Nadie se explica por qué pasó. Como su hermano tengo una ligera sospecha, pero aún no estoy seguro. Recuerdo cuando éramos niños. Alejandra sacaba el algodón de sus peluches y los lanzaba sobre nuestras cabezas: - ¡Está cayendo nieve! - su risa alegre me animaba a jugar. Ese acto se convirtió en nuestro juego privado: si uno estaba triste, el otro destrozaba un peluche para hacer nevar. Hoy entiendo que ni con toda la nieve del mundo podría haberla ayudado; estaba enferma y no me di cuenta.
6 October 21, 2020, 22:59 0Nous pouvons garder Inkspired gratuitement en affichant des annonces à nos visiteurs. S’il vous plaît, soutenez-nous en ajoutant ou en désactivant AdBlocker.
Après l’avoir fait, veuillez recharger le site Web pour continuer à utiliser Inkspired normalement.