Manuel estaba sentado en un rincón con las manos atadas , tenía la cara llena de sangre, le habían golpeado tan duro que uno de sus dientes caninos empezo a salíresele, pero no le importo demasiado, puesto que era un tipo duro así que tomando valor terminó de arrancarlo con la lengua y lo escupió.
Esto enfureció a sus captores.
Uno de ellos llamado Enfermo dijo-así que eres muy machito no hijo de @#@#-, acto seguido le quitó la mordaza de la boca y arrastrandolo por los cabellos lo llevo al baño, lo azotó contra la pared, no demasiado fuerte puesto que no quería que se desmayase . Coloco un trapo en el inodoro y jaló la bomba de agua y gradualmente esta se lleno hasta casi rebalsar.
Luego volvió a dirigirse al capturado tomandolo por los cabellos con una fuerza brutal empezó a ahogarlo dentro de la taza no sin antes decir previamente ¡ salúd!.
Manuel movía su cabeza de un lado a otro de la misma forma que hace el torso una abeja que es tomada por los dedos y busca aguijonear a su captor.
Despues de un intervalo de 1 minuto Enfermo retiró la cabeza de Manuel del inodoro, pequeñas gotita de agua mescladas con inmundicia empezaron a chorrear de su cabeza y cara empapando el suelo.
Ahora-dijo Enfermo- te cortaré un par de dedos y las orejas para enviarselos tu novia, acto seguido saco de un enorme bolsillo de su chaqueta una pequeña pero pesada tijera de metal oxidada con un filo casi inexistente que parecía haber sido diseñada para causar el máximo dolor posible.
Manuel miró a su torturador y...
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