Estaba lloviendo y hacía un viento capaz de arrancar desde la raíz y arrastrar un árbol. Me fui a resguardar entre dos casas cercanas, las cuales flaqueaban un oscuro callejón sin salida.
Espere hasta que terminara de llover; mire el reloj que tenía escondido y me percate que solo había pasado quince minutos los cuales se me antojaron horas. Observe a mi alrededor por si deslumbraba a mis perseguidores y gracias a la luna llena pude respirar aliviada de no verles . Por fin conseguí librarme de ellos, pensé. Después de recuperar el aliento, me asome y proseguí mi camino.
Sin darme cuenta cometí el error de no fijarme en un callejón cercano donde me había escondido. Empecé a correr lo más rápido que podía hacia las afueras de la aldea, en dirección al bosque en el nordeste de la aldea donde había pasado la última semana escondida....
Gracias por leer!