Su mirada se paseĂł por todo el estudio, evitando verlo cuando saliĂł de su oficina y se acercĂł al puesto de uno de sus compañeros, para pedir una de las Ășltimas sesiones de fotos que habĂan tenido. SabĂa que no podĂa aspirar a mucho por los pocos meses que llevaba de conocerlo. Las semanas habĂan transcurrido a toda velocidad desde que inicio como su fotĂłgrafo y tal vez se arrepentĂa un poco de haber decidido postularse para el trabajo, porque no podĂa dejar de hacerlo. No podĂa dejar de verlo cada vez que su rango de visiĂłn se encontraba opacado por la presencia de su jefe.
Se hacĂa todo mĂĄs complicado si era su fotĂłgrafo, pero a la vez todo era mĂĄs sencillo, porque eso le daba una excusa para seguir apreciĂĄndolo, al menos si solo era a la distancia y a travĂ©s del lente de su cĂĄmara. El paso del tiempo, lo habĂa traicionado, solo permitiĂ©ndole notar algunas cosas sobre la personalidad de su jefe y volviendo difĂcil el hacer su trabajo con la constante presencia de Taehyung en sus pensamientos.
En definitiva, habĂa cambiado estos Ășltimos meses. Su imagen a primera vista era de alguien bastante carismĂĄtico e incluso si lo observaba bien, un poco tĂmido, que lograba encajar perfectamente con su lindo rostro y nuevo cabello rojizo. No mentirĂa, Ă©l habĂa sido la razĂłn principal por la que decidiĂł permanecer en el trabajo pese a todo, porque el Omega parecĂa ser el tipo de persona que era capaz de alegar el corazĂłn de cualquiera con tan solo una sonrisa.
ÂżAlgo ha cambiado ahora? Porque aquella imagen de timidez se habĂa perdido por completo. No miraba abajo ahora y se habĂa convertido en una persona mĂĄs severa de la noche a la mañana. Se habĂa vuelto tambiĂ©n algo difĂcil hablarle con su nueva actitud y las personas a su alrededor lo notaban. Todos los empleados sabĂan que Ă©l habĂa cambiado, pero cuando se trata de ese chico, Jimin, podrĂa jurar que su verdadera forma de ser volvĂa a ser parte de su personalidad. Era una pena que Jimin no estuviera ahora en ese momento para calmarlo, debido a un viaje que habĂa tenido.
âÂżQuĂ© mierda es esto? Llevo toda la jodida semana pidiendo estĂĄs sesiones ÂĄÂżY atreven a entregarme esto?! âTaehyung tenĂa razĂłn, llevaba una semana pidiendo el mismo aquella revisiĂłn cuando fĂĄcilmente podrĂa pedirle a alguien mĂĄs que se encargarĂĄ de ese trabajo. ParecĂa querer botarlo a la basura y solo logrĂł llamar la atenciĂłn de todos con los golpes llenos de frustraciĂłn que daba al escritorio frente a Ă©l, mĂĄs se detuvo un segundo antes de tomar las carpetas, incluso si no era capaz de llevarlas todas y empezar a caminar de nuevo a su oficina, sin permitir que alguien le ayudarĂĄâSi vuelven a entregar algo como esto, la prĂłxima semana no serĂ© tan amable y dĂganle a Jungkook que lo quiero en el set en una hora.
Ni siquiera lo miro, mĂĄs se habĂa encargado de hablar lo suficientemente alto como para estar seguro de que Jungkook lo estaba escuchando. No le sorprendĂa, siempre hacĂa eso para no tener que dirigirle la palabra y no hacĂa falta ser un genio para saber que, muy seguramente, el pelirrojo parecĂa preferir por mucho aquel mĂ©todo de comunicaciĂłn que venir hacia Ă©l y hablarle directamente.
âYa lo oĂste.
Uno de los Betas que fue responsable del malestar de su jefe paso a su lado palmeando su hombro antes de alejarse y no pudo hacer mĂĄs que suspirar, empezando a preparar su cĂĄmara para sesiĂłn que tendrĂa. Las cosas entre los dos siempre eran asĂ, Taehyung simplemente gritaba lo que querĂa al aire y Jungkook lo cumplĂa. JamĂĄs supo en quĂ© momento se habĂa metido en todo esto, pero estaba dudando fuertemente de que algĂșn dĂa fuera capaz de atreverse a salir de aquel circulo vicioso en que se vio envuelto sin siquiera notarlo.
âQuita esa cara. âFue lo primero que dijo Seulgi, una de las estilistas con la que mĂĄs confianza tenia, al llegar a su escritorio una vez las cosas se calmaron dentro del estudio y su jefe habĂa regresado a su oficina.
âÂżQuieres que estĂ© feliz porque me ignora?
Hoseok, un amigo beta que trabajaba en el set, bufĂł. âSinceramente, preferirĂamos que hiciera eso con nosotros.
âYa deberĂas estar acostumbrado. Ha sido lo mismo desde que entraste al trabajo.
SolĂa tratar a todos a veces incluso con demasiada dureza, excepto a Ă©l y realmente no sabĂa cĂłmo sentirse. No sabĂa si era mejor que le gritarĂĄ o que directamente pasarĂĄ de Ă©l e intentarĂĄ evitarlo a toda costa. La mayorĂa de sus compañeros de trabajo eran betas u omegas. Solo algunos cuantos que se encargaban de la iluminaciĂłn y logĂstica del set eran Alfas, pero ninguno de ellos estaba tan cerca de Taehyung como Jungkook.
âEl confĂa en ti. âEsta vez Minji, una de las secretarias del estudio se paseĂł por ahĂ, intentando darle un poco de ĂĄnimo.
Hoseok rasco su nuca, dudando de las palabras de Minji. âYa sabes lo que dicen sobre el jefe y tĂș.
âYa paren de hablar, no estoy de humor.
âNunca lo estĂĄs.
El beta rio ante las palabras de Seulgi, pero Jungkook no lo hizo. SiguiĂł arreglando la cĂĄmara cuando Minji dejo un cafĂ© en su escritorio, mientras Hoseok revisaba junto con Seulgi el cronograma del dĂa. Ahora que lo pensaba, jamĂĄs habĂa necesitado que Taehyung le dijera lo que tenĂa que hacer, porque revisaba tanto aquel cronograma por cada minuto que pasaba para no olvidarse de nada y mantener todo bajo control, que podrĂa haber recitado de memoria toda la agenda de Taehyung para el resto del mes.
Minutos despuĂ©s, dejo su cĂĄmara y vio la hora en el reloj de mano que llevaba ese dĂa, faltaban todavĂa media hora para que iniciara la sesiĂłn, pero supuso que deberĂa empezar a preparar todo antes de que Taehyung si quiera pensara en poner un pie de nuevo fuera de su oficina.
âHoseok, ÂżPodrĂas revisar que todo estĂ© bien en el set? y Seulgi, pregĂșntale a... âPensĂł un momento en alguna modelo, mientras intentaba recordar el cronogramaâPregĂșntale a Joohyun Noona si estĂĄ disponible, por favor y ÂżMinji?
âÂżSi?
âGracias, por el cafĂ©.
âLo ves, eres casi como nuestro segundo jefe.
Todos rieron por el comentario de Hoseok, tal vez tenĂa razĂłn, jamĂĄs habĂa escuchado una queja de Taehyung hacia su trabajo y en verdad le hubiera gustado creer que ese era el motivo por el que realmente no se molestaba en dirigirle la palabra, porque estaba empezando a resultar incluso deprimente el nunca haber recibido alguna felicitaciĂłn de su parte ante el buen trabajo que se esforzaba por hacer.
Sus compañeros de trabajo decĂan que se habĂa convertido en alguien demasiado arrogante como para ser un Omega, que su sonrisa no es la misma de antes y sus palabras de aliento se han transformado en palabras frĂas. No conocĂa su vida, ni mucho menos tenĂa idea de lo que pasaba por su mente, pero habĂa tenido la oportunidad de ver la forma en que se esforzaba por mantener esa apariencia cuando estaba realmente sobrepasado por sus emociones y aunque en un principio le hubiera gustado jamĂĄs haber visto aquella vulnerabilidad en sus ojos por primera vez. Aunque hubiera querido borrar aquel recuerdo para no tener que pensar en Ă©l sintiĂ©ndose de esa manera, porque tal vez asĂ hubiera sido mĂĄs fĂĄcil para Jungkook retener aquellos sentimientos que jamĂĄs habĂa experimentado con alguien mĂĄs, lo cierto era, que se hubiera negado por completo a olvidar al Taehyung que por tantos meses habĂa deseado ver.
Recordaba a la perfecciĂłn aquella pasarela de fin de año. Taehyung habĂa sido invitado por primera vez a formar parte de una prestigiosa pasarela que se organizaba todos los años en SeĂșl. Esa noche, a tan solo un par de minutos de que iniciara su desfile, recibiĂł una llamada y pudo verlo correr en direcciĂłn a los baños mientras Jimin le pedĂa que regresara. Jungkook intento ir detrĂĄs de Ă©l, porque con solo ver la forma en la que su juguetona sonrisa se perdiĂł, dejando ver su expresiĂłn completamente vacĂa, supo que algo no andaba del todo bien. Pero Jimin habĂa sido mĂĄs rĂĄpido en apartarlo gentilmente con una sonrisa y decirle que todo estaba bien.
PodĂa estar seguro de que aquellas lĂĄgrimas que habĂa visto en sus ojos minutos antes, no tenĂan el mismo protagonismo para el momento en el que su maquillaje estaba siendo retocado nuevamente, pues por la forma en la que saliĂł a aquella pasarela como si fuera el mejor momento de su vida, nadie podrĂa imaginar lo mal que la estaba pasando en ese instante.
Era divertido, porque Jungkook podrĂa jurar que, al verle de esa forma, su corazĂłn empezĂł a latir por Ă©l cada vez que lo veĂa o escuchaba, a pesar de que jamĂĄs habĂan mantenido una conversaciĂłn mĂĄs allĂĄ de los ĂĄngulos de cĂĄmara que Taehyung querĂa para las sesiones de fotos. Su relaciĂłn entre ese dĂa y ahora no habĂa cambiado en absoluto, pero sus sentimientos por el Omega solo iban en aumento con cada dĂa que pasaba. Incluso a veces, cuando Ă©l parecĂa estar un poco mĂĄs de humor en el trabajo, podĂa darse la libertad de imaginar cĂłmo serĂa encontrarse a sĂ mismo conociendo a verdadero Taehyung.
Pero tal vez hoy no era uno de esos dĂas.
âÂżPor quĂ© simplemente no puede sonreĂr? âEl Omega gruño. Casi media hora pasado desde su primer intento por hacer que Joohyun sonriera para la sesiĂłn de fotos que llevaba varias horas de haber comenzadoâTan inĂștil tenĂa que ser...
SabĂa que hablaba con el mismo y no le gustaba que nadie lo interrumpiese cuando pensaba en voz alta sobre cĂłmo se supone que deberĂan trabajar sus empleados. No recordaba haber visto una sonrisa de parte de Taehyung desde hace mucho tiempo, a decir verdad. La Ășltima vez que habĂa tenido la oportunidad de presenciar un momento casi histĂłrico como el verlo sonreĂr, habĂa sido tal vez aquella pasarela de fin de año, pero eso en definitiva no le traĂa ningĂșn recuerdo feliz del pelirrojo.
La chica volviĂł a dejar ver su desacuerdo ante los comentarios de Taehyung cuando este volviĂł a sentarse a su lado en el sofĂĄ. âEs una pena que no quieras ese descanso Âżsabes?
âPero, señor...
âOĂ que visitarĂas a tu madre, pero supongo que vas a tener que quedarte aquĂ si no sonrĂes ahora.
Lo habĂa conseguido, aĂșn si no era de esperarse que Taehyung conociera a detalle la vida de sus trabajadores y estuviera al tanto de todo lo que pasaba en ellas, Ă©l siempre lograba saberlo y manejarlos a todos a la perfecciĂłn. La chica ya estaba sonriendo para la cĂĄmara solo segundos despuĂ©s, siendo capaz de sentir su aroma pese a la distancia y opacando totalmente el de Taehyung, que se sentĂa bastante tenue en el ambiente. La recordaba de sesiones pasadas, era una de sus mejores modelos. Pero incluso asĂ, seguĂa careciendo de cierto carisma que Taehyung tenĂa cada vez que pisaba el set.
El que Taehyung supiera todo de sus trabajadores en algunas ocasiones lograba asustarlo y otras lo emocionaba. Si su parte racional estaba despierta ese dĂa podrĂa haber temido que escucharĂĄ las conversaciones que mantenĂa con sus compañeros de trabajo sobre Ă©l y algunas otras veces, cuando se dejaba ilusionar, podrĂa imaginarse a Taehyung queriendo saber mĂĄs de Ă©l.
En cualquiera de las situaciones, se alegraba de mantener su vida personal un poco aislada de su trabajo.
âEnfĂłcala mĂĄs a ella âDijo cuĂĄndo el lente de su cĂĄmara habĂa empezado a enfocarlos de nuevo, pero como siempre, su cĂĄmara se encargaba de hacer lo que querĂa si siquiera ser consciente. Ella era incluso mĂĄs atrevida que Ă©l y parecĂa tener vida propia cada vez que se trataba del Omega. A veces ni siquiera se encontraba con las fuerzas suficientes para contradecirla, porque no podĂa mentir, querĂa ver a Taehyung tanto como su cĂĄmara amaba enfocarlo solo a Ă©lâ. No tan cerca...
Jungkook jamĂĄs habĂa visto una sonrisa tan extraña en su vida. Ni siquiera antes en sus primeras sesiones, la chica se veĂa tan nerviosa como ahora, pese a que Jungkook intentaba decirle de vez en cuando lo bien que lo estaba haciendo para intentar animarla. Ella seguĂa viĂ©ndose bastante tensa, que, aunque hubiera rogado de rodillas a Taehyung para que dejara de insistir en su sonrisa, aquella sesiĂłn se hubiera terminado retrasando de todos modos.
TenĂa varios cambios de vestuario entre sesiĂłn y sesiĂłn, por lo que el maquillaje tambiĂ©n variaba, solo haciendo que el tiempo que pasaba sentado esperando por ambos, fuera incluso mĂĄs del tiempo que tardaba en tomar una fotografĂa. Para su buena suerte, Joohyun habĂa terminado por calmarse un poco e incluso le agradeciĂł antes de retirarse de nuevo al camerino.
Al final de todo, Taehyung siempre sabĂa lo que hacĂa y tenĂa razĂłn al haber insistido tanto en aquella sonrisa, pues las fotos habĂan salido mejor de lo que Ă©l mismo hubiera planeado.
âYerim. âLlamo la atenciĂłn de la Omega asistente de Joohyun, una vez se habĂa perdido por completo el rastro de la modelo hasta llegar a su camerinoâHas que se pierda el resto semana, no la quiero aquĂ el lunes Âżentendido?
âSĂ, señor...
HabĂa empezado a guardar las cosas, apenas habĂa terminado de revisar las fotografĂas, cuando lo vio salir de su camerino nuevamente sin maquillaje y con la misma ropa con la que habĂa venido. Incluso asĂ, el Omega seguĂa viĂ©ndose irreal a los ojos del Alfa, que por algunos instantes se encontrĂł perdido en Ă©l, notando que habĂa empezado a caminar sin esperarlo de nuevo a su oficina y Ă©l no habĂa terminado de guardar su equipo.
Guardo todo apresuradamente, siguiendo a Taehyung a una distancia que considerarĂĄ prudente, aĂșn si ni siquiera era capaz de sentir su aroma. âQuiero que Minjae vaya conmigo al desfile del sĂĄbado.
Jungkook no tardo en suspirar al saber que esta vez aquella orden iba dirigida a Ă©l. A veces pensaba que no le pagaban lo suficiente como para estar ejerciendo su rol de secretario y algunas otras, su lobo pensaba que todo valĂa la pena con tal de que al menos de esa forma, Taehyung le dirigiera un poco la palabra.
Esa noche habĂa oscurecido mĂĄs rĂĄpido de lo normal, y con eso, su jornada laboral tambiĂ©n habĂa terminado, pero para su jefe, apenas parecĂa dar inicio al verdadero trabajo. Se disponĂa a salir del estudio despuĂ©s de aquella agotadora sesiĂłn de fotos, habĂa decidido desquitar con una cerveza el haber pasado otro dĂa en el habĂa perdido toda oportunidad con Taehyung. Solo que tal vez ese dĂa, corrĂa con algo mĂĄs de suerte de lo que hubiera pensado en un principio, a diferencia de todos estos meses en los que habĂa estado trabajando para el Omega.
Vio las luces de su oficina encendidas y la puerta entreabierta, por lo que Jungkook podĂa ver a Taehyung en su escritorio a la perfecciĂłn. Se veĂa bastante frustrado por lo que sea que estuvieras haciendo, muy seguramente por todo trabajo que el mismo se habĂa impuesto al llevarse todas esas carpetas a su oficina esa mañana. No le sorprendĂa del todo. Taehyung solĂa revisar todo a medida y a veces se involucraba en el trabajo mĂĄs de lo que podĂa, que no parecĂa tener ningĂșn descanso.
Se acercĂł inconscientemente a la oficina deseando poder hacerle algo de compañĂa. No recordaba jamĂĄs haber estado alguna vez tan cerca de Ă©l o al menos no solo ellos dos, pero su dulce aroma a cerezas seguĂa grabado por completo en su interior. HabĂa cambiado con el tiempo, su aroma que siempre estaba mezclado con un fuerte aroma a menta, que hacĂa incluso que las cerezas desaparecieran; ya no estaba mĂĄs. Jungkook lo sabĂa, sabĂa que estaba mal acercarse, pero no podĂa evitarlo al saber que la menta se habĂa disipado de una vez por todas, como si nada. Ahora mĂĄs que nunca podĂa notar las cerezas, que incluso se sentĂa mareado por el fuerte aroma.
Tal vez Hoseok tenĂa razĂłn y lo que fuera que hubiera sucedido en la pasarela habĂa acabado, tal vez de la peor forma. Al final, simplemente terminando por repercutir en la relaciĂłn que Jungkook tenĂa ahora con su jefe.
Ănicamente le habĂan contado los rumores hasta despuĂ©s de aquella pasarela, aquellos quienes habĂan estado trabajando para Taehyung muchos mĂĄs años que Ă©l. No habĂa razĂłn ni motivo exacto, pero se rumoreaba que Taehyung, en sus inicios, habĂa trabajado con un Alfa como fotĂłgrafo. Todos en la empresa creĂan que se habĂan empezado a relacionar de una forma mucho mĂĄs que profesional durante todos esos tres años que estuvo trabajando para Ă©l, pero luego jamĂĄs se supo si habĂa sido despedido o habĂa renunciado. Un año despuĂ©s, un Beta habĂa tomado el puesto, siguiendo la lĂnea natural sobre Omegas y Betas, quienes eran los que siempre estaban mĂĄs cerca de Ă©l. Pero el puesto del pobre Beta no durĂł mĂĄs de un año, hasta que Jungkook habĂa sido contratado. Ăl era ahora, apenas el segundo Alfa con el que Taehyung habĂa trabajado, durante todo el tiempo que llevaba en la industria.
Ese dĂa, se habĂa atrevido a preguntar como solĂa comportarse su jefe con ese otro Alfa y las respuestas de todos habĂan sido las mismas. Ambos se llevaban bastante bien y parecĂan ser buenos amigos, pero de repente ese Alfa jamĂĄs volviĂł a pisar un pie en aquel estudio.
El mismo Alfa con aroma a menta que desprendĂa Taehyung.
âSeñor âToco la puerta de la oficinaâ, Âżno deberĂa ir ya a casa? Se hace algo tarde.
Se atreviĂł a decir por fin, aunque tenĂa claro que Ă©l habĂa percibido su aroma mucho tiempo antes, sin decir nada. Lo vio levantar una ceja ante lo que acaba de decir completamente incrĂ©dulo, como si estuviera bromeando con Ă©l.
âÂżEstas...? âEl pelirrojo masajeo su cien, completamente exhausto como para imponer su autoridad en ese instanteâ. Necesito tu ayuda aquĂ.
No lo miro despuĂ©s de que esas palabras fueran escupidas por su boca con aparente desinterĂ©s. Incluso si le hablaba de mala manera, el lobo de Jungkook no podĂa evitar estar emocionado al escuchar como el Omega le dirigĂa por primera la palabra. Se acercĂł un poco mĂĄs hasta ver la computadora, notando algunas de todas las fotografĂas que habĂan tomado recientemente para siguiente anuncio de Taehyung, sorprendiĂ©ndose al ver la manera en que a pesar de que su trabajo habĂa acabado por ese dĂa y todos se habĂan ido, Ă©l realmente seguĂa trabajando como si nada fuera suficiente.
Y no pudo ocultar su sonrisa en el momento en que le dio un espacio a su lado para ayudarlo con todo eso, incluso con trabajo del que no debĂa encargarse. Se veĂa algo tenso y pudo confirmarlo por su aroma, aun si estaba claro que intentaba ocultarlo a toda costa Ă©l, por lo Jungkook habĂa terminado por decidir mantenerse en silencio el resto del tiempo que pasaron juntos para no incomodarlo aĂșn mĂĄs.
Su corazĂłn iba a toda velocidad, porque esa noche, fue la primera vez que el Alfa habĂa tenido la oportunidad de estar tan cerca del Omega.
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