pumpkin Pumpkin Morningstar

Kayn es un omega de 17 años el cual se encuentra bajo el cuidado de Zed, un alfa y tutor legal del chico. Pero gracias a un descuido el destino de ambos termina cambiando de un momento a otro.


Fanfiction Jeux Tout public.

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Los rayos de sol entraban por la ventana del chico de cabellos azabache, este se encontraba envuelto entre sus sábanas, aún medio dormido, sin ganas de abandonar su cama.

*beep* *beep*

El sonido de un mensaje entrante lo hizo despertar por completo, tomó su celular el cual se encontraba en una pequeña mesa de noche cerca de su cama, lo revisó encontrando en él un mensaje de su amigo, su único amigo.

"Rhaast: Hey, Kayn, pídele permiso a tu viejo para quedarte hoy en mi casa, necesito que me ayudes en unas cosas de física, recuerda que hay exámenes mañana y no te podré copiar porque por alguna razón tú no tienes que presentarlos."

El chico solo se puso de pie y caminó hasta su baño, tomó una ducha y se alistó para ir al colegio, se encontraba bajando las escaleras cuando se encontró con aquel albino de ojos color rubí.

-Te dejé el desayuno en el comedor, no estaré unos días, así que no hagas ninguna estupidez.

-¿Podría pasar esta noche en casa de Rhaast? Tendremos exámenes mañana y él quiere que lo ayude a estudiar.

-¿Acaso no me habías dicho que no tendrías que presentar examen por ser de los mejores en esa clase?

-Así es, yo no haré examen mañana, solo ayudaré a Rhaast.

-Será mejor que él venga, no estaré y no sabré si has vuelto a casa cuando termines de estudiar con ese chico.

-Está bien.

El chico miró por un momento al albino, este se encontraba arreglando las últimas cosas para su viaje, el joven de cabellos azabache solo se limitó a comer su desayuno, para después abandonar su hogar. Comenzó a caminar lentamente hasta su colegio, el camino era demasiado tranquilo por lo que se tomaba su tiempo para pensar algunas cosas.

De un momento a otro sus pensamientos eran sobre aquel albino, estaría fuera por unos días, era normal, pero un pensamiento cruzó por la mente del chico, tal vez aquel albino estaría con alguna mujer esos días, tal vez solo quería estar lejos del chico, tal vez no soportaba a Kayn y quería estar unos días sin él, al lado de una hermosa mujer.

El chico solo cerró los ojos y dio un suspiro lleno de tristeza, por alguna razón esos pensamientos lo habían hecho sentir mal, como si algo dentro de él se quebrara, por alguna razón su pecho dolía, como si le estuviesen quitando un pedazo de su vida.

-¡BUUUAAAH!

De la nada un chico de cabello negro con algunos mechones rojos saltó encima del chico haciendo que este diera un brinco en su lugar.

-Eres un idiota Rhaast.

-Así de idiota me tienes.

Ambos chicos comenzaron a reír, si bien no tenían ningún tipo de relación más que una de amistad, ambos parecían disfrutar de las bromas sobre ser pareja, ya que siempre se decían cosas melosas, se daban regalos o salían juntos, podría ser el juego de "quien se enamore primero, pierde" aunque era obvio que Rhaast estaba perdiendo el juego.

-¿Te dejaron ir a mi casa?

Ambos continuaron caminando después de aquel "saludo" por parte del chico de los ojos rojos.

-Zed va a salir, dijo que era mejor que tú fueras a mi casa.

-Ohhh, al fin conoceré la casa del señorito.

-Si no dejas de llamarme así lo máximo que conocerás será una biblioteca.

-Buagh, que asco las bibliotecas.

-Que asco el Rhaast.

Kayn comenzó a reír, mientras Rhaast golpeaba su brazo de una forma suave, amistosa, como si ese chico fuese lo más frágil que había conocido en toda su vida. Continuaron caminando hasta llegar a su colegio, un colegio privado y de gran fama en toda Ionia y sus alrededores.

-Oye Kayn, ¿por qué no hacemos una fiesta en tu casa? Digo, tu padre no va a estar por unos días, así que no se va a enterar.

-No puedo Rhaast, él siempre se entera de todo lo que hago, aparte mis vecinos podrían decirle, y que quede claro que no es mi padre, es mi tutor legal.

-Y yo que quería tener una fiesta en tu casa algún día.

-Uhhhh ¿una fiesta? Yo quiero ir a una fiesta.

Una chica de cabellos celeste se había metido en la conversación de ambos chicos, esa chica que amaba las fiestas y los problemas, la encarnación pura del peligro.

-No habrá fiestas Jinx.

-Ahhh, vamos Kayn, solo imagina que tan popular te volverás si haces una fiesta en tu casa, yo podría llevar el alcohol, drogas, explosivos y algunas mujersuelas, sería una gran fiesta.

-Jinx, te digo que no puedo, sabes que tan estricto es Zed con eso de llevar chicos o chicas problema a la casa.

-¡oye!

-¡oye!

La chica de cabellos celeste y el chico de los ojos rojos gritaron al unísono, tal parecía que eso les había dolido, pero era la verdad, ninguno de los dos tenía un perfecto expediente escolar, después de todo, eran betas y no tenían que preocuparse por nada que un omega o un alfa se preocuparía.

-Lo siento, otro día será Jinx.

-Está bien caranchoa, nos vemos.

Después de esa charla la chica corrió hasta un árbol cerca de donde se encontraban, en este se encontraba Lux, la novia de la chica de trenzas celestes.

-Que pareja tan rara son.

-Pero la más estable de todas.

-Nosotros también somos de la más estable Kayn.

-Pero no somos una pareja Rhaast.

-Diablos.

27 Juillet 2020 17:58 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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