El campo de batalla estaba cubierto de sangre, mis pasos dejan huellas de sangre por donde quiera que camino, el fuego en la espada en mi mano arde intensamente, quiere quemar todo lo podrido que hay en este mundo.

... ya no había vuelta de regreso y no debía volver a caer en su juego de verdades y mentiras, acepté el reto y la leí. ~ Querida Anacleto, realmente no tengo idea de que voy hacer contigo, eres tan predecible que se a donde vas ahora, ¿y sabes qué?, te estoy esperando, se que no me harás buscarte antes de tomar la decisión de encontrarme tú misma, no sería la primera decisión estúpida qué escojas pero talvez si tú última elección, no tienes más opción que recurrir a tú amiga a pedir perdón.

... palabras intentan seducirme para no denunciarla, tenía toda la información necesaria para detenerla y las dejó en mis manos, supuse que entonces igual sabía que haría lo correcto, lo hacía por ella pero decidió verlo cómo un acto egoísta y de cobardía, por estuve en su lista mucho antes de levantar cargos en su contra y ser demandada por la sociedad, su vida pasada no se comparaba a la catástrofe del 17 de agosto de 1974 cuándo abrí el sobre y cerré el caso y la puerta a mi espalda...

... que decía mi nombre, su cabeza psicópata sabía que lo hallaría mucho antes de hacerlo, antes de saber que estaba en su lista, mis cuestionamientos se convirtieron en sugestiones y Helen transformó nuestra hermandad en la antagonista de la masacre de Celaya, la instalación académica cerró cuándo comenzó todo y yo era la última en el diario dónde terminaron los rumores, mi nombre es Anastasia Anacleto cómo decía la carta, ahí empezó la verdadera historia de Helen Morris y que acabo...(4)

... vez y... de quienes se la dieron hace 19 años, caminaba sobre la tierra de los mortales mientras por debajo se podrían y carcomían los que estrujaron su alma, hasta dejar su cuerpo sin espíritu ni piedad, era inhumana, usaba la belleza que no conocía antes en este mundo de personas superficiales, aprendió a usar sus encantos de mujer inteligente, creativa pero sobre todo calculadora, sus planes eran obras maestras, pero sucias escenas de crímenes, ese día que decidí leer la carta...

... Conmigo, viví para contarlo y hacer mis propias notas, muchas veces cartas suicidas a mis padres que nunca entregué, enloquecí más en el verano siguiente, el último rumor fué sobre mi, me hizo parecer cómplice de asesinatos y torturas, incluso la novia de la dama de sangre, así le decían mientras hablaban de la adolescente de la escuela Artes Lennon, la joven sumisa al maltrato y violencia escolar e intrafamiliar qué bailó entre las vidas desaparecidas de quienes dijeron su nombre alguna...

La pequeña estaba en el cementerio fumando mientras miraba a la tumba de su amigo y hermano Ichigo. Ellos si bien se conocieron gracias a Arthur al instante se trataron como familia independiente Ichigo fuera parte de la familia de los Miyamoto el nunca le falto el respeto a Arthur o a Olivia. Estaba viendo como la tumba de su amigo se llenaba por la ceniza de su cigarrillo, se agachó y grito el nombre de su amigo esperando una respuesta... Nada.