1
18.8mil VISITAS
Completado
tiempo de lectura
AA Compartir

La bestia negra

Nostálgico como sólo puede ser él, le canta a la luna y las estrellas. De su cabeza lobuna aúlla su nota que no es silenciosa, es aguda, larga y eterna, como el eco. Cuando se adentra en los bosques, con sus pisadas firmes, con patas de toro, estremece la tierra en su andar. Cuando vuela, despliega sus alas de ángel y corta la frialdad del crepúsculo. Su torso era el de un hombre desnudo, lampiño y sin la negrura abundante de su cabeza y piernas.

En días no muy lejanos era campesino caído en desgracia. En su soledad envidió la fuerza de su toro al arar la tierra, la mirada nocturna de su siberiano y la libertad de su águila. Eran tiempos terribles cargados de hambre y miseria. Los tres animales eran su única compañía hasta que a su puerta llegó un extraño visitante que le pidió posada. Al escuchar sus problemas y deseos, este le regaló el don. Después de tres lunas se transformó en hombre y bestia.

La bestia negra, como lo llaman, es un ser nocturno que se alimenta de carne y siempre caza de a tres. Tres caballos, tres carneros, tres humanos. El tres es su número y desgraciados aquellos que caen en él.

- Cuando la tierra se estremece, o cuando el batir de unas alas te ensordece, y si escuchas la canción nocturna de un lobo, es mejor que corras o te escondas, la bestia negra podría estar cerca – Se dice entre los hombres que sólo hablan de historias de muerte, dolor, de familias desechas y pueblos aterrados.

La bestia no era bestia por sí sola. No era su forma ni su color, era su naturaleza y origen humano lo que lo hacía peligroso.

FIN.

31 de Octubre de 2014 a las 00:35 0 Reporte Insertar Seguir historia
2
Fin

Conoce al autor

Comenta algo

Publica!
No hay comentarios aún. ¡Conviértete en el primero en decir algo!
~

Historias relacionadas