Los monstruos son obliterados.

Tu bondad es libre nuevamente.

Tiraste de las cadenas del infierno

Y lo hiciste caer a tus pies.

¿Pero a qué precio?

Tu vida por el fin de la fantasía.

Ya no quedan monstruos,

Ya no quedan hadas,

Ya no queda magia,

Ya no quedan otros mundos.

Ahora son todos uno.

Tu amigo quiere abrazarte.

Corrés hacia él.

Te acercás y lo besás.

Los diamantes de tus mejillas resplandecen.

El trono es tuyo ahora.

Legítimamente tuyo.

Cuando lo tomás

Conocés la verdad:

No hay tiempo en esta vida

Para atarse a una vida de poder.

Ni para atar a los demás.

Volá libre hacia el infinito

Lejos de las obligaciones terrenales,

Supernova con alas de mariposa.

Volá con tu amigo,

Unan sus felicidades

Y recolecten los frutos

De los campos de la libertad.