Después de la Gran Guerra, la población del mundo comenzó a enfermar gravemente y morir, resultando en una disminución del 80% de la población. Países que antes contaban con un gran número de habitantes, se han reducido casi a la nada.
Actualmente en lo que solía era Corea del Sur, sólo hay 2,986,579 habitantes. Las provincias que anteriormente formaban una gran nación, ahora se encuentran divididas. Cada una conformada diversas comunidades, con sus propios gobernantes, con su propia economía, con su propio desarrollo.
En comparación al desarrollo que se tenía antes de que estallara la Gran Guerra en el año 2119, habían retrocedido un par de siglos.
Las provincias no suelen relacionarse mucho entre sí. Existen alianzas entre las de mayor avance, gozando de las comodidades que se tendrían a finales del siglo XIX, sin embargo, las comunidades que están próximas al que solía el límite territorial del mítico país, sobreviven a base de la ganadería, agricultura, caza y trueque.
Socialmente hablando también hubo un gran retroceso. La gente cree que los omegas sirven simplemente para llevar a cabo las tareas que tuviesen que ver con el hogar, y que cualquier desviación de estas puede afectar su capacidad de concebir, su único propósito en la vida. Esta teoría fue descartada en el año 1967, mas esta documentación se perdió debido a la Gran Guerra.
El color de ojos de los lobos, que en un pasado determinaba cualidades que poseerían, como la fuerza, resistencia, belleza e inteligencia, actualmente no significan mucho, la gente vive mezclada.
Cuenta una leyenda que en algún momento existieron alfas cuyo lobo poseía ojos oscuros como la noche, llamados hijos de la luna. Hay muchas cosas que se dicen sobre estos lobos. Cómo que la luna los creaba con tanto amor, saturándolos de todas esas características irresistibles para cualquier otro lobo, que le tomaba todo un mes poder terminarlos, era por esto que nacían en noches de luna nueva, cuando la luna ya había dado todo de sí y se encontraba descansando. También se cuenta que el color de ojos de estos lobos podía distinguirse desde el momento de su nacimiento, marcando su destino. Otro rumor habla sobre que estos lobos elegían a una pareja para toda la vida, ninguna otra unión podría romper el vínculo ya formado, y que sin importar el límite de la vida misma, el alma del lobo permanecerá en espera de la de su compañero.
Mas estos eran sólo rumores, ya que el último nacimiento de un hijo de la luna fue registrado en 1961, y al igual que muchos otro documentos, desapareció durante la Gran Guerra.
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