La casa que estaba junto a mi Suivre l’histoire

Ya no me acuerdo de cuántos años llevamos viviendo al lado, ella se mudo cerca del 2010, después del terremoto, por que su mama había quedado embarazada por 3 vez y la casa anterior ya les había quedado muy pequeña, además de que a su padre lo habían ascendido, por lo que eso facilitaba las cosas.

Las cosas en su casa parecían estar siempre bien, no como en la mía, que siempre mi mamá lloraba abrazada de una botella de jacks daniels que no duraba más de 1 semana. Ella extrañaba mucho a mi viejo, que nos había dejado hace un par de meses. Honestamente envidiaba su estilo de vida, su casa era el doble que la mía, sus padres se amaban y ella era un sol; realmente todos la querían. Era extraño por que siempre estaba sonriendo, se reía y se dedicaba a alegrar el dia de los que la rodeaban.

Además que era muy guapa por lo que nunca tuvo problemas con los muchachos, eso si, yo me daba cuenta que cuando sus padres salían casualmente a cenar donde amigos o parientes, y ella se quedaba sola; siempre llegaban autos a los pocos minutos, había visto cuatro autos, pero había uno que se había ido por lo menos unas cinco o seis veces, los otros solo los había visto una.

Le encantaba caminar, siempre llegaba a su casa caminando despues de clases, no le importaba que se largara lloviendo, o el sol le dejara quemaduras; ella amaba caminar pero únicamente escuchando música,siempre con audífonos; una vez la escuche pelear con su hermano porque le había rotos sus audifonos y desde ahí no la vi caminar en 2 meses, probablemente porque se le volvía tedioso, o simplemente porque cuando estaba sola tenía la libertad de escuchar sus propios pensamientos y eso la inquietaba.

Nunca fuimos amigas, a pesar de que llevábamos viviendo 8 años a menos de 100 metros, nunca se dieron las circunstancias para establecer una conversación más allá de un buenos días. Además de que éramos muy distintas, ella siempre era el centro de atención y estaba rodeada de amigos, realmente su vida parecía perfecta a los ojos de cualquier extraño.

Pero yo siempre note esos pequeños detalles que muchos no lo hubieran notado, me gustaba observar, no ver; porque son dos cosas muy distintas. Para el mundo, su vida realmente envidiable.

Pero yo la había escuchado llorar, muchas noches, incluso demasiadas, when the party is over y estaba ella, sola, sin nadie pendiente, lloraba, y como lloraba.Pero la función debía continuar y a la mañana siguiente con maquillaje lograba tapar todo ese sufrimiento acumulado, y salía por puerta camino a la escuela con su mejor sonrisa, realmente era muy buena actriz. Sus padres veían el mundo de una manera tan superficial que no la oían, no oían su dolor. Ni lo entendían.

Un miércoles logre entenderlo todo, quedaban dos semanas para su cumpleaños número 18, era tarde, cerca de las once de la noche, yo estaba llevando a mi mama cuesta arriba a su dormitorio, ya que para variar estaba ebria y botada, cuando empezó el caos.

Me estremeció el grito de su padre, y su madre lloraba, de tal manera que los podia oir como si los tuviera a 5 metros. Paso un buen rato y comencé a escucharla a ella a llorar y rogarle a su padre algo que inaudible, pasaron 30 minutos y me asome por la ventana para poder que es lo que pasaba, y su padre tiraba mucha ropa por la ventana de mi vecina, que al parecer era de ella, y así lo hizo con un par de cajas. En el jardín delantero estaba regada toda su ropa y sus pertenencias. Lo que sucedió a continuación no lo logre ver pero deduje que su padre la había tomado y echado por la puerta delantera y la habían cerrado. Ella golpeaba la puerta con tanta fuerza que logre ver horas después, que los nudillos le sangraban. Ella gritaba pero nuevamente nadie la lograba oír.

Estuvo como una hora afuera de su casa recogiendo su ropa mientras las lágrimas resbalaban por su rostro. Fue ahí cuando me anime a salir y verla.Con bastante timidez le pregunté si se encontraba bien, y ella como si fuera un resorte se limpio las lagrimas y sonrió, como por impulso, me dijo que no me preocupara.

Ella vio mi expresión incrédula y se sentó en la vereda.

“Me han echado de casa, le dije a mis padres que estoy saliendo con una compañera de escuela”

Al principio quede atónita, me sorprendió demasiado y me di cuenta de que los prejuicios los tenemos demasiado interiorizados. Y ahí en la calle nos largamos a conversar, y ahí fue cuando entendí el motivo de sus llantos, nacer homosexual en una familia católica- conservadora, puede ser una tortura, donde se supone que te debes sentir a gusto, ya que ni en tu propia piel logras sentir comodidad, deseando haber nacido en otra familia o simplemente haber nacido diferente. Como todos los hombres con los que se metía, era para lograr convencerse y forzarse de ser algo que no era

Ya eran cerca de las 2 am y seguíamos en la calle, le ofrecí un cigarro para tranquilizarse, lo miro bastante dudosa pero lo aceptó al fin y al cabo.

No éramos tan distintas al final del día, ambas teníamos una vida de mierda. En uno de los peores momentos comenzó una linda amistad que duraría años,

Me dio vergüenza invitarla a mi casa a quedarse porque probablemente estaba repleta de botellas vacías y drogas a medio consumir, pero no es como que ella tenía otro lugar a donde ir a esas horas de la madrugada.

Ella durmió en el sillón de la sala. No se si logro dormir algo pero lo dudo mucho; yo no pude pegar ojo. Mi cabeza iba a mil y no se callaba. A la mañana siguiente cuando aún faltaban varias horas para que mi madre despertara, tuve una idea, agarre mis cosas, dinero que enviaba mi padre

de vez en cuando, lo cual era bastante, y le dije a mi vecina que era hora de vivir la vida como realmente queríamos.