camillealmanzar Seline

Hace un año cometí un intento de suicidio, y puedo asegurarles que no lo hice por ser egoísta, lo hice porque solo quería terminar con el sufrimiento, una pesadilla de la que no podía despertar. Soy Zaylee Schneider y esta es mi historia.



Fiction adolescente Déconseillé aux moins de 13 ans. © 2020 Camille Almánzar

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Capítulo 1



Un Nuevo Comienzo


• Zaylee •


Ha pasado un año, cualquiera que me vea ahora diría "¿realmente pasó por eso?" las apariencias engañan y no se dejen ilusionar por mi rostro alegre, no todo es lo que parece. Recuerdo perfectamente lo que sucedió.

• Hace un año •

—¿En qué estabas pensando, Zaylee? ¿Creías que era una buena opción? —Dice mi madre con un tono de voz molesto.

—Con su permiso, señora Schneider, pero necesito hablar con su hija a solas —dice el médico al entrar en la habitación.

Mamá se dirige hacia la puerta, pero antes de irse me mira molesta, sé lo que significa esa mirada, significa "tenemos que hablar" y no es nada bueno, tendré que escucharla regañarme pero ahora me siento débil. Solo quiero descansar.

—Hola Zaylee, soy el Dr. Miller, es un placer conocerte. Iré directo al grano, tus padres te trajeron ayer a la sala de emergencias cuando te encontraron inconsciente en tu habitación. ¿Cierto?

—Si...

—Había cajas de pastillas vacías a tu alrededor, cuando tus padres te trajeron aquí hicimos algunas pruebas y concluimos que había un uso excesivo de antidepresivos en tu cuerpo, lo que podría haber causado una sobredosis y tu muerte, ¿qué pensaste antes de tomar todas las pastillas?

Recuerdo lo que estaba pensando en ese momento, quería terminar con todo, era egoísta, no pensaba en cómo se sentiría mi familia, pero ellos no están en mi mente, no tienen idea de lo que es tener pensamientos suicidas que hacen que quieras acabar con tu vida.

—Yo... yo sólo quería terminar con el sufrimiento —le digo. El doctor comienza a escribir en su formulario y luego me mira a los ojos.

—Sé que es difícil Zaylee pero...

—¡No! No sabes nada y no actúes como si pudieras ayudarme. ¿Intenté suicidarme? Si, pero ¿sabes qué? No me arrepiento de haberlo hecho, ni usted ni mis padres entienden lo que es estar en esta situación, piénsalo, doctor; póngase en mi lugar por un momento.

—Necesitas ayuda de un especialista y no soy la persona adecuada para eso. Estaba hablando con tus padres y decidimos enviarte a un hospital psiquiátrico.

¿Qué? ¿hospital psiquiátrico? ¿De Verdad?

—No necesito ayuda.

—¿Y tus cortes en las piernas? Algunos de ellos son recientes.

—Eso no significa que tenga que... —Mis padres entran a la habitación en ese momento con un formulario en la mano —¿Realmente me enviarán a un hospital psiquiátrico?

—Lo siento, cariño, pero decidimos por tu bien, no queremos que vuelva a ocurrir lo mismo o peor —dice mi padre.

—Papá... por favor.

—Ya hemos completado los formularios para que ingreses al hospital psiquiátrico, Zaylee. No hay vuelta atrás.

No, no, no...

El Día Siguiente •

Estamos en camino al hospital psiquiátrico, me siento nerviosa por ir allí, no sé cómo será, ¿será como un manicomio? ¿Nos torturarán? Tengo miedo de solo de pensarlo.

Está bien Zaylee, solo respira.

Al llegar, ingresamos al hospital psiquiátrico y me siento en uno de los sofás mientras mis padres hablan con la empleada en la recepción. Varios minutos después mis padres se me acercan al parecer ya tienen todo listo.

—Zaylee, aquí nos despedimos, luego tendrás que seguir a la enfermera, ella te está esperando en la puerta de al lado de la recepción —dice mi papá.

—Papá ... ¿cuánto tiempo estaré aquí? —Digo mientras siento que me tiemblan las manos.

—Lo que sea necesario, tu madre y yo te llamaremos todas las noches, ¿de acuerdo?

No quiero despedirme, quiero ir a casa con ellos.

Papá se despide de mí con un abrazo y duramos varios segundos así, no quería dejarlo, y mamá ni siquiera me miró a la cara; mucho menos decir adiós, ella se quedó ahí sin decir nada.

Cuando mis padres se van, voy a la puerta donde mi padre me dijo y allí está la enfermera esperándome.

—Hola Zaylee, mi nombre es Jennie y te daré un recorrido por el centro y terminaremos el recorrido con la habitación en la que te alojarás, ¿de acuerdo? Sígueme.

Mientras caminamos por los pasillos, miro de reojo y veo que hay una sala de estar, un comedor, una sala para terapia grupal, la oficina del psiquiatra, los baños y al fondo el patio al aire libre.

Las habitaciones están en el segundo piso, subimos y Jennie me dirige a mi habitación respectiva, al entrar, las paredes y las sábanas son blancas, bueno, todo en la habitación es blanco, hay dos camas, un escritorio y dos armarios.

Espera, ¿dos camas?

—Usted compartirá la habitación con una de las chicas, su cama es la de la derecha, hay más baños en este piso, por lo que se sentirá más cómoda —dice Jennie —Aquí tiene un formulario con las reglas del centro, cualquier incumplimiento tendrá consecuencias. Hasta aquí termina el recorrido, la chica que será tu compañera llegará en un momento, espero que te sientas bien, cualquier queja o duda puedes notificarme.

—Gracias, Jennie.

Ella asiente y sale de la habitación. Me siento en la cama y miro alrededor de la habitación con más detalles, reviso la mesita de noche en el medio de las dos camas y abro uno de los tres cajones que tiene, en el primer cajón hay un sobre que dice "mi último adiós", tengo curiosidad y abro el sobre con cuidado de no romperlo. Y dice:

He intentado luchar con esto durante años, pero me está destruyendo y no puedo soportarlo más. Lo siento por decepcionarte, lo siento mucho. Pero no puedo seguir viviendo así, me siento miserable, insuficiente y vacía...

—¿Qué haces leyendo mi carta? —suelto la carta por el susto que acabo de tener, la chica parada en la puerta debe ser mi compañera de cuarto, tiene ojos azules como el océano, piel pálida y vendajes en su brazo izquierdo — ¿Hola? Te hice una pregunta.

—Lo siento, yo... yo... —no sé qué decir, me siento intimidada. Ella se sienta en su cama y me sigue mirando.

—Está bien, debes ser mi nuevo compañero de cuarto, ¿verdad? ehm ... Jeily?

—Zaylee.

—Zaylee, cierto. Lo siento si te intimido, comencemos de nuevo. ¿Por qué estás aquí, Zaylee?

—Traté de suicidarme...

—¿Sabes qué ? También entré aquí por la misma razón que tú hace dos años, intenté suicidarme dos veces, pero aquí estoy —dice.

No sé por qué, pero siento que ella y yo nos vamos a entender.

—¿Cómo intentaste suicidarte? —después de decir eso me arrepiento un poco pero ella no luce incómoda por mi pregunta, solo que tiene una expresión neutra —Lo siento.

—Bueno, haciéndome daño, pero los cortes no fueron muy profundos, pude sobrevivir lamentablemente y no te disculpes por la pregunta, no es una palabra prohibida aunque nos aconsejan no decirla al menos que sea con el psiquiatra.

—¿Cómo es vivir aquí? —digo cambiando de tema.

—No hay cuchillos, navajas de afeitar, cristales, no hay forma de hacerte daño aquí, las otras chicas están locas pero te acostumbrarás a vivir con ellas, nos levantamos a las 7:00 a.m., vamos a la sala de estar donde nos dan píldoras, y luego nos dirigimos a las dichas donde tenemos que bañarnos con una enfermera presente, a la 1:30 PM vamos al comedor, a las 3:00 PM nos dirigimos a la sala de terapia grupal, después de salir de allí somos libres para ir al patio, visitamos al psiquiatra tres veces por semana, alrededor de las 7:00 PM tomamos otras pastillas para dormir y cenamos y a las 8:00 PM tenemos que estar todos en nuestras habitaciones. ¿Alguna pregunta?

—Sí, no me has dicho tu nombre.

—Soy Skyler, Skyler Anderson.



23 Mai 2020 04:03 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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