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kenn_zammo Kenny Zambrano Estamos haciendo muchas cosas mal para que hayan tantas personas sufriendo por tener un trabajo, una comida, un techo, lo necesario para vivir dignamente. El dinero es un veneno que enceguece y nos aparta de la realidad de muchos otros, no sé si llamarlo egoísmo o solo distracción de lo importante... 0 critiques

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Ayudar al otro también es paz


Estamos haciendo muchas cosas mal para que hayan tantas personas sufriendo por tener un trabajo, una comida, un techo, lo necesario para vivir dignamente.
El dinero es un veneno que enceguece y nos aparta de la realidad de muchos otros, no sé si llamarlo egoísmo o solo distracción de lo importante, palabra que para todos tiene un significado diferente, por ejemplo para mí, "importante" es mi familia, pero como dije, varía según los tipos de personalidades.

Lo tenemos enfrente, el problema es real y está a la vista de todos, pero nadie busca una solución, nadie ofrece nada sin querer recibir algo a cambio. Está bien, acepto que sí, conozco personas que ayudan a otras sin buscar un beneficio propio, pero son contadas con los dedos, y son personas que han tenido que pasar por duras luchas para estar donde están, por eso entienden al otro, porque saben lo que es estar en su lugar pasando necesidades, no como un multimillonario que nació teniendo todo y nunca sufrió por un pan, y lastimosamente esos son los que nos gobiernan, los ricos, "que buscan el bien para el pueblo" pero ellos, ¿qué saben de pueblo si no han tenido que arar la tierra? No sé si antes ya fue usada esa frase, solo se me ocurrió, el caso es que ni siquiera yo lo he tenido que hacer, porque fueron mis papás quienes lo hicieron para poder criarnos a mis hermanos y a mí, para no pasar ni un solo día sin comida en la casa.

No es difícil saber quién necesita ayuda o quien quiere ser por lo menos escuchado, en serio. Por ejemplo, tengo guardada la mirada de un hombre moreno con ropa desgastada, una chaqueta gris que apenas lo cubría del frío y una maleta azul oscura rota, casi vacía. Sin mentir, es la mirada más triste que he visto, de pronto enferma y al parecer, cansada de la rutina; lo vi más de cinco veces a la misma hora, en el mismo último asiento del bus, yo creo que él nunca se fijó en que yo lo miraba porque siempre iba viendo por la ventana, no se movía de ahí, parecía pensativo y agotado, apenas cerraba los párpados del sueño; sin conocerlo, ni saber de su historia, me marcó, y ahora me arrepiento de no haberme atrevido a decirle algo, por lo menos a desearle un buen día, si es que era posible dentro de la tristeza que reflejaba.

Que se vuelva costumbre darle una mano al otro, ayudarlo en algo así sea mínimo, el primer paso es ponerse en su lugar sin juzgar porque todos tenemos luchas, metas, sueños, y la nuestra puede ser ir al mejor partido de fútbol, la del otro, será poder tener un techo donde pasar la noche con su hijo.

Más amor y comprensión, eso es paz con uno mismo y con los demás. A veces podemos cambiar el día de alguien con solo una sonrisa, pero la idea es ir más allá, ofrecer comida, cobija y una buena tasa de café a alguien que lo necesite. Aunque no tengamos un montón de cosas o de dinero, tenemos lo necesario, no nos vamos a quedar pobres por compartirlo con alguien.

Como en los viejos tiempos:
Paz y amor, hermanos.


16 Juin 2019 01:41 1 Rapport Incorporer 4
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