Relatos de la Noche Suivre l’histoire

Morí hace ocho años.

No fue particularmente trágico o inusual, sólo un accidente de tráfico. No culpo al hombre que me chocó. Estaba acelerando porque su esposa estaba en trabajo de parto y había hielo negro en el camino. El perdió el control del auto y yo perdí la vida.

No es su culpa. Yo sé eso. No soy cruel, no soy vengativo

En todo caso, soy todo lo contrario.

Verás, no me queda ninguna familia y había perdido a mis pocos amigos por esa época. Cuando llegó el momento de mi funeral, las únicas personas que asistieron fueron mi jefe y la familia que me mató. La esposa sostuvo a su hija recién nacida cerca de su pecho.

Odiaba a mi jefe, y el cementerio estaba terriblemente solo, así que seguí a la família a su casa.

Lily también pudo haber sido mi propia carne y hueso. Era dulce, brillante y, oh, muy pequeña. Tenía problemas para dormir si alguien no mecía su cuna y sus padres estaban tan cansados. Después de acostarla, fue fácil para mí mecer su cuna para ella. No me cansaba, yo podría ayudarla.

A medida que pasaron los años, Jack y Lori se dieron cuenta de que no estaban solos en la casa. No pasó mucho tiempo desde allí para que se dieran cuenta de la conexión entre mi funeral y cuando me presenté. Y nunca había sido malévolo, así que no tenían miedo ni estaban enojados.

Comenzaron a quemar velas en el aniversario del día de mi muerte. Siempre dejaban una silla vacía en las comidas y festividades. Realmente me sentí como... Un miembro de la familia.

Alguien está tratando de forzar la puerta.

Es el ex de Lori. El es obsesivo. Él está enfadado. Él va a lastimar a la familia. Mi familia.

Lo que pasa con los fantasmas es que cuanto más ofrendas recibas, más fuerte te volverás. Había estado disfrutando de velas, baratijas e incluso algún alimento ocasional durante los últimos cinco años. Era fuerte por eso.

El cuchillo se siente cálido en mi mano. Una descarga de calor contra el hielo de mi piel.

Lori, Jack y Lily son mi familia. Me preocupo por ellos. Y no se unirán a mí todavía.