The Last Lord Volumen 2 cenizas del pasado Suivre l’histoire

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La nueva información que poseía Alaric sería de total interés para su querida compañera, pero aun que eso fuera cierto no podía asegurar que ella realizara algo ciertamente extraño, en todo caso de que se llegara a tal extremo el mismo intervendría sugiriendo que lo piense dos veces antes de actuar, ya que esto de algún modo puede afectar gravemente al reino.

Cada vez que él miraba con detalle la pequeña carpeta con hojas repletas de información referente a los acontecimientos, que ahora, se convirtió en una situación extraña de la que nadie ha decidido tomar cartas en el asunto. No obstante, pensó que algo se podía aprovechar del suceso, y sería fundamental mencionárselo a Ivanova, su extraña amiga.

Los pasillos eran extremadamente largos para él, y algo estrechos entre sí, pues las decoraciones abundaban por doquier, tal vez exageró un poco con eso, pero jamás había visto tantas velas encendidas, candelabros por aquí y por allá, y varias cosas que le eran confuso describir al chico. Fuera lo que fuera sabía que justo en el momento en que encontrara una puerta de entre todos los pasillos, sin duda alguna se encontraría con ella. Ivanova no es una chica que tienda a salir de su pequeña cueva cada dos por tres, podría decirse que de las únicas ocasiones en las cuales sale de su cuarto es para recibir tareas muy importantes o de búsqueda, claro que sin mencionar que es muy obsesiva con el tema de la fuerza, es cierto que ese pensamiento no es tan hipócrita de su parte pues realmente es alguien fuerte, aunque últimamente se ha sentido aburrida debido a la falta de misiones importantes para ella.

—Pero ahora que lo pienso…creo que es bastante agresiva en ese aspecto—Exclamó entre pequeñas risas.

Extrañamente el chico miraba aquel sobre sin siquiera abrirlo pues de hecho tenía pensado no verificar la información y que Ivanova se moleste por el desorden, asique sin nada relevante que pudiera realizar presto atención a su entorno y no pasar de alto el cuarto de Ivanova.

Inconscientemente Alaric se distraía constantemente observando las paredes laterales del lado derecho, pues simplemente del lado izquierdo se encontraban ventanas que daban con el exterior o específicamente con el campo, por donde uno podía lograr divisar desde lo alto de este lugar, a gente saliendo y entrando por montones lo cual le quitaba esa pureza de falta de presencia humana que uno quería ver. De inmediato dejo sus pensamientos de lado debido a que logro divisar al fondo del lugar lo que parecía ser la puerta que llevaría al cuarto de su compañera, era el lugar más oscuro de todo este castillo pues si uno miraba bien el lugar podías notar como no había presencia de luz en lo absoluto. A simple vista uno podría pensar que en aquel lugar suceden cosas tenebrosas o que te sería difícil imaginar, por suerte, esta parte del castillo se encuentra muy alejado y escondido como para que las visitas lleguen a tal lugar, pero aun si ese fuese el caso lo más seguro es que nadie entraría al sitio por nada del mundo, exceptuando Alaric, por tal motivo se podría decir que él se trataba del mensajero personal de Ivanova, pero su comportamiento tan incomodo lo hace evitar tan siquiera mencionarla, sin embargo, a pesar de lo tan escalofriante que puede ser, es una de las mejores estrategas para el reino cuando se trata de extraer información u organizar expediciones seleccionando a los héroes más fuertes y efectivos para la misión.

No hace mucho tiempo dejo de realizar misiones pues sentía que había llegado al tope de su “nivel evolutivo”, siendo una de las únicas de todo el reino en ser rango diamante, pero desde el punto de vista del chico, ha empezado a notar que su compañera incrementó su obsesión por encontrar personas igual de fuertes que ella, o que en un futuro pueda ser igual de fuerte que ella para entrenarlo. En ocasiones los pensamientos de Ivanova suelen ser estúpidos, sin mencionar que eso le traería problemas con los monarcas y generales, es por tal motivo que evitan proporcionarle información de ese tipo, pero por suerte la información del chico significaba un beneficio tanto para Ivanova como para el reino. Ahora la tarea de la chica es saber que podría hacer para concretar la petición.

Antes de que el chico se acercara a abrir la puerta, debía prepararse para posibles sorpresas que le esperarán. Iron Shell y Slash quality, son los dos hechizos que debía tener presentes y activos en él, por lo que los aplique rápidamente antes de entrar; mientras que uno fortalece su defensa y la resistencia de la armadura el otro tiene como objetivo aumentar exponencialmente la velocidad de ataque, con lo cual sus reflejos se verían beneficiados al manipular sus armas con fluidez. Alaric conocía con total certeza que, como medida de seguridad, Ivanova tenía la costumbre de atacar ferozmente en cuanto alguien entra al cuarto, de alguna manera siempre está atenta por quien ronda por los pasillos, a pesar de ser el único que la visita, Alaric le inquieta la idea de que mate a alguien accidentalmente, además de conocer que no sentirá remordimiento o tan siquiera temor.

Prosiguió a desenvainar mis dos <<tenedores mágicos>> tal y como los describe Ivanova, escuchar la forma en la que lo menciona le produce una corta risa, que se extingue rápidamente; en realidad se trata de dos tridentes hechos con la sangre del llamado<<dragón carmesí del rubí sangriento>>, un legendario dragón del cual se extrajo su sangre para crear el arma, fue realizado por Ryo, el legendario mata dioses, se trata de nada más y nada menos que de un artefacto, pero a pesar de que el chico se sienta orgulloso de ser capaz de manipular a la perfección las aclamadas armas, no es el único pues es uno de los tantos héroes que poseen artefactos igual o más poderosos, lo cual no le hace tan especial.

Sin dar más rodeos abrió la puerta que se encontraba al frente suyo y rápidamente notó como una figura femenil con una gran hacha que cargaba en una de sus manos saltó sobre Alaric sin verse afectada por el notable peso del arma, en ese instante el chico conocía que debía bloquear el ataque con ambos tridentes reduciendo el impacto de manera efectiva.

—­Muy lenta—Dijo Alaric al escuchar el rechinar del metal impactando con los tridentes, que había posicionado de tal forma que ambas armas formaban una equis con el filo del hacha de Ivanova incrustado en los pequeños picos afilados del tridente.

Ivanova lo observo con incredibilidad mirándole con una feroz sonrisa tan lasciva y sádica de parte de ella, tan acostumbrado estaba el a las expresiones del pálido rostro de su amiga, con esos ojos verdes que a pesar de ser un color peculiar eran extremadamente incomodos de observar junto con esa sonrisa tan confiada de parte de ella. Después de cruzar miradas ella se separó rápidamente de su colega, saltando estrepitosamente hacia tras cayendo limpia y perfectamente meneando su hacha sin problema alguno, para después sobreponerlo detrás de su cuello. Soltó una pequeña risita para seguido observarlo con intenciones de analizarlo de pies a cabeza lo cual ya lo hacía sentir bastante incomodo, pero supuso que era una de sus tantas medidas de seguridad propio de ella.

—No te vez tan mal Alaric Warwolf—exclamó Ivanova con una ligera sonrisa en su rostro.

Muy pocas veces le llamaba por su nombre completo, lo que era extremadamente extraño siendo que siempre se dirige a él como pequeño o Alaric a secas, no obstante, era más común que se saliera de lo ya conocido por el chico. Rápidamente dejó sus pensamientos de confusión de un lado para enfocarse en la verdadera razón de su visita, ella sabe exactamente que Alaric jamás asiste a este lugar sin una razón; Alaric bajó un poco la mirada adentrando su mano dentro de la ligera pechera de maya que llevaba como armadura, retorciendo un poco sus dedos para buscar la carta que previamente había guardado en modo de sorpresa, busco por un buen rato y en cuanto sintió el tacto de la carta la extrajo con delicadeza para posteriormente darle la información, a lo que él extendió su mano para que pudiera tomarla y revisara el contenido del cual aún no le había dicho nada.

—Tengo algo que podría interesarte…—dijo Alaric al momento de que Ivanova tomara la carta.

Tomo la carta bruscamente arrebatándosela de sus manos y miró con detalle el sobre antes de abrirla.

—¿Que sorpresa contiene esto mi pequeño Alaric…? sabes perfectamente que no soy alguien que le guste el misterio—Preguntó Ivanova bastante disgustada.

Puso delicadamente el sobre sobre la mesa de madera que tenía al interior de su cuarto que se encontraba específicamente al centro del lugar, por lo general la usaba para inspeccionar el mapa detalladamente antes de poder realizar una misión o también organiza sus búsquedas desde allí. Por la ausencia de sillas en el sitio decidió recargarse en una de las paredes cerca de la mesa, pero antes se libró de sus armas sobreponiéndolas a un lado suyo contra la pared para evitar lastimarse con ellas. Nuevamente cruzo miradas con Ivanova para entrar en confianza antes de explicarle de lo que se trataba la<<sorpresa>>que le había dado él.

—Descubrimos a unas personas bastante interesantes… que estoy seguro de que querrás echarles un ojo. Pero por lo que sabemos, este grupo conformado por once aventureros, lograron entrar a la capital de la reina sacrame. Escaparon de manera exitosa, no sabemos sus intenciones, pero sus habilidades son interesantes, creo que de esto podrías sacar al que más te guste.

Mientras ella abría el contenido de la carta para afirmar mis aclaraciones notó como en su mirada no parecía decepcionada, era algo de lo que estaba totalmente seguro. Al abrir la carta saco varios papeles siendo un total de once, de las cuales contaban con una pequeña descripción y observaciones sobre estas personas, paso las hojas con rapidez en total silencio, posteriormente dejó los papeles en la mesa extendiéndolas una detrás de otra para obtener un mejor panorama de las descripciones.

—Por ahora lo único que me sorprende es que Evelyn haya estado tanto tiempo infiltrada en la capital. Pero, dime, ¿Qué piensas al respecto sobre esto? —Preguntó nuevamente Ivanova.

A decir verdad, el no esperaba más de ella, Evelyn es una excelente pícara gracias a esa capa que potencia sus habilidades, se sabe que el mencionado manto es un artefacto, que, por cierto, le queda como anillo al dedo, aun si no lo llevara puesto seguiría siendo alguien bastante fuerte y escurridiza por lo que resulta difícil combatir con ella, por suerte es una persona bastante sensata.

—Que es una excelente oportunidad para cumplir tus deseos. Para serte sincero, veo en estos chicos un potencial enorme, me atrevo a decir que esto puede comparar con lo que ocurrió hace muchos años referente a Ryo…

La peculiar mirada de la chica que le dirigió momentáneamente pudo saber que esto parecía interesarle bastante, pero eso no sería suficiente. Ivanova quejándose un poco continuó:

—Si, sí, pero creo que ambos sabemos que para que funcione necesito algo más que solo las escrituras de tu compañera de juegos. Aun así, me intriga bastante el hecho de que compares esto con lo de ese tal Ryo. ¿no crees que ya es algo exagerado? —cuestionó Ivanova.

Siempre que exclamaba con ese tono parecía estar celosa, sin embargo, eso se le queda bastante corto. Carecían de un plan en concreto pues la chica tenía razón, es demasiado arriesgado apostar por esto, pero tenían todas las de ganar si usaban adecuadamente sus cartas. Ahora el siguiente paso sería convencer a Ivanova de que juegue esas cartas con él, se acercó a un lado de ella buscando la hoja que contenía la información de ese tal mago, pues se trataba de alguien importante si lograran capturarlo para posteriormente lavarle el cerebro; al encontrar la hoja no dudo en apartarla de las demás y mostrarle la información, sobrepuso el papel encima de las anteriores señalando con su dedo índice para llamar su atención.

—Este chico es el que nos interesa, se trata de un mago, como sabes… en este imperio hace falta hechiceros talentosos a parte del viejo Zedric. Además, estas personas no son humanas, son heteromorfos, por lo que aumenta el valor de estos individuos, más que la de Zedric, que ya es alguien decrepito, pero con un buen dominio de la magia arcana, irónicamente somos uno de los pocos reinos que tiene una predominación sobre la magia bastante baja.

Sus palabras provocaron que la mirada de ella se enfocara sobre la hoja que contenía información sobre quien se estaba refiriendo. Ivanova prestaba suma atención a la forma que le fue proporcionada, tras escuchar las palabras de su compañero mientras leía, aparto la vista de la hoja, dejándola caer sobre la mesa seguido de un pequeño quejido que se identificaba fácilmente como satisfacción, pues noto que logro convencerla.

—Tienes toda la maldita razón… —Exclamó Ivanova sugerentemente—. Supongo que no estaría mal que te ayude, pero de todas formas no es seguro que viajemos hasta los territorios de la capital para encontrarse con la absoluta nada, recuerda que tu amiga los perdió de vista.

Ivanova tenía bastante razón con ese aspecto, pero la obsesión de aquella reina podría darles una ventaja y sería algo que tendrían que aprovechar.

—Ese es el problema principal, pero no es algo de lo que debamos preocuparnos—Dijo Alaric muy confiado—. Sugiero que podamos negociar algo con ella con tal de poder apoderarnos de los individuos.

Ivanova rápidamente dirigió una mirada algo confusa en respuesta a la afirmación. A pesar de ser una buena estratega y negociadora le es difícil comprender lo que sucede sin la información adecuada, ese es su peor punto débil, su dependencia de la información hace que casi nunca actúe con su ingenio.

—Creo que deberías saber que la perra sacrame es alguien obsesiva con personas de esta raza, piénsalo un segundo, sería capaz de realizar lo que sea con tal de obtener lo que quiere, eso podría incluir recurrir a reinos para cumplir sus metas, pero sabes que eso no lo hará pues es alguien que actúa por su cuenta—Exclamó Ivanova sobresaltada.

Noto que Alaric había atacado el punto débil de ella y su reacción fue inesperada para él chico, por tal acontecimiento Warwolf quedo bastante desconcertado de lo que debería decir a continuación. Ivanova bastante cansada de los rodeos de Alaric, inclinó su cuerpo al frente suyo, encorvando su espalda y poniendo sus manos en la mesa para llevarlos inmediatamente a su barbilla en una pose bastante sugerente. Soltó un suspiro y preguntó:

—¿Entonces lo que deseas es que pueda convencerla? lo hare, pero primero que nada no es muy posible que ella decida darnos a cada uno de ellos, eso deberías de haberlo sabido…

El chico se percató del problema demasiado tarde al hablar arriesgadamente del tema. Es muy conocido que en la capital la reina es bastante obsesiva con los asuntos antes mencionados, a tal punto que todo aquel heteromorfo o semi humanos que capturen son inmediatamente usados en métodos de tortura y como esclavos, y pensar que incluso a su propia raza la usan como esclavos. Alaric recargó sus manos en la mesa, inhalando una buena cantidad de aire para expulsarlo en forma de suspiro con la intención de pensar, reflexionó por un par de segundos con la finalidad de saber lo que debería hacer. Tan pronto como pensaba en ideas, iban saliendo como entraban, simplemente gastar dinero por tales movimientos, no sería una opción adecuada. Si algo ha aprendido a la hora de negociar, es que jamás debes denotarle el odio que les tienes a tus enemigos y tampoco amenazarlos sin sentido alguno, eso solo provocara que termines en una mala posición o simplemente acabes mal sin los recursos necesarios. <<muchos pueden hablar, pero muy pocos pueden actuar.>> era una de las tantas frases que le decía su padre, e incluso la mayoría eran inventadas, pero a su parecer, eran bastante originales, tal frase le ayuda bastante en momentos cruciales, pues es la última frase que escucho antes de que se fuera del país. Ya había pensado bastante en que podría hacer, pero una idea bastante fabulosa cruzo su mente al momento de pensar en una ayuda externa, lo tenía en claro y ahora debía planteárselo a su compañera. Rápidamente Alaric levantó la vista y dijo:

—Pediremos a los grandes monarcas la información que Evelyn ha recolectado estos últimos días. Usaremos lo recolectado para negociar.

De inmediato Ivanova se enderezo tal cual un palo parecía, le miro bastante perpleja y mostró una leve sonrisa.

—Vaya, después de todo no están inútil tu amiga—exclamó en un tonó burlesco.

Nuevamente ella sobrepuso la mirada en los informes que aún permanecían en la mesa. En la mirada de Ivanova se podía alcanzar a divisar una sonrisa bastante placentera en el rostro de ella, no era una sonrisa de felicidad, más bien era una sonrisa erótica o algo similar, Alaric con el tan solo hecho de pensar en lo extraño de la sonrisa le producía confusión, miro en dirección a lo que le estaba sonriendo de forma tan peculiar, y parecía ser los informes del mago, pudo intuir que tenía un gran interés por lo anterior dicho, decidió preguntarle acerca del hechicero:

—¿El mago es quién te interesa? —pregunto Alaric.

Evito mirarlo, simplemente relajo sus expresiones al notar como se habían percatado de sus intenciones. Ella simplemente miraba la hoja como si estuviera mirando una imagen de la cual no había ninguna, como si imaginara la cara del mago; esto se debió a que en esos informes tan solo se encontraban pequeños recuadros con el símbolo de su sexo y un perfil con la silueta respectiva declarando si se trataba de alguien masculino o femenino. Pero en este caso miraba la silueta masculina del informe del mago.

—Demoros es su nombre—respondió Alaric indiferente—, es alguien bastante peculiar, pero estoy seguro de que harás lo que sea con tal de llevarte a este chico—dijo prediciendo el futuro de aquella persona—. aunque sea el único que nos llevemos, ¿no es así? —finalizó con una pregunta sencilla.

—Eso es bastante ambicioso, pero puede que tengas razón—Respondió Ivanova tediosa al ver como su compañero la delato.

La dama aparto la vista de los papeles y decidió enfocarlos en otra cosa. Alaric no sabía con certeza si se había avergonzado por lo sucedido, y más aún al saber qué le observaba múltiples veces, pero de lo único que se percató fue que tal respuesta no era del todo sincera, pensó que lo mejor sería no indagar más en ella y continuar con la planeación, siendo algo de lo que quiere ponerle punto final lo más pronto posible. Pero antes debía mostrar la misión principal para la cual fueron asignados realmente, pues lo discutido no fue más que una cosa secundaria.

—Con la información que tengas recolectada creo que podemos hacer que ciegamente nos lo entregue, tampoco sé muy bien que tan cuerda se encuentra, por lo que Evelyn tendrá que acompañarme. —Dijo Ivanova muy calmada.

Ciertamente el divago un poco en ese aspecto de manera ambiciosa, era de esperar que no podría ayudarle con solo palabrería. Ante el silencio de Alaric, Ivanova mira de reojo como si lo analizara para luego continuar hablando normalmente, pues al parecer el ratón le comió la lengua a Alaric.

—Bien, te explicaré de manera breve lo que voy a negociar y tú me darás el visto bueno—Dijo Ivanova—, pude notar que esto se trata de nada más y nada menos que una misión secundaria. Si fuera algo lo bastante importante estaría algún general de guerra acompañándote, y por lo que veo no es así. —Exclamó Ivanova siendo directa y apuñalándole verbalmente de manera fría—. pero esto para mi es primordial. —mencionó molesta.

Antes de que siquiera se negara tan solo se mostró sumiso dejando paso para escuchar lo que tenía en mente y saber que tan bien funcionaria. Ella rápidamente se quitó de donde se encontraba, moviéndose lentamente en dirección a la única ventana que daba con el exterior y la cual iluminaba levemente el cuarto en donde se encontraban, puso el hacha contra la pared alejado de ella para librar su vista de sus armas. Es de esas pocas veces que se interesa tanto por un tema de una forma un tanto<<obsesiva>>, pero más bien era una situación bastante complicada de entender para Alaric, << ¿realmente se siente intrigada o interesada? >> se preguntaba a sí mismo.

—El objetivo principal será infundir un miedo por algo tan patético como la revelación del espionaje que realizamos—Explicó Ivanova mirando a las afueras de la ventana—, de ese modo hare lo posible para controlarlo todo a mi favor y me resulte más fácil dar con el resultado que quiero. Creo que como parte del plan intentare intervenir en la captura de estos, tendríamos que confiar en que nos lo pueda entregar.

Era esplendido para Alaric escuchar las palabras de su compañera, era tan sencilla en esos aspectos que cualquiera podría sentir estar dentro de alguna obra dramática con música ambiental que le diera un toque de misterio a la situación. Analizar el plan de Ivanova en busca de fallas significativas era simplemente imposible para él, salvo que es peligroso el factor de la suerte y que tan bien se le daría a Ivanova terminar bien parada, afortunadamente tenía en mente un plan por si algo así no funcionaba.

—Es perfecto—dijo Alaric felicitando a Ivanova—. Tan solo debemos recordar que no es muy probable que ella coopere del todo, en ese caso…

Sus palabras fueron interrumpidas por las de Ivanova, la cual sin la necesidad de dirigirse a él exclamo de forma sorprendentemente tranquila.

—No será necesario pensar en eso, simplemente hará lo que sea con tal de que su diminuto reino no se desmorone. Si algo sabemos es que es inferior en varios aspectos a comparación de nosotros—exclamó Ivanova muy segura y excéntrica de la exactitud de su plan.

Dejo en claro que no ideara más de la cuenta, aunque la mayor duda es ¿de dónde saca tanta información? Ivanova prácticamente es una chica bastante antisocial, los únicos <<amigos>> con los que cuenta son: Alaric y Evelyn, con los cuales no se relaciona mucho.

De alguna forma el reino no la considera un peligro, pues su única excusa es que <<los portadores de los sagrados artefactos harán frente ante cualquier identidad que sea un potencial peligro para el reino>>.

Es exagerado pensar que el reino tenga que depender de sus tres mejores héroes, también es sabido que existen los soldados del alto mando tales como paladines, guerreros, brujos e incluso los aventureros, aunque estos últimos no están sujetos con la milicia del reino, debido a que los mismos aventureros actúan como un tipo de mercenarios y exploradores con tal de tener una ganancia sin responder al llamado del país.

Es poco probable que los aventureros acepten ir por las cabezas de los portadores del reino. En cuyo caso necesitarían por lo menos a uno de ellos en filas enemigas para darles caza, y ni hablar si son dos contra uno.

En los últimos años para el reino han sido extremadamente aburridos, es cierto que aumento exponencialmente el descubrimiento de mazmorras o extensiones perdidas de estás; por consiguiente, las recompensas y objetos de estas son más abundantes. Alaric al momento de percatarse de estos cambios, se puso como loco con tal de ser el primero en asistir en aventuras para reclamar ítems nuevos y poderosos, pero desafortunadamente no encontraba nada de su talla. Afortunadamente los objetos más importantes pueden duplicarse lo cual ayuda bastante para la economía del reino, básicamente otros reinos evitan meterse en conflictos con ellos a cambio de armas, claro que esto no asegura que sean totalmente inmunes. A pesar de tener tal ventaja, lamentablemente aún no han podido lograr duplicar los artefactos, pues simplemente los resultados no son los esperados debido a que los artefactos pasaban de ser aquellos ítems hermosos y codiciados a objetos defectuosos e inservibles, es por ese motivo que los artefactos no tienen un valor monetario. Comprender la incógnita que encierra este problema es solamente una cosa teórica, la especulación más acertada con la cual se logra entender parte del por qué resulta imposible recrear artefactos, es debido a que su creador podría tener la capacidad de crear y replicar los artefactos, he incluso se especula que en alguno de sus laboratorios o escondites sigue vivo, pero hasta ahora eso es imposible de comprobar, sin ninguna pista más allá de meras especulaciones solo queda el hecho de intentar hasta encontrar la forma de crear artefactos .

Alaric aplaudía bastante la extraña inteligencia de Ryo, pero sigue pensando que era alguien bastante loco, ¿crear 300 artefactos? ¿con que fin? Tan solo piensa que la creación de más de 300 artefactos de los cuales solo se tienen en registro unos 26 en todo el continente se trata de algo exagerado y sin sentido para los ojos del héroe. Hace no mucho se estableció una mejor comunicación con los demás países vecinos y por lo poco que se sabe, la gran mayoría no cuenta con artefactos, ni con algún armamento lo suficientemente poderoso como para hacer frente a entidades con niveles de un artefacto. Alaric tenía bastante miedo de que en un futuro sean atacados por fuerzas desconocidas, pero esos eran pensamientos muy exagerados y debía pensar mejor en tener una visión del futuro más tranquila.

—Bien creo que sería momento de hablar sobre la misión primordial—exclamó Alaric bastante serio—, por consiguiente, debo decirte todo acerca referente a la misión.

Ivanova bastante molesta, en respuesta a la <<sugerente>> intromisión a los pensamientos de ella, retiro la mirada de la ventana enfocándola bruscamente en la cara del contrario observándolo con aburrimiento, esa cara era muy común en ella y más en estos días. Es bien sabido que la mayoría de los problemas en torno a Ivanova surgen principalmente por las recompensas o los equipos seleccionados para la búsqueda de mazmorras, es nula las veces en que los tres portadores puedan participar en un mismo equipo para ir de caza o aventura. Esto se debe principalmente a que los tres héroes son de clases que realizan daño, por lo que es evidente que en una mazmorra se debe tener defensas altas, ataques mágicos, curación rápida y caballería como normalmente llaman a la clase explorador (oh invocadores). Por tal razón los equipos están estrictamente equilibrados para hacer frente a una amenaza enemiga, por suerte nunca han sufrido un ataque enemigo, pero eso no cambia el hecho de que deban confiarse y bajar la retaguardia. Ivanova soltó un corto suspiro y retiro la mirada enfocándola a la nada, como si tratara de buscar fantasmas.

—Que sea rápido, mientras menos tiempo perdamos mejor. —respondió muy desinteresada.

A simple vista no parecía bastante emocionada con el tema en cuestión, pero si Alaric añadía la palabra mágica, <<Fuerza>>, despertaría su curiosidad igual a la de alguien que escucho un ruido extraño. Si no fuera el caso podría recurrir a otra cosa un poco más calmada, aunque le es más conveniente empezar por lo más interesante, el nombre del objeto por el cual es invocada para su participación y que servía como recompensa.

—El anillo de la fuerza corrupta—dijo Alaric extendiendo su mano para darle la carpeta con los informes de la misión.

Lo que realmente hizo fue exagerar un poco el nombre para llamar su atención, <<el anillo de los gritos corruptos>> es su nombre, pero de alguna forma u otra debía añadir la palabra mágica sin insinuarse bastante. Noto como la mirada de Ivanova no cambio mucho al momento de mencionar el nombre, continuaba con esa tediosa mirada de aburrimiento y desagrado; tomo la pequeña hoja manchada de un poco de tinta y la leyó en silencio, debido a lo incomodo de la situación Alaric decidió proseguir a explicar la situación con un evidente nerviosismo.

—Lo que podrás observar es un pequeño boceto de lo poco que pudieron observar el grupo de exploradores—explicó con los mismos nervios de antes—. logré que acordaran que esa fuera tu recompensa, solamente si participabas en la aventura—Finalizo menos estresado que al inicio.

Levanto la vista de inmediato notándose bastante furiosa; Alaric se sorprendió bastante pues no esperaba esa reacción, pero rápidamente mantuvo la calma. Ella de inmediato le regresa la hoja bastante disgustada y desilusionada:

—¿Enserio solo recibiré un patético anillo como recompensa? —preguntó—Al menos podrías decirme que es lo que hace, o contra que bestias peleare…—exclamó en voz baja.

Tomo la hoja tras ver la sobresaltada reacción de su compañera con el fin de guardarla nuevamente, más que alterada casi diría que se encontraba sensible. Guardó la hoja en el interior de su pechera mostrando una ligera cara de confianza al hacerlo pues ahora mismo proseguiría a explicarle lo que sabía sobre el objeto en cuestión.

Por dentro él estaba sorprendido, pero no dejaría que un extraño comportamiento de ella lo haga dudar; cuando logra enojarse no es una rabieta cualquiera, por tal motivo le perturba que se salga de control y pueda llegar a pasar algo similar a lo que paso hace años. Recordó que la última vez que pudo notar este tipo de comportamientos no le fue nada bien a aquel pobre chico; había peleado con ella, pero tan solo fue por una estupidez, una estupidez que le costaría un ojo y su oreja izquierda. Aun podía sentir como si hubiera pasado ayer; habían regresado de terminar una misión, pero en ese preciso momento en la parte exterior del castillo uno de los chicos empezó a reclamarle a Ivanova, sucedió debido a que ella tomo unos objetos más de la cuenta, además de ponerse en peligro constantemente evitando seguir el plan intencionalmente. Cuando está bastante aburrida realiza ese tipo de cosas, por lo que es difícil seguirle el ritmo y terminar mazmorras a tiempo, esto hace que las misiones en las que ella se involucre sean más tensas; afortunadamente no suele suceder con tanta frecuencia como uno imagina, pero casi siempre provoca un sentimiento de alerta en los demás hacia ella, por parte de Alaric le da igual, supone que siempre tiene una razón para hacerlo.

Él chico reclamaba incesantemente a Ivanova, pero los otros chicos los cuales estaban inconformes con la chica, aunque no lo suficiente como para llegar a tal grado de reclamarle. La situación empezó a escalar bastante hasta el punto en que ella lo ataco sin previo aviso; se acercó velozmente empuñando su hacha y en un corte rápido cortó su oreja como si fuera papel; procedió rápidamente a atacar sin darle un respiro al pobre chico, con uno de sus dedos presionó su ojo a tal punto de reventarlo como si de un globo con sangre se tratase, pues el mórbido sonido viscoso de la sangre lo dejaba en claro, la sangre broto con demasiada fuerza que nadie podría creerlo, lo hizo con tanta fuerza que la potencia con la que destruyó el ojo del chico logro manchar la cara de la víctima y la de ella impregnándose en parte de la mejilla y la boca. Acepto que la piel se le erizó por un momento, pero en el fondo sabía que se lo busco.

—Escucha, hice más que tú en ese calabozo—Dijo Ivanova en un tono de frialdad—, y merecía más de lo que tu estabas haciendo—Remato con una cruel mirada.

Fueron las palabras que recordaba, las decía con tanta frialdad al mismo tiempo que el chico yacía en el suelo agonizando del dolor con ambas manos en su oreja tratando de parar el sangrado de forma inútil y desesperada, los demás aventureros miraron petrificados la escena bastante asustados, por lo que el curador no pudo reaccionar debido al profundo miedo que sentía, se mantuvo de pie hecho piedra; mientras que Alaric soltó un leve suspiro bastante apenado por el chico y evito decir una sola palabra, pues no podía hacer nada para calmar la situación ni tampoco podía calmar a Ivanova.

Mientras ocurría la lamentable escena Ivanova dio media vuelta y se retiró con rumbo al interior del lugar, dejó atrás a los aventureros para dirigirse a donde Ivanova, mientras eso ocurría, a sus espaldas llegaron los guardias del castillo para llevarse rápidamente el cuerpo del chico del cual sus gritos no paraban de cesar, podías escuchar cómo se desgarraba brutalmente su voz a tal punto de parecer que estabas en el lugar de torturas, era lamentable la escena pero el contexto podría explicar la situación.

Durante la aventura el grupo estaba bastante bien, todo funcionaba a la perfección, pero el cazador (o arquero) el cual se trataba de la misma persona con la que peleo Ivanova, no realizo al cien por ciento su rol de daño a distancia; en cuanto Alaric noto el comportamiento rápidamente le notificó al chico sugiriéndole que debía realizar más daño para lo cual le respondió sin darle mucha importancia, sin contar que era muy pesimista y ralentizaba al equipo. El chico no llevaba mucho tiempo en el grupo con ellos, pero ahora ya no sería más participe del grupo de Ivanova.

Alaric miro de reojo al chico y noto lo inusual que fue pensar que Ivanova no lo matara, sin embargo, siendo como es, era probable que lo matara, pero al parecer no quiso hacerlo. al momento de que se alejaran del lugar donde sucedió tal acontecimiento, Alaric le pregunto a Ivanova la razón de dejarlo con vida; exigía la respuesta con bastante paciencia, pero ella entre risas le respondió:

—Simplemente lo castigué, hice pedazos su orgullosa visión y sus tan agudos oídos reduciéndolo a ser una simple burla—respondió con una sádica sonrisa.

Quedo asombrado por lo sádica que se convirtió en ese momento, era mucho más que en anteriores veces.

Esa simple anécdota hace que sea más respetuoso con ella, pero a la vez le tiene bastante miedo, no solo por lo sádica y retorcida que puede llegar a ser, si no por lo inteligente que es. Si combinas esos dos aspectos logras obtener una máquina de tortura y de muerte; por suerte no es tan fanática de la tortura.

Bajo la cabeza de manera respetuosa y cerrando los ojos de la misma forma pues ahora se disponía a hablarle de forma despectiva sobre el anillo que anteriormente había mencionado. Antes de que prosiguiera a hablar aún se encontraba bastante inseguro si era lo correcto, a pesar de que la información sea nula él podía darse el lujo de inventar un poco de la descripción para no dejar huecos. Trago saliva y hablo:

—Se sabe muy poco acerca del objeto—dijo en un tono calmado—pero lo más resaltante es que emana un aura de oscuridad demasiado fuerte, creo que sabes que eso podría significar daño en área masivo. —trago nuevamente su espesa saliva.

Mantuvo la vista baja esperando el momento adecuado para dejar de verse tan sumiso, pero lo único que pedía es que dijera un <<está bien>> o tan siquiera un suspiro, un maldito suspiro. Cada segundo que pasaba tan solo ponía más tenso el ambiente.

—Supongo que no está nada mal. —respondió Ivanova soltando un ligero suspiro. —aun así, creo que para la siguiente ocasión no vengas sin traer un misero documento que no sea una patética pintura.

Sentía como su corazón lentamente iba calmándose lo cual le genero una corta tranquilidad, dio gracias a dios y prosiguió a levantar la vista con una sonrisa tranquila como si no pasara nada.

—antes de que pasemos a retirarnos, ¿sabes algo sobre Sara? —preguntó cambiando de tema

—Oh… te refieres a la vampira. —respondió ella retirando la vista de él y rápidamente fue a donde estaban los documentos que guardo con anterioridad, los cuales hablaban acerca de la Vampira—. Por ahora sé que estamos muy cerca de encontrarla. —respondió no muy sorprendida.

—¿Que tan cerca estamos de poder cazarla? —pregunto Alaric extrañado mientras daba vueltas en el lugar.

—Diría que básicamente la tenemos rodeada para que no pueda dejar el lugar, sin embargo, su ubicación real es muy difícil de saber y de encontrarla. —respondió mientras terminaba de acomodar los papeles sobreponiéndolos uno sobre el otro—. es más bien una misión en secreto pues supongo que sabes el fin que tiene todo esto.

Alaric conocía muy poco acerca de la misión relacionada con la vampira, se trataba de información lejos del alcance del chico. Solo recuerda que durante mucho tiempo les fue imposible localizarla, cada vez que le seguían el paso ella estaba diez pasos a delante de ellos. Se trata de una de las concubinas del aclamado Ryo, conocida como Sara, es de las pocas esposas que sigue con vida; el objetivo era capturarla con vida para poder extraerle información acerca de los escondites de Ryo y la localización de artefactos, al encontrarse en un reino por así decirlo neutral es difícil interactuar con discreción, debido a esto no saben qué hacer para infiltrarse pues la seguridad del reino prohíbe el espionaje y la magia.

—¿Qué piensas hacer con el rey de aquel lugar si los descubre? —cuestiono Alaric a Ivanova.

Entre risas ella respondió. La respuesta no parecía burla, sino más, bien algo de su clásica locura.

—Estoy completamente segura de que nos descubrirá tarde o temprano, no por nada intenta ocultarla…—Exclamó ella deteniendo su risa y soltó un ligero suspiro—, en todo caso sabemos que esta resguardada en su reino, pero uno de los generales hablara para convencerlo para que actuemos rápidamente.

Alaric puso su mano en su barbilla y posteriormente rasco levemente esa parte. Pensaba en no darle importancia a la situación, pero de alguna forma le interesaba involucrarse debido a lo misterioso de la misión, aunque eso no le incumbía en lo más absoluto; por otra parte, confiaba en que no será difícil encontrar al objetivo, es una mujer bastante alta, viste un característico vestido color rojo, un sombrero de sombra bastante grande de color blanco con una pluma en el extremo izquierdo.

—Sería excelente si es que sigue con vida o tan siquiera pueda hablar. —dirigió sus palabras a Ivanova.

—Pues más le vale hablar, no creo que pueda guardar silencio por tanto tiempo…—una sádica sonrisa se hizo presente en el rostro de Ivanova al momento de escupir fríamente sus palabras — aun si no hablase tendríamos que matarla para evitar que escape.

Podía pasar unas cuantas horas más hablando con ella, pero debía apresurarme si quería irse a dormir temprano, se encontraba bastante cansado, pero primero debía llevarla junto con él para informar del asunto, me aleje de ella para rápidamente tomar sus armas y guardarlas en su espalda; se acerque lo más tranquilo que pudo en dirección a la entrada deteniéndose en la puerta y giro la cabeza en dirección a Ivanova esperándola para partir.

—Bien será mejor que partamos con el general Volt, sabes cómo es su humor cuando tardamos de más. —Exclamó Alaric con unas palabras vacías y vagas.

Ivanova sin atender al llamado dejo los papeles en la mesa para posteriormente tomar su arma e ir a donde se encontraba. Al llegar a donde él, con la mirada hizo que inconscientemente se quitara de su camino avanzando sin esperarlo, asique rápidamente retomo el paso sin antes cerrar la puerta de su cuarto de manera incrédula por lo descarada que se volvió. Ahora tocaba partir en dirección a donde se encontraría el general Volt, que estaba seguro de que se trataría de un viaje largo y estúpidamente incómodo.

FIN DEL CAPITULO 1.