patricia_nunez Patricia Núñez Autora

💫Segundo puesto en categoría Popfic de los Butterfly Awards 2021 de Wattpad💫 En plena efervescencia hacia lo más alto, Mötley Crüe se prepara para el debut de su primer álbum en 1981. Cheryl Davis, dependienta en la Tower Records y con sus propias preocupaciones, acaba de audicionar por milésima vez para entrar en una banda y acaba de ser rechazada de nuevo. Tremendamente desilusionada, acude con Harry, amigo de toda la vida, a una noche de concierto para olvidar la rabia que le tiene consumida por no haber cumplido su sueño. Es en el Trash n' Drink, un antro de la Sunset Strip, donde Cheryl asiste al primer concierto de los Mötley Crüe. Allí, conoce a la banda, de la que se hace amiga y fan. ¿Estará Cheryl preparada para vivir esta emocionante aventura? __________________________________ 'You Kickstart My Heart!' es una historia llena de sentimientos, deseos, canciones y como no, complicaciones. Déjate llevar hacia lo más rudo del glam metal de la mano de Mötley Crüe... Esta novela está registrada en Safe Creative bajo la licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 con número 2112280134646 a fecha de 28/12/2021


Érotique Interdit aux moins de 18 ans.

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CHERYL - Uno

Life can be cruel. It's been my struggle, my personal battle, my obsession to make people see that different isn't always bad.

(La vida puede ser cruel. Ha sido mi lucha, mi batalla personal, mi obsesión por hacer que la gente vea que lo diferente no siempre es malo.)

Nikki Sixx, This Is Gonna Hurt: Music, Photography, And Life Through The Distorted Lens Of Nikki Sixx

Eran las cinco de la tarde y yo no paraba de mirar el maldito reloj. Faltaban apenas unos minutos para mi audición y yo seguía metiendo LPs en los casilleros, dejándolos preparados para que mi jefe me dejara salir antes y corriendo por los pasillos como una desquiciada. Todos mis compañeros se me quedaban mirando, pero bah, ellos ya me conocían.

–Disculpa –dije a todo el mundo con el que me chocaba–, lo siento. ¡Perdón!

El carrito lleno de vinilos estaba a tope y las ruedas iban chocando contra las esquinas, a mí me daba en la nariz que no podría acabar a tiempo y no podía ser lo suficientemente rápida para llegar a la prueba.

Seguí rellenando casilleros; The Rolling Stones, Fleetwood Mac, Led Zeppelin, Black Sabbath, Van Halen…

–Pero Cheryl –me dijo Mark, compañero de trabajo–, ¿qué haces aún aquí?

–¿Que qué hago? Rellenar a mil por hora, no me distraigas.

Cuando acabé la frase ya estaba en otro pasillo y asumía que él ya no podía escucharme. Hasta que noté como alguien tiraba de mi carro hacia atrás.

Me di la vuelta y ahí estaba Mark, con una sonrisa.

–Suelta, que no me da tiempo –le dije tirando del carro hacia delante.

–Vete, ya lo termino yo.

–¿Sí? ¿Harías eso por mí? –dije con ilusión.

–Sí, ¡lárgate! –me dijo con una sonrisa.

Me acerqué para plantarle un beso en la mejilla y salí corriendo por el pasillo gritando un ¡gracias! en la distancia. Cogí de mi taquilla la bolsa con mi ropa de calle y salí de la Tower Records como alma que llevaba el diablo hacia el aparcamiento, donde me esperaba mi cacharra–móvil.

Cuando llegué a la dirección donde se estaba haciendo la audición, ya habían pasado doce minutos más de los que yo quería, iba sin aliento y súper nerviosa. Además, no había podido cambiarme la ropa de trabajo y tendría que hacer la audición con una camisa y pantalón amarilla y roja. Salí del coche con mi bolso, guitarra y con un manojo de nervios en la boca del estómago.

Dentro, me coloqué en la cola para audicionar agarrando la guitarra fuerte entre mis manos. No había mucha gente delante, por lo que tenía poco tiempo para respirar profundo y relajarme, cosa casi imposible a estas alturas. Pensé en la canción que iría a interpretar, una sencilla composición propia a la que seguro le quedaba mucha producción pero que me fascinaba. ¿Estaría haciendo lo correcto?

Observé como chica tras chica eran rechazadas por el grupo, ¿qué querían exactamente? No es que se manejaran mal con los instrumentos o la voz, pero estaban siendo rechazadas todas y cada una de ellas, ¿qué esperanza me quedaba a mí?

Empezó a latirme el corazón a toda pastilla, como si quisiera salirme del pecho. Se me pasó por la cabeza durante unos segundos el salir corriendo de allí para no volver, pero me contuve. No todos los días una tenía la oportunidad de demostrar el talento que creía tener, o mejor dicho, el talento que me habían convencido para pensar que tenía.

Entre divagación y divagación, me di cuenta de que era mi turno, así que ya era muy tarde para salir corriendo. Avancé hasta el centro del escenario, desde donde no se podía ver nada a causa de la luz que se usaba para enfocarme, sería una audición a ciegas.

–¿Tu nombre? –preguntó una voz masculina desde la oscuridad.

–Cheryl Davis –dije, y a pesar de que lo nerviosa que me sentía, logré que la voz saliera de mí cristalina.

–Empieza cuando quieras.

Y allí estaba yo, sosteniendo mi guitarra en silencio. Cogí aire y empezó a sonar la melodía mientras me centraba en la guitarra.

Blue jeans, white shirt

Walked into the room you know you made my eyes burn

It was like James Dean, for sure

You so fresh to death and sick as ca-cancer

You were sorta punk rock, I grew up on hip hop

But you fit me better than my favorite sweater, and I know

That love is mean, and love hurts

But I still remember that day we met in December, oh baby.

Y entonces levanté la vista al entrar en el estribillo:

<<I will love you 'til the end of time

I would wait a million years

Promise you'll remember that you're mine

Baby can you see through the tears?

Love you more

Than those bitches before

Say you'll remember, oh baby, say you'll remember oh baby ooh

I will love you 'til the end of time.

Mis manos rasgaban la guitarra mientras la canción se desprendía de mis labios, como si pudiera tocar con mi alma a todos los que me escuchaban.

Seguí tocando y cantando. La luz del foco me hacía cerrar los ojos cuando mi voz se quebraba.

Había estado tan concentrada tocando mi canción y llenando toda aquella estancia de mi música, que no me había dado cuenta de que me habían permitido terminarla, a pesar de que todas las anteriores chicas habían abandonado la audición con la canción a medias.

Esperé en silencio a que me dijeran algo, tal vez un ¡fuera de aquí!, o quizás un ¿de dónde te crees que has salido?, pero por dentro deseaba un felicidades, ¡estás dentro!

–Muy bien Cheryl, nos has sorprendido a todos –dijo alguien, y casi noté un tono de incredulidad en la voz.

Mi corazón latía a ritmo con sus palabras. Sonreí ante su comentario.

–Lo cierto es que tus letras son buenas, nada mal por esa parte –dijo otra voz–, pero no es el tipo de energía que queremos.

–Aún así, te deseamos suerte porque con tu talento puedes tener oportunidades interesantes en el futuro. Gracias por haber venido.

Di las gracias y salí de allí con la sensación de que mis mejillas estaban levemente coloreadas y con las ganas de llorar de la tensión. Al entrar en mi coche me derrumbé sobre el manillar, dejando que todas las emociones salieran por mis ojos, sanándome.

No sé cuánto tiempo estuve llorando emocionada parada en aquel aparcamiento, pero cuando levanté la mirada ya más calmada, el sol había bajado y la noche empezaba a cubrirlo todo. Limpié mi cara, arranqué mi coche y me fui de allí sabiendo que lo había hecho bien, pero con la impresión de que no había sido suficiente.

En casa, mi hermana Haley había hecho ya la cena. En el reloj marcaban las siete y cuarto.

–¡Por fin llegas! –me dijo– ¿Qué tal te ha ido?

La miré unos segundos antes de desviar la mirada avergonzada.

–Bien, pero no me han cogido.

Haley suspiró sonoramente y me abrazó.

Agradecí su apoyo, aunque ya no me quedaban más lágrimas que derramar aquella noche.

–Ven, siéntate a cenar y prueba mi ensalada. ¡Tengo una noticia que darte! –dijo emocionada.

Cuando llegué al comedor, Jordan ya estaba sentado en su sillita y hacía percusión sobre su plato de comida, todo lleno de puré.

Sonreí al verlo y me acerqué a darle besos en su cabecita, a lo que él me respondió con unas gárgaras muy monas. Le limpié las manos y la cara para asegurarme de que podía ver a mi guapo sobrino sin toda esa capa de comida acumulada y me senté a su lado para cenar.

–No sabes lo que me ha pasado hoy… –me cebó Haley desde la cocina, un truco muy peculiar suyo–. Hannah, la que trabaja en el supermercado de la otra calle está de baja por enfermedad y ¡me han concedido una entrevista para sustituirla!

Entré en la cocina feliz por ella, nos abrazamos fuerte. Me alegraba tanto por su oportunidad que apenas me importó mi fracaso.

–Me alegro tanto…

Jordan seguía golpeando el plato, llenando todo lo que podía con el puré y haciendo gorgoritos con su pequeña boca, como si de nuestra banda sonora se tratase. Era adorable, y un trasto también, cuánto podía adorar a ese pequeñajo, pensé mientras me sentaba de nuevo a la mesa.

–Dios, estoy tan contenta –me dijo mi hermana mientras empezaban a humedecérsele los ojos.

–Yo también –le dije, sabiendo lo que eso significaba para nuestras vidas.

–¡Por cierto!, se me olvidaba. Ha llamado Harry un par de veces para preguntar por tu audición y para recordarte que no fallaras esta noche.

Me metí un par de trozos de tomate y queso a la boca casi sin ganas, aún tenía el estómago cerrado.

Para cuando acabé la cena, Haley ya había terminado la suya y había bañado a Jordan para dormirlo. Recogí la mesa y fui a mi habitación directa, donde dejé mi guitarra. Entré en la ducha poniendo el agua caliente al máximo.

1 Janvier 2021 00:00 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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