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Acaso crees...?

¿O acaso crees que sé por qué te pienso? Nadie es tan infeliz cómo para saber por qué piensa a otra persona.

Son líneas pequeñas escritas en una lengua que se nos escapa. Por más que pasáramos siglos descifrándola, por más que los científicos dejaran tranquilos a sus microscopios, a sus computadoras... Y sólo se dedicaran a descifrar estas líneas, ellas seguirían sin ser leídas...

Por más que, cansados de fracasar, aceptaran la ayuda de magos, que cansados de fracasar pidieran ayuda a las brujas y ellas pidieran ayuda a los ángeles... Seguirían incomprensibles.

Están escritas con letras de pasos de hormiga. ¿De qué crees que me estás salvando? ¿Quién te lo pide? ¿Crees que sé por qué te pienso?

Estoy hecha de pequeñas letras invisibles que unas hormigas escribieron mientras me hacían, con sus cuchillitos y sus tenedores diminutos. Y vos. Y vos, soberbio e ignorante, ¿Crees que te alejas por mi bien? Te voy a decir todo lo que sé: la verdad está en un cigarrillo compartido, en un vaso de vino que nunca se vacía, en el olor a lluvia, en el "click" del botón que apaga mi tocadiscos y calla la voz de Jacques Brel, en las escaleras, en las cortinas de plástico, esas baratas, para que no entren las moscas a la cocina.

La verdad está en tu maldito despertador para llegar a tiempo al maldito turno que has elegido para esconderte de mí.

La verdad es la que sigue: No esperes que nadie, ni siquiera los que crees que me quieren, te agradezcan esto que haces.

30 Novembre 2020 23:23 0 Rapport Incorporer 0
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