wigeon17 Wigeon 17

Siendo Yoongi una especie que ha vivido toda su vida en un mar congelado, ha sentido una gran atracción hacia la superficie en cuanto la ha visto. Las estrellas que cada noche le miran, han decidido cumplirle su mayor deseo: explorar la superficie. Por lo que un día despierta en una especie de choza improvisada y se topa con que un humano le ha salvado de, irónicamente, morir ahogado. ¿Aún preferirá explorar la tierra, o se conformará con conocer a ese chico?


Fanfiction Groupes/Chanteurs Tout public.

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PRÓLOGO

En las profundidades de un mar que apenas comenzaba a descongelarse, se escuchó el débil aleteo de una pequeña especie, casi invisible. De un color rosáceo y casi transparente, con los ojos tan grandes que abarcaban casi toda su cabeza, parecido a un renacuajo apenas; se trataba de un microorganismo con conciencia propia que había permaneció atrapado en una sección congelada por demasiado tiempo, y apenas era consciente de eso. Moviéndose torpemente, avanzó con un nado lento y concienzudo, tratando de familiarizarse con su cuerpo. Impulsándose con dirección a la superficie.

Con la digna sorpresa de su ser, que hasta hace pocos minutos sólo había visto oscuridad, ésta le parecía fascinante. Si bien el mar parecía ser su habitad desde antes de haber sufrido ese cambio de estado, las mismas vistas le eran aburridas y poco se sentía familiarizado con el lugar, no sentía que perteneciera ahí. Pero la superficie, ah... la superficie parecía llamarle animosamente, invitándolo a posar sus aletitas en la arena y andar por ahí investigando, observando, admirando y conociendo cada uno de sus rincones. Pero inevitablemente, era demasiado pequeño para eso y viendo a las especies que habitaban en la superficie pudo suponer que no iba a durar mucho allá afuera con su tamaño y apariencia, así que, decaído, se zambulló de vuelta a la profundidad abrazadora del mar que le recibía con cierto recelo.

Se abría paso en las agua con una tranquilidad apabullante, paseaba su vista por todos lados, topándose de vez en cuando con otros cómo él pero ignorándoles a pesar de ser llamado con efusividad, de igual forma se topó con otros que eran más grandes y de aspecto que le provocaba un ligero estremecimiento y un incontrolable deseo por ocultarse. Sin embargo, siguió su camino al notar que era mayormente ignorado por ellos. Realmente no había mucho que ver, las aguas aún estaban algo picadas por el reciente cambio, de igual forma muy a duras penas era capaz de ver algo entre tantos cuerpos por lo que el resto del día simplemente nadó sin un rumbo fijo esperando a la noche que le recordaba su origen y en la que se sentía realmente cómodo sin saber exactamente por qué.

Cuando notó que la vista en el agua comenzaba a escasear, supuso que arriba había empezado a oscurecer; por lo que movido por la curiosidad se aventuró a la superficie con impaciencia, desesperado por encontrarse más debajo del mar de lo que en un inicio creyó. Una vez salió, pudo observar que contrario a lo que había visto antes, en el cielo no se encontraba esa cosa amarillenta que daba luz ; en su lugar, había una esfera que daba una luz blanca, muy tenue, completamente distinta a la que antes había visto. Junto a ésta, veía puntitos a su al rededor,muchos, y se sintió plenamente maravillado al notar el drástico cambio que había acontecido por el simple hecho de, ahora, haber oscurecido. Incluso los animales gigantes que había visto antes, parecían haber desaparecido y no quedaba rastro de ellos dentro de lo que él alcanzaba a apreciar de la superficie.

Viendo hacia el cielo, sintió completa calma y un sentimiento de confort que no había sentido en todo ese tiempo de conciencia. Por lo que se quedó ahí, flotando en medio del océano y dejando que en sus ojos se reflejara la luz de aquellos puntitos esparcidos por sobre su existencia. De esa forma, sus ojos comenzaron a cansarse y sin darse cuenta, se durmió.

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Conforme pasaba el tiempo, la pequeña criatura dejó de ser tan pequeña. Sin saber exactamente cuanto tiempo había transcurrido desde ese deshielar que le había "liberado" a él y otras especies, sólo se limitó a aceptar su nueva apariencia mientras notaba cambios que podían durar mucho o poco tiempo, hasta que, finalmente, había alcanzado el tamaño de un bebé delfín; poseyendo un cuerpo que, al menos en mitad superior, era bastante parecido a aquello que las especies marinas comenzaron a llamar desde hace algún tiempo: dos patas o bestias de tierra; y la parte inferior por su parte, era idéntica a la cola de la mayoría de las especies con las que compartía habitad. Junto a estos cambios, estaba la presencia de escamas en algunas zonas de su parte dos patas, cómo las manos, hombros y cachetes. Incluso poseía, a cada lado de su cara, más o menos bajo las orejas pero entre la distancia de éstas y las mejillas, aquellas rejillas que se abrían y cerraban cada vez que respiraba.

Durante todo ese tiempo, se encontró con muchas otras especies que eran parecidas a él y aunque éstas le ofrecieran su compañía, él prefería declinar de aquella invitación de la mejor manera posible. No es como si no le agradara la idea de estar rodeado de seres que fueran iguales a él puesto que ¿a quién le encantaría la idea de estar solo?, el problema era que sus ideas no congeniaban. Antes de rechazar la idea de compartir espacio con otros, él compartía un día con ellos aunque sabía que no se quedaría ¿Cómo permanecer en un sitio donde no te sientes cómodo ni puedes actuar fielmente como tú mismo? Sólo era una formalidad, no pretendía ser grosero cuando ninguno lo fue con él y es por eso mismo que no se comprometía a unirse a los grupos. Y los grupos parecían entender, pues jamás insistieron en que el joven entrara o en que les explicara por qué no se quedaba con ellos. De esa forma, el joven había conocido a varios líderes de grupos que se habían vuelto sus amigos.

Así pues, una vez se alejaba de los grupos volvía a su camino sin rumbo. Le gustaba vagar y encontrar nuevos lugares, se sorprendía cada noche al verse en un sitio que aparentaba ser igual pero que era por completo diferente al anterior. Esto podía adivinarlo por las especies que se encontraba en la superficie y en el agua. Ah... Siempre había especies parecidas, pero nunca iguales. Y eso era algo que no dejaba de maravillarle, en sus exploraciones nada era ni por de cerca exactamente igual a otro ligar en el que ya hubiese estado, todo tenía un cambio, por mínimo que este fuese, que lo hacía único. Así, el joven chico pez, se hizo de varios amigos en los océanos.

Pero, a pesar de haber tenido una buena vida en los mares, él aún quería explorar la superficie cómo lo hacía en el agua. El lugar que le vio crecer, a pesar de maravillarlo, no le era cómodo. En su corazón, seguía existiendo ese deje de disconformidad, de extrañeza, que le impedía sentirse plenamente en casa. Algo le faltaba, y no sabía que era.

5 Septembre 2020 00:00 2 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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Mariana Veltran Mariana Veltran
Ufff, que genial se ve esta historia
November 25, 2020, 15:40

  • Wigeon 17 Wigeon 17
    Gracias por leer! Espero que sea de tu agrado hasta el final ;) January 11, 2021, 22:59
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