aniramlynx Aniram Lynx

A veces el amor no es suficiente, eso lo sabe bien Yuri Plisetsky y él deberá elegir entre salir adelante cargando con las consecuencias de sus actos o simplemente buscar la manera de hacer como si nada pasó para continuar con su vida. ✩ Yuri on ice ✩ Shipp JJ x Yuri | Otabek x Yuri ✩ Género: Omegaverse | Drama | mpreg


Fanfiction Anime/Manga Interdit aux moins de 18 ans. © https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/

#yuri-on-ice #Yuri-x-Otabek #pliroy #omegaverse #drama #258
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✩ Uno

Cuando te fijas una meta, sea cual sea, haces hasta lo imposible para alcanzarlo. Es un sueño demasiado hermoso y no importa nada más que esa alegría que te ofrece.

Yuri Plisetsky es un adolescente con apenas 16 años, todo un prodigio en el patinaje artístico. El joven ruso tiene más que claro cuál es su objetivo y más ahora que en el Skate Canadá será su debut en la categoría Senior.

Ha entrenado demasiado duro durante meses y tras su derrota contra el patinador Yuuri Katsuki en Japón se dedicó más en entrenar lo más duro que pudo.

Ya está empapado con el tema de esta clase de competencias cuando estuvo en las categorías Junior y no tiene miedo a que el evento sea muy grande. No tiene ni siente nervios a salir al público en demostrar lo que es capaz de hacer.

—Haz caso a todo lo que te digo, Yuri —gruñe el viejo Yakov.

—Ya lo sé, no tienes que estarlo repitiendo, eso es demasiado molesto —replica Yuri avanzando hacia la pista.

Escucha que hay mucho ruido en todo el lugar, apoyando a un patinador local con aplausos y clamando como si fuera un rey.

“¿Quién será el estúpido al que llaman?”, piensa el adolescente mientras mira hacia la pista.

Se encuentra uno de los patinadores de esa competencia dentro del hielo a punto de comenzar su programa. Apenas y escucha al presentador que lo llama “Jean-Jacques Leroy o mejor conocido como JJ”.

Al escuchar que la canción del programa corto lo mencionan como un rey, siente las ganas de vomitar. Si fuera tan famoso como dicen entonces lo conocería y no es así.

Se queda mirando su programa y piensa que no lo hace nada mal, que quizá lo conocen los de su país y es por eso que hay demasiada gente.

En cuanto termina el programa, el tal JJ camina hacia la salida de la pista. Los esmeralda de Yuri se encuentran con los ojos grises de ese sujeto, causándole una especie de corriente eléctrica.

—¡Yuri! —grita Yakov para llamarle la atención—. ¡Deja de distraerte y presta atención!

—Si, lo que digas —Yuri le da la espalda a su entrenador y entra a la pista sin importar que este le grite una vez más.

Comenzará con su programa corto, el mismo que Victor Nikiforov le ha coreografiado y está completamente seguro que puede alcanzar su Ágape para demostrarlo ante el público canadiense.

Escucha que comienza la canción y Yuri comienza a patinar. Ha entrenado duro desde que perdió en las competencias de aguas termales contra Yuuri Katsuki y también ha pulido esas técnicas gracias a su entrenador Yakov y Lilia, quienes le han exigido mucho.

Terminando de su programa, este es aplaudido y celebrado por todos los expectantes y jueces, sin embargo, no alcanza el primer lugar con ello ya que le ha ganado ese tal JJ.

Frustrado se levanta del Kiss&Cry dejando hablar a Yakov sólo.

“Estoy seguro que alcanzaré una mejor puntuación con el programa libre”.

Pasando por los vestidores encuentra a ese tal canadiense ya con su ropa deportiva. Siente esa sensación de hervor en la sangre por ganarle con unos cuantos puntos. El joven canadiense se percata de su presencia y mira hacia el ruso.

—Eres Yuri Plisetsky, ¿no? —dice con una sonrisa estúpida el pelinegro—. He escuchado que has ganado en la categoría Junior. Parece que estas competencias serán muy interesantes y no me dejaré vencer.

Yuri pasa de largo e ignora a aquel payaso que quiere lucirse frente a él. En cuanto abre la puerta, esta se ve forzada a cerrarse por la mano de aquel joven.

—¿Por qué tanta prisa? ¿No te gustaría ir a tomar algo conmigo? —pregunta de manera insistente aquel canadiense.

—Quita tu asquerosa mano si no quieres que tu trasero salga afectado y no puedas patinar —le lanza una mirada amenazadora.

El canadiense ríe a carcajadas y abre la puerta para que Yuri pueda salir.

—Las damas primero —hace una pequeña reverencia.

Yuri iba a contestarle con un gran golpe, pero se congela al ver su más sincera sonrisa. Siente como la sangre se le sube a las mejillas.

Se da la vuelta y decide irse al hotel para descansar, esperando que mañana sea mucho mejor que esa noche.


⊹⊱•••━━━━━━《 ✮ 》━━━━━━•••⊰⊹


Yuri pasará en el segundo bloque por quedar en el segundo lugar, así que mientras pasan los primeros se dedica en calentar y hacer estiramientos.

Mira por el rabillo que Jean lo está observando y eso lo pone muy molesto. ¿Qué no tiene otra cosa que hacer?

—Me hubiera encantado tener una charla contigo anoche —escucha esa odiosa voz.

Yuri se quita los audífonos y mira al tipo molesto.

—¿Qué es lo que quieres? —gruñe Yuri levántandose para acercarse al azabache.

Jean suelta un silbido, molestando más al joven ruso.

—Entonces es cierto que dicen que eres un tigre —coloca su mano sobre el hombro—, para mi no eres más que un pequeño gatito.

Ese comentario enfurece por completo a Yuri; quita con un golpe la mano del canadiense.

—¡No necesito rivales como tú! ¡Verás como te haré mierda desde abajo! —amenaza Yuri.

—Tienes temperamento de alfa para ser un omega.

Yuri se da vuelta echando humos, ese maldito imbécil sólo quiere burlarse de él, pero no se va a dejar.

Llega el momento de Yuri para presentar su programa libre; esa canción se la ha puesto su entrenadora Lilia Baranovskaya, una ex bailarina talentosa que cree en la habilidad y talento del tigre de hielo.

Quizá no es la música que le hubiera encantado escoger, pero no le queda de otra más que patinar con esa pieza y demostrar promesas al mundo del patinaje.

Escucha que el público se emociona con su presentación, subiéndole el ego y creyendo que es lo mejor que verán en la noche.

Saliendo de la pista, escucha que su puntuación es demasiado alta y siendo el primer lugar.

—Con todos los ojos sobre él, Yuri Plisetsky, el adolescente ruso ¡Está en primer lugar !— anuncia el comentarista.

Eso infla el pecho de Yuri con orgullo y saborea la victoria.

—El oro será mío— sonríe para sí el joven adolescente.

Ve pasar al idiota canadiense dirigiéndose hacia la pista. Por ver ese traje que parece más bien un pijama, creé que su programa será ridículo.

—Yuri, deséame suerte —le sonríe el moreno.

El adolescente truena los dientes y frunce el ceño. Se sienta en una de las bancas para ver el programa de su rival, dándose cuenta que él también tiene potencia y quizá sea un buen oponente digno para él.

Lo que le molesta mucho es que le ha ganado en puntuación, quedando el adolescente en segundo lugar.

¿Cómo es posible que siendo un gran programa el suyo, aquel idiota le ha ganado? Jean se gira hacia él con la medalla en mano.

—Volvamos al podio en la Copa Rostelecom, ¿bien, Yuri-chan? —le dice con una sonrisa.

Yuri sólo truena los dientes y lo ignora, algo que a Jean le causa gracia.

Se baja en cuanto puede del podio y trata de evitar la entrevista pública con los periodistas para irse directamente al hotel.

Se viste lo más rápido que se puede para no encontrarse aquel canadiense estúpido, pero parece que al destino le gusta jugar con él.

—Espero que no estés enojado conmigo por quitarte el oro, pequeño gatito —dice el canadiense mientras se sienta sobre la banca para quitarse los patines—. Me gustaría en verdad seguir patinando contigo en la misma pista.

—Y yo desearía patear tu trasero cuantas veces pueda —frunce el ceño el adolescente.

Jean se acerca demasiado al joven Plisetsky, quien se pone a la defensiva.

—Vamos, quise darte la bienvenida a esta categoría y ser amable contigo, ¿podrías dejar de ser tan agresivo conmigo, lindo gatito? —dice el canadiense.

—Eres más molesto que una piedra en el zapato —Yuri lo empuja del pecho para separarse de él, pero enseguida sus manos son atrapadas por el canadiense.

Sus ojos grisáceos se clavan en los esmeralda, quedando cautivado desde ese momento con tan hermoso color y brillo.

—Yuri, tienes lindos ojos —dice el canadiense.

Sintiendo el cuerpo del mayor pegado al suyo, comienza a temblar ligeramente por el aroma atrapante que desprende aquel alfa y su mirada causa mini infartos a su corazón.

—De-déjame ir, imbecil —tartamudea el menor.

Siendo más grande, Jean atrae a Yuri hacia sus labios para robarle un pequeño beso que tanto se le han antojado desde que lo vio. Yuri se congela y antes de que el otro continúe con el beso lo golpea con fuerza en la entrepierna con su rodilla.

—¡Maldito infeliz!

Se da la vuelta y se aleja lo más rápido posible para dejarlo atrás. Se siente muy molesto porque le ha robado su primer beso. No es justo por ello y eso le está causando muchos conflictos y lagunas mentales.

Volviendo a San Petersburgo decide ponerle aún más empeño a su entrenamiento. No puede dejar que ese idiota le haya robado un beso. ¿Darle la bienvenida? Pff, ese tipo sólo se aprovechó de Yuri.

—¡Deja de pensar en eso que te distrae y entrena! —lo regaña Lilia—, ¡muévete con más gracia y delicadeza! ¡Recuerda que serás la prima donna de este Grand Prix!

Que duro entrenamiento, pero Yuri quiere demostrar lo mejor para salir adelante y arrebatar el oro a quien se deje.

La siguiente copa es ahí mismo en Rusia en la ciudad de Moscú, La Copa Rostelecom donde se enfrentará con Yuuri Katsuki y por supuesto que con JJ.


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Llega al aeropuerto y se siente completamente aturdido y algo acosado por sus seguidoras.

—Mila, cuida de mi equipaje —le dice a su compatriota colocando una capucha.

Yuri corre todo lo que puede esquivando tanta gente que hay en el lugar, emocionado porque verá a la persona que más ama en esta vida y a quien le dedica todo su Ágape que puede dar.

No lo ha visto desde que se mudó con Lilia y lo tienen en un entrenamiento arduo para ser el mejor. En cuanto sale el edificio lo encuentra estacionado sobre la avenida. La emoción de verlo es demasiado grande que no duda en ir a correr a él y abrazarlo.

—¡Yuri! —lo llama el anciano para que se acerque.

—¡Abuelo! —exclama saltando como niño a sus brazos.

Pero el tiempo no pasa en vano y Yuri ya ha crecido mucho, el abuelo ya no tiene la misma resistencia y su columna se lo recuerda.

—L-lo siento —se disculpa Yuri sobando su espalda.

—No importa, te llevaré al hotel —dice el anciano con una sonrisa.

Ambos abordan el carro viejo del señor Nikolai Plisetsky con dirección hacia el hotel de Moscú.

—Toma —el anciano le lanza una bolsa de papel al adolescente, quien enseguida entiende que son sus adorados pyroshkys que su abuelo le cocina con tanto amor—. Son tus favoritos.

Emocionado por probar el bocado sonríe y se lo lleva a la boca. El sabor le recordó al delicioso katsudon que la Sra. Hiroko le prepara con tanta dedicación.

—¿Has probado el katsudon? Tiene arroz, huevo y cerdo. Es delicioso —comenta el adolescente.

—¿Qué no te gustaron mis pyroshkys? —pregunta el anciano con seriedad.

—N-no quise decir eso

Terminando de disfrutar dicho almuerzo, Yuri le platica todo lo que ha hecho desde que comenzó esta temporada, su viaje en Japón y su enfrentamiento con Yuuri.

—Estoy muy orgulloso de ti —dice el anciano con alegría—. Seguro que ella…

—No me importa ella, no está en casa desde que tengo memoria. No ha sido buena para buscarme y espero que se quede donde está o yo… —se exalta el adolescente que hasta apretuja sus puños—. Espero que puedas ir a verme mañana

—Haré lo posible, ultimamente no me he sentido bien —dice el anciano dándole unas cuantas palmadas en su espalda.

Se despide de Nikolai y entra al hotel. Mila le ha dicho cuál es su habitación y en dónde recoger la llave para que pueda acceder. Ve de lejos a Yuuri escapar de los demás competidores que discuten en el elevador y no duda en ir a alcanzarlo.

—Hola, Yurio —sonríe el nipón

—Te voy a destrozar en la pista —dice el adolescente.

El nipón no dice nada ante tal amenaza, sabe muy bien que es agresivo con todo mundo y no le sorprende ese tipo de comportamiento.

Estando calentando antes de que empiece el segundo bloque de patinadores, ve que JJ entra a esa sala con su actitud de arrogante e incluso se acerca a Víctor.

—¿Recuerdas ese salto que diste el año pasado? —le pregunta el canadiense con una enorme sonrisa.

—¿Quién eres tú? —pregunta Víctor con seriedad.

Yuri ríe en sus adentros por la contestación de su compatriota, al menos sabe que no es el único que no traga a ese idiota payaso.

Los ojos grisáceos se clavan en Yuri, dedicándole una sonrisa. El omega sólo se da la vuelta y continúa con sus ejercicios de estiramiento.

Los llaman para su actuación, empezando por Yuuri Katsuki. El rubio está al tanto de la presentación de su rival y se alegra que ha mejorado mucho, así será más satisfactorio en cuanto le gane.

—Ese Yuuri Katsuki sabe hacer lo suyo —dice el canadiense colocándose a su lado.

No dice nada, no quiere perder de vista a Yuuri. Además, sigue enojado con ese idiota por lo que hizo en el Skate Canada.

—¿Vas a seguir ignorándome? —pregunta de forma insistente—. Vamos, Yuri-chan. Deja de ser frío conmigo.

No dejará que ese payaso lo siga molestando, está por salir a dar su presentación y al único que tiene en su mente es a su abuelo.

La competencia se vuelve interesante para Yuri cuando se da cuenta que Yuuri Katsuki ha mejorado también y no se dejará vencer fácil. Ahora sintiendo el Ágape de su abuelo cree que puede dar su mejor programa.

—¿No sabes si vino? —pregunta Yuri buscando a su abuelo entre el público.

Yakov niega con la cabeza con tristeza. Ambos saben que la salud de su abuelo es algo delicada y parece que ese día no pudo levantarse. Eso lo pone muy sentimental.

Camina a la entrada de la pista y se topa con Yuuri y Víctor, quienes no dejan de mirar con asombro al rubio.

—Apártate, cerdo —dice con seriedad.

Entra en la pista para saludar al público y colocándose sobre su posición inicial. Mira cómo caminan tan juntos esos dos, dando entender que si tienen una relación, pero no son capaces de decirlo o admitirlo.

—¡Yurio! ¡Davai! —grita Katsuki desde el Kiss&Cry.

—¡Yurio! ¡Gamba! —le dice el ruso haciendo lo mismo.

Eso lo pone demasiado molesto, ¿en verdad se nota muy mal como para que no pueda hacer bien su programa corto?

Patina al ritmo de Ágape, dejando que todo fluya y su mente esté solo su abuelo. Sin embargo, no deja de pensar en él y su salud. Yuri es quien lo mantiene y lo cuida, por lo que también está en un buen hospital.

{Abuelo, no puedo sentir mi ágape} piensa mientras da unas vueltas muy complicadas.

El aire se le va después de terminar su coreografía, por más que ensaye ese programa le cuesta trabajo. Los aplausos y la lluvia de peluches de gato no cesan sobre el hielo, incluso le cae una diadema sobre la cabeza con orejas de gato.

Escucha unos aplausos sobre la entrada de la pista, haciendo que volteé a ver y encuentre a la odiosa cara de Jean con su sonrisa de oreja a oreja.

—Las damas primero —se separa de la entrada.

“Después de esos dos idiotas, JJ es más insoportable” piensa el ruso.

Jean sólo sonríe al ver pasar a su rival, quien va a dirección de sus entrenadores para escuchar su puntuación.

Escucha que nuevamente Jean vuelve a ganar en el programa corto y eso lo pone muy de malas, incluso Yuuri Katsuki le gana. Entra a los vestidores demasiado molesto por lo que acaba de pasar, pateando la banca con fuerza.

—No puedo dejar las cosas así —masculla.

Escucha que la puerta se cierra nuevamente y no presta atención de quien es, pero el cálido aroma de otoño lo golpea, volteando hacia el canadiense que va sonriendo por quedar en primer lugar.

—¡Qué bueno que te encuentro! —dice el canadiense acercándose a él lo más rápido que puede al adolescente.

—¡Aléjate! —Yuri toma sus patines para amenazar al alfa—. Ya fue suficiente haberme robado mi primer beso

Jean ríe, halagado por escuchar eso.

—Así que fui tu primer beso, ¿no te gustaría repetirlo? —pregunta.

—¡No! ¡Déjame en paz! —alza la cuchilla hacia la altura del pecho de Jean.

Jean se ve más hábil usando sus feromonas para tranquilizar al menor, provocando que el otro comience a temblar ante el alfa. Yuri quiere correr, pero a la vez quiere volver a sentir los labios del otro.

Alza la mano para posarla sobre la mejilla, acariciándola con delicadeza hasta acunar ambas y alzar el rostro del menor para posar sus labios.

—Me gustas —murmura Jean.

Siente el aliento del otro cerca de su rostro y eso hace que su corazón se detenga, no planea poner resistencia y dejarse llevar. Antes de que se acomplete, las puertas del vestidor se abren por Seung Gil. Yuri aprovecha esa distracción y toma sus cosas para buscar a su entrenador y retirarse.

Lo que acaba de pasar lo tiene confundido y con los pensamientos completamente revueltos dentro de su cabeza. No deja de pensar más que en ese suave roce de labios.

Una escena extraña llama la atención de su entrenador y de él. Yuuri y Víctor están discutiendo y se ven algo tensos.

—¡Puedo hacerlo! ¡Tienes que volver! —dice el nipón.

Víctor se percata de la presencia de sus compatriotas y no duda en ir con ellos para pedirle el favor de que Yakov sea el entrenador de Yuuri por un día.

A todos les sorprende esa decisión tan repentina, pero al explicar que es Makkachin el que está mal entienden y Yakov accede.

No debería preocuparse por Yuuri y su separación con Víctor, pero no quisiera que eso le afecte el rendimiento a su rival. Además tiene que pensar en cómo alejarse de Jean, puesto que todo eso del juego de coqueteos le está gustando a pesar de que dice que lo detesta.


⊹⊱•••━━━━━━《 ✮ 》━━━━━━•••⊰⊹

Continuará.


29 Juin 2020 21:31 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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