L
L.A Figuer


Esta historia trata sobre 8 jovenes, todos con sus problemas, pero siempre hay uno que ayuda al resto, pero siempre existe un giro inesperado en cualquier trama


Récits de vie Tout public.

#338 #jovenes
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Acto I

Durante mi camino a casa pasaba por los edificios, la lluvia reinaba en esa tarde y no llevaba paraguas, solo llevaba mi chaqueta para intentar cubrirme de la lluvia, mi vida apesta comparada con la de Justin, el chico más atractivo de la secundaria, o al menos eso piensa mi amiga Jimena, mi vida no puede compararse con la de él…

- ¿Estás bien? – una voz masculina me saco de mis pensamientos, mire hacia arriba y resultaba ser Luis, mi mejor amigo de la infancia, el único que no me abandono. Aclare mi voz y lo mire a los ojos, se le notaba la preocupación.

- Si lo estoy, tranquilo – dije con una voz algo seca. El me ofreció un paraguas y solo lo tomé y abrí, luego me rodeo con un brazo y me acompaño a mi casa.

Estaba agradecido por el gesto que tuvo conmigo, después de todo, es la persona más simpática que conozco, subió rápido y me trajo una toalla para que me secara.

- ¿Qué hacías caminando bajo la lluvia Teo? – En su voz se notaba la preocupación.

- Solo había salido para olvidar mis problemas, es todo- Dije otra vez de manera seca, solo escuché un suspiro de parte de él antes de ir a la cocina.

- ¿Dónde están tus padres? – Pregunto como si no supiera lo que hacen.

- Ya sabes, mi madre tiene un viaje de negocios y mi padre en un bar tomando hasta quedar borracho.

- Ya sé, pero ya es bastante tarde, tu padre debió haber llegado ya, no puede dejare descuidado mientras tu madre no está- Dijo mientras me traía una taza de té de manzanilla.

- De seguro se fue con otra mujer- De pronto se escucha un golpe de la puerta.

Mi padre ya había llegado, desde la sala se podía olfatear el olor a cerveza y a tabaco. Me tiene harto que el regrese así cada noche ya que él se vuelve bastante violento cuando toma demás.

- ¿¡Que es todo este desastre?! - Grito de manera furiosa al ver que había quedado un charco de agua en el suelo.

- Padre cálmate solo tomaste de mas- Intente tranquilizarle sin éxito.

- ¡No me respondas escuchaste! ¡Y sabes que no puedes traer gente a la casa cuando no estoy! - Dijo mirando a Luis a los ojos

- El me acompaño a la casa por la lluvia es todo- Dije ya algo más molesto

- Luis mejor vete ya, tengo que hablar seriamente con mi hijo- Dijo muy serio a lo cual Luis solo se despidió de mi y salió rápido de la casa.

- Papa vete a dormir- El me tomo del cuello de la camisa y alzo hasta ponerme a la altura de su cara.

- ¡Me desobedeciste y sabes que eso tiene un castigo! – Dijo y lo siguiente que hizo fue lanzarme con brusquedad a mi habitación y quitarse su cinturón.

- ¡Padre detente! –Dije y este me golpeo.

- ¡No me levantes la voz! – Tomo el cinturón y empezó a golpearme con el varias veces en mi espalda hasta dejarla de un tono rojo fuerte y con algunos moretones sangrantes. – Vuelve a desobedecerme y sabes que te va peor- Y acto seguido sale de mi habitación.

Estaba llorando, no soportaba esta actitud de mi padre, me deja muy lastimado y no es la primera vez que esto sucede, pero mi madre no está para ayudarme, estoy completamente solo ahora, me dolía demasiado la espalda y podía sentir la sangre que brotaba y recorría mi piel, no podía pedirle ayuda a mi padre me pegaría otra vez. Fui al baño y tomé la botella de alcohol, entre a la ducha y vertí el contenido en mi espalda, sentía el ardor sobre las heridas, pero no grite, ahogue mis gritos con una toalla y me puse la camisa de nuevo.

Fui de vuelta a mi habitación y me acosté en la cama deseando que este día por fin terminara. Desearía tener la vida de Justin una vida perfecta y sin preocupaciones, así podría librarme de mi padre y estar tranquilo por una vez en mi vida.

Al día, siguiente desperté y como todos los días me aliste para ir a la secundaria, me bañe y baje para tomar mi desayuno, mi padre no estaba, supongo que se fue a trabajar, tome un plato profundo y serví el cereal y la leche como desayuno.

Una vez terminara mis deberes de limpiar la casa, tomé mi mochila y mis llaves y fui caminando a la secundaria.

- ¡Teo! – Escuche a Luis cerca mío, voltee ver y estaba corriendo hacia mi.

- Hola Luis ¿Cómo estás? – Pregunte de manera agradable y cálida.

- ¿Bien y tu? – Dijo con una sonrisa en el rostro.

- Bien.

- Perdón por haberte causado problemas ayer, no fue mi intención- Se le notaba la tristeza en la voz.

- Tranquilo, no fue para tanto, pero ya sabes como es mi padre- Mi sonrisa se desvanecía con esas palabras.

- Oye tranquilo, tu madre volverá pronto y ya tu padre no podrá hacerte nada- Intentaba darme aliento.

- Está bien, por suerte, según me dijo ella, hoy ella regresa, claro si su vuelo va bien y no surge ningún problema.

- Qué bueno Teo y apresúrate que llegaremos tarde a clases- Acto seguido sale corriendo dejándome atrás.

- Espérame Luis- Salí corriendo detrás de él.

Llegamos a la secundaria rápidamente y tomamos nuestros lugares en la clase, empezábamos con las clases de estudios sociales así que será un largo rato de aburrimiento en clase.

Después de la clase tome mi camino a casa, iba acompañado de Luis ya que íbamos a hacer la tarea de matemáticas juntos, pero no quiero que vea las marcas en mi espalda, aun duelen y no quiero que sepa que sepa que mi padre me golpea casi siempre, el lo único que sabe es que se pone violento, pero solo me regaña, hasta que lo para mi madre, espero regreses pronto madre, te extraño.

- ¡Teo! – Escuche el grito de Luis sacándome de mis pensamientos.

- ¿Eh? ¿Decías algo Luis? – Pregunte confundido

- Te estaba contando sobre lo del campamento- Estaba serio, pero con una cara algo graciosa.

- Perdón, estaba perdido en mis pensamientos.

- Si lo sé, lo noté cuando moví mi mano frente a ti y no reaccionabas.

- Ya perdón- saco mis llaves y abro la casa.

- Ya da igual Teo jeje- Soltó una leve risa – ¿Empezamos la tarea?

- Claro – Saque mi cuaderno de mi mochila.

Pasamos la tarde haciendo la tarea, estaba complicada. Escuche un auto llegar, pensé que era mi padre otra vez y me asuste, pero cuando la figura entro a la sala pude ver a mi madre.

- ¡Ma-Mama! –Corrí a abrazarla, estaba emocionado por su llegada, pero cuando sus manos tocaron mi espalda, solo di un leve grito de dolor.

- ¿Estás bien hijo? – Se notaba su preocupación en su voz

- ¿Teo estas bien? – levanto mi camisa dejando ver las marcas del cinturón y sangre en mi espalda.

- N-no es nada – Dije intentando calmar a los dos.

- ¿Tu padre lo hizo? – Dijeron ambos a la vez.

Repentinamente, la puerta se abrió de golpe y mi padre entro a la sala con su olor a alcohol y tabaco, mi madre lo vio molesta al igual que Luis, pude sentir mucha tensión en el ambiente.

- Luis ¿Puedes llevar a Teo a su cuarto y vendarlo por favor? – Solo eso pude escuchar de mi madre.

- Si señora – Rápidamente, Luis me llevo a mi habitación y fue por un poco de alcohol y unas vendas

Podía escuchar los gritos de mis padres abajo, mi padre intentaba justificar sus acciones mientras mi madre lo confrontaba, yo solo podía llorar en silencio, escuche la puerta abrirse, era Luis que traía las cosas, me quito la camisa y con cuidado empezó a ponerme el alcohol con un algodón en la espalda, ardía bastante, pero no gritaba, solo lloraba ya que no soportaba más esta vida, una vez Luis me puso las vendas se puso frente a mi.

- No llores Teo- Dijo de manera tranquila.

- ¿Cómo quieres que me calme? Si nada en mi vida va bien, yo quisiera tener la vida perfecta como Justin, apuesto, popular y sin ningún problema familia- Tenia la voz quebrada, mi espíritu no podía aguantar esto.

- Escúchame Teo, puede que tu padre ya se esté pasando de la raya, te está maltratando y obligando a hacer las labores que le tocarían a él hacer y cada día se va a meter a un bar a costa del dinero de tu madre ya que el no trabaja, está siendo un muy mal padre y no deberías quedarte callado con cosas como estas, como lo de tu espalda, como todo lo que te ha hecho, debiste hablar antes de eso con tu madre y ella podía tomar las acciones necesarias contra el. No te quedes callado cuando alguien te maltraté ya que solo sufrirás más en silencio, no estás solo, está tu madre y yo para apoyarte y te apoyaremos siempre y no te abandonaremos mientras tú sufras- Pude notar en sus ojos una llama que ardía con fuerza, una llama de determinación.

- Gracias Luis, muchas gracias- Lo abrase con fuerza y llore en su hombre.

El tenía razón, no puedo dejar que nadie me maltrate ni trate de lastimarme, hablare de lo que paso con mi madre y resolveré todo de una vez por toda. “Cambiare a mi familia y luchare para ayudar, es una promesa”, esas fueron mis ultimas palabras a el

30 Octobre 2020 03:06 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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