Jungkook apartaba las ramas que aparecían con la intención de chocar su cara, caminar por tal frondoso bosque nunca fue fácil, pero nunca le había importado menos ese dato.
Hace unos pocos días había sido su cumpleaños número veinticuatro, una edad bastante alta para un omega que no tenía ni siquiera un alfa cortejándolo.
Su nula vida amorosa le estrujaba el corazón, el cual estaba ansioso de cariño, aunque sabía que nadie se acercara a él de manera romántica gracias a su blanca piel, esa piel que se asemejaba al color de la leche y harina era la causante.
Sabía por sus abuelos que su albinismo había sido heredado por su madre. Ella murió cuando nació, su embarazo no había sido riesgoso y ella quizás hubiera vivido si su alfa, su padre no la hubiera abandonado y roto la marca que tenían en el instante en el que ella estaba en el hospital por las fuertes contracciones.
Los doctores no pudieron hacer mucho por su madre, ella no tenía ganas de seguir viviendo ni siquiera por él.
Cuando su madre murió, él hubiera sido desechado si no fueran por los padres de su madre, los cuales dolidos por su partida lo criaron como a un hijo.
Él vivió su niñez lleno de amor.
Al momento de crecer, fue llevado como todo niño en su adolescencia a una escuela, la única que se hallaba en aquel pueblo, sus ganas de aprender y hacer amigos siempre fueron inmensas.
Pero nunca creyó que ese lugar se volviera el más horrible recuerdo de su juventud. Quizás debió huir de ahí luego de ver esas miradas burlonas y de desprecio hacia él.
Las burlas y miradas de desprecio fueron dadas hacia él desde el primer día que ingresó a tal escuela, pero una siempre quedó marcada en él, unos ojos llenos de furia y rencor que logró atravesarle el alma.
Su rutina estudiantil era la misma cada día de ese lugar teniendo que soportar las constantes burlas y golpes que le daban ese alfa león, Gwak Doyun. Pero a pesar de todos los daños sufridos por él, sentía una conexión inexplicable, algo los conectaba. Y el muy inocente e inexperto pensaba ilusionado que podría ser su destinado.
Tardó solo un año para que la actitud agresiva del alfa desapareciera y se transformara en una amable y delicada. Gran engaño.
Su mirada ya no estaba llena de furia y rencor, si no una de deseo y venganza, que lograba ocultar perfectamente con sus palabras bonitas. Pasaban todo lo que duraba la escuela juntos, pareciendo casi como una pareja llena de amor y dulzura. Ignorando en esa burbuja de engaño las miradas burlonas que le eran dirigidas.
Un día difícil de olvidar fue aquel donde el alfa besando a otro omega que no era él, le confeso que solo estaba con él por lastima y pena, que su corazón se hizo pedazos
Sollozo mientras tapaba con su mano su boca mientras dejaba caer espesas lágrimas que bañaban todo su rostro. Desde ese día su omega, su pequeño conejito interior se ocultó para protegerse.
Decidió dejar la escuela donde solo había recibido heridas y traumas que le iban a ser difícil soltar, pero no decidió rendirse ante el profundo dolor y solo se encargó de cuidar a las personas que le había brindado su amor incondicional desde que los conoció, sus abuelos.
Obtuvo difícilmente un trabajo a la edad de dieciocho años en una cafetería la cual le pagaban muy poco para lo poco que le llegaban a pagar, pero que con esa poco de dinero podía darles de comer a sus ancianos abuelitos y pagar el pequeño departamento donde vivían.
Estuvo cinco años así apenas comiendo y trabajando la mayoría de sus días. Cosa que cambió cuando encontró a sus dos abuelitos muertos en su habitación abrazados como la hermosa pareja inseparable que eran.
Se había mantenido llorando arrodillado sobre el suelo desgastado mientras los trabajadores de la morgue se los llevaban. No se había podido levantar de su cama luego de eso todas sus dolencias y cansancio lo atropellaron impidiéndole hacer algún esfuerzo, su omega que casi se había recuperado volvió a esconderse.
Se había quedado sin su única familia a la edad de veintitrés años.
Cuando se pudo recuperar ya era tarde, el gerente de la cafetería lo despidió tan solo al verlo. No le dejó dar ninguna explicación solo lo echo.
Él había caminado tristemente y con sus dos grandes orejitas caídas devuelta a su departamento, el cual debía pagar obligatoriamente porque su pago estaba retrasado.
Así que al siguiente día había salido temprano para buscar un trabajo.
Su poca suerte se hizo presente luego de estar tres horas seguidas buscando trabajo, cuando se asomó de manera inconsciente a una tienda de bebes se topó con un cartel de trabajo, buscaban un niñero.
Siguiendo la dirección que mostraba, se encontró frente a una casa bastante arreglada y moderna muy diferente a todo lo que mostraba su pueblo. Tocó con nerviosismo la puerta teniendo respuesta al instante.
Un hermoso gatito montés lo recibió teniendo en sus brazos a dos bebés casi idénticos en sus brazos. El omega muy amable lo recibió presentándose como Kim Seokjin y a su pareja un puma como Kim Namjoon.
También le presentó a sus dos mellizos de tan solo seis meses Woozi y Yoongi, los cuales eran muy dormilones y gruñones solo que el último mencionado más que el otro.
Entablar una buena conversación fue sorprendentemente fácil, esa pareja de felinos lo trataba con normalidad y amabilidad brindada de manera honesta, la cual le permitía confiar en ellos. Y cuando ambos le pidieron que aceptara el trabajo de niñero y él lo hizo con gusto.
Los mellizos se encariñaron en poco tiempo dejando mucho más tranquilos a sus padres. Ayudó mucho que fuera omega y tuviera aroma a leche y malvaviscos. Luego de un año con ellos su vida había mejorado, ya no se sentía un ser raro y solo.
Ellos eran muy considerados y buenos con él por eso cuando se enteraron de que era su cumpleaños lo mandaron de regreso a su departamento diciéndole que se tomará una semana de vacaciones.
Ya habían pasado unos cuatro días de sus vacaciones los cuales repetía la misma rutina. Comía una fruta en las mañanas y salía de su departamento para dirigirse a las afueras del pueblo para adentrarse al bosque en busca de su lugar favorito el cual había visitado muchas veces a lo largo de su vida.
Caminó unos pocos minutos hasta encontrarla.
Su vista como si fuera la primera vez quedó maravillada al ver el agua cristalina que caía de la pared de rocas para descansar en la laguna donde habitaba más de esa hermosa agua.
Se acercó a paso lento a la laguna con la intención de sumergir sus manos blanquecinas en ella.
Pero un fuerte aroma a chocolate negro lo detuvo.
Un alfa en celo.
No pudo ni reaccionar cuando fue estampado contra la pared de roca por el alfa.
— Omega — rugió posesivo, estremeciéndolo.
El alfa pasó sus grandes manos por su cintura y espalda, casi conociendo todos los puntos sensibles que se hallaba ahí. Mientras lo pegaba a su cuerpo, paseando su nariz y labios por el borde de su rostro quedándose en su cuello aspirando su olor ronroneando mientras lo hacía.
Sus pálidas manos se habían dirigido al abundante cabello negro, sintiéndose cada vez mas adormecido por el fuerte olor del alfa.
— Mimos, mimos — balbuceaba — por fin te encontré, mi omega.
Fue lo único que logro escuchar luego de ser cargado de forma nupcial, pegado al pecho del alfa, mientras este pasaba su rostro por su cabello y acariciaba con su mentón sus orejitas; comenzando a caminar rápidamente mostrando lo desesperado que se encontraba por alejarlo de la naturaleza que a veces podía ser peligrosa.
Su respiración también comenzaba a ser irregular, su corazón palpitaba con emoción, su cuerpo específicamente su estómago sentía esos inexplicables cosquilleos. Aunque los signos de haber encontrado a su pareja eran claros el no dudo en preguntar: — ¿Tu si eres mi alfa?
Una pregunta que no salió de sus labios y simplemente se dejó llevar.
Merci pour la lecture!
Kes una historia súper bonita... aunque ya se viene el drama adoro que le diga nubecita deben leerla
Tu historia está muy buena, y la manera en la que escribes y nos transmites las emociones de los personajes me encanta, realmente lo estás haciendo súper entretenido para tu audiencia y me encantaría que siguieras trabajando en ella, ¡gracias por el capítulo! Postdata: Amo tu frase de despedida, el italiano es un idioma muy parecido al español y es totalmente encantador para mí. Estoy emocionada!!
está historia es increíble desde que empiezas a leer te enganchas y no puedes parar 👌🤭 simplemente hermosa ❤️ tienes que leerla le va a encantar
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