¿Quién estaría tan loco como para rechazar la inmortalidad?
Definitivamente Yaoshi.
Este era su décimo intento de suicidio. Su hermana menor Baise dejaba caer lágrimas sobre la carne demacrada de sus mejillas mientras su hermano Gege repetía las mismas palabras balanceándose sobre el hueso que tenía en la pierna:
—¿Por qué haces esto?
Pero ellos no entendían, probablemente en algún momento llegarían a entenderlo. Cuando se aburran de existir de esa manera, con su piel arrancada y sus ojos sobresaliendo. La eternidad no es tan agradable como parece.
Ya hacía más de dos siglos que los zombies habían invadido el mundo.
Todo parecía una broma al inicio. Una de esas tantas historias falsas que sale en supuestos sitios de noticias para conseguir click bait. Pero no fue así.
Al principio dominaba el escepticismo: "Nueva moda entre los influencers: disfrazarse y actuar para ganar seguidores". Después se empezó a buscar culpables: "Los canadienses / yugoslavos / vietnamitas / etc... han creado un arma para el robo de cerebro", "Los candidatos presidenciales han provocado la crisis para resolverla y ganar votos", "Es todo culpa del Internet".
Lo peor del caso es que realmente podrían haberlo evitado, pero política, religión, mayorías, minorías, no fue extraño que todo se descontrolara. Se estaba en un momento del mundo de mucha sensibilidad.
A pesar del rechazo a lo desconocido que predominó al inicio, los zombies terminaron volviéndose, poco a poco y con el mismo rechazo que suele darse a los grupos minoristas, parte de la sociedad.
"No me discrimines por ser verde", "Solo quiero probar un pedazo pequeño de tu cerebro. ¿Acaso tú no te comiste un pollo completo esta semana?". Los protectores de los zombies eran muchos e iban creciendo cada vez más hasta que poco a poco fue desarrollándose la idea de que todos los seres humanos debían ser zombies.
"Ser zombies es el futuro."
Piénsalo, no tienes que envejecer, no tienes que comer, no tienes que ir al baño. Solo vivir bajo la felicidad de estar en un cuerpo en constante descomposición pero los órganos vitales seguirán funcionando, ¿y qué si de vez en cuando tienes deseos incontrolables de atacar a tu amigo o a tu pareja en una versión cero sexy de las cursis telenovelas adolescentes de vampiros? Si se puede controlar la parte que hace a los zombies alimentarse de otros, ¿por qué no seríamos zombies? Seríamos inmortales y...
¿Quién estaría tan loco como para rechazar la inmortalidad?
Merci pour la lecture!
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