candy-aguasanta1605551621 Candy Nairoby Aguasanta

Laurys y Lena son jóvenes amigas desde la adolescencia. Laurys es bisexual y Lena es lesbiana. Estas mantienen encuentros íntimos desde la adolescencia, Lena desde aquel entonces se enamoró de Laurys pero ese amor no fue correspondido. Realizan un viaje a Colombia donde comparten día a día con Awilda. Nando un amigo de Awilda esperaba con ansias a Laurys. Disponible en Libro físico en Amazon


LGBT+ Interdit aux moins de 21 ans.

#erotismo #lgtb #lgbt #lesbiana
8
1.0mille VUES
Terminé
temps de lecture
AA Partager

Capítulo 1

En un momento en tranquilidad en mi hogar me pongo a pensar tantas cosas. Nos ahogamos tanto por hacer todo bien pero resulta que todo nos resulta torcido.


Qué he hecho para merecer esto, aquello o aquello pero es la vida.


Lena mi mejor amiga solemos tener encuentros sexuales desde la adolescencia y lo peor es que nos gusta quemarnos con fuego. Nos encontramos en un lugar aveces que es prohibido pero nos quemamos ahí, el fuego nos llama la pasión nos quema, nos da fuerzas pars continuar pero estamos ahí.


Últimamente he pensado que tenemos que dejar de parar de ir allí es un lugar prohibido, no es para eso, hay que respetar, ya lo que hacíamos es cosas de la adolescencia, de nuestra adolescencia fortuita, voraz y fogoza.


Yo lo tomo como objeto sexual pero Lena no, ella no entiende que yo no quiero algo más serio con ella. Para mi sólo es sexo y nada más.


Estuve hablando hace poco con ella que debemos de parar pero no quiso.


— ¡ Hoy es 5 de abril ! — exclamé a mí misma, recordé que Lena y yo teníamos un viaje para Colombia, me levanté de la cama de prisa, tomé un baño luego me vestí y salí de mi apartamento hacia el aeropuerto.


Cuando llego busco a Lena con la mirada pero no la vi, decidí llamarla me comunicó que estaba casi llegando la esperé en la entrada del aeropuerto, minutos más tarde llegó, caminanos juntas a proceder con nuestro viaje.


Una vez abordo hablamos muchas cosas como nuestros planes a seguir a disfrutar del viaje en Colombia.


Nuestra amiga Awilda nos esperó en el aeropuerto y nos hospedó en su hogar. El plan era las tres pasar un buen momento llegando la noche Awilda rompió el hielo estaba deseosa.


— Chicas vamos a jugar — sugirió levantándose del sofá donde estaba.


Lena se mordió los labios, miró con lujuria a Awilda luego se paró y acercándose a ella dijo:


— Te voy a devorar esta noche. Se acercó más a ella le apretó la cintura, introdujo su lengua en la boca de ella, ambas se besaron con pasión yo me puse caliente al mirar aquella escena. Uf fuego.


Despacito Lena y Awilda se quitaban la ropa hasta quedar ambas desnudas, yo al ver esa escena me excité más, no soporté las ganas y me quité la ropa, caminé hacia ellas mientras se basaban con excitación, yo acaracié a Awilda las nalgas luego los senos, me acordé que yo había traído vibradores y fuí tras ellos a buscarlos.


— Chicas vamos a la cama acuéstense — les dije después de sacar los vibradores, se apartaron y se acostaron, continuaron besándose.


Me subí a la cama aparté un poco a Lena de Awilda luego le abrí las piernas y le introduje el vibrador, Awilda gimió de placer al sentir el vibrador en su vagina. Lena continuó besando a Awilda en la boca, bajó su mano izquierda hacia el clítoris de Awilda y empezó a estimularlo, veía como ella disfrutaba. Yo la penetraba con un vibrador y Lena le estimulaba el clítoris, Awilda gritaba y gemía de placer hasta que llegó al clímax, aruñó a Lena en ese momento.


Luego Lena y Awilda se cruzaron como tijeras para chocar su vulva una con la otra, las dos hacían el mismo movimiento, se iban y venían, gritaban, gemían de placer hasta llegar al orgasmo. Cuando terminaron me tocó mi turno, Lena se separó de Awilda luego yo hice lo mismo que hizo Lena con ella nos pusimos de tijeras, chocamos nuestro sexo una vez más, sentíamos mucho placer, gritamos, disfrutamos del momento del placer hasta llegar al orgasmo. Después nos separamos.


— Acuéstate — le dije a Awilda, ella accedió, me levanté y me senté sobre su boca, puse mi sexo sobre su boca, ella comenzó a introducir su lengua entre mi vulva a lamer mi clítoris y mis labios menores. Mientras ella me comía mi sexo Lena de pronto le abrió las piernas a Awilda y le introdujo dos dedos en su vagina, cuando llegué al orgasmo me aparté ambas continuaron teniendo sexo, me retiré hacia el baño a tomar una ducha cuando terminé de ducharme sequé mi cuerpo con una toalla, salí del baño para ir a la habitación donde estaba mi maleta, saqué ropa, me la puse luego fui a la sala de estar donde había una televisión, la encendí, me puse a ver a caso cerrado.


Después de un rato se apareció Awilda en toalla.


— Nando me pregunta mucho por ti, no quise decírtelo alante de Lena porque ya sabes se opondrá — comentó Awilda, la miré sorprendida.


— Queeeeeeeee — dije.


— Vamos a visitarlo a su casa a darle la sorpresa de que estás en Colombia Laurys — me dijo.


— Por supuesto vamos que sea hoy — dije emocionada, tocando mi mano derecha a su pecho. Awilda sonrió.


— Bien voy a ducharme y cambiarme, así que cámbiate vamos ahora — añadió, se retiró y yo hice lo mismo.


Ya cuando salimos de su casa en el auto de Awilda me vino varias interrogantes.


— Awilda ¿ Qué le dijiste a Lena ? — pregunté mirando por el retrovisor.


— Nada la dejé durmiendo y le escribí una nota diciéndole que tuve que salir y tú me ibas a acompañar — contestó.


— Mmmm... — respiré por unos segundos.


— Lena está loca y lo sabes, no quiere que yo tenga vida propia a mí me gustan los hombres, ella no quiere entender que lo nuestro es sólo sexo — le comenté.


— Déjala ella solita lo entenderá — dijo, con motivación.


— ¿ Qué de tu vida ? ¿ Y los chicos ? — me preguntó.


— Nada serio por el momento sólo sexo ¿ Y tú ? — le pregunté.


— Igual que tú sólo sexo, vivo el momento cada día — me contestó.


— ¿ Qué me dices de Alejandro ? ¿ Qué ha sido de él ? ¿ Por qué no están juntos ? — le pregunté.


— Es que sucedieron muchas cosas, ella se enredó con una tipa y salió embarazada, entonces yo le había dicho que no lo quería y se casó con ella — me dijo.


— Pero ¿ Por qué le dijiste eso ? Prácticamente lo lanzaste a los brazos de la tipa — le dije.


— Es que como te dije, antes de dejarnos tuvimos muchos problemas — me dijo.


— Puedo asegurar que a pesar de todo ustedes se aman — le dije.


— De su parte no sé pero yo aún lo amo — me confesó.


— Lo sabía — asentí mirándola mientras ella conducía.


— ¿ Cómo me puedo comunicar con él ? — le pregunté, me miró rápidamente.


— ¿ Para qué ? — me preguntó.


— Quiero hablar con él — le contesté.


Al parecer ignoró mis palabras ambas callamos hasta llegar a casa de Nando. Bajamos del auto Awilda tocó el timbre 2 veces hasta que la madre de Nando nos abrió la puerta.


— Buenas tarde — nos saludó la señora. Ambas respondimos con alegría.


— Pasen llamaré a Nando en seguida — nos invitó a pasar, nos acomodamos a esperar a Nando mientras su madre lo buscaba.


En el cabo de un minuto aparece Nando.


— Hola chicas gracias por la visita — nos saludó encantado.


— Nando te traje a Laurys — contestó Awilda mirando fijamente a Nando.


— Oh si, eso veo ¿ Qué ha sido de ti ? ¿ Por qué no volviste ? — me preguntó mirándome.


— No seas ridículo, no hacia tanto — le respondí.


— Ah ¿ No ? ¿ Un año ? ¿ Te parece poco ? — inquirio colocando sus dedos sobre su barbilla.


— Para mí no es tanto — le respondí.


— ¿ Por qué no me visitaste ? — le pregunté.


— Es que no tuve ninguna comunicación contigo — me respondió arrascándose la cabeza.


— Además no me dejaste otra opción — añadió.


— ¿ Opción de qué ? ¿ A qué te refieres ? — inquirí.


— Hablemos de esto después ¿ Vamos a salir chicas ? — preguntó. Yo asentí.


— Vamos anda cámbiate de ropa te esperamos — respondió Awilda.


Nando se marchó, Awilda me miró y me miró hasta el punto que me incomodó y reaccioné.


— ¿ Por qué me miras tanto ? — le pregunté de repente.


— Se me ocurre una idea — me respondió pensativa.


— ¿ Qué es ? ¿ En que diablos estás pensando ? — pregunté.


— Te cuento después — me respondió.


Tomé mi móvil a revisar las notificaciones y vi que tenía muchos mensajes fui contestando uno a uno en lo que llegaba Nando. Al cabo de un rato se aproximó a nosotras.


— ¡ Estoy listo chicas vámonos ! — exclamó muy emocionado.


Nos levantamos, nos unimos a Nando y partimos.


— ¿ Pero a dónde vamos ? — pregunté.


— Vamos a la disco ¿ Qué dicen ? — preguntó Nando.


— Sí, vamos por mí no hay problemas — respondió Awilda mirando a Nando.


— Yo voy — respondí levantando mi mano derecha.


— Nos vamos en mi auto — dijo Awilda. Nos montamos y llegamos a una disco que Nando sugirió.


Una vez ahí Nando pidió cerveza para los 3, tomamos y bailamos, Awilda se paró y se retiró hacia afuera para hacer una llamada.


— No sabes lo que daría por verte en mis brazos — me susurró Nando al oído, sonreí y continué escuchando lo que siguió hablando.


— Me vuelves loco muñeca — prosiguió después me dió un beso largo en mi mejilla derecha, sentí pasión en ese momento, luego voltié mi cara y lo besé lentamente con pasión, cruzó sus manos alrededor de mi cuerpo.


Me aparté y le susurré:

— Vamos llévame a un hotel.


— Tus deseos son órdenes muñeca — dijo Nando con mucha pasión.


Me levanté y él me siguió. Cuando salimos Awilda estaba hablando por el móvil con alguien la interrumpí un poco y le dije que nos íbamos a un hotel, Awilda asintió con la cabeza y continuó hablando. Nando y yo esperamos a un taxi y nos fuimos a un hotel.


Cuando llegamos a la habitación agarré a Nando por la camiseta, lo atraje hacia a mí y lo besé, nos besamos con pasión, lujuria, deseo...


Le quité la camiseta luego el me quitó la blusa y continuó desvistiéndome, me tumbó en la cama se quitó los pantalones, el boxer y los zapatos, yo me quité lo poco que me quedaba, una vez ambos sin ropa Nando se tumbó arriba de mí, me acarició los senos con la mano luego se los introdujo en la boca, se me pusieron duros, estábamos excitados sentíamos nuestros cuerpos pegado.


— Fóllame — le dije, no aguantaba las ganas estaba muy excitada.


Puso sus labios de nuevo sobre mi boca, me mordió los labios, luego introdujo su lengua en mi boca, nos besamos. Después sentí que me abrió las piernas, apartó su boca de la mía y me penetró con fuerza, gemí de placer, mi boca se abrió a todo esplendor.


— Dame duro — le murmuré.


Nando me penetró con fuerza una y otra vez, los dos extasitados en la cama de placer, fuego mucho fuego, hasta que de pronto llegué al orgasmo, él al escuchar que ya yo estaba teniendo un orgasmo, también llegó.


Al cabo de unos segundos continuó penetrándome una vez más, terminados hicimos el 4, el, 69... Ya al otro día me despierto Nando continuaba durmiendo, me levanté despacio, caminé hacia el baño a tomar una ducha, una vez que me había secado con la toalla salí a la habitación, me puse mi ropa cuando terminé caminé hacia la cama.


— Nando despierta — lo llamé tocándole su espalda. Abrió los ojos lentamente. Se estrujó los ojos, se levantó y se dirigió al baño cuando salió se vistió.


— Vámonos — dijo Nando haciendo señas con las manos. Caminó hacia la puerta, la abrió, yo lo seguí, salimos del hotel y tomamos un taxi primero me llevó a la casa de Awilda, nos despedimos.


Cuando llegué a la casa de Awilda toqué el timbre, al ver el rato que nadie me abrió volví a tocar la puerta. Hasta que al fin la puerta se abrió.


— Buenos días Laurys— me saludó Awilda.


— Buen día ¿ Por qué duraste tanto en abrir ? — inquirí entrando adentro.


— Disculpa es que estaba ocupada — me respondió Awilda. Me voltié a mirarla.


— Me imagino — murmuré colocando mis manos en los bolsillos de mis pantalones.


— Hablamos luego — se despidió y se marchó.


Me quedé parada por un minuto pensando en la noche tan excitante que tuve, me mordí los labios, Nando era un buen amante, un Dios en el sexo, salvaje y dulce a la vez. Después caminé hacia la habitación que Awilda me había asignado, cuando me aproximo al pasillo escuché gemidos y gritos de placer Lena y Awilda estaban teniendo contacto sexual. Al llegar a la habitación tomé un whisky que había llevado en la maleta lo destapé y tomé un trago.


Al rato escuché a Awilda y a Lena hablando en el pasillo me senté en la cama y continué tomando luego recordé que no había desayuno, dejé la botella en el piso de la habitación y me dirigí hacia la cocina a preparar algo. Cuando terminé apareció Lena con cara de « Te voy a matar », después entró Awilda.


— Buenos días chicas — las saludé.


— Buenos días Laurys — me saludó Awilda con una sonrisa a media.


Lena no dijo nada, ni yo dije algo. Al fin entendía su silencio, mi amiga, la loca, la lesbiana, la bipolar. Awilda preparó día sándwich uno para ella y otro para Lena, luego me paré y fui hacia la habitación, me senté de nuevo en la cama, agarré la botella, y tomé un trago, luego otro y otro...


De pronto dejé de escuchar que hablablan, me tendí en la cama, cerré los ojos, sentí mucho mareos, sentí que la cama se movía producto del alcohol, quedé dormida sin darme cuenta.


Una llamada me despertó, no quería tomar la llamada pero no tuve opción era Nando.


— Hola Nando — le contesté mareada estrujándome los ojos.


— Hola muñeca ¿ Qué tal ? ¿ Cómo va tu día ? — preguntó.


— Aquí mareada tomé un poco de whisky ¿ Y tú ? — le pregunté. Justo en ese momento entró Lena.


— Muy bien muñeca ¿ Podemos salir hoy ? — me preguntó.


— Por supuesto hablamos más tarde te llamo más tarde — le contesté.


— De acuerdo espero tu llamada — me dijo, colgué la llamada.


Cuando colgué Lena se acercó lentamente a mí mirándome fijamente. Cruzó los brazos sin dejar de mirarme.


— ¿ Dónde estuviste ayer ? — me preguntó.


— Tú sabes, salí con Awilda — le respondí.


— ¿ Y después ? — me preguntó.


— Me quedé en algún lugar — le respondí.


— Jamás encontrarás a alguien que te haya sentir un inmenso orgasmo como lo sientes conmigo — comentó.


— Wow sábelo todo — le dije riéndome.


— Ummm sabes que me encantas — me habló con pasión, se mordió los labios, bajó la mirada hacia mi parte íntima, puso su mano sobre mi ropa en mi vulva, presionó con presión, un ligero gemido salió de mí, sabía lo que significaba.


Me desabrochó el pantalón y comenzó a tocarme, entró dos dedos sobre mi vagina, rozó mi clítoris, yo me retorcí de placer, Lena entraba y sacaba de mi vagina sus dedos provocando placer hasta que salió de mí un orgasmo que me hizo gemir aún más fuerte, en ese instante Lena mordió mis labios y cuando ya había llegado al clímax sacó sus dedos y lamió sus dedos mojados.


— Sólo era eso — dijo y se marchó. Suspiré pensé que iba a comenzar con sus berrinches.



11 Janvier 2021 18:09 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
1
Lire le chapitre suivant Capítulo 2

Commentez quelque chose

Publier!
Il n’y a aucun commentaire pour le moment. Soyez le premier à donner votre avis!
~

Comment se passe votre lecture?

Il reste encore 5 chapitres restants de cette histoire.
Pour continuer votre lecture, veuillez vous connecter ou créer un compte. Gratuit!