¡Es mi hijo! Gritó al borde de las lágrimas. Pero si no lo mataba, la humanidad acabaría. El joven asintió, instándolo a que lo hiciera rápido. Sería un mártir, después de todo. El padre, con clara angustia, cogió el hacha. Tragaba apenas, sabiendo que no había otra opción. Cerró los ojos y procedió. La gente lo ovacionó, empero, la Tierra seguía temblando. No había resultado. En unos segundos tuvo la respuesta: no era su hijo. Su esposa, desde lejos huyó, cayendo fulminada por los meteoritos.
7 July 08, 2021, 20:51 2Nous pouvons garder Inkspired gratuitement en affichant des annonces à nos visiteurs. S’il vous plaît, soutenez-nous en ajoutant ou en désactivant AdBlocker.
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