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Escapando de un alfa que pretende marcarlo a la fuerza, Taehyung, un lobo omega, decide cruzar aquel río que por tantos años se habían encargado de dejarle en claro que NO debía cruzar bajo ninguna circunstancia. De este modo llega a conocer a Jungkook, un tigre alfa que pronto se convierte en su todo, sin saber que este guarda un gran secreto, aunque bueno... Taehyung también guardaba uno. -Jungkook tigre alfa / Taehyung lobo omega. -Shipps secundarios: YoonMin. NamJin. -Drama/Fantasía. -Saga: Omegas Valientes.


Fanfiction Célébrités Interdit aux moins de 18 ans. © Todos los derechos reservados.

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Capítulo 1: Huida.

Corría tan rápido como sus piernas se lo permitían. Esa noche hacía más frío de lo normal, pero ni siquiera eso podía detenerlo. Iba a escapar si o si, no podía permitir bajo ninguna circunstancia que ese alfa lo marcara. No era lo que quería, no tenía porque ser obligado.

Cayó al suelo cuando sus pies se trabaron en unas raíces que sobresalían del suelo, quedando entre unas plantas y arbustos. Su respiración era pesada y agitada, humo blanco salía de su boca y su cuerpo ya no daba para más. Estaba exhausto y ese alfa no parecía querer rendirse.

Se odiaba en ese mismo momento. ¿Por qué tenía que ser tan fuerte su olor a jazmín? Estando en su primer celo, su cuerpo ardía, dolía por el contacto físico con un alfa que fuera capaz de tomarlo con tanta posesión que con solo eso lograra llegar al orgasmo. Sus partes íntimas eran un río por más que no estuviera excitado... pero su lobo simplemente rechazaba a cualquier alfa de su manada. Ninguno le gustaba, y si a su lobo no le gustaba, a él menos.

Taehyung bajó sus orejas cuando escuchó pasos cerca. El olor a lluvia de Yoongi era realmente fuerte, pues él también estaba en celo.

—Puedo olerte, estúpido. —gruñó Yoongi, observando a su alrededor en busca del lobo blanco.— Se que estás ahí, de mi nadie escapa. —movió su nariz captando el delicioso aroma en celo de aquel omega y se dispuso a buscar sin hacer ruido.

Taehyung no estaba dispuesto a quedarse esperando en aquel arbusto. Yoongi era el mejor alfa guerrero de su manada, lo encontraría tarde o temprano y seria su fin. Seria marcado por un alfa que no le gustaba, obligado a tener que quererlo sin su consentimiento, y lo peor es que probablemente sus padres lo aprobarían. Odiaba todo.

No lo dudó y cambió su forma humana a la de lobo, echándose a correr. Yoongi volteo en cuanto escuchó ruidos, y divisó a la bola de pelos blanca que se alejaba a toda velocidad. Tomando la forma de un lobo negro, lo siguió hasta llegar a alcanzarlo con facilidad. Nadie era más veloz que él. Un simple omega no iba a ganarle.

Furioso ante la idea de que no fuera un omega sumiso, Yoongi mordió una de las patas traseras de Taehyung, haciéndole largar un chillido de dolor. No le importaba lastimarlo con tal de que se dejara penetrar. Quería entrar en ese omega, marcarlo y hacerlo suyo, para dejarle todos sus cachorros.

Taehyung estaba tan desesperado por quitárselo de encima, que mordió su hocico sin basilar, escuchando los chillidos del alfa, logrando que se alejara y lo liberara al fin de la prisión que generaba el cuerpo más grande y fuerte de Yoongi.

—¡Eso no se le hace a un alfa, desagradecido! —gruñó Yoongi, pasándose una pata por la herida para ver la sangre.

Taehyung se puso de pie y siguió corriendo, aunque su pata trasera doliera. Divisó a lo lejos un río y se apuró en llegar, agradeciendo que la luna se encontrara en lo más alto, iluminando su camino en aquella noche tan oscura.

Al llegar, se tiró al agua sin pensárselo dos veces, y nadó con todas sus fuerzas, aunque la corriente dificultara su trabajo hasta llegar al otro lado. Sus patas se llenaron de barro al subir a la orilla, pero no le importó. Jadeante, volteo a ver como Yoongi caminaba de un lado a otro del otro lado del río, mirándolo desde allí con ojos furiosos. Podía escuchar sus gruñidos.

—¡Vuelve aquí! —le exigió el alfa.— ¡Estarás muerto si te quedas!

Los vellos de su cuerpo se erizaron de solo recordar las historias sobre los lobos que no habían vuelto al cruzar ese río, los cuerpos sin vida encontrados en las orillas, pero entre morir y ser marcado por quien no quería... no sabía que era peor.

Ignoró los pedidos de Yoongi y juntó fuerzas de donde no le quedaban para seguir corriendo. Estaba en territorio de tigres, pero no podía arriesgarse a que Yoongi cruzara y se lo llevara a la fuerza.

Continuó su camino hasta que se aseguró de haberlo perdido, y entonces cayó al suelo. Estaba mojado, y así el frío de la noche lograba calarse hasta sus huesos, contrarrestando un poco el calor intenso que sentía por el celo. Se sentía ahogado, exhausto, adolorido... y aun así el celo se encargaba de hacerle la vida más miserable.

Entonces, un gran imponente, fuerte y sigiloso tigre naranja salió de entre unos árboles, observándolo fijamente con sus ojos felinos y penetrantes. Taehyung pasó saliva. Era hermoso, pero definitivamente ese era su fin.

Se quedó quieto cuando el tigre se acercó a él, olfateándolo por completo. Su cuerpo temblaba contra su voluntad, y ni siquiera tuvo fuerzas para taparse con su cola cuando el tigre olió sus partes íntimas. Los ojos del felino se dilataron al darse cuenta que estaba en celo.

—¿Si sabes que estás en tierras prohibidas? —la voz grave y profunda del tigre le hicieron largar un jadeo.

—N-no me hagas nada... —logró decir Taehyung, totalmente débil, antes de perder la consciencia.

18 Septembre 2020 06:13 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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