La catástrofe que tanto te preocupa, a menudo resulta ser menos horrible en la realidad de lo que fue en tu imaginación.

Lo único que nos impide tener lo bueno en nuestra vida es que pensamos que no nos lo merecemos. En algún momento de nuestra infancia aprendimos que no nos merecíamos algo y nos lo creímos. Ahora es momento de dejar atrás nuestros propios monstruos internos.

Antes la fe movía montañas solo cuando era necesario, el paisaje no cambiaba mucho. Pero cuando se propagó la fe, la gente empezó a mover montañas por diversión. Esto resultaba incomodo ya que el paisaje variaba. Por eso la gente abandonó la fe y así las montañas permanecen en sus lugares. Cuando en la ruta se produce un derrumbe es porque alguien tuvo un atisbo de fe.

Por amarte tanto caí en éste pozo sin fondo donde todo es incierto y dudoso. Ya no sé dónde estoy parado ni qué estoy haciendo. Solo sé que en medio de tanta oscuridad tu luz es mi única guía. Pero en éste maldito juego del amor, solo juegas para perder.

Adiós dulce y amada calma de mí más profunda alma. Quizás ya no vuelva a sentirte en mí pecho nunca más, pero es el precio que acepté pagar al sentarme en éste sillón de la oscura fascinación, por la perfección externa y siniestra. Solo muerte y desolación veo a mí alrededor, sin embargo no me conmueven sus gritos de dolor ¿Será que mí transformación empezó?

Nuestras historias han sido un profundo acontecer de silencios y felicidades explosivas, de danzas y ofensas, de sangre negra, balnca e india. Tres grandes razas y un millar de pensamientos alimentan nuestro presente. Y todo ello con el común denominador ze la voz expresada en un mito, una leyenda, un cuento, el comentario callejero o el simple encuentro entre buenos amigos.

Un hombre perdió un hacha, sospechaba del hijo del vecino. El muchacho andaba como un ladrón, miraba como un ladrón y hablaba como un ladrón. Pero el hombre encontró su hacha mientras cavaba en el valle y en la siguiente ocasión en que vió al jóven, éste andaba, miraba y hablaba como cualquier otro muchacho. Cosas de la vida.

El dinero no puede hacer que seamos felices pero es lo único que nos compensa de no serlo. La hermosura es poderosa, pero el dinero es omnipotente. Sin embargo rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita. Cuando más posee un honbre menos se posee a sí mismo porque la verdadera riqueza está en el corazón.

Caminaba por las calles de la ciudad sin rumbo alguno. Así llegué a la esencia del color verde. Aquella luz que lo iluminaba todo parecía tener vida propia. — ¿Qué es un ideal? — Pregunté repentinamente. — Es lo que motiva a la persona a realizar algo, la continua esperenza de algo mejor. — Gracias — respondí y seguí mi camino en busca de más respuestas.

Antes de tí no hay antes, no hay amigos no hay amantes, ni pasado ni relojes. En medio de la noche, entre el mar y la tormenta por saberte en mi presencia se me para el corazón.

He llorado tanto que ya no siento nada, pero sé que mi alma sigue sangrando. Desearía despertar mirando las estrellas otra vez, sabiendo que van a brillar los cielos que me vieron padecer. Nada pierdo con desearlo. ¿Quién podrá borrar de mi pecho éste dolor? No lo sé, pero si de algo estoy seguro es que esta será la ultima noche que padezca por tu amor.

Creo que soñar los besos que me ha dado por amor , pueden alcanzar para curar mi herido corazón. Voy a quedarme solo y vivo, dejando que se pierda pronto en el olvido, éste inmenso dolor que hace sangrar mi alma.

Luna que lo alto alumbras, brilla sobre ésta ciudad. Luna que en lo alto alumbras escucha el rugir de esa bestia humana que eleva su canto al cielo.

— Nunca olvido los favores, pero tampoco olvido las traiciones. Por eso piensalo dos veces antes de mentirme. Exclamó mientras la arrojaba al abismo de la oscuridad eterna.

Lo que una vez disfrutamos jamás lo perdemos. Todo lo que amamos profundamente se convierte en parte de nosotros mismos, y queda en nuestros corazones por siempre.

La belleza del cuerpo es un amigo que pasa. Pero la belleza del alma es un amigo que se queda para siempre a nuestro lado.

Compartía habitación con su hermano. Sonámbulo, todas las noches le despertaba exigiéndole que se fuese de casa. A lo que él hacía caso omiso. Aquella noche, desapareció y con sangre en la pared junto a su cama había escrito: "solo trataba de protegerte".

Mientras arropaba a mi sobrino, él me dijo: —Tata hay alguien en el armario. Yo le contesté: —No hay nadie. Pero por su seguridad miré. Encontré entre su ropa a mi sobrino tembloroso. Miré hacia atrás y fue cuando vi su sonrisa.

Adoro las nanas que me canta mi padre cada noche, antes de dormir. Su voz suena fenomenal gracias al eco en las paredes de madera. Mi madre, sin embargo, dice que no son horas de ir al cementerio.

El cálido aliento en su nuca la tranquilizaba hasta que recordó que dormía sola.

Sonó el timbre a medianoche. Despertó de su sueño con el vello de punta. Abrió la puerta, pero no había nadie. Él ya estaba dentro.

En un lejano reino un hombre decía ser el mejor carpintero del mundo. El rey, que era un tirano, le pidió construirle una puerta de agua en tres días. De lo contrario tomaría la vida del carpintero. Pasado el plazo, el carpintero dijo al rey que para buscar lo pedido debía enviar cinco rollos de humo y tres peones de viento. El rey lo nombró carpintero oficial del reino.

Atropellados, por la pampa suelta los raudos potros, en febril disputa hacen silbar sobre la sorda ruta los huracanes en su crin revuelta. Atrás, dejando la llanura envuelta en polvo, alargan la cerviz enjuta, y en su carrera retumbante y bruta, cimbran los pinos y la palma esbelta.

Dedica tu tiempo para trabajar, es el precio del triunfo. Dedica tu tiempo para pensar, es la fuente del poder. Dedica tu tiempo para recrearte, es el precio de la juventud. Dedica tu tiempo para soñar, eleva el alma a las estrellas. Dedica tu tiempo a leer, es el fundamento del conocimiento.

Acuden a nosotros en nuestros sueños alterándolos y logrando agitarnos con letales imágenes y sensaciones. Recuerdos perdidos, recuerdos olvidados, recuerdos ocultos por la mente en un desesperado intento por escapar de aquel nefasto pasado que nos atormenta aún hoy, siglos después de haberlo experimentado. Intentar exterminarlas es el mayor deseo que tenemos y el reto imposible ya que son jugadas maestras de nuestro subconciente.

Hay gritos silenciosos que debemos escuchar, gritos al vacío que debemos sentir. Llantos sin lágrimas que debemos observar e intentar consolar. Detrás de cada sonrisa se oculta el más profundo dolor cuyo desgarro sangra continuamente. Los gritos del alma son los más aterradores ya que están llenos de silencio sepulcral.

El espejo te mostrará lo que desees ver, cuando logres traspasar su impenetrable frialdad intensa. Mientras tanto Alicia seguirá esperándote junto a su blanco conejo que cayó cautivado por el embrujo del tiempo.

Eran un amor en fuga, en equilibrio por el filo de las culpas. Sabían que ese amor era un pasaje al mismísimo infierno. Eran un amor prohibido, pero los dos estaban decididos a seguir amándose con cada fibra de su propio ser. Porque si de algo tenían que morir, preferían morir de amor uno junto al otro. Cómo Romeo y Julieta, solo que en ellos no existía ninguna Julieta. Solo había dos Romeos.

Esa es mí maldición y mí castigo – decía con voz quebrada – Verte siglo tras siglo cómo te transformas en la Princesa de Hielo. Las lágrimas humedecían su rostro – Te amé y aún te amo...pero no pude y no podré salvarte del hielo...mí amada princesa. Ella sin mirarlo ni oírlo se alejó de allí. Sentimientos tales como el amor no existían ya en su interior. Solo tenía un único pensamiento:  " No me conmueven tus lágrimas de dolor ¿Será que contigo murió mí corazón?"

No lo entiendes pero siempre fue así, un latigazo al corazón y luego un adiós. ¿Por qué será que cada vez que te veo acabo sangrando? Quizás sea mi destino o mi maldición. Un sueño o una ilusión

En la lejanía de algún vasto lugar aún observo aquellos castillos congelados de mundos antigüos que atrás he dejado, guardando en sus interiores los recuerdos de aquel amor perdido en jardín del tiempo que rodea esos castillos del ayer.

Él nunca se enamoró, ese fue su infierno del cual nunca pudo escapar. Ella se enamoró perdidamente. Esa fue su eterna condena la cual tuvo que cargar por el resto de su existencia.

Encadenado a tu ser, a tu esencia y a tus decisiones. Sin poder escapar ni voluntad propia, así me encuentro. Encadenado con gruesas y oscuras cadenas, amarrado a ésta cruel realidad que no tiene fin. Solo una existencia gris y monótona. Atado a tus caprichos de mujer, te limítas a ordenar mi vida sin piedad alguna. Éstos sentimientos que vibran en mi interior confundiéndolo cada día más. ¿Qué hacer? No lo sé.

El problema de ella fue que nunca supo querer. O amaba con locura o no le importaba absolutamente nada de nada. El problema de él fue que solo podía verla desde una única perspectiva. La del ser perfecto.

Siempre hay algo más para descubrir cuando enciendes el amor. Una caja de sorpresas, tienes loca la cabeza. Que manera tan hermosa y especial. Nada que agregar para ser feliz, solamente tú y yo. Disfrutando un gran amor sin agendas ni reloj que le marque un tiempo al corazón. Hay que forma de entregar tus besos, que manera de entregar tu amor. Al mirarnos mueren las palabras...nuestro mundo es solo para dos.

Dices conocerme pero solo sabes de mi lo que yo quiero que sepas. Si en verdad deseas saber quién soy y te atreves a ver más allá de mis barreras adéntrate en mi historia. Indaga lo que ocultan las palabras y ve más allá de las apariencias. Si lo haces te aseguro que encontraras a alguien que solo desea verte con una mirada diferente