Mi lugar secreto para escribir, sì es un lugar físico. Próximamente tendré terminado el que siempre he soñado. Será magnífico, en la parte alta de mi casa, con un ventanal enorme y desde dónde puedo ver el mar. Pero ese lugar no es el "causante" de nuestras letras, ni de nuestras historias. Ese lugar secreto Somos Nosotros.
Nuestras vivencias, nuestras experiencias, nuestras fantasías, nuestros deseos, nuestras lecturas favoritas, nuestros paisajes soñados, nuestros afectos, nuestras caricias, nuestras tristezas, nuestras alegrías... todo eso hace que cuando nos sentamos a escribir, dónde habitualmente lo hacemos, o en el lugar que podamos, destilan a través de nuestros dedos historias y rimas que ni siquiera imaginábamos que podíamos materializar.
El lugar secreto dónde me "asaltan" numerosas ideas es la cocina, mientras estoy lavando los platos, los vasos, las tarteras, los cubiertos,... Podrás decir, ¿pero no tienes lavavajillas?, sí, pero me encanta fregar mis platos. Hay que decir, que tengo una hermosa ventana que da a mi jardín, y así cualquiera disfruta de la experiencia pero, sobre todo, es porque soy agua, y disfruto con el agua.
Sí, se perfectamente que no es un sitio romántico, ni enigmático, ni glamuroso para indicar que allí es dónde las musas me "regalan" sus ideas. Imagínate las risas del periodista que me hiciera una entrevista preguntándome dónde me "surgen" la "ideas" para mis historias.
Me ocurre muchísimas veces que, cuando mi cerebro queda un poco catatónico con la monotonía de lavar y enjabonar, con el caer armonioso del agua, con el brillo de la vajilla que al limpiarse con el agua queda delicada y suave, me surgen innumerables diálogos, rimas, y puntos interesantes en las historias. El gran problema es que con las manos mojadas no puedo recoger toda la información que, esas "voces", "me dictan" demasiado rápido. Mi querida libreta está en mi escritorio, es decir, igual de lejos que si estuviera en Marte...
Otras veces mi lugar secreto, es mientras estoy haciendo recados y entre parada y parada. Mientras camino, mi mente vuela libre, y el subconsciente rescata y presenta aquello que necesito para mi historia.
Muchas veces me he quedado frustrada al no tener dónde anotar esos "guiños" de las musas, esa preciosa información. Así que tuve que buscar solución para eso. Para evitar tales imprevistos me he acostumbrado a ir con una libreta. Sí, una libreta normal y corriente. Esa que podemos comprar por un euro (bueno aquí en España), esa que tiene una espiral que une las hojas. Me sirve perfectamente, porque le coloco en el medio de la espiral un bolígrafo, que contenga tinta suficiente, y así siempre estoy preparada; como si fuera un sheriff con su revólver Colt 45.
Por ejemplo, para el reto del Concurso de un Regalo Adelantado, estaba preguntándome, mientras caminaba, que historia podría componer que contuviera la palabra "muérdago", y que no fuera la típica de una pareja que se besa debajo de un muérdago. No había manera que se me ocurriera nada novedoso, ni original, así que, cansada de no encontrar nada, dejé de pensar. Quedé en éxtasis disfrutando de la propia sensación de caminar y ocurrió. Mi subconsciente libre, me trajo la idea que buscaba. ¡Fue genial!. Podía anotarlo sin que se me "escapara" ninguna palabra. Te preguntarás como lo hice. Muy fácil, busqué el banco más cercano, y me senté con mi querida libreta, delante de la Oficina Central de ABanca, y sin ningún tipo de vergüenza, aunque algunos transeúntes me miraban extrañados, me puse a escribir.
Allí, presa del frenesí, anoté todo lo que me venía a la cabeza. Eran flecos inconexos, y vagos, pero que sabría unir y coser en "mi lugar secreto" por la noche.
He de decirte querid@ lector@ que yo escribo por la noche, es el único momento que tengo disponible. Es muy fácil que me den las tres de la madrugada como ahora. Cuando escribo no siento cansancio, muy al contrario, me siento llena de energía, mi sistema funciona a pleno rendimiento; pero, tengo que dejarlo más o menos, como a esta hora, que son las tres y cinco de la madrugada del 3 de febrero, porque mañana (ya hoy) el día exigirá sus dádivas rutinarias pero inexcusables.
Bueno, después de todas estas historias, lo que quiero comentarte es que no hay necesidad de buscar un lugar secreto, aunque si es cierto que escribir también es una disciplina que hay que cultivar. Solemos tener un lugar tranquilo y apacible, relajado y alejado de los miembros de la casa, dónde esperamos no recibir interrupciones, pero no es imprescindible aunque si deseable.
Todo está en tí, por lo que dónde tú estés, ese será tu perfecto lugar secreto dónde escribirás tus historias.
Como verás, los tips de escritura que aquí incluiré tienen que ver con vivencias, experiencias, además de los "típicos" de "cultura general literaria" que también prepararé. Por eso, he titulado este blog "Venturas y Desventuras en el Bello Arte de Escribir".
Espero que os haya gustado y entretenido. Hasta pronto.
Próximo tip: ¿Sobre qué escribo???.
19 Décembre 2020 00:00
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María José R. Cons
El arte de escribir, y de escribir bien, es una dedicación vocacional que conlleva una serie de tributos innegociables como son la voluntad, la pasión, la disciplina, la lectura, el conocimiento del lenguaje, y sobre toda la constancia.
La chispa aparece a cada paso, si estamos a ello. En mi caso, para no perderme ningún guiño de las musas, llevo siempre un cuaderno conmigo; y, no es inusual que, subitamente, me pare en medio de la calle buscando el banco más cercano, para anotar las primeras ideas que serán utilizadas en mi relato cuando, por la noche, me siente a escribir en mi rincón secreto.
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